domingo, 6 de marzo de 2022

El Longbow desapareció del campo de batalla tras la Edad Media


El 26 de agosto de 1346 tuvo lugar la batalla de Crécy, en un lugar del norte de Francia. Enfrentó a ingleses y franceses en el contexto de la guerra de los Cien Años y, en aquel enfrentamiento, fueron fundamentales los arqueros ingleses. Provistos del clásico Longbow (arco largo inglés), fueron capaces de frenar a la caballería francesa y declinar la victoria hacia el lado anglosajón.

Dando un salto en el tiempo, el 27 de mayo de 1940, casi 600 años más tarde y también en el norte de Francia, un alemán era abatido por una flecha lanzada por un arquero que portaba un Longbow. No, no estoy loco ni se produjo un pliegue temporal entre ambos sucesos. Existió durante la Segunda Guerra Mundial un curioso personaje que luchaba con un arco y una espada. Algunos le llamaban Mad Jack (el loco Jack), aunque al final terminó quedándose con el apodo de Fighting Jack (Jack el luchador). ¿Queréis conocer un poco más a este personaje?


John Malcolm Thorpe Fleming "Jack" Churchill nació un 16 de septiembre de 1906 en Hong Kong. Por entonces colonia inglesa, en 1926 se graduó como oficial en la academia militar de Sandhurst, comenzando con unas excentricidades sólo explicables por el curioso carácter inglés. Sus compañeros se sorprendían que, llevado por el gusto hacia la historia medieval inglesa, Churchill utilizara una espada Claymore en vez de la clásica fusta (en verdad portaba una Claybeg sword, una versión más pequeña que la Claymore).



Preguntado por su curiosa arma de batalla Churchill contestó: “In my opinion, any officer who goes into action without his sword is improperly dressed” (Según mi opinión, cualquier oficial que entra en acción sin su espada, no está adecuadamente vestido).

Además de la espada, su gusto por la historia medieval inglesa le llevó a aprender a tocar la gaita escocesa y a tirar con arco.

Respecto a sus armas sería el arco y no la espada la que le otorgaría un sitio en la historia de la Segunda Guerra Mundial. Su habilidad con el arco, le permitió formar parte de la selección nacional inglesa que participó en el campeonato mundial de arco en Oslo en 1939, momento en el cual comenzó la Segunda Guerra Mundial.

Alistado al ejército inglés tras una problemática vuelta a Inglaterra, fue enviado a Francia en el Manchester Regiment, portando en su equipo de guerra, tanto su espada como varios juegos de arcos.

En los primeros meses de inactividad la sangre le hervía al belicoso de Churchill, razón por la cual un 31 de diciembre de 1939 decidió acercarse a las trincheras enemigas y probar suerte con su arco. Lanzó dos flechas y sólo una provocó movimiento en la trinchera alemana, aunque no supo si había acertado algún blanco. Esa duda se disiparía unos meses después.

Conquistada Polonia, los alemanes avanzaron por sorpresa hacia Francia a  través de Bélgica, superando la línea Maginot y aislando a la fuerza expedicionaria inglesa en Dunkerque. Churchill se encontraba en aquel momento al mando de una fuerza mixta que defendía una posición en el pueblo de L'epinette. Era el 27 de mayo y le informaron que una avanzada alemana llegaba a su localización.

Tomó a dos hombres bajo su mando y decidió tenderles una emboscada. Adelantándose respecto al lugar que los alemanes tomarían para atacar sus líneas defensivas, se ocultó en un granero cercano que le otorgaba una buena línea de disparo a través del agujero utilizado para introducir las balas de paja. Cuando llegó allí, cinco alemanes estaban preparándose para atacar, ignorantes de que por el flanco alguien les observaba con muy malas intenciones.

Churchill tensó su arco y apuntó al sargento que estaba al frente de los soldados alemanes. Aunque existía una distancia de 30 metros la flecha acertó en el pecho del soldado germano, hundiéndose hasta las plumas. El resto de los sorprendidos alemanes cayeron bajo el fuego de los dos soldados que acompañaban a Churchill. Oficialmente, Churchill acaba de abatir a un enemigo tal como se hacía 6 siglos antes.

A pesar de esta pequeña hazaña, Churchill tuvo que retirarse hacia Dunkerke junto con el resto de fuerzas inglesas ante el avance alemán. Su peculiar armamento no pasó desapercibido durante la evacuación. La página 21 del diario de guerra de la 4ª brigada de infantería con fecha del 30 de mayo de 1940 reza lo siguiente:

"Una de las incidencias más celebradas de la evacuación de Dunkerque fue la visión del capitán Churchill, marchando por la playa con su arco y sus flechas. Sus acciones en el Saar con sus flechas son conocidas por muchos y su disgusto por no haber podido practicar con ellas tanto como le habría gustado, ha sido notable. Su ejemplo y buen trabajo con su grupo de ametralladoras han sido una gran ayuda para la 4ª brigada de infantería”.

Churchill tuvo muchas más aventuras durante este conflicto, demostrando que la valentía y la excentricidad suelen ir de la mano en muchas ocasiones.

Enrolado en los comandos, según sus palabras, porque parecía peligroso, participó en la Operación Arquería (1941) en Noruega o en el desembarco de Salerno (1943), en donde destacó en el ataque nocturno a la población de Piegoletti. Armado con su espada y ayudado por un cabo se infiltró en el pueblo y desbarató silenciosamente todas sus defensas, lo que le valió su primera condecoración de orden de servicios distinguidos (DSO).
 
Prácticas de desembarco. Churchill con su espada en la esquina inferior.
Cuando luchaba en Yugoslavia junto a los partisanos fue capturado por los alemanes, quienes le enviaron al campo de concentración de Sachsenhausen. Logró escapar de allí junto a un oficial de la RAF, pero fue capturado nuevamente cuando llegaba a Rostock. Enviado al campo de prisioneros austriaco de Niederdorf, volvió a escaparse y, esta vez sí, contactar con una columna americana que lo rescató.

Amargado por el largo tiempo que pasó en prisión decidió continuar la guerra en el Pacífico, siendo trasladado a Birmania. Pero allí los americanos, con sus bombas atómicas, dieron por concluidas las hostilidades.

Sus acciones bélicas no terminarían, no obstante. En 1948, como paracaidista inglés, participó en Palestina en diversas misiones, siendo condecorado por segunda vez con la orden de servicios distinguidos (DSO), por rescatar una unidad atrapada bajo fuego enemigo.

Un personaje digno de una buena biografía cinematográfica, ¿verdad?

Y si queréis descubrir muchas historias apasionantes como esta os animo a descubrirlas en la colección Mis mentiras favoritas. Disponible en la Casa del Libro y Amazon.




Para saber sobre este personaje os recomiendo los siguientes enlaces:




No hay comentarios:

Publicar un comentario