A continuación reproduzco
diversos documentos relativos a este combate.
CARTA SOLICICITANDO LA RENDICION DE LA
ESCUADRA DEL ALMIRANTE FRANCES ROSILY
Sr.
Almirante. La Nación
Española, religiosa, amante de sus Soberanos, fiel y leal a
ellos, y siempre valerosa con honor, no ha podido ver sin una irritación la
perfidia con que la Francia se ha apoderado de nuestro amado monarca sin guerra
declarada, y con apariencia de cordial amistad.
Su insurrección ha sido general en todas las provincias, declarándose mas o menos pronto, aunque con muy poca diferencia de día. En Sevilla capital de Andalucía, se ha erigido una Junta Suprema de Gobierno, a la que obedecemos. Esta no puede ver con indiferencia, que cuando ya las tropas de la Nación francesa obran hostilmente en nuestros pueblos, este en este puerto armada y enarbolando el pabellón francés la escuadra del mando de V.E. En consecuencia me ha ordenado que intime a V.E. una pronta rendición y de lo contrario emplee todos los medios que dicta el Arte, y están en mi poder para batir la Escuadra hasta rendirla.
A este efecto doy a V.E. dos horas de tiempo para que se resuelva a la rendición; mas negándose a ella después de este tiempo, o viendo en el hacer cualquier movimiento, soltare mis fuegos de bombas y balas rasas,(que serán rojas si V.E se obstina) atacara la escuadra española, y también las fuerzas sutiles. En fin la Escuadra Inglesa estará a la boca del puerto para que no quede el menor recurso.
La efusión de sangre siempre es dolorosa quien tiene sentimiento de humanidad; pero mucho mas cuando se derrama sin la menor esperanza de suceso, como no la puede tener V.E. Además irritado el pueblo mucha mas con vuestra obstinación, y el mal aunque corto, que nos pueda hacer, no respondo de su venganza sobre inocentes victimas. Conozco el honor militar, y no seria capaz de intimar a V.E (a quien personalmente estimo) cosa contraria a el. Cierto no se manchara este rindiéndose; pues que no puede tener V.E la menor vislumbre de no ser destrozado, perdidos sus buques, y no solo la vida de sus tripulaciones, sino tal vez otras fuera del campo de Marte.
Queda de V.E&c.
Cádiz 9 de Junio de 1808. Tomas de Morla
Documentación consultada: Obra de don Enrique Barbudo Duarte.
(Archivo del departamento marítimo de Cádiz incendiado en 1976)
Su insurrección ha sido general en todas las provincias, declarándose mas o menos pronto, aunque con muy poca diferencia de día. En Sevilla capital de Andalucía, se ha erigido una Junta Suprema de Gobierno, a la que obedecemos. Esta no puede ver con indiferencia, que cuando ya las tropas de la Nación francesa obran hostilmente en nuestros pueblos, este en este puerto armada y enarbolando el pabellón francés la escuadra del mando de V.E. En consecuencia me ha ordenado que intime a V.E. una pronta rendición y de lo contrario emplee todos los medios que dicta el Arte, y están en mi poder para batir la Escuadra hasta rendirla.
A este efecto doy a V.E. dos horas de tiempo para que se resuelva a la rendición; mas negándose a ella después de este tiempo, o viendo en el hacer cualquier movimiento, soltare mis fuegos de bombas y balas rasas,(que serán rojas si V.E se obstina) atacara la escuadra española, y también las fuerzas sutiles. En fin la Escuadra Inglesa estará a la boca del puerto para que no quede el menor recurso.
La efusión de sangre siempre es dolorosa quien tiene sentimiento de humanidad; pero mucho mas cuando se derrama sin la menor esperanza de suceso, como no la puede tener V.E. Además irritado el pueblo mucha mas con vuestra obstinación, y el mal aunque corto, que nos pueda hacer, no respondo de su venganza sobre inocentes victimas. Conozco el honor militar, y no seria capaz de intimar a V.E (a quien personalmente estimo) cosa contraria a el. Cierto no se manchara este rindiéndose; pues que no puede tener V.E la menor vislumbre de no ser destrozado, perdidos sus buques, y no solo la vida de sus tripulaciones, sino tal vez otras fuera del campo de Marte.
Queda de V.E&c.
Cádiz 9 de Junio de 1808. Tomas de Morla
Documentación consultada: Obra de don Enrique Barbudo Duarte.
(Archivo del departamento marítimo de Cádiz incendiado en 1976)
CORRESPONDENCIA MANTENIDA
ENTRE EL CAPITÁN GENERAL MORLA Y EL ALMIRANTE ROSILY.
Documentación
consultada: Obra de D Enrique Barbudo Duarte.
Archivo
del Departamento Marítimo de Cádiz incendiado en 1976.
A bordo del navío almirante
"El héroe", en la Bahía de Cádiz, el 10 de Junio de 1808.
Señor
Capitán General. Siento mucho no poder cumplir los deseos de vuestra
Excelencia, mi deber no me lo permite: no he atacado, no me dieron tales
órdenes, en mi conocimiento tenia a la nación española como nuestra aliada;
continuare defendiéndome.
Le
repito, Señor Capitán General, la seguridad de mi consideración más
distinguida: de Vuestra Excelencia, el más humilde servidor. Rosily.
