Uno de los capítulos de mi libro Mis mentiras favoritas. Edad Media trata sobre la evolución de los castillos en el Medievo. Y es un tema realmente interesante pues, al contrario de lo que se suele pensar, el castillo es una edificación militar exclusivamente medieval. No existieron castillos anterior ni posteriormente al Medievo en el occidente europeo.
Existe un gran desconocimiento, en el público
profano, sobre los que realmente es un castillo, su evolución pareja a las
armas de asedio y sobre su ocaso final. Por tanto, como complemento al capítulo
de libro voy a indicar cinco falsos mitos que aún perviven en la población
respecto a los castillos medievales.
1.
Los castillos han existido desde la Antigüedad.
Podemos definir un castillo como la vivienda
particular fortificada de un personaje socialmente importante, la cual tiene
como principal objetivo protegerle de cualquier ataque armado.
Según esta definición, ninguna de las
fortificaciones del mundo antiguo se corresponde con la definición de castillo.
Desde el Neolítico, cuando los grupos humanos debieron defender sus terrenos
agrícolas de los grupos rivales, surgieron elementos arquitectónicos
defensivos, compuestos por murallas o empalizadas, de madera o incluso de
piedra. En España tenemos numerosos ejemplos de estas construcciones que hunden
sus raíces en la Prehistoria, como por ejemplo el poblado talayótico de Ses
paisses, en Mallorca.
Pero estas construcciones
no eran castillos, pues su objetivo era cobijar a toda la población y no a una
persona particular. Los castillos surgirán en el Medievo, como consecuencia de
la desarticulación de los poderes centrales y la necesidad de los señores de
protegerse de los ataques vikingos, magiares y musulmanes.
2. Todos los castillos medievales se construyeron
en piedra.
En España tenemos una
visión algo distorsionada de los primeros castillos construidos en Europa,
entre otras cosas, porque en nuestro país la evolución fue distinta.
Aquí, tras la caída del
Imperio Romano de Occidente, muchas ciudades se despoblaron y la ruralización
provocó que antiguos castros celtas e íberos, en altos roquedos, se volviesen a
ocupar. La piedra era fácil de conseguir
y todas las construcciones se realizaron en este material.
Pero en otras partes de
Europa, como en Francia o Inglaterra, los primeros castillos se construyeron en
un material más abundante, como era la madera. Durante los siglos XI-XII los
castillos de madera tipo mota fueron los más habituales, evolucionando a partir
del siglo XII hacia los de piedra. En ellos, la torre de homenaje era la parte
principal del recinto y vivienda del señor feudal.
Castillo tipo mota típico de los siglos XI-XII en Inglaterra y Francia. |
El cambio fue provocado,
principalmente, como forma de soportar mejor los asedios y evitar el peligro de
incendio de las torres y empalizadas. Gracias a los nuevos castillos en piedra,
los asedios de entre cuatro y seis semanas a una fortificación tipo mota se
alargaron durante varios meses, logrando mejorar las perspectivas de los
defensores.
3. Los castillos eran elementos exclusivamente defensivos.
En muchas ocasiones vemos
los castillos como lugares construidos para defenderse de los ataques enemigos.
Su evolución fue pareja a la de las armas de asedio y en nuestras mentes
siempre nos los imaginamos asediados.
Pero los castillos
también podían convertirse en centros de un importante poder ofensivo: servían
como base de operaciones para los ataques por sorpresa al enemigo, algo muy
habitual en la España Medieval donde la caballería era la principal arma
ofensiva; también actuaban como almacenes de suministro y como lugar donde
guarecer a las tropas de reserva; por último, combinadas con un buen sistema de
torres vigía, los castillos eran capaces de dominar grandes áreas de terreno,
atemorizando a todo aquel que osaba entrar en su territorio.
Típico castillo de piedra de los siglos XII-XIII con torre de homenaje |
4. En España se construyeron más castillos que en
ningún otro lugar.
Actualmente conservamos
numerosos castillos en pie en nuestro país, e incluso las Comunidades Autónomas
del centro peninsular, Castilla León y Castilla La Mancha, deben su
denominación al gran número de castillos que se construyeron en época medieval.
