La madrugada del jueves 24 de febrero de 2022 Rusia comenzó la invasión de Ucrania, llevando a Europa a la guerra y recordando lo peor del siglo XX. Sin duda, en este conflicto moderno hemos podido comprobar hasta qué punto la desinformación ha intentado influir en la opinión pública, lanzando noticias falsas para defender una u otra postura. Veamos algunas de ellas.
Putin no quiere invadir Ucrania
La concentración de tropas rusas a lo largo de la
frontera ucraniana se produjo desde principios del año 2022. Rusia siempre
mantuvo un discurso amistoso, donde sus soldados únicamente realizaban
ejercicios de entrenamiento. Pero la llegada de cada vez más efectivos no
terminaba de convencer a los aliados occidentales sobre las verdaderas
intenciones rusas.
Por supuesto, los ucranianos alertaron del peor
escenario, el de la preparación para una invasión. Durante semanas la tensión
aumentó en la zona oriental de Ucrania, donde un par de provincias prorrusas
aumentaron su presión intentando independizarse de Ucrania. Ante las advertencias
ucranianas de que Rusia estaba intentando fabricar un falso motivo para tener
la excusa de la invasión, Rusia mantenía su postura de querer mantener la paz
en las provincias rebeldes.
El 16 de febrero, el Ministerio de Defensa de Rusia
anunció que “las unidades de la circunscripción militar Sur que concluyeron
su participación en los ejercicios tácticos en los polígonos de la península de
Crimea se dirigen en ferrocarril hacia sus lugares de emplazamiento permanente”.
Parecía posible una desescalada con la retirada de tropas1.
Pero la misma era una mentira. La OTAN ya advirtió como respuesta que no
percibían ninguna desescalada real. Y el 19 de febrero, el presidente de los
EEUU, Biden, advertía expresamente que “tenemos razones para creer que las
fuerzas rusas están planeando y tienen la intención de atacar Ucrania en la
próxima semana, en los próximos días. Creemos que su objetivo será la capital
de Ucrania, Kiev. Una ciudad de 2,8 millones de personas inocentes. Pero vuelvo
a decirlo: Rusia aún puede optar por la diplomacia. No es demasiado tarde para
desescalar y volver a la mesa de negociaciones”2.
En los días anteriores a la invasión fueron varias las
noticias sobre supuestos ataques ucranianos a las provincias rebeldes, como el
de la foto de una guardería con un boquete de un misil o el de la explosión de
un coche bomba en Donetsk (18 de febrero). Mientras los rusos acusaban a
Ucrania, estos se defendían indicando que se trataba de un atentado de falsa
bandera para dar una excusa a Rusia para la intervención3.
El 19 de febrero Oleksiy Danilov, secretario del
Consejo de Seguridad Nacional y Defensa de Ucrania afirmó: “Hoy dos personas
han hecho declaraciones sobre una evacuación de ciudadanos de las regiones de
Luhansk y Donetsk como si el Ejército Ucraniano planeara atacar Donetsk y
Luhansk para recuperar nuestros territorios. Puedo decir que estas declaraciones
no tienen nada que ver con la realidad”.
En efecto, lo que Rusia intentaba hacer pasar como una
amenaza ucraniana era, en realidad, la preparación del avance inminente de sus
tropas por esas regiones y el interés de salvaguardar a la población civil afín
a su causa.
Finalmente, sin necesidad de un falso pretexto, las
peores previsiones se cumplieron y Rusia terminó invadiendo Ucrania, algo que
en las semanas anteriores dijo, en repetidas ocasiones, que no tenía planeado
realizar4 y 5.
Razones Putin para invadir Ucrania
Cuando Putin fracasó en sus intenciones para
justificar el ataque a Ucrania mediante una provocación inventada, tuvo que
cambiar el discurso. La guerra ya estaba planificada desde hacía tiempo y las
excusas que dio a su pueblo para iniciarla no convenció en absoluto al resto de
países.
En primer lugar, Putin afirmó que el ataque estaba
provocado por occidente. Concretamente por las intenciones agresivas de la
OTAN, intentando expandir el bloque hacia el este y acercándose peligrosamente
a la frontera rusa.
