Hoy quiero tratar una enfermedad que se ha
convertido en pandemia mundial, la diabetes. El 14 de noviembre es el día
mundial de la diabetes y los esfuerzos médicos se centran en concienciar a la
población sobre la importancia de una detección precoz.
Se estima que en España existen 5 millones de
personas afectadas por diabetes tipo 2, de los cuales, y esto es lo grave, 2
millones no están diagnosticadas.
Es necesario que las diversas profesiones sanitarias
(los optometristas también) junten esfuerzos para diagnosticar cuanto antes
esta grave y silenciosa enfermedad.
Hoy os explicaré los daños que la diabetes puede
ocasionar en nuestros ojos.
La diabetes
mellitus (DM) es un trastorno metabólico que se caracteriza por presentar concentraciones elevadas de glucosa en sangre,
de manera persistente o crónica.
Las causas pueden ser variadas, desde un defecto en
la producción de insulina, la incapacidad del organismo para procesar
correctamente el azúcar de los alimentos (para convertirlo en energía) o,
incluso un aumento excesivo del nivel de glucosa en sangre.
La diabetes se asocia con la aparición de numerosos
problemas en diversos órganos del cuerpo, entre ellos, el ojo. Dado que las
personas diabéticas tienen un riesgo de padecer ceguera 10 veces mayor que una
persona no diabética es apropiado tratar este tema desde la parcela que nos
toca a los ópticos optometristas: la prevención.
¿Qué
síntomas generales tiene un diabético?
Se suelen valorar como síntomas principales
de la diabetes los conocidos como las tres P: poliuria (micción
excesiva), polifagia (aumento anómalo de la necesidad de comer) y polidipsia
(sensación continua de tener sed). A ello podemos añadir una pérdida de peso
sin razón aparente.
¿Por
qué es importante diagnosticar precozmente la diabetes?
La evolución incontrolada de la enfermedad durante
muchos años provoca diferentes daños en nuestro organismo. Los más
graves son la insuficiencia renal (la diabetes es la primera causa responsable
de la diálisis), el infarto de miocardio y el ictus cerebral, primera causa de
muerte en España.
¿Cómo
afecta la diabetes a nuestra visión?
En primer lugar, los cambios continuos en la
refracción ocular suelen estar asociados a oscilaciones en los niveles de
glucosa en sangre. Así, la hiperglucemia genera cambios en el cristalino que
derivan en episodios de miopía transitoria.
Glaucoma y diabetes suelen estar
asociadas, pues un diabético tiene un 40% más de
posibilidades de sufrir esta enfermedad que una persona sana.
Igualmente, las personas con diabetes tienen un 60% más
de probabilidades de sufrir cataratas que una persona sana. Además, las
cataratas aparecen en edades más tempranas y avanzan notoriamente más rápido.
Cuando antes anotamos que las personas diabéticas
tienen una probabilidad 10 veces mayor de quedarse ciegas que el resto de
personas no diabéticas me refería a la existencia de diversos problemas
oculares derivados de sufrir diabetes, tales como la retinopatía diabética o el
edema macular diabético. Estas dos enfermedades son de las principales causas
de ceguera en los países desarrollados.
La Retinopatía diabética
consiste en un deterioro de los vasos sanguíneos de la retina, lo que conlleva
fugas de sangre desde los mismos. La consecuencia principal es la aparición de
nuevos vasos sanguíneos y la proliferación de tejido fibroso en la zona afectada.
Estos nuevos vasos son débiles, por lo que las fugas de sangre y las cicatrices
que crean perjudican nuestra calidad visual. Este tejido proliferativo impide
que la imagen de los objetos se forme en la retina adecuadamente, provocando
una pérdida progresiva de Agudeza Visual en los pacientes afectados.
Según su grado de desarrollo se distingue entre no
proliferativa, con formación de bolsas en vasos capilares (aneurismas) y que se
divide en tres etapas (leve, moderada, severa) según el número de vasos
obstruidos; y proliferativa, momento en el cual el avance de la enfermedad
provoca la aparición de nuevos vasos sanguíneos y hemorragias.
Esta enfermedad es la causante del 85% de los casos
de ceguera en diabéticos. Por lo que resulta fundamental conocer sus síntomas
principales, entre los cuales destacan la aparición progresiva de moscas
volantes (miodesopsias), sombras en alguna parte de nuestro campo visual, borrosidad
visual y un excesivo empeoramiento de la visión nocturna.
Un adecuado control de la glucosa en sangre es capaz
de reducir el riesgo a sufrir esta enfermedad en un 76%.
El Edema macular
en la diabetes consiste en una acumulación de líquido en la zona de la mácula,
la parte más sensible de nuestra visión. Ello provoca un engrosamiento de la
retina macular y una pérdida de visión en la zona central de nuestro campo
visual. Es la causa más frecuente de discapacidad visual severa en pacientes
con diabetes.
