Uno de los temores más
difundidos en el mundo de la contactología, por parte de los pacientes, es la
posibilidad de no poder sacarse las lentillas del ojo. Existe un miedo
irracional a que se produzca esta situación, cuando, en verdad, tal
circunstancia es anecdótica y generalmente inocua para nuestro organismo.
No obstante, ya que existen
situaciones complicadas donde la lentilla no sale de ningún modo, o eso parece,
voy a daros los pasos que debéis seguir para sacárosla fácilmente.
Muchas personas noveles en el
uso de las lentes de contacto o expertos que llegan por la noche algo
“perjudicados” (todos sabemos a lo que me refiero) son los candidatos perfectos
a sufrir una crisis de este tipo.
Lo peor es su sobrealimentación.
No podemos quitarnos las lentillas. Nos ponemos nerviosos. Seguimos sin poder
quitárnoslas. Nos entra el miedo irracional. Nos ponemos el ojo colorado como
un tomate y seguimos con ellas puestas. Entramos en estado de pánico. Y así
sucesivamente aumentamos nuestra incapacidad.
Por tanto, si tienes una
lentilla que no puedes quitarte, sigue estos sencillos pasos que te doy a
continuación.