Esta razón es, cuanto menos, engañosa. Tras el colapso
de la URSS varios países de Europa del Este, anteriormente pertenecientes a la
Unión Soviética, se incorporaron a la OTAN. Cuatro de ellos tienen frontera con
la actual Federación Rusa, al igual que Ucrania.
En 1997 la OTAN y Rusia pactaron no estacionar tropas
permanentes en los países recientemente incorporados, algo que se respetó hasta
el año 2014, cuando rusia decidió, unilateralmente, romper el acuerdo y
anexionarse la península de Crimea.
La tímida reacción de la OTAN fue empezar a rotar en
los Estados Bálticos y Polonia cuatro grupos de combate de 5.000 hombres, un
número realmente insignificante ante las fuerzas rusas.
En realidad, fue la actitud beligerante de Rusia lo
que hizo cambiar la estrategia mundial. E, independientemente de la OTAN,
algunos de los estados miembros han decidido reforzar sus fronteras ante un
posible ataque ruso. Son los casos de Rumanía y Polonia, que han instalado
misiles tipo Aegis Ashore. Igualmente, Ucrania se sintió muy amenazada
por Rusia por la presión que hacían en sus provincias del este favoreciendo la
emancipación de parte del país.
En conclusión, la actitud beligerante de Rusia provocó
que los países limítrofes más pequeños se acercaran al paraguas de la OTAN como
una manera de frenar las intenciones expansionistas. No al revés.
Por ello, culpabilizar a los Estados Unidos, en este
caso, sobre su responsabilidad en el conflicto suena, poco menos, que a una
mala excusa propagandística. Y ello, sin tener en cuenta, que la petición de
Ucrania de ingresar en la OTAN se hubiera llevado a cabo, algo de muy
complicada realización teniendo en contra los votos de Croacia y Hungría.
Por tanto, esta invasión “preventiva” se realiza
teniendo en cuenta un posible desenlace negativo para Rusia respecto al
acercamiento de Ucrania al bloque de la OTAN, un supuesto, que como hemos
indicado, resultaba harto complicado de llevarse a cabo.
Ahora bien, como ha sucedido en tantos y tantos
conflictos a lo largo de la historia, las reacciones violentas de carácter
preventivo tienen la particularidad de provocar lo que deseaban evitar. En
España, por ejemplo, puedo recordar la justificación que dio el bando
franquista para iniciar la Guerra Civil Española, la presunta imposición de una
dictadura del proletariado en el país. Lo que ocurrió, al levantarse contra el
legítimo gobierno republicano, fue que el mismo terminó sufriendo un nuevo
levantamiento, en su seno, de esas fuerzas comunistas que, de otro modo, nunca hubieran
tenido fuerza para imponerse a la legalidad democrática vigente por aquel
entonces.
La consecuencia de la intimidación rusa a las antiguas
repúblicas soviéticas (recordemos que Putin hizo ya lo mismo en Georgia en
2008) ha provocado que muchos países, como Ucrania, vieran un peligro su
proximidad con Rusia. Y si antes de este conflicto sólo Ucrania parecía dar
pasos firmes en esa dirección, tras iniciarse las hostilidades en este país
varios han sido los países que han decidido dar el paso de unirse a Europa y a
la OTAN: Suecia y Finlandia.
Putin dijo expresamente “Simplemente no nos
dejaron otra opción que defender a Rusia y a nuestro pueblo, que aquella a
la que hoy debemos recurrir […] Las Repúblicas Populares del Donbás
pidieron ayuda a Rusia. En este contexto, en consonancia con el capítulo 7,
artículo 51 de la Carta de las Naciones Unidas, […] tomé la decisión de
llevar a cabo una operación militar especial”.
No existen pruebas de que Ucrania estuviera planeando
atacar Rusia, ni que debiera atacar para defenderse de una agresión ucraniana.
En Donetsk y Lugansk los rusos han estado desestabilizando la región con
intenciones anexionistas desde 2014 y las disputas se han mantenido constantes
desde hace años, con pequeñas victorias y derrotas para cada bando. Han sido
los rusos los que han incorporado las regiones a Rusia de forma unilateral y
luego, con la excusa de defenderse de los ataques ucranianos, ha iniciado una
invasión. No sólo de esas provincias anexionadas, sino de todo el país.
