domingo, 23 de noviembre de 2025

Pagamos más [impuestos] que nunca, pero vivimos peor

 

Esta frase la realizó Alberto Núñez Feijóo, líder del Partido Popular (principal partido político de la oposición en España), el pasado mes de octubre durante una intervención en el acto de inauguración del Congreso Nacional de la Empresa Familiar en Burgos.

 

La misma me vino a la memoria tras la publicación, el pasado domingo, de un vídeo del presidente del gobierno Pedro Sánchez, en el cual celebraba los logros de sus dos años de gobierno. En el mismo, tras afirmar que “no hemos dejado de trabajar para mejorar la vida de la gente de la calle”, desgranaba sus principales logros, entre los que me gustaría destacar los siguientes: “España tiene hoy más de 22 millones de personas ocupadas”, una cifra alcanzada por primera vez, y que el país “crece más que el resto de las economías avanzadas, con paz social”.

 

Escuchando a uno y otro parece que viviéramos en países diferentes, ¿verdad?

 

Vamos a desgranar estas medias verdades con las que nos acostumbran a bombardear día sí y día también.

 

Para realizar una comparación justa de la situación que vive España voy a tomar los datos de los barómetros realizados por el CIS, el Centro de Investigaciones Sociológicas. Se trata de un organismo público español, adscrito al Ministerio de la Presidencia, Justicia y Relaciones con las Cortes, cuyo fin es el estudio científico de la sociedad española, normalmente a través de la elaboración de encuestas periódicas.

 

Puede que para algunos estos datos no resulten muy fiables, pues el presidente es José Félix Tezanos Tortajada, militante del PSOE (partido actualmente en el poder) desde 1973. Pero creo que, en lo relativo a temas sociales, la muestra si que resulta lo suficientemente válida para realizar la comparación dentro de las mismas preguntas.

 

Analicemos entonces las declaraciones de los dos políticos.

 

Feijoo indica que pagamos más impuestos que nunca y esta frase es totalmente correcta.

 

Durante 2024, nuestro país logró recaudar 281.174 millones de euros gracias a cuatro figuras tributarias: IRPF, IVA, Impuesto de Sociedades e Impuestos Especiales.

 

Se produjo un aumento, respecto al año anterior, de un 8,1 %, situando el peso de estos tributos en el 17,7 % del PIB, frente al 17,4 % registrado en 2023.

 

La subida se apoyó, sobre todo, en el IRPF, que acumuló el 40 % del aumento total. Le sigue el IVA, con el 29,1 %; luego el Impuesto de Sociedades con el 17,7 %; y los Impuestos Especiales, con el 6,6 %.

 

En el siguiente artículo publicado por la página Newtral se analizan los incrementos de la recaudación de hacienda desde el año 2018. Este año es una buena base para realizar comparaciones, pues en junio de ese año Pedro Sánchez accedió a la Moncloa por primera vez.

 

Según leemos en el artículo, el IRPF es uno de los impuestos que más ha hecho subir la recaudación desde que Pedro Sánchez llegó al Gobierno. En 2024, el Estado ingresó un 56% más que en 2018 por este tributo. Igualmente, el Gobierno ingresó un 29% más con el Impuesto sobre el Valor Añadido (IVA). Y así con todos.

 

La recaudación total de Hacienda, por tanto, aumentó un 41,3%. De hecho, uno de los factores que ha influido en ese crecimiento tiene que ver con el IRPF. La decisión del Gobierno de no deflactar las tarifas de la renta y no acompasar, por tanto, este tributo a la subida de precios, ha hecho que, al final, se acabe pagando más.

 

Ahora bien, ¿lo anterior significa que vivimos peor?

 

Existe una pregunta clave que realiza el CIS para responder a esta duda: la valoración de la situación económica de España. En el CIS de junio de 2018 tenemos estos resultados.

 

Para un 50% de los entrevistados era mala o muy mala. Si sumamos a los que la consideraban regular el porcentaje asciende al 90%. En resumen, la situación era, económicamente, muy deficiente.

 

Debemos recordar que, en aquellos años, España tenía un grave problema con el empleo que también reflejaba el CIS. Para el 37,1% de los españoles el paro era su principal preocupación. Los trabajos eran escasos y de alta precariedad. El salario real apenas aumentaba (crecimiento mínimo del 2,76% en 30 años, muy por debajo de la media de la OCDE) y la desigualdad era evidente, afectando a los trabajadores con menos ingresos.

