Hoy vamos a visitar un pueblo abandonado. No se trata
del típico pueblo ruinoso abandonado porque sus habitantes buscaron mejores
oportunidades en otras localidades. Al contrario, Granadilla fue abandonado
debido a la construcción de un embalse. Y su importancia radica en el excelente
patrimonio arquitectónico que conserva y atrae a cientos de turistas cada año,
calificándolos muchos como el pueblo abandonado más bonito de España.
¿Cómo llegar?
Granadilla pertenece a la localidad de Zarza de
Granadilla por lo que deberemos desviarnos hacia esta localidad desde la A-66,
la autovía que une Plasencia con Salamanca.
Se encuentra a escasos kilómetros de Plasencia y de
otra interesante ciudad extremeña como Hervás.
El horario para poder visitar Granadilla es el
siguiente:
De Abril a Octubre: Mañanas de 10:00 h. a 13:30 h y de
16:00 a 20:00 h.
De Noviembre a Marzo: Mañanas de 10:00 h. a 13:30 h y
de 16:00 a 18:00h
¿Qué podemos ver en Granadilla?
Tras aparcar nuestro coche en la entrada del pueblo
nos vamos a encontrar con el monumento más representativo de este pueblo, el
castillo.
Se trata de un pequeño torreón construido sobre una
antigua alcazaba árabe. Su estructura consta de un núcleo cuadrangular al que
se le adosaron diversas torres circulares, creando un bonito efecto estético.
Como curiosidad indicar que la barbacana, una muralla exterior que protege la
torre, no fue construida hacia el exterior del pueblo, sino hacia el interior,
lo que nos indica el escaso valor castrense del recinto. Fue construido por el
primer Duque de Alba.
Nosotros, por la COVID-19, no pudimos ver su interior,
pero por otras personas que lo han visitado indicar que lo mejor son las vistas
desde lo alto de la torre.
Una vez entramos en Granadilla a través de su puerta
en la muralla descubrimos un montón de rincones encantadores que muestran una
vida pasada que ya no volverá. Podemos iniciar nuestro recorrido siguiendo el
camino que se abre a nuestra derecha. Así podremos ver la entrada al castillo y
una serie de casas tradicionales en piedra.
Ese camino nos llevará a las murallas, donde
podremos recorrer una sección de la misma admirando el embalse que fue la razón
del abandono de este lugar.
En época franquista el gobierno expropió Granadilla
con la excusa de la construcción del embalse de Gabriel y Galán. El pueblo fue abandonado
definitivamente en el año 1964 aunque, por fortuna, las aguas no llegaron a
inundar el recinto del pueblo (aunque si sus accesos).
En los años ochenta del siglo pasado Granadilla será declarado
Conjunto histórico-artístico y comenzará a ser restaurado y rehabilitado con
objetivos educativos y turísticos.
Pero volvamos al adarve donde nos encontramos. Las
murallas rodean perimetralmente el pueblo y datan de época musulmana. El paseo
por ellas es una bonita experiencia.
El centro neurálgico del pueblo es su Plaza Mayor,
lugar donde se encuentran los principales edificios. Algunos con coloridas
fachadas, otros con originales decoraciones (como la casa de las conchas), cada
rincón guarda un encanto especial.
Como podéis imaginar, sólo una parte del pueblo se
encuentra rehabilitada y accesible al público. La mayor parte del caserío yace
derrumbado y no suele ser posible su visita por miedo a posibles accidentes.
Aún así es una delicia pasear por el entramado urbano acotado y descubrir la
belleza que atesoraba este escondido lugar.
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