Múnich es la segunda ciudad más importante de
Alemania, después de Berlín. La tercera de Alemania, según el número de
habitantes. Y, en mi modesta opinión, una de las más bellas.
Yo visité la ciudad hace ya algunos años,
aprovechando su famosa festividad del OktoberFest, y mi recuerdo de ella es
algo especial. ¿Qué ciudad en fiestas no tiene un ambiente agradable y
acogedor?
Múnich, capital de Baviera, es una de las ciudades
más visitadas por los propios alemanes. ¿Os apetece saber porqué?
Resulta muy difícil elegir cinco atractivos
turísticos de esta maravillosa ciudad, en la cual existe una mezcla de
tradición y modernidad muy equitativa y atrayente. La oferta turística es enorme,
pues la ciudad es rica en iglesias, monumentos y museos. No obstante, allá voy
con mi (particular y subjetiva) elección.
Marienplatz
Se trata de la plaza principal de la ciudad, aunque
antaño se tratara del mercado de sal y cereales. Llegar a ella no tiene
pérdida, pues una comercial calle rectilínea une la monumental entrada de la Karlstor
con la plaza (Neuhauserstrasse y Kaufingerstrasse).
La Karlstor formaba parte de las
fortificaciones medievales y abría la entrada oeste de la ciudad. Las iglesias Bürgersaal
(doble y rococó) y Michaelskirche (con su inmensa bóveda de cañón solo
superada por San Pedro de Roma) jalonan esta importante arteria comercial.
En la misma Marienplatz existen varios puntos
importantes de atención para cualquier turista. Destaca, sobre los demás, el
fabuloso Neues Rathaus (Ayuntamiento nuevo). Se trata de un edificio
neogótico que recuerda, por su recargada decoración, a los ayuntamientos
belgas. Sin duda, es uno de los símbolos más representativos de la ciudad.
Construido en el cambio de siglo, entre 1867 y 1909,
entre las numerosas esculturas de su amplia y altísima fachada (100 metros de longitud
y 85 de altura) descubriremos desde reyes a santos, desde figuras reales como
electores bávaros a míticas o alegóricas, como muchas gárgolas sacadas de los
bestiarios medievales.
Carrilón Ayuntamiento Munich |
En el centro se erige un gran reloj, denominado
Glockenspiele, en el que dos veces al día (a las 11 y a las 17H) suena un
carrillón de figuras móviles. Es el quinto más grande de Europa y una maravilla
en sí misma. Primero unos caballeros aparecen luchando en una especie de torneo
y luego varias figuras bailan recordando el episodio histórico denominado la
Danza de los toneleros. Ocurrió en 1517 y sirvió para levantar la moral de la
población tras un ataque de peste.
Si deseamos tener una vista desde lo alto de la
torre del ayuntamiento es posible subir en un ascensor, lo que seguro
agradecerán las personas cansadas de subir escaleras.
El Ayuntamiento antiguo (Altes Rathaus) se
encuentra en el lado este de la plaza. Resulta inconfundible debido a su
peculiar torre, antaño asociada a la defensa de la ciudad, pues se eleva sobre
una antigua puerta de entrada a la misma. No olvidéis fijaros en su reloj
decorado con los signos del zodiaco. Su aspecto neoclásico actual obedece a la
reconstrucción que tuvo lugar en el siglo pasado. Mientras que u interior, de
aspecto medieval, alberga una impresionante bóveda de cañón en madera en el
salón ceremonial y un friso con 87 escudos pintados. En la torre se puede
visitar un Museo de juguetes.
Marienplazt de Munich con el Ayuntamiento antiguo al fondo |
Otros atractivos de la plaza son la Fischbrunnen,
una fuente que se ha convertido en el punto de reunión de los ciudadanos
muniqueses o la Columna de Santa María (Mariensaüle), erigida en 1638
como conmemoración de la victoria ante los suecos. Los cuatro angelitos que
rodean a la virgen simbolizan la victoria ante la guerra, la peste, la herejía
y el hambre. El clásico A peste, fame et
bello, Libera nos Domine.
Frauenkirche
(Catedral
de Múnich)
Se trata del edificio religioso más grande de la
ciudad y una de las iglesias góticas más grandes de toda Alemania. Muy próxima
a la MarienPlatz, su característica construcción en ladrillo rojo, o su par de
torres gemelas con cúpulas bulbiformes de cobre verdoso, la hace inconfundible.