 

Los datos anteriores me parecen bastante reales, pues coinciden en lo principal con los datos del CIS de mayo de 2018, momento en el cual Tezanos aún no había sido nombrado presidente.

 

Vamos a compararlos con los datos de octubre de 2025.

 


Nuevamente, para la mitad de los españoles, la situación económica es mala o muy mala. Ahora bien, para el 36,2% es buena (vs 6,6% en 2018) y para el 3,8% es muy buena (vs 0,1% en 2018). [Resulta curiosa la disparidad en los datos cuando consideramos la situación económica personal, pero prefiero no entrar en ese melón].

 

Aquí están los datos clave que contradicen la última parte de la frase de Feijoo. La situación económica de muchas personas ha mejorado respecto al año 2018, por lo que, en este caso, si podemos afirmar que con Pedro Sánchez en el gobierno una mayor parte de españoles vive (económicamente) mejor que hace 7 años


Y no nos engañemos, cuando el dinero sale por la puerta el amor escapa por la ventana. En el mundo capitalista donde vivimos, el dinero es una de las bases más importantes para tener felicidad. Si una persona tiene una vida económica estable y decente vivirá mejor que otra que no tiene esa estabilidad y/o capacidad.

 

Lo anterior se puede explicar de muchas formas, pero una de las principales a mi entender, es la política laboral que ha llevado el gobierno en estos años. Con la lucha contra la precariedad laboral, estabilizando los empleos, y la subida del salario mínimo un 61%, pasando de 735,90€ mensuales en 2018 a 1.184€ mensuales en 2025, muchas personas han logrado mejorar su vida notablemente.

 

Nuevamente este dato lo confirma el CIS. La preocupación por el paro en España ha dejado de ser la principal, cayendo al séptimo lugar (5%) en octubre de 2025.

 

En la actualidad, la principal preocupación de los españoles es la vivienda (19,2%), cuyos precios están desorbitados. Y aquí debemos realizar un toque al gobierno, pues en el año 2018 la preocupación por la vivienda era apenas reseñable en el CIS (puesto 22 con un 0,2%).

 

Es cierto que, en mayo de 2023, el gobierno aprobó una Ley de Vivienda que tenía como objetivo regular el mercado del alquiler para facilitar el acceso a una vivienda digna. Sus puntos clave incluían la creación de "zonas tensionadas" donde se limitarán los precios del alquiler, la modificación de las reglas para grandes tenedores, y la mejora de la protección frente a desahucios para los colectivos más vulnerables. Además, incentivaba la creación de más vivienda asequible y pública.

 

En aquel momento, el CIS de ese mes indicaba que la vivienda ocupaba el puesto número séptimo entre los principales problemas de los españoles (3,3%).

 

Dos años después de su aprobación, no solo no ha mejorado el acceso a la vivienda, sino que los efectos perniciosos de esta norma han recrudecido este problema, debilitando el alquiler residencial, provocando una destrucción de la oferta de alquiler nunca vista hasta ahora y batiendo todos los récords de precios en prácticamente todas las provincias del país. El alquiler residencial o de larga duración es hoy, dos años después de esta norma, el gran perjudicado, y esta escasez afecta día a día a los inquilinos de toda España, y especialmente a los inquilinos que residen en las zonas declaradas de mercado tensionados, cuyo epicentro es Barcelona.

 

Con el objetivo de mejorar la protección de los inquilinos, la ley de vivienda ha generado una brecha con los propietarios, que, ante el desamparo jurídico, han huido del mercado de alquiler residencial, ahondando en el grave problema de escasez de oferta que arrastra el mercado. La falta de viviendas para alquilar, sumada a un crecimiento firme de la demanda, han disparado los precios, lo que, en definitiva, ha perjudicado el acceso a un hogar para muchos jóvenes y familias.

 

Esto es lo que refleja el CIS de octubre de 2025.

 

De una manera simplista podemos indicar que los años de gobierno de Pedro Sánchez han logrado mejorar la situación laboral en España, para muchos españoles, de manera evidente, pero en cambio, no ha logrado atajar el problema de la vivienda.

