En el año 2020 escribí un post alertando
de la epidemia
de miopía que se estaba expandiendo por España de una manera insidiosa. No
era una opinión peregrina, pues varios estudios parecían confirmar esta
tendencia.
Ahora bien, dada mi modestia, elegí un
término que no se adecuaba con la realidad. Hubiera sido más apropiado
describirla como pandemia por su incidencia en varios países. En concreto, los
más desarrollados.
Como complemento a lo escrito en aquella
ocasión (de rabiosa actualidad hoy en día) voy a mostraros las principales
conclusiones del primer estudio realizado en España sobre la incidencia de la
miopía infantil. Os adelanto que es para echarse a temblar. ¿Os animáis a
conocer más?
¿Quién ha realizado este estudio?
La Asociación de miopía magna con
retinopatías (AMIRES) logró aglutinar en el equipo de investigación a oftalmólogos,
optometristas y diversas empresas colaboradoras relacionadas con la visión. Un
trabajo multidisciplinar muy complicado de llevar a cabo. Si queréis saber más
sobre esta asociación os dejo su interesante web: https://miopiamagna.org/
Los resultados de su estudio se publicaron
a finales de febrero de 2023 en la sede de la Fundación ONCE de Madrid. No se
trata de algo casual. Por si no lo sabéis, la miopía magna (mayor de 6
dioptrías) es la primera causa de afiliación a la ONCE.
Esta investigación tiene el honor se ser el
mayor estudio de prevalencia de la miopía realizado nunca en España.
Para ello se tomó una muestra de 2.489 niños y niñas de 2º (7-8 años) y 6º (11-12
años) de primaria.
Con el objeto de que la muestra fuera
representativa de todos los segmentos poblacionales se incluyeron colegios
públicos (14) y concertados-privados (25), se atendió a criterios
socioeconómicos a la hora de seleccionar los centros (empleando las categorías
de clasificación de los Distritos de la Ciudad de Madrid que los organizan por
su Índice de Desarrollo Humano), y, por último, además de medir la miopía se
entrevistó a los padres sobre los hábitos de vida. Todos los datos los tenéis
publicados en su web.
¿Se ha tenido en cuenta la
pseudomiopía?
Con el objeto de evitar los posibles
errores de medición por miopía instrumental (al mirar por un instrumento, se
pone en juego más acomodación que la que se pondría observando un objeto real
situado a una distancia equivalente) y por espasmo acomodativo (exceso de
acomodación que se produce cuando el proceso de acomodación se queda activo)
las mediciones se realizaron tras aplicar ciclopejia.
¿Cuáles fueron los principales
resultados?
A continuación, voy a desgranar las
principales conclusiones que nos deparó este estudio.
1. La
prevalencia de la miopía en 2º de primaria fue del 6,5%.
Debemos recordar que los niños, con esta
edad, deberían ser ligeramente hipermétropes. Por tanto, en caso de que su hijo
no vea de lejos tanto como usted puede empezar a preocupase.
2. La
prevalencia de miopía magna en 2º de primaria fue del 0,57%.
La miopía magna tiene unas consecuencias
en la edad adulta nefastas para la visión. Por ello, detectar y ralentizar esta
miopía cuando surge es fundamental. Para conocer los porcentajes de diversas
enfermedades oculares relacionadas con la miopía magna os remito a este artículo.
3. La
prevalencia de la miopía en 6º de primaria subió al 18,7%.
El estudio ha evidenciado que se ha
producido un crecimiento de
tres veces sobre la prevalencia original, lo que nos pone sobre la pista de la
incidencia importante que deben tener los factores ambientales en este
incremento tan exagerado.
4. La
prevalencia de miopía magna en 6º de primaria alcanza el 1,37%.
Se confirma, de nuevo, que el incremento
es tres veces mayor en el curso superior analizado. En sexto, 1 de cada 73
niños y niñas tiene más de 6 dioptrías.
5. Diferencias
significativas por sexo.
Mientras que en segundo de primaria los
niños superan ligeramente a las niñas en cuanto a presencia de miopes, en sexto
de primaria la tendencia se invierte, acentuándose la desigualdad: 57% niñas
miopes vs 43% niños miopes.
6. Diferencias
significativas por Índice Desarrollo Humano (IDH).
En segundo la prevalencia de la miopía es
casi del doble en los distritos con un IDH bajo respecto del resto de zonas. Una
explicación pudiera estar en el bajo nivel educativo de los padres y el escaso
interés por el cuidado de la visión de sus hijos en edades tempranas.
Sin embargo, cuando observamos los datos
de sexto, vemos que, mientras que la prevalencia en los distritos con un IDH
bajo se ha doblado, en el resto de distritos se ha triplicado. Probablemente
este fenómeno sea debido a factores ambientales diferentes como una posible
mayor presión educativa.
7. Diferencias
significativas en el uso de gafas para compensar la miopía.
La mitad de los menores con miopía
estudiados no tiene correcciones ópticas. El estudio puso de manifiesto que el
56,5% (2º) y el 41,5% (6º) de los menores con miopía no tenían corrección
óptica.
Además, al cruzar los datos con los
índices socioeconómicos se encontró que, en segundo, la mitad de los menores
con miopía sin correcciones se encuentra en el grupo más deprimido de los
cuatro.
Según conclusiones de los investigadores: “Estos
hechos son gravísimos porque una miopía mal corregida o no corregida lastra
considerablemente el desarrollo cognitivo del menor, y favorece el aumento de
la miopía, pudiendo alcanzarse valores de miopía magna”.
8. Antecedentes
familiares.
