Las ruinas romanas de Cáparra

 

Hoy vamos a viajar hasta una pequeña ciudad romana de la antigua Lusitania, en la actual provincia de Cáceres (Extremadura). La particularidad de la ciudad de Cáparra era que la famosa Vía de la Plata la atravesaba de norte a sur, coincidiendo con su decumanus máximus. Su particular situación de cruce de caminos, pues también conectaba con la zona del Jerte, la convirtió en un perfecto lugar de comercio para los viajeros que realizaban el trayecto entre Emérita Augusta y Asturica. Este comercio fue lo que favoreció su desarrollo e importancia, reflejada en el arco tetrapylum, único en España y símbolo actual de estas ruinas. ¿Os apetece descubrir algo más de ellas?

 

¿Cómo llegar?

 

Las ruinas de Cáparra se encuentran muy cerca de la ciudad de Plasencia. Circulando por la autovía A-66 debemos coger la salida hacia Guijo de Granadilla - Oliva de Plasencia. Las indicaciones son claras desde este desvío y no nos perderemos. Al legar a las ruinas un amplio aparcamiento nos esperará junto al pequeño centro de interpretación que dispone el yacimiento.

 

 

El centro de interpretación

 

En el pequeño centro de interpretación vamos a poder hacernos una idea de la importancia que tuvo la ciudad de Cáparra en el mundo romano. A través de sus paneles descubriremos interesante información sobre este poblamiento, sus edificios más notables y su final despoblación.

 

Como ideas interesantes indicar que la ciudad tenía un origen prerromano vetón, algo evidente tanto en los nombres de ciertos clanes locales (por el epíteto capericorum) como en el cognomen Vetto (el vetón) de algunos personajes locales. Igualmente existe cerámica indígena que sustenta este inicial origen.

 

Ahora bien, la ciudad, al estar situada en terreno llano, no tenía muchas defensas y su actividad comercial fue potenciada por los romanos al atravesarla la Vía de la Plata. La influencia romana se percibe tanto en sus obras públicas (foro, termas…) como en el trazado ortogonal de sus calles.

 

El despoblamiento de Cáparra se produjo durante la Alta Edad Media, acentuándose durante la invasión musulmana. No será hasta después del siglo XII cuando volvamos a tener noticias de este enclave, aunque con la cercanía de Plasencia ya nunca volverá a tener la importancia de antaño. Un nuevo eje viario y la falta de comercio en la ciudad serán las estocadas finales para una aldea que jamás llegó a recobrar la magnitud de antaño.

 

En el ámbito local el despoblamiento de Cáparra ha quedado solidificado en la memoria colectiva a través de la expresión: “Ansí se despobló Cáparra”. El Maestro Correa definió el uso de esta expresión en la comarca para “cuando se van los de una conversación, de pocos a pocos”.

 

Un vídeo explicativo de la ciudad nos mostrará las diversas recreaciones por ordenador de los edificios, algo imprescindible a mi entender para que las personas profanas puedan entender algo de las ruinas a visitar.

 

La visita a las ruinas

 

El recorrido se inicia junto a las ruinas del anfiteatro, una importante estructura extramuros situada en el sur de la ciudad. Aunque se han colocado algunos bancos en las gradas, el aspecto general no nos permite imaginar el esplendor de este recinto, pues apenas quedan los cimientos del muro perimetral y el terraplén donde se situaban las gradas.

 

Caminando hacia el norte llegaremos a la Puerta Sureste, importante entrada a la ciudad formada por dos torres redondas que en época romana debían ser imponentes. Hoy en día, en cambio, apenas quedan los cimientos.

 

Avanzando por el antiguo cardo maximus de la ciudad, hoy un paseo de tierra entre viñedos, vamos a descubrir la imponente ciudad de Cáparra. Con el arco como elemento más destacado, tenemos al lado izquierdo un conjunto de casas con locales comerciales que daban a esta calle y, a nuestra derecha, el edificio de las termas.

 

Las termas se construyeron durante la época Flavia y su gran magnitud nos permite descubrir que contaban con todas las típicas salas de estos establecimientos. La mayoría de elementos de estas ruinas están protegidos por una estructura acristalada que sólo nos permite hacernos una idea aproximada de su importancia.

 

El arco cuadriforme de Cáparra es el monumento principal de la ciudad. Único en España, se situaba imponente en la confluencia entre el cardo y el decumanus maximus. Fue erigido a finales del siglo I d.C. por Fidius Macer, relevante personalidad de la ciudad, como testamento de sus padres. Esto lo sabemos por la inscripción que se encuentra en el arco y os traduzco:

 

BOLOSEA(E) FIDI(O)

PELLI F. MA(CRI. F)

M. FIDIVS MACE(R EX)

TESTAMENTO F (C)

 

"Marco Fidio Macer, erigió este monumento, según testamento, en honor de Bolosea, hija de Pellio y de Fidio, hijo de Macer".

 

La estructura tenía una altura total de 13 metros y estaba formada por cuatro arcos de medio punto, siendo sostenidos por cuatro pilares. Unos pedestales nos indican que sobre ellos debieron estar colocadas estatuas y efigies en la época de mayor esplendor.

 

Fue construido con sillares de granito y un núcleo de cal y canto, estando su superficie pintada de rojo tanto como elemento decorativo como protector de la piedra.

 

Por último, la zona al norte del arco estaba ocupada por el Foro. Apenas excavado, se intuyen nada más los tres templos, la Basílica y la Curia.

 

En definitiva, unas ruinas romanas donde el mayor atractivo es el arco de Cáparra por su singularidad y buena conservación. El resto del yacimiento se encuentra escasamente excavado y no aporta nada nuevo o diferente respecto a otras ciudades romanas que visitarais con anterioridad.

 

Información práctica

 

 Centro de Interpretación Ciudad Romana de Cáparra

Tfno: 927 199 485

Invierno de 10:00 a 14:00h y de 16:00 a 19:00h.

Verano de 10:00 a 14:00h y de 17:00 a 20:00h.

Cerrado domingo tardes y lunes todo el día.

 

En mayo suele celebrarse en este yacimiento la fiesta romana de Floralia donde acuden diversas personas y realizan eventos tematizados donde recrean, en parte, el pasado floreciente que tuvo este lugar.

Hasta la próxima