Catedral de Munich |
La sencillez de su exterior, bastante sobrio en
comparación con la decoración de otros templos de la ciudad, y de su interior,
se debe a la gran destrucción que sufrió en la II Guerra Mundial. No obstante,
dentro del templo, es importante valorar los escasos tesoros artísticos que
alberga: el altar de San Andrés, la capilla de San Esteban, con preciosas
esculturas y pinturas, el sepulcro monumental del emperador Luis IV de Baviera,
las inmensas vidrieras y la Teufelstritt,
la llamada pisada del diablo a la entrada del templo. Se trata de una huella, similar
a una pisada. Según la leyenda el diablo la dejó cuando curioseaba mofándose de
la iglesia sin ventanas que Halsbach había construido. Según otra versión de la
leyenda el diablo hizo un trato con el constructor para que no hubiera ventanas
en la iglesia. Pero el demonio fue engañado por el inteligente constructor, que
dispuso las columnas de manera que no se viera ninguna ventana desde cierto
lugar a la entrada del templo. Cuando el demonio descubrió que había sido
engañado la iglesia ya había sido consagrada. Pero dejó la pisada a la entrada
donde estuvo.
Si deseáis tener una vista asombrosa de los
alrededores no podéis dejar de subiros a una de las torres. Una normativa municipal
impide edificar más alto que ellas en sus proximidades, por lo que la vista de
casi 100 metros es genial. Tal vez, si os fijáis mucho, podréis comprobar la
diferencia de altura entre ambas torres (más mellizas que gemelas): 98,45
metros una y 98,57 metros la otra. Mucho vais a tener que precisar vuestra
vista, eh?
Pinacotecas
(Antigua y Nueva)
Munich tiene dos pinacotecas dignas de mención, dada
la alta calidad de obras que atesoran ambas.
La Alte Pinakothek alberga pinturas entre la
Edad Media y el siglo XIX y se considera una de las pinacotecas más importantes
y famosas de todo el mundo.
Entre sus 700 obras vamos a poder admirar cuadros
realizados por importantes pintores alemanes, tales como Durero o Altdolfer,
entre muchos otros. Así como obras cumbre de pintores de fama internacional,
tales como San Lucas pintando a la Virgen (Roger van der Weiden), El expolio
(El Greco), El País de Jauja (Pieter Brueghel el Viejo), La adoración de los
magos (Hans Holbein el Viejo) o el Descendimiento de la Cruz (Rembrandt).
La Neue Pinakothek se centra en obras datadas
entre el siglo XVIII y XIX, abarcndo los movimientos neoclásico, romántico,
nazareno, Biedermeier, historicista, impresionista, puntillista,
postimpresionista y modernista. Entre las mejores obras que podemos admirar en
este museo destaco Mujer planchando (Edgar Degas), Música (Klimt), Nacimiento
de Cristo (Gaugin), Girasoles (Van Gogh), Italia y Alemania (Overbeck), El
pobre Poeta (Karl Spitzweg).
En las proximidades de ambos museos se encuentran un
conjunto de edificios que nos remiten a la Grecia clásica: la Glyptothek
(museo de escultura griega y romana) y el Propyläen (puerta simbólica
que remite a los propíleos de la Acrópolis ateniense).
Residenz
München
La antigua residencia de los reyes bávaros es, hoy
día, uno de los palacios más monumentales de Alemania y un interesante museo.
El exterior, de aspecto renacentista y neoclásico, nos
muestra la inmensidad del edificio que nos espera a visitar. Se trata del
palacio urbano más grande de toda Alemania. Además de su decoración
arquitectónica, no debemos dejar de fijarnos en los dos pórticos de entrada, decorados
con la escultura de la Virgen (patrona de Baviera) y en la escultura del león.
Todos los que quieran volver a la ciudad deben realizar el ritual de tocarle.
Una de las salas más impresionantes del palacio es
el Antiquarium, una impresionante sala renacentista construida con el
objetivo de albergar la colección de bustos del duque Alberto V. La sala, cubierta
con bóveda de cañón e iluminada con 17 lunetos, alberga una profusa decoración
pictórica mural.