La genética siempre se ha considerado muy
importante en el desarrollo de la miopía, pero este estudio parece mostrarnos
que los hábitos de vida y condiciones ambientales tienen una importancia muy
significativa también.
Según encontraron los investigadores, entre
segundo de primaria y sexto, podemos ver cómo el porcentaje de niños con miopía
cuyos dos progenitores no presentan la condición sufre un aumento desde el 23%
al 33,4%. Y estos sólo es explicable debido a los hábitos de vida nefastos que
tenemos en la actualidad.
9. Hábitos
de vida.
La prevalencia de la miopía en menores que
pasan una cantidad considerable de tiempo al aire libre centrando la vista en
objetos lejanos es menor que en aquellos que no lo hacen.
Los niños y niñas de sexto de primaria
cuyos padres manifiestan que no pasan ninguna hora haciendo actividades al aire
libre durante los fines de semana tienen una prevalencia de la miopía
significativamente superior.
En aquellos menores de segundo que, en la
hora antes de dormir, hacen uso de estos dispositivos, como son el móvil o la
tablet, se manifiesta la miopía de forma mucho más habitual. Esta tendencia,
además, podría estar conectada a una modificación en los ritmos circadianos del
menor, que repercutiría negativamente en otras áreas del desarrollo.
Conclusiones del estudio
Este estudio ha dejado bastante patente,
en mi opinión, la nula capacidad actual del modelo de salud pública para
detectar problemas visuales en la infancia más temprana. Por esta razón es
imprescindible que sean los padres quienes acudan al oftalmólogo (mejor por la
necesaria dilatación con ciclopéjico) o al optometrista (podrán detectar,
mediante screening si existe algún problema y remitir al médico) para revisar
la visión de sus hijos.
Y en estas revisiones no sólo se va a
detectar una miopía temprana. Aunque no era parte del estudio, los
investigadores encontraron numerosos casos de ambliopías o de otros defectos
refractivos que necesitaban compensación. Y no detectar estos problemas
visuales a tiempo supone generar problemas importantes de aprendizaje que, en
cursos superiores, conllevarán otro tipo de dolores de cabeza (retraso escolar,
baja autoestima…).
Aunque la parte genética es importante en la
miopía, el estudio pone de manifiesto que el elevado avance de la miopía en
edades tan tempranas tiene en el ambiente y las insanas costumbres actuales
un papel más transcendental si cabe. Tal como indican en el estudio: “Si
ambos progenitores tienen miopía, especialmente cuando ambos tienen más de 6
dioptrías, las probabilidades de que un niño de 2º de primaria presente miopía
ascienden considerablemente como consecuencia de la herencia genética. Sin
embargo, los niños y niñas con miopía de 6º con padres sin la condición
aumentan considerablemente, arrojándonos luz sobre la influencia de los hábitos
de vida sobre la evolución de la miopía”.
No es posible que los niños permanezcan
enganchados a tablets y móviles durante horas, así como tampoco es de recibo
que no tengan un tiempo mínimo de estancia al aire libre. Por ello es fundamental
concienciar de lo siguiente:
-
Los niños deben pasar
horas al aire libre para evitar que surja la miopía. Su ojo necesita de la
luz solar para desarrollarse correctamente.
-
Dejar un dispositivo
electrónico durante horas a una escasa distancia de los ojos (los niños
tienen la desgracia de tener los brazos cortos) favorece la aparición de la
miopía. Y ello se debe tanto a la intensidad que emplean en la tarea como
al tiempo que pasan delante.
-
Los profesores deben
diseñar actividades que se puedan realizar en el exterior, complementándolas
con las del interior del aula en una proporción mucho mayor a la actual.
-
Las aulas deben tener
amplios ventanales para aprovechar al máximo la luz solar y sería recomendable
rotar a los niños para que todos puedan tener una buena luz o estar en las
filas de detrás (y detectar así posibles problemas).
-
Aunque está muy de moda
comenzar con el uso de dispositivos electrónicos individuales en edades cada vez
más tempranas, lo recomendable sería utilizar las ventajas de las nuevas
tecnologías en pantallas digitales más que en tablets u ordenadores
individuales.
-
Las revisiones de la
vista en menores son fundamentales y se debe crear un protocolo sanitario
capaz de dar servicio a todo el mundo. No puede existir las diferencias
sociales en un país desarrollado como el nuestro respecto a la miopía sin
detectar.
-
La miopía ya no solo se
compensa. También se trata para ralentizar su avance.
Tanto con gafas como con lentillas. Consultad a vuestro optometrista u oftalmólogo
respecto a las posibles soluciones. En este blog tenéis información al respecto
(aquí
y aquí).
Espero que con estas conclusiones
logremos, entre todos, mejorar la salud visual de los menores. Será fundamental
para que puedan desarrollarse plenamente en sus vidas y evitaremos futuros
problemas sanitarios.
Gracias por compartir y analizar este estudio. Totalmente de acuerdo con las conclusiones. Mucha gente no es consciente de la importancia tienen las revisiones periódicas para detectar y tratar a tiempo determinados problemas visuales, especialmente aquellas "enfermedades silenciosas" con las que muchas veces nos encontramos cuando ya es demasiado tarde.
ResponderEliminarGracias por comentar.
EliminarEn efecto, el mayor problema de las enfermedades que afectan a la visión es su carácter silencioso. Cuando el paciente es consciente de que tiene un problema ya suele ser demasiado tarde para tratarlo eficazmente. Y eso, en un país desarrollado es una pena.
La labor de los divulgadores es advertir sobre ello y concienciar a la población. Otra cosa no podemos hacer.
Saludos