Hace ya unos pocos años escribí una entrada en la que
abordaba el tema de las playas y los niños pequeños. La Manga del Mar Menor fue
el lugar en el que os recomendé ir por su tranquilidad (post).
En esta ocasión os voy a recomendar otro lugar ideal
para pasar unos días de playa tranquilos con los pequeños: se trata de
Alcossebre (Castellón).
En el año 2014 escribí una entrada sobre Alcossebre,
un lugar relativamente tranquilo en comparación con la cercana y masificada Peñíscola.
Pasado el tiempo volví a esta preciosa zona de playa, a un barrio diferente, y
me volvió a enamorar la tranquilidad.
Alcossebre tiene diferentes zonas de playa. En mi
primera visita estuve en la Playa del Carregador, situada en pleno centro de la
localidad. En mi opinión, con el paso de los años, esta playa se ha empezado a
masificar en fechas de temporada alta y la tranquilidad queda rota por el
aumento de los locales dedicados a la restauración.
Por ello, en esta ocasión, me decidí a visitar la Playa de las Fuentes, situada en las
afueras de la localidad, junto al Puerto Deportivo.
Se trata de una peculiar playa, ideal para los niños por su escasa profundidad y resguardo, y a los pies de la Sierra de Irta. Las vistas del verde de la sierra mientras te estás bañando son espectaculares.
Se trata de una peculiar playa, ideal para los niños por su escasa profundidad y resguardo, y a los pies de la Sierra de Irta. Las vistas del verde de la sierra mientras te estás bañando son espectaculares.
Playa Las Fuentes en Alcossebre |
Esta playa debe su nombre a unas curiosas fuentes de
agua dulce que brotan desde el fondo marino. Un gran canal introduce agua dulce
a la playa desde una fuente situada en la playa, mientras que diversos
afloramientos se diseminan en la orilla, ya dentro del agua. Resulta curioso
ver las burbujas en la arena al pasar junto a ellas. Estas fuentes hacen que el
agua del mar sea algo menos salina y un poco más fresca, esto último ideal para
pasar las olas de calor que nos atacan todos los años. Como precaución, en la
zona señalizada, no dejar solos a los niños, pues pueden hundirse si las pisan.
No obstante, salvo en un punto concreto señalizado el resto de la playa carece
de peligro alguno. Por otro lado, la existencia de duchas y servicios (WC),
junto a chiringuitos y barcas de toboganes hace que se amolde para todo tipo de
públicos y necesidades.
Fuentes naturales en Alcossebre |
A la hora de alojarme opté por un apartamento en la
Urbanización Los Arcos, el cual nos sorprendió gratamente. No solo era un
apartamento amplio y lleno de comodidades, sino que la piscina de la
urbanización tenía una disposición ideal para aprovechar el sol al máximo y que
el agua estuviera bien calentita. Además, la existencia de un baño junto a la
piscina es algo fundamental si vas con pequeños.
Piscina Urbanización Los Arcos. Alcossebre. |
Los que me conocéis sabéis que yo no soporto estar más
de tres días sin hacer nada. Por lo tanto os voy a aconsejar unas pequeñas
visitas turísticas con las que completar el viaje de descanso.
En la ocasión anterior os recomendé visitar alguno de
los yacimientos de pinturas rupestres levantinas existentes en la zona y
acercaros a la próxima Peñíscola, situada al otro lado de la Sierra de Irta. En
esta ocasión volví al Castillo de
Peñíscola.
Peñíscola me sorprendió por la enorme masificación que
posee. Toda la zona centro y alrededores amplios tienen una abusiva zona azul a
la hora de aparcar que tendréis que tener en cuenta. Aunque facilita el
aparcamiento junto a las playas y el castillo, también me parece que se han
excedido un poco con afán meramente recaudatorio.
La zona del Castillo sigue siendo tan encantadora como
siempre, llena de sus fachadas blancas y ventanas de colores. La entrada al
Castillo aumentó de precio respecto a la última vez (ahora son 5€) y no se
ofrece nada nuevo que justifique la subida de precio.
Con la excusa de haber sido un enclave templario y de haber
fijado el Papa Luna su última residencia las diferentes salas del castillo se
encuentran decoradas con montajes que nos recuerdan ambas etapas del castillo.
Creo que hubiese estado también acertado que se incluyeran en la visita el
legado musulmán, algo sobre la conquista por Jaime I o la etapa en la que
estuvo allí la Orden de Montesa, pero supongo que nada vende mejor como la
Orden Templaria o un Papa herético.
En la planta baja, en donde antaño estuvieron las
caballerizas o el puesto de guardia, se disponen pantallas y objetos dedicados
a los templarios, en los que vamos a poder descubrir su organización, sus armas
o sus símbolos.
Caballerizas del Castillo de Peñíscola |
En la planta del Patio de armas destaca el Salón gótico
y la austera Iglesia, la cual recuerda mucho a otras realizadas por los
templarios en Tierra Santa. En ella encontraremos una curiosa placa que
recuerda que fue el Papa Luna quién otorgo la licencia de la primera
universidad de Escocia a la Universidad de Saint Andrews. Igualmente se
encuentras salas dedicadas al Papá Luna, como el comedor (aquí descubriremos
que fue envenenado con arsénico) o su importante biblioteca.
