Existen muchas personas que
llegan sorprendidos y preocupados a nuestras ópticas. Refieren ver unas manchas
o puntos molestos, algo similar a unas moscas volantes. Cuando intentan
seguirlos con la mirada desaparecen de su campo visual, pero al mover los ojos
de nuevo, vuelven a aparecer.
La situación les parece
realmente preocupante, tanto como para que en muchos casos las personas acudan
a urgencias de oftalmología por tal problema.
Nuestra labor como ópticos
optometristas, los profesionales de atención primaria más accesibles para el
gran público, es tanto aconsejar, como explicar y valorar tales síntomas. Y en
caso de existir peligro ocular derivarlo al oftalmólogo.
A continuación os explicaré
que son esas molestas moscas volantes, porqué se originan y cómo distinguir si
se trata de un problema banal o un asunto más serio.
Técnicamente, a este problema
visual se le denomina miodesopsia. Y
resulta bastante más común dentro de la población de lo que nosotros nos
pensamos. En muchos casos solemos tenerlas desde hace muchos años atrás pero es
la casualidad la que nos pone sobre aviso.
Generalmente suelen verse
cuando miramos hacia un lugar luminoso: una pared blanca, el fondo blanco de
una hoja de texto de nuestro ordenador o el cielo azul. En estas circunstancias
puede darse el caso de ver una especie de manchas en nuestro campo visual. Se
tratan de pequeños puntos que tienen la particularidad de moverse con nuestra
mirada, lo que hace imposible enfocarlos. No os molestéis en intentar fotografiarlos, o pedir a un amigo que vea lo mismo que vosotros. Es imposible.
En la siguiente imagen podéis ver una
recreación realizada por ordenador.
Ejemplo de Miodesopsias. Fuente: Wikipedia. |
Si hacéis la prueba y
observáis algo parecido no debéis alarmaros en exceso. Como dije antes, es un
problema visual bastante frecuente y banal en la mayoría de las ocasiones.
¿Qué son estas miodesopsias?
Se trata de un fenómeno que
ocurre en el humor vítreo, el líquido gelatinoso que rellena la gran parte
interior de nuestros ojos. Con la edad y el envejecimiento del vítreo, algunas
de las proteínas que lo forman se deshidratan y pierden transparencia. Éstas
tienden a agruparse y formar unas manchas que proyectan su sombra sobre la
retina, la capa de nuestro ojo donde se forman las imágenes.
Por esta razón nosotros somos
incapaces de enfocar esas manchas con nuestra mirada. Al flotar en el humor
vítreo, que se vuelve más líquido con el paso de loa años, estas partículas
filamentosas se moverán al mover nuestros ojos y la sombra se desplazará
equivalentemente por nuestra retina. Intentar enfocarlas con nuestra fóvea,
lugar de la retina donde tenemos la mejor visión, es una tarea tan imposible
como intentar mantener un barco quieto en medio de un gran oleaje.
El humor vítreo sólo se
genera durante nuestra etapa embrionaria, por lo que no somos capaces de
renovarlo. La naturaleza, que es muy sabia, nos ha otorgado unas células,
llamadas fagocíticas, que se encargan de limpiar los detritus y suciedades que
perjudican la transparencia de nuestro humor vítreo. En teoría, estas células
nos deberían librar de las miodesopsias, pero su capacidad de limpieza es
limitada. El acumulo de numerosos desechos puede ser de tal magnitud que no
puede limpiarse. Y esto es lo que forma las miodesopsias.
Por tanto, puesto que en todo
momento existen células muertas que se deben limpiar, las miodesopsias pueden
cruzarse en nuestro “camino visual” en cualquier momento. Ahora bien, sólo las
grandes aglomeraciones son capaces de generar estas sombras molestas en nuestra
retina.
¿Existen grupos de riesgo más proclives a sufrirlas?
Sin lugar a dudas, los
estudios científicos muestran una relación directa entre el envejecimiento y
una mayor incidencia de las miodesopsias. Al ser una de las causas más comunes
el envejecimiento del humor vítreo, las personas mayores de 50 años serán más
proclives a sufrirlas.
Igualmente se ha comprobado
una mayor incidencia en miopes. Generalmente, esta circunstancia se suele
explicar por el mayor tamaño del ojo miope, el cual facilitaría el
desprendimiento de vítreo y las miodesopsias.
También pueden aparecer
secundariamente tras operaciones de cataratas o problemas oculares tales como
uveítis o desprendimientos de retina.
¿Puede considerarse un problema grave?
En la mayoría de los casos
este problema ocular es inocuo para los pacientes. Como hemos indicado, se
trata de una circunstancia muy común asociada, en la mayoría de los casos, al
envejecimiento natural de nuestro humor vítreo.
No obstante, las miodesopsias
pueden ser el aviso de nuestro ojo ante problemas más graves. Por tanto, es
importante descartar que existan otros problemas asociados.
La siguiente información que
os muestro es el plan que deben seguir todos los ópticos optometristas ante una
consulta de miodesopsias. Las preguntas que le realizarán estarán encaminadas a
discernir si las miodesopsias son algo banal o deben ser remitidas a un
oftalmólogo. Usted puede contestar a las preguntas y tener una idea clara de lo
que le pasa, pero ello no debe ser óbice para obviar la visita al óptico. Sólo
un profesional de la visión tendrá la palabra final sobre su problema.