 

Lo anterior significa que muchos jóvenes tienen ahora un trabajo mucho más estable que les permite lanzarse a comprar/alquilar una vivienda. Pero, debido a la falta de medidas eficaces para igualar oferta y demanda, vivimos una situación donde la imposibilidad de acceso a la vivienda por los más jóvenes es un problema social que se está convirtiendo en un malestar social importante.

 

Resumiendo, estos años de gobierno socialista de Pedro Sánchez no han sido ni tan malos para la mayoría, tal como nos indica la oposición, ni tan buenos como nos quiere hacer ver el gobierno. Tienen, como siempre, luces y sombras.

 

Nadie hace todo mal, ni por supuesto, todo bien. En este blog he sido muy crítico con el gobierno en múltiples ocasiones, pero también era hora de saber valorar sus puntos positivos. Pues, de otro modo, pareciera que no soy objetivo en mis conclusiones.

 

Por último, me gustaría que el CIS volviera a realizar la pregunta sobre la felicidad de la población. En el año 2018, en una escala de 0 a 10, algo más del 50% de los españoles respondieron con los tres valores más altos.

 


El último dato con el que puedo comparar tal valor lo publicó el CIS en el año 2024, en una encuesta particular que llamó Felicidad y valores sociales. En la misma aparecía que el 80,4% se consideraban felices, mientras un 11,4% consideraba que no.

 


Cruzando los datos con el 2018 y considerando que una votación de 5 o menos se puede equiparar a sentirse infeliz, tenemos que la infelicidad se mantiene en 11,4% bastante estable.

 

Si nos salimos del CIS y consideramos otros estudios debemos fijarnos en el World Happiness Report 2025, un estudio anual que se ha convertido en uno de los instrumentos más sólidos para medir el bienestar subjetivo de más de 140 países.

 

En este informe España aparece en el puesto 38 del ranking, una caída de cuatro posiciones respecto al año pasado. Con una puntuación media de 6,3 sobre 10, nuestro país se sitúa por detrás de Lituania, República Checa, Reino Unido o incluso Kosovo.

 

España lleva varios años descendiendo lentamente en el ranking. ¿Por qué? El informe no ofrece respuestas simples, pero da pistas claras. España suspende en varios indicadores clave: baja participación en voluntariado (puesto 97), escasa ayuda a desconocidos (83) y niveles moderados de generosidad (44 en donaciones). Más preocupante aún: los españoles tienen una percepción muy pesimista sobre la benevolencia de su entorno. Aunque España mantiene buenos datos en salud y esperanza de vida, el número de personas que viven solas y comen solas crece año tras año.

 

Un hallazgo relevante del informe es el vínculo entre felicidad, confianza social y polarización política. Allí donde la gente se siente desconectada, maltratada por las instituciones o simplemente ignorada, el voto antisistema gana terreno. Según los datos, las personas infelices con alto nivel de desconfianza tienden a votar por la extrema derecha. En cambio, quienes confían más en su entorno (aunque no estén completamente satisfechos con su vida) tienden a votar por opciones progresistas o de izquierda.

 

Este hallazgo trasciende ideologías. Se trata, en el fondo, de un patrón emocional: la infelicidad no conduce automáticamente al radicalismo, pero cuando va acompañada de desconfianza y sensación de abandono, sí puede volverse combustible político.

 

Los investigadores cruzaron datos de encuestas en decenas de países europeos y comprobaron que los votantes de extrema derecha tienden a presentar tres rasgos comunes:

 

1.    Baja satisfacción con la vida.

2.    Alta desconfianza hacia las instituciones y hacia sus semejantes.

3.    Percepción de pérdida (cultural, económica o identitaria).

 

Como conclusión final, y teniendo en cuanta los estudios del CIS y del World Happiness Report 2025, debemos realizar la siguiente pregunta:

 

¿Aumentó el número de españoles felices tras siete años de gobierno socialista? Parece ser que no.

 

Esto es lo que todo gobierno debería desear. Y más uno socialdemócrata.

 

Toca seguir trabajando duro.

 

Hasta la próxima


CIS junio 2018: https://www.cis.es/documents/d/guest/es3217cs_a

CIS octubre 2025: https://www.cis.es/documents/d/guest/es3528mar_a

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