Interior del Castillo de Peñíscola |
En la planta superior se encuentra el despacho del
Papá Luna, lugar en el que descubrir algunas de sus frases más memorables
escritas en su obra el Libro de las
consolaciones humanas, un alegato para enseñar a las personas a superar las
adversas circunstancias de la naturaleza humana. Respecto a la muerte indicar
una frase que me pareció curiosa: “el
justo fue quitado deste mundo porque la malicia no mudase su entendimiento”.
Escritorio del Papa Luna. Peñíscola. |
Por cierto, que la expresión mantenerse en sus trece
se asocia a este Papa, Benedicto XIII, por su terquedad a la hora de abandonar
su posición en el Cisma papal de Occidente. La solución fue, tras elegir por
consenso a Martin V, dejar que el obtuso Papa Luna siguiera con sus tesis
aislado en Peñíscola hasta que muriera y su legado lo hiciera con él. Una
curiosa enseñanza de vida, a fin de cuentas.
El castillo cuenta con varias zonas de terrazas y
balconadas en las que poder contemplar la playa y la sierra que le rodea. Eso
sí, protegeros del sol, que allí pega con fuerza.
Peñíscola vista desde el Castillo |
Por último, en la zona inferior se encuentra el Salón
del Cónclave (llamado así por creerse que fue aquí en donde se realizó la
reunión, el mismo día de la muerte de
Benedicto XIII, por parte de los cuatro cardenales que eligieron a su sucesor,
Clemente VIII. En realidad fue la bodega del castillo y en la ocasión anterior
que visité el castillo aquí se agolpaba toda la información (e incluso más) de
los templarios que ahora se disemina por todo el recinto. En una sala anexa se
encuentran las mazmorras.
La visita al Castillo se complementa con el Parque de
artillería, un conjunto construido en época moderna con defensas típicas para
el combate con cañones. Hoy día es un tranquilo parque en el que estaban, la
última vez que lo visité, unas cuantas aves rapaces.
Para obtener toda la información del Castillo de
Peñíscola os dejo su página web: https://castillodepeniscola.dipcas.es/
Alcossebre pertenece a la localidad de Alcalá de
Xivert y el conjunto histórico más importante de este pueblo son las ruinas del
Castillo templario de Xivert.
Para realizar su visita es necesario dirigirse a la
carretera N-340 dirección Alcalá y, nada más pasar el desvío hacia Alcalá
(Sur), girar hacia la derecha por un camino rural. El ascenso hasta el
aparcamiento del castillo, en lo alto de la sierra, es duro y poco apto para
coches de ciudad. Existen zonas sin asfaltar y estrechamientos en los que no
pueden circular dos coches juntos. Por tanto, ya acceder es una pequeña
aventura.
Vistas desde el Castillo de Xivert |
Las ruinas del castillo tienen su encanto por varios
motivos. En primer lugar, el recinto exterior es árabe y nos recuerda que aquí
hubo un importante asentamiento musulmán. De este pasado se conserva la Torre
de Poniente, la Torre sur, el aljibe y el muro sur del albacar (zona que servía
de refugio a la población en caso de ataque). Los restos de un poblado morisco
se encuentran al oeste del aljibe, en la falda del castillo.
Precisamente, en esta muralla de tapial, si nos
fijamos bien, podemos observar una inscripción en árabe, en parte central del
muro, que dice al-fatih Allah (el que
concede la victoria es Dios). Los templarios, que conquistaron este lugar en el
año 1234 dejaron esta inscripción por servirles de igual manera (solo que al
Dios que rezaban era otro).
Muralla musulmana con inscripción árabe |
De época templaria destacan las dos grandes torres de
la alcazaba, detrás de las cuales se encontraba la capilla-iglesia. El patio de
armas, en ruina progresiva, nos permite imaginar lo que fue esta espléndida
fortificación medieval.
Ruinas del Castillo de Xivert |
Sin duda, una visita para todos aquellos amantes de
las ruinas. Para el resto mejor elegir el Castillo de Peñíscola.
Por último, dominando lo alto de la Sierra de Irta, se
encuentra la Ermita de Santa Llúcia.
Lugar visible desde Alcossebre, para acceder a este lugar, si vamos en coche,
deberemos partir del barrio de Las Fuentes y subir siguiendo las indicaciones.
La carretera es buena, aunque en algunos tramos existen pendientes de hasta un
20% de inclinación. Unido a lo alto del lugar (312 metros) y a que se sube
mucho en un tramo muy corto, el trayecto
da un poco de vértigo. También existe una ruta de senderismo para subir a pie,
pero estando de vacaciones descarté el esfuerzo.
Ahora bien, las vistas desde allí son fenomenales. Y
de la pequeña ermita poco que indicar. Data del siglo XVII y la última
restauración la dejó inmaculada para recibir visitas. De estilo barroco
valenciano, tiene una única nave y pinturas en el interior. Unos pozos donde
abastecerse de agua y el resto de una antigua hospería para peregrinos son las
construcciones anexas. En el lugar pudo existir una antigua torre de vigilancia
y se han encontrado restos de épocas prehistóricas.
Ermita de Santa Llucía. Alcossebre. |
Espero que con estos breves consejos turísticos os
animéis a visitar esta preciosa zona del noreste peninsular.
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