Uno de los países europeos
que más visitas turísticas recibe al año es Italia. Seguro que todo el mundo la
ha visitado alguna vez o tiene en mente hacerlo pronto. Las primeras ciudades
que se nos vienen a la cabeza son Roma, Florencia o Venecia. Arte, cultura,
gastronomía… son lugares únicos que reúnen un gran atractivo para los
visitantes.
Conocer Italia requiere
visitarla en numerosas ocasiones, pues es imposible abarcar tanto legado
histórico en un único viaje. Aun así, muchos tour-operadores se empeñan en
ofrecer packs de viaje cerrados, donde se realiza un trayecto agotador
visitando las principales ciudades de Italia. Pueden ser útiles para hacernos
una idea del país, pero no para ver correctamente lo que ofrecen cada una de las
ciudades italianas. Y, por supuesto, en un paquete cerrado muchos lugares se
quedarán en el tintero.
Entre los lugares que no
suelen entrar dentro de los circuitos turísticos típicos se encuentra la ciudad
de Milán. Y, cuando está dentro del circuito, la ciudad se utiliza como puerta
de entrada o salida del país, por lo que apenas tenemos una visita decente al
lugar. Esto es una pena, pues Milán es una de las ciudades con mayor oferta
turística de Italia, aunque su atractivo no suele ser muy conocido.
A continuación os dejaré mis
diez razones por las que resulta imprescindible visitar Milán como turista.