domingo, 16 de abril de 2023

No existe una pandemia de miopía (Estudio miopía AMIRES)

 

En el año 2020 escribí un post alertando de la epidemia de miopía que se estaba expandiendo por España de una manera insidiosa. No era una opinión peregrina, pues varios estudios parecían confirmar esta tendencia.

 

Ahora bien, dada mi modestia, elegí un término que no se adecuaba con la realidad. Hubiera sido más apropiado describirla como pandemia por su incidencia en varios países. En concreto, los más desarrollados.

 

Como complemento a lo escrito en aquella ocasión (de rabiosa actualidad hoy en día) voy a mostraros las principales conclusiones del primer estudio realizado en España sobre la incidencia de la miopía infantil. Os adelanto que es para echarse a temblar. ¿Os animáis a conocer más?

 

¿Quién ha realizado este estudio?

 

La Asociación de miopía magna con retinopatías (AMIRES) logró aglutinar en el equipo de investigación a oftalmólogos, optometristas y diversas empresas colaboradoras relacionadas con la visión. Un trabajo multidisciplinar muy complicado de llevar a cabo. Si queréis saber más sobre esta asociación os dejo su interesante web: https://miopiamagna.org/

 


Los resultados de su estudio se publicaron a finales de febrero de 2023 en la sede de la Fundación ONCE de Madrid. No se trata de algo casual. Por si no lo sabéis, la miopía magna (mayor de 6 dioptrías) es la primera causa de afiliación a la ONCE.

 

Esta investigación tiene el honor se ser el mayor estudio de prevalencia de la miopía realizado nunca en España. Para ello se tomó una muestra de 2.489 niños y niñas de 2º (7-8 años) y 6º (11-12 años) de primaria.

 

Con el objeto de que la muestra fuera representativa de todos los segmentos poblacionales se incluyeron colegios públicos (14) y concertados-privados (25), se atendió a criterios socioeconómicos a la hora de seleccionar los centros (empleando las categorías de clasificación de los Distritos de la Ciudad de Madrid que los organizan por su Índice de Desarrollo Humano), y, por último, además de medir la miopía se entrevistó a los padres sobre los hábitos de vida. Todos los datos los tenéis publicados en su web.

 

¿Se ha tenido en cuenta la pseudomiopía?

 

Con el objeto de evitar los posibles errores de medición por miopía instrumental (al mirar por un instrumento, se pone en juego más acomodación que la que se pondría observando un objeto real situado a una distancia equivalente) y por espasmo acomodativo (exceso de acomodación que se produce cuando el proceso de acomodación se queda activo) las mediciones se realizaron tras aplicar ciclopejia.

 

¿Cuáles fueron los principales resultados?

 

A continuación, voy a desgranar las principales conclusiones que nos deparó este estudio.

 

1.     La prevalencia de la miopía en 2º de primaria fue del 6,5%.

 

Debemos recordar que los niños, con esta edad, deberían ser ligeramente hipermétropes. Por tanto, en caso de que su hijo no vea de lejos tanto como usted puede empezar a preocupase.

 

2.     La prevalencia de miopía magna en 2º de primaria fue del 0,57%.

 

La miopía magna tiene unas consecuencias en la edad adulta nefastas para la visión. Por ello, detectar y ralentizar esta miopía cuando surge es fundamental. Para conocer los porcentajes de diversas enfermedades oculares relacionadas con la miopía magna os remito a este artículo.

 

3.     La prevalencia de la miopía en 6º de primaria subió al 18,7%.

 

El estudio ha evidenciado que se ha producido un crecimiento de tres veces sobre la prevalencia original, lo que nos pone sobre la pista de la incidencia importante que deben tener los factores ambientales en este incremento tan exagerado.



4.     La prevalencia de miopía magna en 6º de primaria alcanza el 1,37%.

 

Se confirma, de nuevo, que el incremento es tres veces mayor en el curso superior analizado. En sexto, 1 de cada 73 niños y niñas tiene más de 6 dioptrías.

 

5.     Diferencias significativas por sexo.

 

Mientras que en segundo de primaria los niños superan ligeramente a las niñas en cuanto a presencia de miopes, en sexto de primaria la tendencia se invierte, acentuándose la desigualdad: 57% niñas miopes vs 43% niños miopes.

 

6.     Diferencias significativas por Índice Desarrollo Humano (IDH).

 

En segundo la prevalencia de la miopía es casi del doble en los distritos con un IDH bajo respecto del resto de zonas. Una explicación pudiera estar en el bajo nivel educativo de los padres y el escaso interés por el cuidado de la visión de sus hijos en edades tempranas.

 

Sin embargo, cuando observamos los datos de sexto, vemos que, mientras que la prevalencia en los distritos con un IDH bajo se ha doblado, en el resto de distritos se ha triplicado. Probablemente este fenómeno sea debido a factores ambientales diferentes como una posible mayor presión educativa.

 

7.     Diferencias significativas en el uso de gafas para compensar la miopía.

 

La mitad de los menores con miopía estudiados no tiene correcciones ópticas. El estudio puso de manifiesto que el 56,5% (2º) y el 41,5% (6º) de los menores con miopía no tenían corrección óptica.

 

Además, al cruzar los datos con los índices socioeconómicos se encontró que, en segundo, la mitad de los menores con miopía sin correcciones se encuentra en el grupo más deprimido de los cuatro.

 

Según conclusiones de los investigadores: “Estos hechos son gravísimos porque una miopía mal corregida o no corregida lastra considerablemente el desarrollo cognitivo del menor, y favorece el aumento de la miopía, pudiendo alcanzarse valores de miopía magna”.

