Tengo que reconocer que me costó cierto esfuerzo ver
la película protagonizada por, entre otros, Luis Tosar y Eduard Fernández. Y no
por los magníficos actores que participan en ella, cuyas actuaciones son
encomiables y dignas de mención.
Tenía cierto reparo a sentarme a verla por las
críticas negativas que había tenido. Críticas basadas en algo tan importante en
una película histórica como el enfoque mismo del suceso. Pues si se pretende
realizar una película histórica, lo mínimo, es mostrar la historicidad tanto
del decorado como de los personajes. Si en lo primero, un mero aspecto técnico,
la película es brillante, en lo segundo volvemos a recibir un producto
pseudohistórico que no deja de ser una reinterpretación histórica de un
episodio pasado bajo la visión y mentalidad de una persona del siglo XXI.
Veamos un poco qué fue el sitio de Baler.