Hoy, en nuestra salida dominguera, no nos vamos a salir de la Comunidad Autónoma de Madrid. Nuestro objetivo es visitar un lugar tan original como único. Catalogado, además, como uno de los Pueblos más bonitos de España. Una utopía del siglo XVIII que nos servirá para aprender como una persona con medios e ilusión es capaz de cambiar el tejido productivo de un país.
¿Os interesa conocer el primer pueblo industrial
levantado en España?
¿Dónde está Nuevo Baztán?
La población de Nuevo Baztán se encuentra al sudeste
de la Comunidad de Madrid, muy cerca de Alcalá de Henares. Aunque pareciera
encontrarse en un lugar apartado y solitario, antaño su posición cerca de
Madrid le permitía enviar sus productos manufacturados a numerosos lugares
repartidos por toda Europa.
La mejor manera de ir hasta allí es en automóvil
propio. El mismo lo podéis aparcar fácilmente en un descampado que funciona
como aparcamiento público, justo detrás del Bar restaurante Aries.
¿Qué vamos a encontrar en Nuevo Baztán?
Mi recomendación es adquirir una visita guiada a la
población de Nuevo Baztán, pues de esa manera vais a poder haceros una idea
precisa de los pormenores históricos que rodea este lugar. Los guías son
espectaculares y os detallarán con precisión cada rincón de este lugar.
Las visitas las contratáis, in situ, en la oficina de
turismo, ubicada en el palacio de la localidad. No tiene pérdida.
Advertir que las visitas duran un par de horas, aunque
se hacen muy amenas. En la misma recorreremos diferentes puntos de interés del
pueblo y aprenderemos mucho sobre el primer pueblo industrial de primera planta
levantado en España.
Debido a lo anterior no voy a extenderme mucho en mis
explicaciones, contándoos lo justo para abriros las ganas de visitar el lugar.
Cuando visité la localidad lo primero que hice fue
acercarme al Palacio de Goyeneche, autentico símbolo de Nuevo Baztán. Se
trata de un palacio sobrio, sin apenas decoración y ornamentación. Algo que
sorprende bastante teniendo en cuenta que fue levantado por Churriguera,
maestro del barroco caracterizado por la pomposidad de sus obras.
Como únicas concesiones tenemos los robustos
baquetones fajados que enmarcan los vanos y la decoración que ayuda a sostener
el balcón principal, a fuerza de roleos vegetales, placas recortadas y la
cabeza de un león con el ajedrezado heráldico del Valle del Baztán entre sus
fauces y las dos cabecillas angulares, uno con gesto risueño y fruncido el
otro.
Sobre la puerta, como indiqué antes, se muestra la
cabeza de un león, con las fauces abiertas sujetando el escudo ajedrezado del
Valle del Baztán, que fue concedido en 1212 a los Baztaneses por el arrojo
demostrado en la batalla de las Navas de Tolosa. Esto nos indica la procedencia
del dueño de este palacio, Don Juan de Goyeneche y Gastón. Más tarde hablaré un
poco de él.
Destacar del exterior del palacio (cuya fachada fue
reformada en 2025) la asimetría de las torres, pues una pertenece al palacio
propiamente dicho (la rematada por una balaustrada pétrea y bolas, en homenaje
a Juan de Herrera) y, la otra, ya pertenece a la Iglesia anexa. Se trata de un
templo con advocación a San Francisco Javier, ilustre navarro, el cual aparece
en la escultura sobre la puerta de entrada. Al interior sólo se accede con la
visita guiada.
En el interior del palacio podréis sacar las entradas
y, mientras esperáis a que comienza la visita podéis visitar un par de salas
situadas en esa planta baja. Cuando yo visité el lugar existía una interesante exposición
temporal que versaba sobre la música y el teatro del siglo XVIII. En sus
vitrinas se mostraban instrumentos musicales, libros y trajes de la época. Poco
más podréis ver del interior del palacio, salvo el patio central.
La visita guiada se inicia en un edificio cercano al
palacio, hoy centro de interpretación y. antaño, bodega. En una gran
vitrina se exponen objetos pertenecientes a las numerosas fábricas que
Goyeneche abrió tanto en esta como en otras localidades próximas. El ilustre
navarro, siguiendo las teorías francesas de Colbert, estaba empeñado en
modernizar el país realizando industrias que pudieran fabricar objetos
demandados por las clases altas y que, entonces, debían ser importados del
extranjero. Entre los objetos que fabricaba destacar el vidrio, los paños, el
papel, las velas o el jabón.
Tras hacernos una idea sobre todo ello pasaremos a un
pequeño escenario donde nos mostrarán, con un vídeo de unos 20 minutos, la vida
y obra de Don Juan de Goyeneche y Gastón. Aquí algunas pinceladas.
Este navarro, originario de una importante familia que
vivía en el Valle del Baztán, fue enviado a estudiar al Colegio Imperial de los
Jesuitas de Madrid, en la época el colegio más importante. Allí destacó como
estudiante ejemplar en el ámbito de las matemáticas, algo que no pasó
desapercibido en la corte de Carlos II, el último Austria. Pronto pasó a ser el
encargado de los gastos personales del rey.