Pero tales circunstancias no deben hacernos creer que fue en España donde se
levantaron más castillos. El ranking de castillos construidos en la Edad Media,
por países, es el siguiente:
1. Italia 25.000
2. Alemania 14.000
3. Francia 13.000
4. España 4.000/5.000
5. Irlanda 3.500/4.000
6. Escocia 1.700/2.000
7. Inglaterra 1.500/1.800
8. Gales 460/540
Otro asunto son los que
aún quedan en pie, en cuyo caso gran parte de los italianos desaparecieron por
completo.
5. La utilización de la pólvora supuso el final de
los castillos.
Es cierto que los cañones introducidos desde
mediados del siglo XIV en los asedios a los castillos supusieron un importante
desequilibrio a favor de los atacantes. Pero tal ventaja táctica se suele magnificar en exceso.
Ignoramos la utilidad de los primeros cañones,
aunque debió ser baja, dado que las mejoras en los castillos para contrarrestar
los efectos de la nueva artillería se demoraron hasta finales del siglo XV. En
realidad, la verdadera utilidad de la artillería con pólvora tuvo un breve
éxito entre los años 1450-1500. Y aún así
no fue decisiva en la mayoría de los casos, como en la toma de Constantinopla.
Pero además de la pólvora, otros muchos factores
influyeron en el ocaso de los castillos. Por un lado estaba el nuevo poder
estatal de los reyes, los cuales no
necesitaban del auxilio de los nobles para proteger sus reinos. Ahora no será
necesaria la existencia de castillos para controlar militarmente regiones, sino
que el ascenso de la infantería como principal arma de los nuevos ejércitos
cambiará la forma de hacer la guerra. Si en el Medievo el asedio a una
fortificación fue la manera más habitual de enfrentarse al enemigo, ahora volverá
a cobrar importancia (de hecho, nunca la perdió) la batalla campal.
El castillo de Manzanares el Real (Madrid) es un buen ejemplo de castillo-palacio de finales S. XV |
Además de la paz del rey, los nobles cambiaron de
actitud sobre sus viviendas. Ya no deseaban estar confinados en oscuros castillos,
sino en lujosos palacios acordes a su status social. Por ello, el castillo se
convirtió en palacio y abandonó definitivamente su utilidad defensiva. Serán estos
castillos tan escenográficos los que hoy día tanto les guste fotografiar a los
turistas.
BIBLIOGRAFÍA:
Cairns Conrad: Los
castillos medievales. Akal, 1999.
VV.AA.: Castillos,
Fortalezas y Catedrales de España. Tikal, 2010.
Keen, Maurice (ed.): Historia de la guerra en la Edad Media. Machado libros, 2005.
Carocci, Sandro: “El castillo, una clave de la Edad
Media”. La Aventura de la Historia,
Nº15, 2000.
Muy buen post
ResponderEliminarMuchas gracias.
EliminarSi te gustó te recomiendo adquirir el ebook Mis mentiras favoritas. Edad Media, donde encontrarás muchas más historias similares.
Saludos
Buenas Diego. Mi oficio es el de sastre y tengo dificultades para hacer las tareas de cerca y leer. Mi vista intermedia no es nitida del todo aunque no necesito llevar gafas por la calle y en casa tampoco las necesito llevar todo el tiempo. Que marca y gama de lentes progresivas me propondrias que comprase. Me interesa que la lente lleve un tratamiento antirreflejante. ¿Es buena opcion aplicar a la lente un tratamiento endurecedor para que no se rayen facilmente?. Gracias.
ResponderEliminarHola, gracias por comentar. Aunque esta no sea una entrada de óptica te contesto igual.
EliminarSi sólo necesitas la gafa para leer y distancias intermedias hasta 2 metros máximo yo te aconsejaría realizar una lente ocupacional, pues conseguirás para esas distancias mejor campo que con cualquier progresivo.
Ahora, si tienes que ver también a distancias más lejanas deberás lanzarte a por los progresivos. Aquí tienes muchas opciones pero piensa que cuanto mejor diseño y mayor personalización mejores sensaciones tendrás y la visión será más cómoda.
Ahora mismo yo trabajo bastante con la casa HOYA por lo que te recomiendo MyStyle V+ y Myself, sus dos tipos más personalizados.
Por cierto, todos los lentes que llevan antirreflejo incorporan un tratamiento endurecido para evitar en lo posible el deterioro de las superficies.
Saludos