En noviembre de 2023 se estrenó en Corea del Sur una
película histórica que se convirtió en un éxito de taquilla. Dirigida por Kim
Sung Soo, narraba, con bastante precisión histórica, uno de los sucesos más
oscuros de la historia reciente de aquel país asiático. Me refiero al golpe de
estado exitoso que llevó a cabo el general Chun Doo-hwan el 12 de
diciembre de 1979.
Analicemos un poco este film convertido en uno de los
más exitosos de todos los tiempos en Corea del Sur.
SINOPSIS
La película se centra en las nueve horas más tensas de
ese día, cuando un grupo de altos mandos del ejército surcoreano decidieron dar
un golpe de estado para asumir el poder del país.
La excusa fue detener al general Jeong
Seung-hwa como cómplice en el asesinato del presidente Park Chung-hee. Puesto
que este general era el Jefe del Estado Mayor del Ejército, tal acto, sin el
consentimiento del entonces presidente interino Choi Kyu-hah, suponía un golpe
de estado de facto.
El comandante Lee Tae-shin, del Comando de la
Guarnición Capital de Seúl, fue casi el único que luchó realmente contra
este golpe, intentando restaurar el orden, aunque sin éxito.
La película muestra que la implicación del general
Jeong Seung-hwa en el magnicidio era injustificada y obedecía al intento del
mismo de apartar de los principales mandos del ejército surcoreano a parte de
los militares pertenecientes al grupo Hanahoe. Este grupo no oficial de
militares, encabezados por Chun Doo-hwan, eran en su mayoría egresados de la
undécima clase de la Academia Militar de Corea en 1955. Este grupo asumiría la
presidencia del país tras el golpe de estado y rigió la política del país la
siguiente década.
LO MEJOR
La película, dentro de que es un drama histórico con
algunas licencias, mantiene una tensión importante en todo momento, dejando al
espectador pegado a su silla durante todo el metraje.
La tensión aparece en todas las escenas que se suceden
en la película, desde las discusiones entre los golpistas hasta las acciones
particulares de cada mando militar durante el transcurso del golpe.
En mi opinión, el director sabe mostrarnos con
excelente rigurosidad las escenas de caos y desorganización que se produjeron,
así como las órdenes entrecruzadas que sometían a análisis la lealtad de los
mandos intermedios. Sin duda, las escenas de discusiones telefónicas consiguen
introducir al espectador en ese caos de manera muy eficiente.
Como todas las buenas películas de James Bond, un
drama de este tipo no es nada sin la interpretación de un buen malo. Y cuando el
actor Hwang Jung-Min aparece en pantalla como Jeon Doo-Gwang, un clon del
dictador Chun Doo-hwan, sabemos que la película va a funcionar perfectamente.
Su contención de sentimientos, en unas ocasiones, y su explosividad, en otras,
muestra una variedad de registros como villano que elevan la calidad del film.
Su mejor frase: “Fallar es traición. Salir
victoriosos es revolución”.
LO PEOR
No entendí muy bien que utilizaran nombres diferentes
(levemente para un occidental) en vez de los originales si están tratando un
tema real donde cada personaje es verídico. Es como realizar una película del
golpe de estado de Tejero y llamarlo Velero. O al rey de entonces José Carlos
en vez de Juan Carlos. Imagino que debía tratarse de algún impedimento legal,
pues no se me ocurre otra razón para ello.
El personaje interpretado por el actor Jung Woo-Sung,
que en la película aparece como Lee Tae-Shin, es la recreación del general Jang
Tae-wan, un personaje que luchó en contra del golpe de estado con todas sus
fuerzas. Caracterizado por un sentido del deber recto e insobornable, en la
película es encumbrado con acciones muy heroicas que realmente no ocurrieron.
De hecho, Jang Tae-wan, nunca abandonó su puesto de mando y, según la
información histórica, dio todas sus órdenes por teléfono.
En mi opinión, la película deja sin explicar
correctamente el trasfondo político-social del golpe de estado. La sociedad
pedía reformas democráticas tras la presidencia de Park Chung-hee,
caracterizada por una deriva autoritaria, escándalos de corrupción y
persecución a líderes opositores. Su posición quedó muy comprometida cuando
perdió las elecciones legislativas de 1978, con victoria en votos del opositor
Nuevo Partido Democrático. Lejos de asumir la derrota, siguió controlando la
Asamblea e instigó la expulsión de la cámara del candidato opositor Kim
Young-sam, así como su inhabilitación de la política. Esta medida supuso la
dimisión en bloque de todos los diputados opositores y la retirada del
embajador estadounidense en señal de protesta por la deriva dictatorial.
El 26 de octubre de 1979, Park Chung-hee fue asesinado
por Kim Jae-gyu, director de la Agencia Central de Inteligencia Coreana, en el
transcurso de una cena privada en las instalaciones del gobierno. Este suceso
apenas tiene unos escasos minutos de metraje al principio de la película. Según
la versión oficial de los hechos, Park había criticado a Kim por una supuesta
laxitud para sofocar las manifestaciones contra su persona. Las razones nunca
se aclararon totalmente, aunque detrás del magnicidio podía estar el miedo a
perder el poder.
Entonces, el primer ministro Choi Kyu-hah fue nombrado
presidente interino y, entre sus ideas, estaba la de realizar una apertura
democrática del país. Para ello se apoyó en el general Jeong Seung-hwa,
quién debía realizar una limpieza en el ejército de los militares más
tradicionales y apegados al anterior presidente. Realmente, fue este
aperturismo contra lo que luchó el general Chun Doo-hwan, quién no deseaba
perder influencia dentro del nuevo gobierno que se formaría.
El carácter conservador y autoritario del general Chun
Doo-hwan quedaría reflejado en el posterior golpe de estado del 17 de mayo
de 1980 (supuso el arresto de los principales líderes de la oposición, como Kim
Dae-Jung, y la declaración de la ley marcial bajo el pretexto de que Corea del
Norte podía atacar el país) y, sobre todo, en la masacre de Gwangju (18 al 27
de mayo).
Este último acontecimiento fue un alzamiento popular
ocurrido en la ciudad de Gwangju contra el gobierno dictatorial impuesto por el
general Chun Doo-hwan que fue reprimido con dureza. La cifra de víctimas varía
entre 165-450 muertos. El gobierno intentó tergiversar esta rebelión popular
como inspirada por simpatizantes comunistas. En 2002, se estableció un
cementerio nacional y día de conmemoración (18 de mayo) así como diversos actos
para "compensar y restaurar el honor" de las víctimas. Una
mención de todo esto hubiera sido apropiado para cerrar la película con una
visión más totalizadora.
No obstante lo anterior, la película es una de esas
escasas ocasiones en donde podemos hacernos una idea muy bien aproximada de un
suceso histórico real.
Hasta la próxima
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