 

8.     Antecedentes familiares.

 

La genética siempre se ha considerado muy importante en el desarrollo de la miopía, pero este estudio parece mostrarnos que los hábitos de vida y condiciones ambientales tienen una importancia muy significativa también.

 

Según encontraron los investigadores, entre segundo de primaria y sexto, podemos ver cómo el porcentaje de niños con miopía cuyos dos progenitores no presentan la condición sufre un aumento desde el 23% al 33,4%. Y estos sólo es explicable debido a los hábitos de vida nefastos que tenemos en la actualidad.

 

9.     Hábitos de vida.

 

La prevalencia de la miopía en menores que pasan una cantidad considerable de tiempo al aire libre centrando la vista en objetos lejanos es menor que en aquellos que no lo hacen.

 

Los niños y niñas de sexto de primaria cuyos padres manifiestan que no pasan ninguna hora haciendo actividades al aire libre durante los fines de semana tienen una prevalencia de la miopía significativamente superior.

 

En aquellos menores de segundo que, en la hora antes de dormir, hacen uso de estos dispositivos, como son el móvil o la tablet, se manifiesta la miopía de forma mucho más habitual. Esta tendencia, además, podría estar conectada a una modificación en los ritmos circadianos del menor, que repercutiría negativamente en otras áreas del desarrollo.

 


Conclusiones del estudio

 

Este estudio ha dejado bastante patente, en mi opinión, la nula capacidad actual del modelo de salud pública para detectar problemas visuales en la infancia más temprana. Por esta razón es imprescindible que sean los padres quienes acudan al oftalmólogo (mejor por la necesaria dilatación con ciclopéjico) o al optometrista (podrán detectar, mediante screening si existe algún problema y remitir al médico) para revisar la visión de sus hijos.

 

Y en estas revisiones no sólo se va a detectar una miopía temprana. Aunque no era parte del estudio, los investigadores encontraron numerosos casos de ambliopías o de otros defectos refractivos que necesitaban compensación. Y no detectar estos problemas visuales a tiempo supone generar problemas importantes de aprendizaje que, en cursos superiores, conllevarán otro tipo de dolores de cabeza (retraso escolar, baja autoestima…).

 

Aunque la parte genética es importante en la miopía, el estudio pone de manifiesto que el elevado avance de la miopía en edades tan tempranas tiene en el ambiente y las insanas costumbres actuales un papel más transcendental si cabe. Tal como indican en el estudio: “Si ambos progenitores tienen miopía, especialmente cuando ambos tienen más de 6 dioptrías, las probabilidades de que un niño de 2º de primaria presente miopía ascienden considerablemente como consecuencia de la herencia genética. Sin embargo, los niños y niñas con miopía de 6º con padres sin la condición aumentan considerablemente, arrojándonos luz sobre la influencia de los hábitos de vida sobre la evolución de la miopía”.

 

No es posible que los niños permanezcan enganchados a tablets y móviles durante horas, así como tampoco es de recibo que no tengan un tiempo mínimo de estancia al aire libre. Por ello es fundamental concienciar de lo siguiente:

 

-         Los niños deben pasar horas al aire libre para evitar que surja la miopía. Su ojo necesita de la luz solar para desarrollarse correctamente.

 

-         Dejar un dispositivo electrónico durante horas a una escasa distancia de los ojos (los niños tienen la desgracia de tener los brazos cortos) favorece la aparición de la miopía. Y ello se debe tanto a la intensidad que emplean en la tarea como al tiempo que pasan delante.

 

 


-         Los profesores deben diseñar actividades que se puedan realizar en el exterior, complementándolas con las del interior del aula en una proporción mucho mayor a la actual.

 

-         Las aulas deben tener amplios ventanales para aprovechar al máximo la luz solar y sería recomendable rotar a los niños para que todos puedan tener una buena luz o estar en las filas de detrás (y detectar así posibles problemas).

 

-         Aunque está muy de moda comenzar con el uso de dispositivos electrónicos individuales en edades cada vez más tempranas, lo recomendable sería utilizar las ventajas de las nuevas tecnologías en pantallas digitales más que en tablets u ordenadores individuales.

 

 

-         Las revisiones de la vista en menores son fundamentales y se debe crear un protocolo sanitario capaz de dar servicio a todo el mundo. No puede existir las diferencias sociales en un país desarrollado como el nuestro respecto a la miopía sin detectar.

 


-         La miopía ya no solo se compensa. También se trata para ralentizar su avance. Tanto con gafas como con lentillas. Consultad a vuestro optometrista u oftalmólogo respecto a las posibles soluciones. En este blog tenéis información al respecto (aquí y aquí).

 

 

Espero que con estas conclusiones logremos, entre todos, mejorar la salud visual de los menores. Será fundamental para que puedan desarrollarse plenamente en sus vidas y evitaremos futuros problemas sanitarios.

2 comentarios:

  1. Gracias por compartir y analizar este estudio. Totalmente de acuerdo con las conclusiones. Mucha gente no es consciente de la importancia tienen las revisiones periódicas para detectar y tratar a tiempo determinados problemas visuales, especialmente aquellas "enfermedades silenciosas" con las que muchas veces nos encontramos cuando ya es demasiado tarde.

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    1. Gracias por comentar.
      En efecto, el mayor problema de las enfermedades que afectan a la visión es su carácter silencioso. Cuando el paciente es consciente de que tiene un problema ya suele ser demasiado tarde para tratarlo eficazmente. Y eso, en un país desarrollado es una pena.
      La labor de los divulgadores es advertir sobre ello y concienciar a la población. Otra cosa no podemos hacer.
      Saludos

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