Y, por supuesto, esta invasión no puede estar amparada
por el artículo 51 de la carta de la ONU pues los observadores internacionales
inciden en señalar que “la autodefensa rusa” no está justificada al no
existir ataque por parte de Ucrania.
Putin dio un discurso televisado sobre las razones por
las que llevaba a cabo la “operación militar especial” indicando que
debía “proteger a la gente que, desde hace ocho años, es objeto de
maltrato y genocidio”.
Observadores internacionales han vigilado muy de cerca
el conflicto en las provincias prorrusas y concuerdan en afirmar que no existen
pruebas de ningún genocidio. El mayor número de bajas se produjo al inicio del
conflicto, entre 2014-2015, para luego estabilizarse la región en combates
puntuales y un número de bajas mucho menor. Por tanto, no existe genocidio ni
la situación hoy es diferente a la existente hace un año, dos o tres.
Igualmente, Putin justificó su intervención debido a
que Rusia debía proceder a la “desmilitarización y desnazificación”
de Ucrania. Estas declaraciones intentan retrotraer a Rusia a la época de
su lucha contra el nazismo durante la II Guerra Mundial. Pero su única
intención es la propaganda populista del régimen, pues no existe ninguna prueba
de que en Ucrania exista un gobierno similar al nazismo. Máxime, cuando su
presidente es un judío rusoparlante, que ganó claramente en las últimas
elecciones democráticas ucranianas a un candidato no judío. Por otro lado, los
grupos de extrema derecha en Ucrania son aún más minoritarios que en otros
países europeos de la zona6.
Por último, Putin dejó claro su pensamiento
enloquecido al afirmar lo siguiente: “Voy a enfatizarlo una vez más, Ucrania
para nosotros no es un país vecino. Es una parte integral de nuestra historia,
cultura y espacio vital”.
Esta ilusión es totalmente falsa, pues fue la Unión
Soviética la que otorgó a Ucrania el derecho a ser libres, algo que se confirmó
en el referéndum llevado a cabo en 1991. El 90% de los ucranianos votaron a
favor de erigirse en un país independiente7.
El verdadero problema de Rusia ha sido que Ucrania,
debido a la presión anexionista ejercida por Putin desde hace años, ha vuelto
sus ojos a occidente y ha avanzado hacia el acercamiento a la OTAN. La
población ha variado su opinión en estas últimas décadas y se ha
occidentalizado hasta el punto de ver a Rusia como un enemigo. Y eso es algo
que Putin no podrá cambiar por más tropas que envíe a Ucrania.
Putin pide a la OTAN que respete el acuerdo (de los
años 90 del siglo pasado) de no anexionar países de la antigua y extinta URSS a
su órbita de influencia cuando, al mismo tiempo, rompió ese mismo pacto al
anexionarse de manera ilegal Crimea. Rusia pretende que esos países a los que
otorgó la independencia no la tengan realmente ni puedan decidir su futuro cuando,
en realidad, lo que debía preguntarse serían las razones por las que un país
con tantos lazos en común ha decidido cortarlos.
Mártires ucranianos
El mismo día de la invasión, el presidente ucraniano,
Volodímir Zelenski, realizó un discurso televisivo en el que anunciaba las
primeras muertes que se produjeron por la entrada de tropas rusas en el país.
Uno de los puntos fuertes de su discurso fue la supuesta muerte de unos
soldados ucranianos en la Isla de la Serpiente, emplazada en pleno Mar
Negro. Según las fuentes gubernamentales
ucranianas los 13 militares habrían sido asesinados al negarse a rendirse ante
los rusos.
Un día después, el medio ucraniano Ukrayinska Pravda
publicaba un vídeo en el que se podía ver como un guardacostas ucraniano
mandaba a la mierda la orden de rendición que les enviaba un navío ruso.
La intención de condecorar a los militares
póstumamente como héroes nacionales por parte de Zelenski convirtió, junto al
supuesto vídeo, en uno de los símbolos de la resistencia ucraniana ante el
avance ruso. En las numerosas manifestaciones que se produjeron en el mundo
como repulsa a la invasión, la frase de aquellos marineros ucranianos se
reflejaba en algunos carteles.
Pero esta noticia pronto se descubrió que era falsa.
El día 26 de febrero Rusia afirmaba que “82 servidores públicos
voluntariamente depusieron sus armas en la Isla de las Serpientes”, lo que
hizo reconocer al gobierno ucraniano que los soldados del guardacostas
ucraniano no estaban muertos, sino que eran presos de guerra8.