Protocolo de actuación ante un paciente con miodesopsias
1. Descartar que se traten de pseudofotopsias. Los pacientes pueden confundir los síntomas y
nosotros, por medio de una correcta anamnesis, debemos saber interpretar lo que
le ocurre al paciente. Deberemos descartar aspectos como fotofobias (a la luz
del sol), halos (tras cirugía láser) o alucinaciones (en casos de enfermedades
psiquiátricas).
2. Preguntar si están acompañadas de fotopsias (destellos luminosos en la oscuridad). En caso
afirmativo deberíamos enviar al oftalmólogo al paciente, pues en un gran
porcentaje de casos estamos ante un desgarro de retina que puede degenerar a
desprendimiento.
3. Informarnos si las miodesopsias son:
a. Agudas:
realizando un fondo de ojo descubriremos si son debidas a un desprendimiento de
vítreo posterior (DVP) o simplemente se asocien a un episodio de migrañas
(fondo de ojo normal).
b. Progresivas:
si las miodesopsias aumentan cada vez más será necesario remitir al
oftalmólogo, pues son síntoma de un problema de retina que esta empeorando:
uveítis, DVP, hemorragia, desgarro….
c. Crónicas:
resulta muy frecuente en miopes (aumentando su frecuencia a mayor graduación)
la existencia de opacidades en el vítreo que son totalmente inocuas para la
salud ocular. En este caso no debemos derivar al paciente al oftalmólogo y
nuestra misión será tranquilizar e informar al paciente correctamente.
Como podemos comprobar de las
preguntas anteriores, uno de los principales objetivos es definir correctamente
lo que ve el paciente. No es lo mismo ver una especie de manchas molestas en
nuestro campo visual que unas auténticas moscas producto de una alucinación. No
es lo mismo ver sólo las manchas, que ver además destellos luminosos.
Esta última circunstancia es
muy importante, pues los destellos luminosos están asociados directamente a los
desgarros de retina. Cuando el humor vítreo “tira” de nuestra retina suele
causar un efecto visual similar a un destello luminoso. Y un desgarro es muy
normal que degenere en desprendimiento de retina, un problema mucho más grave.
Discriminar un posible
desgarro retiniano es uno de los objetivos más importantes de los ópticos a la
hora de enfrentarse a los pacientes con miodesopsias. Y aunque los destellos
luminosos son el síntoma discriminador más característico, también debemos
valorar otros como la aparición repentina (aguda) de miodesopsias, el aumento
repentino de las ya existentes o la pérdida de visión en los laterales. En
todos los casos, una respuesta afirmativa nos pondrá sobre aviso de un más que
probable problema retiniano.
La visita al óptico
optometrista es fundamental en todos los casos, pues sólo de una forma podemos
descartar verdaderamente que las miodesopsias no se asocien a ningún problema
más grave. Se trata de la realización de un examen de fondo de ojo, donde
comprobaremos la integridad correcta de la retina.
Sólo en los casos crónicos de
miodesopsias este examen ocular no será necesario.
¿Existe tratamiento para hacerlas desaparecer?
En la mayoría de los casos no
hace falta realizar ningún tratamiento y las personas deben convivir con sus
miodesopsias. Según sea la cantidad de ellas, y el nerviosismo del paciente,
aprender a convivir con ellas será más o menos fácil.
De forma general, yo doy el
consejo a mis pacientes de que lo único que deben hacer es ignorarlas. El
cerebro, que es sumamente inteligente, desecha la información visual inútil que
le llega desde la retina.
Por tanto, si dejamos de pensar en las miodesopsias y dejamos
de perseguirlas con la mirada, como por arte de magia, dejaremos de verlas.
Ello no significa que no estén allí, sino que nuestro cerebro obvia esa
información.
Existen estudios en
psicología (Teoría de la Gestalt) que demuestran la veracidad de lo anterior.
Pero además, nosotros podemos comprobar en muchas situaciones que la capacidad
del cerebro para obviar información visual es una realidad cotidiana. Os pongo
dos simples ejemplos:
-
Si veis una
película subtitulada y no hacéis caso de los subtítulos, cuando menos os lo
esperéis, éstos habrán desaparecido. Deberéis fijaros en la parte inferior de
la pantalla para poder verlos nuevamente.
-
Si sois capaces
de leer la siguiente frase me reconoceréis que vuestro cerebro ha tenido que
obviar e inferir mucha información que no está plasmada correctamente: “no es imtnrapote el odren de las ltares de
una paralba, lo úinco ipraottnme es que la perrima y úitmla ltera de la mmisa
etésn sdtuaias en el odren ctrorceo y le rsteo lrigeantme droesdeanads ”.
Para los casos donde las
miodesopsias son verdaderamente un problema insoportable y que compromete
seriamente la visión de los pacientes, existen dos tratamientos a llevar a
cabo. Debo anotar que ambas son soluciones excepcionales que no suelen llevarse
a cabo normalmente:
-
Tratamiento con
láser: Se trata de eliminar las miodesopsias con disparos de láser. Su eficacia
no está demostrada, pues en muchos casos los pacientes admiten no haber
mejorado su visión. Y ante tal resultado resulta excesivo el riesgo que sufre
el paciente de sufrir algún daño en retina durante el proceso.
-
Vitrectomía:
Consiste en extraer el humor vítreo y sustituirlo por una solución salina. Es
una técnica quirúrgica utilizada para tratar otros problemas como
desprendimientos de retina o hemorragias vítreas.
FUENTES:
Excelente artículo, muchas gracias por compartirlo.
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