A
su Excelencia Señor Thomas de Morla, Capitán general de la provincia.
A bordo del navío almirante
"El héroe", en la Bahía de Cádiz, el 10 de Junio de 1808.
Señor
Capitán General-Quisiera yo mismo arriar la bandera pero no existe un hombre en
mi escuadra que me lo consintiera: me doy perfecta cuenta, que la propuesta que
Vuestra excelencia acaba de hacerme, tiene grandes motivos humanitarios. Creo
que se podría adoptar un término medio; sería dejarme salir de Cádiz con la
promesa firme de que los ingleses me darían cuatro días sin venir tras de mi y
sin enviar exploradores; pido este numero de días porque alguno de mis navíos
funcionan mal.
Acepte,
Señor Capitán General la seguridad del cumplimiento por mi parte: De Vuestra
Excelencia el más humilde servidor. Rosily.
A bordo del navío almirante "El héroe", en la Bahía de Cádiz,
el 11 de Junio de 1808.
-Señor
Capitan General.- Forzado a defenderme a causa del recelo que mi amado estado
inspira en el pueblo de esta provincia, le propuse ayer a Vuestra Excelencia,
para tranquilizarle salir de la bahía, en caso de que los ingleses no aceptasen
tal acuerdo, le propongo desembarcar mis medios de ataque, conservando a bordo
solo mis equipajes, no izaría ninguna bandera; se nos darían rehenes para
nuestra seguridad la de mis enfermos y la de todo los franceses en Cádiz y en
la provincia sus propiedades publicas y privadas; lo entregaría igualmente.
Se
me abastecerá como hasta ahora, proporcionándonos los víveres y el agua que me
sean necesarios; en fin estoy dispuesto a pasar por todas las circunstancias
que mi honor pueda conciliar, así como el de los que sirven bajo mis ordenes.
Privado
por mi nueva propuesta de medios de defensa contra cualquier enemigo, pido
seguridad contra lo que pudiera surgir. Si Vuestra Excelencia acepta la idea
que le propongo podrá nombrar de una parte y otra comisionarios, para concluir
con detalle un acuerdo basado en estos principios.
Reciba,
Señor Capitán General, la nueva seguridad de mi consideración más distinguida:
De
Vuestra Excelencia, El muy humilde servidor. Rosily.
A
su excelencia Señor Thomas de Morla, Capitán General de la provincia.
A bordo del navío almirante
"El héroe", en la Bahía de Cádiz, el 14 de Junio de 1808.
Señor
Capitán General.- Me veo forzado por todas las fuerzas que usted ha reunido
contra mi a entregar mis navíos; no opondré mas resistencia porque creo que es
del interés de las dos naciones el que no se destruyan ambas flotas. Lo hago
cuando incluso Vuestra Excelencia no me ha anunciado seguridad para mis hombres
y sus pertenencias; cuento demasiado con la
lealtad
española y la generosidad particular de vuestro carácter para no tener nada que
temer. Deseo que Vuestra Excelencia evacue los navíos uno a u no para evitar el
desorden que muy a menudo sucede en estas ocasiones.
Siguiendo
las costumbres de la guerra, le suplico que me conceda o me haga conceder, la
autorización de enviar un oficial a su majestad el Emperador para darle cuenta
de estos acontecimientos.
Soy
yo, Señor Capitán General, con la más alta consideración de Vuestra Excelencia,
el más humilde servidor. Rosily.
A
su Excelencia Señor Thomas de Morla, Capitán General de la Provincia.
A bordo del navío almirante
"El héroe", en la Bahía de Cádiz, Junio de 1808.
Señor
Capitán General.-He tenido el honor de escribirle el 20 de este mes para
recordarle la petición que le había hecho a su Excelencia el 14 de Junio
durante mi rendición, esta es una petición normal en las costumbres de guerra
recibidas y yo la vi como parte de las condiciones para que me rindiese,
dejando el resto a su discreción. Citada petición es para mí de gran interés.
El señor Rey se dirige a Francia y podría llevar mis cartas, pero solo alguno de
mis hombres podría explicarle las cosas por ser testigo de los sucesos. No veo
que interés nacional puede oponerse a una petición tan justa y de la cual puede
depende mi honor, mi bienestar futuro y la de los míos. Puede tener seguridad
de que el oficial al que mandase es un hombre prudente y discreto, incapaz de
mezclarse en otros asuntos que yo no le haya encargado.
He
dejado de combatir por motivos de humanidad hacia mis hombres, viendo que
después de todos mis esfuerzos tendría que rendirme de igual forma, esta
humanidad ha repercutido tanto en los españoles como en mis hombres; en fin le
recuerdo, con insistencia señor Capitán General esta petición que entendí como
acordada durante mi rendición, ya que no se me negó entonces y es una costumbre
aceptada por todas las naciones.
El
carácter liberal del señor Lord Collingwood me es conocido por lo que no me
permitirá pasaportar a este oficial. Acepte, Señor Capitán General, la nueva
seguridad de mi consideración mas distinguida:
De
Vuestra Excelencia su mas humilde servidor. Rosily.
A
su Excelencia Señor Thomas de Morla Capitán General de la provincia.
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