Peligro nuclear en Chernóbil
Uno de los primeros objetivos rusos fue controlar las
infraestructuras ucranianas. Y dado que parte de la invasión se realizó a
través de Bielorrusia, Chernóbil era un objetivo prioritario por su cercanía a
Kiev, la capital. El 25 de febrero las tropas rusas tomaron la antigua central
nuclear de infausto recuerdo y los ucranianos comenzaron a difundir la amenaza
del peligro nuclear. El presidente Zelenski publicó lo siguiente: “Las
fuerzas de ocupación rusas están tratando de apoderarse del #Chornobyl_NPP. Nuestros
defensores están dando la vida para que no se repita la tragedia de 1986”.
Incluso en varios foros de internet comenzó a circular
una fotografía en la que aparecía un incendio en las proximidades de Chernóbil
y se avisaba del posible peligro nuclear que podía desencadenar la invasión.
Pero, tal como se demostraría rápidamente, la
fotografía mostraba un incendio ocurrido en el año 2020. El uso de fotografías
del pasado o trucadas para influir en la opinión pública fue una constante
durante todo el conflicto. Algunas de las más recordadas fueron la de un
supuesto civil llevando un rifle en el autobús, la de la mujer del presidente
ucraniano vestida con ropa militar o la de soldados caídos pertenecientes a
otros conflictos. Todas ellas falsas o sacadas de contexto9.
Vídeos falsos
En una sociedad donde la imagen y la inmediatez son
tan importantes, el recurso de los vídeos es necesario en cualquier estrategia
de desinformación. Han sido muchos los vídeos publicados que intentaban mostrar
realidades inexistentes.
Uno de los más comentados fue el supuesto derribo de un
caza ruso por otro ucraniano. Días más tarde se demostró que se trataba de unas
imágenes realizadas con un simulador de combates aéreos creados por la compañía
Eagle Dynamics10.
Otro con cierta difusión fue uno en el que aparecía la
supuesta grabación de un vídeo-montaje, por parte de los ucranianos, sobre la
reacción de varias personas huyendo ante un ataque ruso. En realidad, tal como
demostraron los medios, se trataba de unas imágenes grabadas en el año 2013 en
la ciudad inglesa de Birmingham y que formaban parte de la película Invasion
Planet Earth11.
Igualmente, diversos vídeos que mostraban explosiones
en edificios residenciales pudieron comprobarse que pertenecían a otras épocas
y otros escenarios, tales como China (2015) o Beirut (2020)12 y 13.
Fotografías reales que se intentan hacer
pasar por falsas
Una técnica de la desinformación es negar la realidad
haciendo que parezca falsa. En este sentido es paradigmática la fotografía de
una civil ucraniana con un vendaje en la cabeza debido a los bombardeos rusos.
La desinformación soviética intentó hacer pasar tal
fotografía como un bulo indicando que se trataba de una explosión de gas ocurrida
en 2018. Pero la fotografía, tomada por Wolfgang Schwan para la Agencia Anadolu,
fue subida el 24 de febrero a Internet por primera vez. Fotografías de otras
personas corroboraron la realidad de la toma.
El intento de desacreditar este tipo de fotografías de
civiles ucranianos heridos, así como el de edificios de viviendas bombardeados,
fue una norma en los primeros días y un burdo intento soviético por aparecer
ante el mundo como una fuerza invasora que respetaba la vida de los civiles y
sólo deseaban un cambio de poder mediante un ataque “quirúrgico”14.
Desinformación televisiva en Rusia
Vitaliy Shevchenko, editor jefe del servicio ruso de
BBC Monitoring que se encarga de ver lo que emiten los medios rusos, puso la
voz de alarma a primeros de marzo sobre como se estaba transmitiendo la guerra
en Ucrania a la población rusa.
Según lo que había podido observar la guerra era
minimizada indicando que se trataba de “una pequeña operación en el este de
Ucrania”, a lo que añadían que era el mismo presidente ucraniano el que
estaba intentando que el conflicto cobrara mayor importancia y una implicación
internacional.