Afecta a uno de cada diez diabéticos en España y su
síntoma más característico es la percepción distorsionada de las caras, así
como las dificultades notorias para leer o conducir.
¿Tendré
diabetes alguna vez en mi vida?
Según diversos especialistas, los cambios en nuestra
alimentación (aumento comidas preparadas, por ejemplo), los hábitos diarios
(sedentarismo en aumento) y la mayor esperanza de vida tendrán como resultado
un aumento considerable del número de diabéticos en Europa. Según la Federación
Internacional de Diabetes, se estima que la dolencia afectará a más de un 20%
de la población europea en apenas 15 años.
En l siguiente imagen tenéis un sencillo
cuestionario en donde predecir las probabilidades de sufrir diabetes en los
siguientes años. Se llama Test de Findrisk.
¿Qué
podemos hacer los ópticos para diagnosticarla precozmente?
El diagnóstico tardío de la diabetes es uno de los
grandes problemas que sufren las personas diabéticas. Por ello, las diversas
organizaciones especializadas en esta enfermedad recomiendan revisiones
periódicas en el oftalmólogo (para el caso de la visión), pues una detección
precoz es clave para el tratamiento y posterior evolución de la diabetes.
Puesto que los optometristas somos los profesionales
encargados de la atención visual primaria a pie de calle debemos desarrollar
las herramientas adecuadas que nos permitan detectar los casos de diabetes
entre los pacientes que atendemos en nuestros gabinetes. Realizarlo, supone una
diferenciación notable respecto a la competencia, pues, lamentablemente, no
todo el mundo dispone del material o los conocimientos para realizar un
diagnóstico eficaz de la enfermedad.
La mejor manera para descubrir una diabetes no
diagnosticada es seguir estos pasos cuidadosamente:
1- Realizar
una historia clínica al paciente en la anamnesis, interesándonos por las
enfermedades que sufre, la medicación que toma, el aspecto físico, el cuidado
personal. Todos estos datos nos pueden poner sobreaviso en una persona obesa y
que no se cuida mucho, por ejemplo.
2- Estudiar
el histórico refractivo del paciente. Pues sabemos que las fluctuaciones
frecuentes en la graduación puede ser un síntoma de diabetes.
3- Realizar
un examen con lámpara de hendidura del segmento anterior del ojo, pues
la diabetes es capaz de producir cambios significativos. Entre las partes que
debemos prestar especial atención destaca la córnea (fijarnos en la
transparencia y vascularización) y el examen del reborde
pupilar en busca
de neovasos(rubeosisiridis).
4- Realizar
un estudio de fondo de ojo. La evaluación del segmento posterior del
ojo, en concreto la retina, es el paso fundamental para diagnosticar la
diabetes. Aunque siempre será necesaria la evaluación con la pupila dilata por
parte de un oftalmólogo para confirmar la enfermedad, los optometristas podemos
realizar una criba inicial sin necesidad de dilatar, remitiendo al oftalmólogo
los casos sospechosos. Simplemente debemos tener en nuestro gabinete una lente
de +90 junto a la lámpara de hendidura o un oftalmoscopio.
NOTA: Al final del artículo tenéis varias fotos de
fondos de ojo con Retinopatía diabética.
¿Qué
hacer ante una persona diabética?
Nuestra labor sanitaria con los diabéticos no debe
quedarse en la detección precoz. Igualmente, nuestros conocimientos pueden ser
muy útiles en el seguimiento de estas enfermedades.
Con un adecuado fondo de ojo podemos detectar
empeoramientos de la enfermedad en periodos entre consultas oftalmológicas.
Es más frecuente que acudan al optometrista ante una pérdida visual, dada la
amplia disponibilidad horaria y la facilidad de cita respecto al oftalmólogo.
Igualmente, podemos informar y aconsejar como
seguir los tratamientos pautados a personas con escaso control, tales como
personas mayores.
Por último, unos
breves datos estadísticos:
Actualmente existen 387 millones de personas
diabéticas en el mundo.
En España existen en torno a 5 millones de
diabéticos, 2 millones sin diagnosticar.
En España, 7 de cada 10 amputaciones no traumáticas
de la extremidad inferior se deben a la diabetes.
El 16% de los ciegos en España lo son por ser
diabéticos.
25.000 personas mueren cada año en España a causa de
complicaciones surgidas de la diabetes.
BIBLIOGRAFÍA:
Salmador, Ángel y García Sonsoles. “Diabetes, un
reto en la atención primaria de la salud visual”. Gaceta Óptica Nº 513. Abril, 2016.
VVAA.Cuidados oculares en las personas con diabetes.
Opiniones y recomendaciones SAD – SARYV. En la red: http://www.sld.cu/galerias/pdf/sitios/diabetes/cuidados_oculares_en_personas_con_diabetes_1.pdf
Clínica Baviera. ¿Cómo puede afectar la diabetes a
la vista? En la red: http://www.clinicabaviera.com/blog/salud-visual/como-puede-afectar-la-diabetes-a-la-vista/
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