Su primera empresa con el objetivo de modernizar el
país la realizó en 1697, cuando compró un periódico en quiebra y lo convirtió
en una publicación de éxito que salía todos los martes informando de las
noticias, tanto patrias como del extranjero. Puede que os suene: la Gaceta de
Madrid.
Con la Guerra de Sucesión, tras la muerte de Carlos
II, Goyeneche se une al bando modernizador del Duque de Anjou, aportando paños
a los soldados y suministros para la flota naval. Supo elegir bien el bando
pues, tras la victoria del bando que apoyaban a los borbones, el rey Felipe V
le otorgó el cargo de tesorero de su esposa.
Será gracias a esta influencia que obtendrá el permiso
para comenzar a desarrollar una idea que le rondaba la cabeza, modernizar el
país por medio de la industrialización. En 1710 instaló, en la actual localidad
de Olmeda de las Fuentes, una primera fábrica de paños. Y, unos años más tarde,
en 1723, inauguró el primer pueblo industrial levantado en primera planta en
España. En honor a su lugar de procedencia le bautizó con el nombre de Nuevo
Baztán.
Diseñado por su amigo Churriguera (que ya le había
levantado un palacio en Madrid, hoy sede de la Academia de San Fernando),
estableció un complejo arquitectónico distribuido con manzanas ortogonales,
calles anchas y con las fábricas y las viviendas de los trabajadores. Todo lo
necesario, en definitiva, para el funcionamiento de un lugar donde llegaron a
vivir 500 personas.
No todas las fábricas tuvieron éxito. Su proyecto más
ambicioso, la fábrica de vidrios, apenas duró unos pocos años. Y no fue por las
instalaciones o por la falta de personal, pues trajo de Francia a importantes
maestros vidrieros para enseñar el oficio a los locales, sino por motivos
técnicos. Pronto se agotó el combustible necesario para los hornos, obligando a
cerrar y trasladar la industria hasta la Granja de San Ildefonso, en Segovia.
En 1735 fallecía Don Juan de Goyeneche y Gastón,
siguiendo su legado su hijo. Pero esta utopía no duró demasiado debido a la
competencia de los productos europeos, y las fábricas fueron cerrando, poco a
poco, desapareciendo antes de que acaba el siglo.
La visita guiada nos llevará, tras salir del centro de
interpretación por las diferentes plazas de la localidad. En la plaza de la
cebada se levantaban las casas de los agricultores y ganaderos que debían
proporcionar el alimento a la población. Vemos que son casas pequeñas, con un
“doblao” en la parte superior para almacén.
Nada que ver con las imponentes casas que existían,
por ejemplo, con las que rodean la plaza de la Iglesia, pertenecientes a
los más pudientes. Casas amplias, de dos pisos y con patio trasero que, hoy en
día, ocupan restaurantes, o el Ayuntamiento.
Muy cerca se encuentra la plaza del mercado,
muy cambiada respecto al aspecto original y por donde salían los productos de
las fábricas. También se llama del secreto por ser la respuesta de los
trabajadores que portaban los fardos ante preguntas indiscretas.
La plaza de fiestas es la más monumental. Como
antaño, hoy se utiliza para las celebraciones locales más importantes. La
fachada posterior del palacio forma parte de uno de sus laterales, y sobre los
balcones superiores Goyeneche y sus amigos presenciaban corridas de toros. Las
casas que rodean la plaza estaban destinadas a los maestros de las fábricas.
Eran pequeñas, pero contaban con dos pisos y un balcón superior donde alojar a
la gente en los festejos. Esta plaza tiene tres importantes arcos en cada una
de las entradas, a cada cual más bonito.
La visita guiada termina visitando el interior de la
recoleta iglesia, proyectada originalmente como capilla del palacio. Lo más
destacable es el sencillo retablo, con escultura de San Francisco Javier y
medallón superior con escena bautizando a los indios. El único elemento barroco
que permitió introducir Goyeneche a Churriguera es el cortinaje de estuco
dorado que enmarca todo el retablo, recogido en los costados por borlones y
angelotes.
También es de destacar, en una vitrina lateral, la
figura de un crucificado elaborado en cuerno de elefante, o la cúpula de media
naranja, bajo la cual, en una de las dos criptas existentes, descansaban los
restos de Goyeneche.
Hasta aquí lo que os puedo contar del lugar. Espero
que os animara a visitarlo, pues no os decepcionará.
Si queréis tener más información sobre los horarios y
el monumento que vais a visitar os recomiendo visitar la web de turismo del
ayuntamiento: https://turismo.ayto-nuevobaztan.es/oficina-de-turismo/#visitas
Bonus Track
A unos 10-15 minutos de Nuevo Baztán, en la entrada a
la población de Ambite, se encuentra un monumento curioso a la par que
original. Se llama el monumento de los Ojos y consiste en numerosos azulejos
relativos a los ojos y la visión.
Unos son pictogramas, otros mensajes filosóficos y,
los más, simples curiosidades relacionadas con los ojos.
Una pena que algunos estén vandalizados, pues no tiene
ningún sentido estropear algo tan originalmente único y bello.
Hasta la próxima.
No hay comentarios:
Publicar un comentario