domingo, 19 de enero de 2020

Los anuncios publicitarios sexistas son cosa del pasado


Uno de los mayores cambios sociales que ha vivido mi generación (generación X: entre los años 60-80 del siglo XX) es la emancipación laboral de las mujeres y su lucha por conseguir la igualdad respecto a los hombres.

Tanto mi mujer como yo mismo nada tenemos que ver con nuestros progenitores respecto a temas, tan trascendentales en el día a día familiar, como el trabajo, las tareas domésticas o el cuidado de niños.

Pero esta equiparación de deberes y obligaciones no se ha logrado ni en todos los estratos sociales ni, por supuesto, en la mentalidad de muchas personas. Y una manera de comprobarlo es a través de la publicidad.

Si piensas que los anuncios sexistas son cosa del pasado vas a sorprenderte con este post. ¿Te interesa?


Una de las luchas más importantes que existen en la sociedad actual es aquella que intenta eliminar los estereotipos sexistas transmitidos a través de la publicidad. Ello se debe a que tales anuncios reproducen actitudes, percibidas erróneamente como una norma social, donde la igualdad de género brilla por su ausencia.

A continuación vamos a comprobar como este tipo de estereotipos que cosifican o confinan a las personas (no sólo a las mujeres) a determinados roles sociales o profesionales se siguen utilizando de manera habitual y no son cosas pertenecientes al pasado.

ESTEREOTIPOS DE GÉNERO
Presentan a la mujer como responsable exclusiva de las tareas domésticas, tanto del cuidado de la casa como de los hijos.

En la segunda mitad del siglo XX tenemos variados anuncios en los que se muestra a la mujer como la encargada exclusiva de las tareas domésticas y “disfrutando” por recibir mejores electrodomésticos.

En el pasado los electrodomésticos eran exclusividad de las mujeres

Pero si en aquella época podía reflejar una realidad social, lo incomprensible es que en pleno siglo XXI sigamos viendo este tipo de estereotipos en diversos anuncios.

Y muchas empresas actuales aún siguen con este estereotipo.

Otro estereotipo que se sigue produciendo en la actualidad es el que se refiere a los roles que asignan los anuncios, a los niños y niñas, a la hora de jugar. Este par de ejemplos es significativo para entender los que ocurre, cosificando a las mujeres en las tareas de hogar desde la infancia.

Lo peor es que la publicidad infantil también intenta mantener intactos los estereotipos de género


EJEMPLOS DE PUBLICIDAD VEJATORIA

Los anteriores ejemplos publicitarios no dejan de ser anuncios de una clara esencia discriminatoria que intentan perpetuar costumbres sociales pretéritas. Sin duda molestan por la cosificación que llevan implícita, pero no traspasan el límite inaceptable de la vejación o denigración por el mero hecho de ser mujer u hombre.

La publicidad ha traspasado esa línea roja muchas veces y nos sorprenderá encontrar anuncios que pasaron el filtro en su debido momento y que, para vergüenza de muchas marcas, tuvieron que ser retirados. Veamos algunos ejemplos.

Existen anuncios en los que se muestran  situaciones  de  violencia  o  de  dominio  del  hombre  sobre  la mujer, realizando conductas humillantes o que favorecen su abuso. Los casos de las “manadas” de violadores se han multiplicado en los últimos años y muchos anuncios parece que no dejan de ser una especie de fomento de estas situaciones. En la siguiente imagen vemos que aún existe mucho por lo que luchar en este sentido y que hemos avanzado muy poco respecto al siglo pasado.

Los años pasan para todos excepto para ciertos publicistas

Este tipo de atentados de género también afectan a los hombres, aunque, como es lógico, en un porcentaje y cuantía mucho menor. No obstante, a nada que buscamos por la red encontramos anuncios igual de ofensivos y que muestran situaciones de violencia hacia los hombres.

Y no sólo las mujeres sufren este tipo de vejaciones publicitarias

La aparición de mujeres desnudas es ya un clásico a la hora de anunciar cualquier objeto, desde perfumes a tintes. Emplear el cuerpo de una mujer como reclamo publicitario resulta tan grosero como inadecuado, pues en muchas ocasiones no existe una asociación directa entre el producto ofertado y la imagen empleada. Se reduce el cuerpo de la mujer a mero objeto sexual y se intenta vender con connotaciones sexuales productos que nada tienen que ver con ello. Y, para sorpresa de muchos, también el hombre ha sufrido esta vejación, aunque en muchas menos ocasiones.

¿Es necesario mostrar cuerpos desnudos para anunciar tratamientos capilares o perfumes?

Espero que con esta breve muestra de anuncios sexistas tomemos conciencia de la importancia de cuidar la publicidad en los medios y de fomentar más la igualdad que los estereotipos sexistas.


2 comentarios:

  1. Buenas noches, me ha parecido una entrada excelente como casi todo lo que usted escribe. Sin embargo, me gustaría preguntarle sino cree que algunos de estos anuncios más que ser sexistas de forma consciente están anunciándose así porque quieren apelar de forma rápida a su público objetivo. Por ejemplo, los anuncios de limpieza. En ellos suelen aparecer mujeres porque son a quien interesan más sus productos dado que ellas se ocupan en mayor medida de las tareas domésticas. Es decir, no buscan ser sexistas sino venderles su producto. Obviamente esto puede alimentar los estereotipos y roles de género, pero resulta difícil hacer algo radicalmente diferente cuando estás ya inmerso en esta dinámica.

    Un saludo

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    1. Hola, gracias por comentar e iniciar el debate.
      En gran parte del siglo XX el público objetivo eran las mujeres, por lo que tu afirmación tiene lógica en ese contexto.
      Pero desde la incorporación de la mujer al mercado laboral de manera masiva ya no tiene sentido ese enfoque.
      Por lo que se refiere a mi generación (la X), nosotros limpiamos igual que ellas, pues las tareas están repartidas por igual. Y ya no te digo los numerosos singles masculinos. Acaso ellos no ponen lavadoras?
      La sociedad ha cambiado demasiado como para que la publicidad se mantenga inmóvil en los clichés típicos del siglo pasado.
      Saludos

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