Hoy vamos a descubrir dos pequeñas joyas
arquitectónicas de un periodo bastante desconocido por el gran público. Me
refiero al visigodo, esas gentes germanas que se aprovecharon de la decadencia
y caída del imperio romano para asentarse en la Península Ibérica.
Deudores de la tradición paleocristiana
tardorromana, sus construcciones se datan únicamente en el siglo VII y apenas
tenemos ejemplos debido a la posterior invasión musulmana a principios del
siglo VIII. Por ello, visitar alguno de los pocos templos que se conservan en
España es un auténtico privilegio. ¿Os animáis a visitar un par de ellos?