Otro punto importante es el Cuvilliés-Theater,
una obra maestra en su género. Los frescos y estucados en estilo rococó
sirvieron de magnífico fondo para el estreno de el Idomeneo de Mozart.
En el Tesoro (Schatzkammer V) podremos
admirar valiosas piezas, tanto litúrgicas como cotidianas, pertenecientes a los
Wittelsbach. A destacar la valiosa estatua ecuestre de San Jorge a caballo, obra
de Friedrich Sustris, o las numerosas joyas de la familia.
La ricamente ornamentada Reiche Kapelle,
capilla privada de Maximiliano I, la Grottenhof, gruta decorada con
conchas y cristal situada en un patio interior, o la Nibelungensäle,
cinco salas decoradas muralmente con escenas del célebre poema medieval alemán,
completan una visita imprescindible.
Igualmente, anejos a la Residenz, se encuentran
tanto el Nationaltheater como los jardines Hofgarten, los cuales
merecen un relajado paseo.
Castillo
Neuschwanstein
Los que conocéis mis entradas sobre viajes sabéis
que siempre me gusta completar toda selección con una salida a algún punto de
interés cercano.
En esta ocasión elegí uno de los castillos más
famosos del mundo. Es cierto que en Munich existen atractivos suficientes como
para no tener que salir de la ciudad y pasar 3 o 4 días sin parar de admirar
edificios monumentales y museos. Pero estando tan cerca la posibilidad de
visitar este castillo creo que es obligado incluir un día de nuestra visita a
acercarnos a este mágico lugar.
La conexión con tren entre Munich-Fussen es posible
realizarla en un mismo día (tener en cuenta que son unas dos horas de viaje en
trenes que suelen salir cada hora) y merece mucho la pena acercarse hasta allí.
Si además podéis dormir en la ciudad no os defraudará esta pequeña localidad
alpina. Luego debéis coger un autobús (Nº 73 o 78) que os acercará al próximo
pueblo de Hohenschwangau (10 minutos), desde donde subir al castillo.
Puesto que hace un tiempo realicé un post en
exclusiva sobre este precioso lugar os remito a él para mayor información (pinchar
aquí).
Como habéis podido comprobar, Munich es una ciudad
que ofrece increíbles y variados reclamos turísticos. Y esto que os conté es
solo un pequeño aperitivo, en donde se quedaron fuera multitud de lugares
igualmente imprescindibles.
A la cabeza me vienen sitios encantadores como:
·
el Mercado Central (Viktualienmarkt),
·
la famosa e histórica cervecería Hofbräuhaus,
·
impresionantes iglesias como Asamkirche
o Theatinerkirche,
·
visitar interesantísimos museos como el
Museo de Prehistoria (Prähistorische Staatssammlung), el museo de ciencia y
tecnología mayor del mundo (Deutsches Museum) o el Museo Nacional de Baviera (Bayerisches
Nationalmuseum),
·
subirse al mirador de la Torre de San
Pedro, que ofrece una de las mejores panorámicas de la ciudad,
·
pasear por los jardines del Palacio de
Nymphenburg y visitar este espectacular palacio bávaro,
·
caminar sin prisas por el Englischer
Garten
·
y, por supuesto, visitar alguna vez una
fiesta tan increíble como es la Oktoberfest.
Espero que os metiera dentro el gusanillo viajero
para considerar visitar esta gran ciudad.
Fui hace unos años y después de leer este artículo tengo ganas de repetir con mi marido que es un "germanófilo". Las fotos son geniales
ResponderEliminarHola, gracias por comentar.
EliminarAlemania es, a mi entender, la gran desconocida en España. Sus ciudades están llenas de encanto y ofrecen al turista grandes experiencias.
Saludos
Múnich es la segunda ciudad más importante de Alemania, después de Berlín. La tercera de Alemania, según el número de habitantes. Y, en mi modesta opinión, una de las más bellas.
ResponderEliminarYo visité la ciudad hace ya algunos años, aprovechando su famosa festividad del OktoberFest, y mi recuerdo de ella es algo especial. ¿Qué ciudad en fiestas no tiene un ambiente agradable y acogedor? https://la-voz.net/periodo-litico/
Hola, gracias por comentar.
EliminarCompartimos el gusto por Múnich y haberla visitado en su fiesta más internacional.
Saludos