Tal como indicó el mismo Putin días antes, la versión
oficial seguía manteniendo que los soldados del Kremlin participaban en una
"operación militar especial" para "liberar a Ucrania
de drogadictos y neonazis" que practican indiscriminadamente un "genocidio",
algo totalmente falso tal como se ha comprobado.
Ante el avance por el país a sangre y fuego se impone
la idea de estar “desmilitarizando” el país mediante “precisos
ataques” sobre objetivos militares. Ante las noticias de ataques a la
población civil la propaganda rusa se defiende indicando que todo ello es “propaganda
occidental”.
Según Vitaly, “lo que dicen los medios es que los
ucranianos los están recibiendo con flores y aplausos, y que los soldados
ucranianos se están rindiendo en masas”. Muestra una realidad paralela y
falsa de lo que ocurre, en un ejemplo paradigmático de control de la
información por un Estado totalitario15.
Pero en un mundo interconectado por Internet resulta
complicado mantener una ficción de tal calibre, Máxime cuando la información
llega desde diversos medios. Por ejemplo, en la ONU, el embajador de ucrania
dio a conocer el mensaje que envió un soldado ruso a su madre poco antes de
morir: “Mamá, ya no estoy en Crimea. No estoy de entrenamiento […] Mamá,
estoy en Ucrania. Aquí hay una guerra real. Tengo miedo […] Estamos
bombardeando todas las ciudades juntas, incluso contra civiles. Nos dijeron que
nos darían la bienvenida y están cayendo debajo de nuestros vehículos
blindados, tirándose debajo de las ruedas y no permitiéndonos pasar […] Nos
llaman fascistas. Mamá, esto es tan duro”16.
Un testimonio complicado de encubrir por parte de la
propaganda oficial.
No queremos atentar contra la población
civil
Desde un primer momento, las fuerzas invasoras rusas
pusieron mucho hincapié en tildar como noticias falsas cualquier acusación
sobre una actuación contra la población civil. El ministro de Defensa ruso,
Sergey Shoigu, dijo expresamente lo siguiente: “Los ataques se llevan a cabo
solo contra objetivos militares y exclusivamente con armas de alta precisión”17.
Pero según fueron transcurriendo los días de conflicto
pudimos comprobar cómo las acusaciones ucranianas a este respecto eran más que
fundadas. Las fuerzas rusas, toda vez que su campaña relámpago para descabezar
el poder político ucraniano fracasó, no tuvo ningún reparo en presionar una
rendición incondicional atacando las grandes ciudades y masacrando a civiles
sin ningún pudor. Las noticias al respecto se sucedieron con una malévola
rutina según avanzaban los días de conflicto.
Un caso señero que tuvo bastante publicidad fue el de
la muerte de una mujer y sus dos hijos, junto a un joven que les ayudaba a
escapar, en un puente de Irpin, cerca de Kiev, el domingo 6 de marzo. La
fotografía de ellos muertos junto a sus maletas dio la vuelta al mundo,
demostrando con cruel realismo que los rusos bombardeaban población civil
mientras intentaban escapar del horror de la guerra18.
Aunque se viralizó la foto de la maleta y los cuerpos tapados creo que esta toma expresa mejor el horror de la guerra.
Otro caso importante fue el ataque, el 8 de marzo, al
corredor humanitario pactado en la ciudad Mariúpol, el cual fue abortado por el
bombardeo ruso. La ciudad, sometida a un fuerte acoso y rodeada por todos los
flancos, fue una auténtica ratonera para la población civil, atrapada y sin
poder escapar19.
También llegó a la fibra de muchas personas el ataque
realizado a al hospital infantil de Mariúpol el día 9 de marzo, con fotografías
donde se veía el destrozo provocado por las bombas, los niños ensangrentados,
las embarazadas en camilla y el edificio totalmente destruido. Las primeras
noticias indicaron que “sólo” habían fallecido tres niños y otras 17 personas
resultaron heridas. Pero, en este caso, la maldad no se debe medir por el
número mayor o menor de muertes, sino por la intención de masacrar inocentes de
forma despiadada20.
Otro icono de los crímenes contra civiles ucranianos. Esta embarazada y su bebé terminaron falleciendo días después del bombardeo.
El alcalde de Mariúpol, a fecha de 10 de marzo,
cifraba los muertos civiles desde el inicio del cerco a la ciudad en más de un
millar. Un número que, desgraciadamente, aumentaría en los días siguientes
debido a la presión inmisericorde de los bombardeos rusos21. Para el
21 de marzo los ucranianos cifraban el número de muertos civiles en torno a
3.000, aunque no podían asegurar que no fueran más, pues muchos se enterraban
en fosas comunes sin identificar22.
El alto representante de la Unión Europea (UE) para
Asuntos Exteriores, Josep Borrell, no dudó en calificar este acto como un “atroz
crimen de guerra”. La pregunta es si Putin se sentará algún día en un
tribunal que juzgue estos sucesos tan luctuosos o quedará en papel mojado23.
Las cifras de muertos, la eterna lucha
propagandística
En toda guerra las cifras de muertos son modificadas
por los países beligerantes con la intención de mostrar la crueldad del enemigo
y, a la vez, engañar sobre las bajas provocadas o recibidas. Este conflicto no
iba a ser diferente.
El 2 de marzo, a casi una semana del inicio de las
hostilidades, los rusos admitieron por primera vez que habían muerto 500 de sus
soldados. Un número que contrastaba enormemente con las cifras otorgadas por
los ucranianos, que estimaban en 5800 los soldados invasores abatidos.
Igualmente, desde el Servicio Estatal de Emergencia de Ucrania se cifraban en
2000 los civiles muertos desde el inicio de la invasión24 y 25.
El 22 de marzo apareció en prensa una noticia bastante
sorprendente respecto a la cifra de muertos de las tropas rusas. Según un
diario pro-ruso, las mismas se acercaban a los 10.000 muertos, una cantidad
verdaderamente elevada para cuatro semanas de conflicto. La información fue muy
pronto borrada y no ha sido confirmada por Rusia. Pero de ser cierta supondría
un duro golpe para el ejército ruso26.
Aunque sea imposible averiguar nada al respecto de las
cifras reales de muertos en cada bando, si podemos tener una certeza respecto
al número de refugiados que estaban huyendo del conflicto. El 2 de marzo ACNUR
indicaba que 874.000 ucranianos habían salido del país, una cifra considerable
en un país con algo más de 40 millones de personas27. El drama que
suponía huir de tu casa con una maleta afectaba por entonces al 2% de la
población.
Una semana después, para el 9 de marzo, el número de
refugiados, sólo en Polonia, ya llegaba al millón, y contando el resto de
países se cifraba en dos millones. Diez días después, el 19 de marzo, en
Polonia ya habían llegado dos millones y en total ACNUR cifraba a los
refugiados en más de tres millones27.
Por realizar una comparación que contextualice el
asunto debemos recordar que en 3 años de guerra civil en España hubo 734.000
exiliados. En tres semanas el drama humanitario de los refugiados ya era mayor que
ninguno de los vividos desde la Segunda Guerra Mundial y estaba lejos de
estancarse.
Podría seguir mostrando ejemplo de falsedades
construidas para desestabilizar y controlar la información, pero creo que son
más que suficientes para entender las tácticas actuales para controlar a la
opinión pública.
Con lo que debemos quedarnos de todo esto es con los
hechos reales. Independientemente de las ideas preconcebidas por cada
bando de lo que podría pasar en un futuro próximo, las certezas han sido las
siguientes:
·
Rusia invadió Ucrania de manera unilateral
y sin motivo real alguno.
·
Rusia buscó una excusa mediante ataques de
falsa bandera y, finalmente, eligió un motivo pueril que en nada se ajustaba a
la realidad (acabar con el supuesto genocidio ruso en Ucrania).
·
Rusia provocó una crisis humanitaria en
Ucrania debido a sus bombardeos contra civiles, algo realizado desde el mismo
inicio del enfrentamiento y que intentó ocultar.
·
Rusia inició una crisis mundial
importante, tanto política como económica, con repercusiones de largo alcance
en el tiempo y el espacio. Tanto para su población como para el resto.
·
Sólo 5 países apoyaron la invasión en la
ONU: Rusia, Corea del Norte, Bielorrusia, Siria y Eritrea. 35 países se
abstuvieron en la votación, destacando en este grupo China, India, Bolivia,
Cuba, El Salvador, Nicaragua, Sudáfrica, Irán, Irak, Kazajistán o Vietnam. 141
países votaron a favor de condenar la invasión de manera expresa. Parece claro
que Rusia no tenía ni el apoyo directo de sus aliados ideológicos más
poderosos. Sólo este dato debería haber hecho recapacitar a Putin sobre la
operación llevada a cabo.
¿Cómo terminará todo esto? A un mes de haberse
iniciado la mal llamada invasión de Ucrania por parte de Rusia (su plan
inicial nunca fue ocupar el país, sino derrocar al gobierno y tomar ciertos
territorios orientales) no tenemos aún mucha certeza sobre lo que terminará
sucediendo.
Puede que Rusia, acosada por las sanciones económicas
internacionales y la resistencia ucraniana, decida conformarse con el corredor
marítimo arrebatado a Ucrania como una victoria menor pero suficiente como para
colmar su honor patrio.
Pero también es posible que Rusia, metida en una
espiral de la que no puede salir honorablemente, continúe manteniendo el
conflicto durante más semanas, estabilizando los frentes y causando un mayor número
de víctimas civiles inocentes.
El tiempo nos dirá como acabará todo esto. Esperemos
que, sea como sea, Rusia, y especialmente Putin, paguen por todo el dolor
causado.
Slava Ukrayini! Gloria
a Ucrania y a sus héroes.
Fuentes:
2. https://es.euronews.com/2022/02/19/biden-insiste-en-que-rusia-invadira-ucrania
3. https://www.elmundo.es/internacional/2022/02/18/620fadaefc6c836a168b4572.html
4. https://www.bbc.com/mundo/noticias-internacional-60374415
5. https://elordenmundial.com/no-rusia-no-quiere-invadir-ucrania-asi-ve-putin-la-crisis-con-la-otan/
6. https://www.dw.com/es/dw-verifica-los-argumentos-de-putin-para-invadir-ucrania/a-60922639
7. https://www.businessinsider.es/guerra-rusia-ucrania-5-razones-da-putin-invadir-pais-1018547
8. https://maldita.es/malditobulo/20220301/isla-serpientes-ucrania/
9. https://maldita.es/malditobulo/20220224/incendio-chernobil-conflicto-ucrania/
10. https://maldita.es/malditobulo/20220225/video-caza-rusia-ucrania-derribo/
11. https://maldita.es/malditobulo/20220227/montaje-bombardeo-rusia-birmingham/
12. https://maldita.es/malditobulo/20220224/explosion-bombardeo-ucrania/
13. https://maldita.es/malditobulo/20220225/explosion-ataque-rusia-ucrania-beirut/
14. https://maldita.es/malditobulo/20220226/mujer-herida-2018-rusia-ucrania/
15. https://es.yahoo.com/noticias/rusia-invade-ucrania-medios-rusos-221553365.html
17. https://www.bbc.com/mundo/noticias-internacional-60683919
18. https://www.nytimes.com/es/2022/03/09/espanol/rusia-ucrania-familia-kiev.html
19. https://www.elmundo.es/internacional/2022/03/08/622741a5fdddffd0a78b45b3.html
20. https://www.france24.com/es/europa/20220309-guerra-ucrania-alto-fuego-chern%C3%B3bil
22. https://noticiasdelmundo.news/el-numero-de-muertos-entre-los-civiles-supera-los-3-000-en-mariupol/
26. https://www.elmundo.es/internacional/2022/03/22/62396f9efdddff64088b45c8.html
Buenas noches, me ha gustado mucho el artículo porque hasta hoy no estaba bien informado sobre el conflicto bélico en Ucrania. Sin duda, es una forma de comprobar como una vez más opera la propaganda y la desinformación.
ResponderEliminarSaludos
Hola, gracias por comentar.
EliminarMe alegro haber aportado algo de información en un tema tan sumamente delicado y donde la mentira campa a sus anchas en ambos bandos.
Los militares lo llaman, de manera eufemística, la niebla de la guerra. Ese estado donde resulta muy difícil verificar las informaciones otorgadas por cada bando.
Ahora bien, aquí estamos comprobando como Ucrania se esfuerza por dar una imagen de víctima y potencia la misma con todo tipo de noticias afines, sean verídicas total o parcialmente, e incluso falsas; y otro bando que utiliza su poder totalitario para mentir a la población y engañarla sobre las verdaderas consecuencias de su ataque unilateral e injusto.
Saludos