domingo, 8 de diciembre de 2024

Las gafas de sol falsas no suponen un peligro para los ojos

 

Puesto que se acercan las Navidades y mucha gente está pensando en los regalos que comprar, hoy os voy a mostrar las consecuencias nefastas que tiene para nuestros ojos intentar ahorrar un poco de dinero comprando gafas de sol falsas.

 

Este es un tema recurrente al que no se le presta toda la importancia que se debiera debido a que las consecuencias, con ser malas, no son mortales. Aún así, es necesario que todo el mundo comprenda lo que implica comprar unas gafas falsas. 


¿Os interesa el tema?

 

En el año 2022 apareció un artículo inquietante respecto a las gafas de sol. El título era el siguiente: El ‘top manta’ se consolida como el principal vendedor de gafas de sol en España. Según estimaciones realizadas en el sector, “de los 20 millones de unidades de gafas de sol que se comercializan en España cada año, solo 3,8 millones han salido de las ópticas”. Esto significa, porcentualmente, que aproximadamente el 80% de las gafas de sol vendidas en España son imitaciones o artículos falsos que no han pasado por ningún control de calidad.

 

Si comparamos este dato con el ofrecido en el año 2013 por el “Libro Blanco de la Visión en España”, donde indicaba que “más del 30% de las gafas de sol que se venden en nuestro país se realiza a través del “top manta”, vemos que el porcentaje ha subido exponencialmente en apenas una década (del 30% al 80%). Algo estamos haciendo muy mal desde el mundo de la óptica para no transmitir correctamente que las personas que adquieren un producto así se están dañando los ojos.

 


El aumento de este porcentaje no se debe a que existan más “manteros” en nuestras calles. Se debe, principalmente, a que ha aparecido un nuevo actor en el sector, Internet. La red se ha convertido en el mayor vendedor de gafas de sol. Y, lamentablemente, no siempre las personas adquieren gafas originales.

 

Veamos la siguiente imagen. En ella muestro la misma montura, la conocida Ray-Ban Aviator Large RB3025 L0205 calibre 58. La imagen superior corresponde a la página oficial de Luxottica, fabricante italiano que realiza las gafas Ray-Ban. La foto interior muestra una de las múltiples páginas web de venta de gafas (quité el logotipo a propósito) donde se oferta la, aparentemente, misma montura, a un precio ostensiblemente inferior.



Hasta no recibir la montura en mi casa no puedo afirmar si ese modelo es verdadero o falso. Algo que la mayor parte de personas profanas al sector le será muy complicado descubrir. Un estudio realizado por la asociación Visión y Vida indicaba que “casi cuatro de cada diez personas no pueden distinguir entre las gafas de sol de marca y las vendidas en el top manta”.

 

No obstante, la diferencia de precio debería hacernos sospechar que algo raro está ocurriendo. Por muchos costes que se ahorre alguien vendiendo algo por Internet (respecto a una tienda física), tal diferencia de precio no se justifica de ningún modo. Prácticamente está vendiendo al precio de coste del fabricante. Y todos sabemos que un intermediario gana dinero con sus ventas. Y si digo esto con este ejemplo, que será de todas esas gafas, supuestamente Ray-Ban, que se venden por debajo del precio de coste del fabricante. (Un inciso: las gafas de sol en España tienen un 21% de IVA que se añade al precio base fijado por el fabricante. A la hora de vender un producto debes repercutir todos los costes generados por el mismo: envíos transportistas, personal contratado para gestión logística de pedidos, posicionamiento página Web. Después de todo eso debes tener beneficios suficientes para vivir).

 

La mejor garantía a la hora de comprar una gafa de sol es adquirirla en las tiendas oficiales distribuidoras o en las páginas oficiales de los fabricantes. Sólo así sabemos que estamos comprando un producto de calidad y que ha pasado los controles obligatorios de Sanidad. No olvidemos que la gafa de sol, aunque no lo parezca, es un producto que compete a nuestra salud visual.

 

Aquí quiero hacer un nuevo inciso. Sólo conozco un caso donde la Guardia Civil tuvo que intervenir producto falso de gafas de sol vendido en óptica. Se trató de una operación donde se incautaron 290 gafas de sol falsificadas (la noticia aquí). Aunque la cadena de ópticas no salió a la luz pública, en nuestro mundillo todos sabemos quienes eran. Personalmente, hasta me tocó trabajar hace muchos años atrás con ellos. Pero sólo se dedicaban a explotar a los empleados negándoles derechos básicos como el permiso de paternidad (cuando era una semana, que ya ha llovido). Debe ser que desde la pandemia buscaron nuevas formas de estafa. ¡Menuda Herencia!

 

Volvamos al tema que nos interesa. ¿Por qué resultan perjudiciales las gafas de sol falsas?

 

Lo primero, porque no nos protegen de la radiación ultravioleta dañina. La famosa pegatina de protección 400 nm nos indica que una lente debe filtrar sólo la luz a partir de esa franja del espectro. En caso contrario, esa radiación pasará y nos provocará diferentes problemas a largo plazo. Si queréis profundizar en el tema os enlazo un artículo de este blog que escribí hace años sobre el tema describiendo el daño en cada parte de nuestros ojos (aquí). Y si eres de esas personas que necesita estudios científicos para convencerse de las cosas (muy bien), te dejo otro artículo donde me explayo al respecto (aquí).

 

Lo segundo. Al ser lentes oscuras nos resultan cómodas para evitar la molestia de una gran luminosidad ambiental. Pero, al no filtrar los ultravioletas, el daño de los mismos a nuestros ojos es mayor. Me explico. El ser humano, ante una fuerte intensidad lumínica tiende a cerrar los ojos para evitar daños y molestias. Con una lente oscura engañamos a nuestro instinto. La pupila se dilata para obtener más luz y, por consiguiente, más radiación ultravioleta entra en el ojo en comparación a no tener las gafas puestas. Por tanto, es mejor no usarlas para nuestra salud visual.

 

A continuación, os enlazo un vídeo de un compañero (Rubén González: Proteccion UV Lente Original Rayban VS Lente Imitación) donde muestra de manera sencilla cómo las lentes de imitación no filtran la radiación ultravioleta, creándonos un gran daño a nuestros ojos.

Espero que ahora, teniendo esta información a mano, no vuelvas a comprar una gafa de sol de imitación y acudas a los canales de distribución oficiales.

 

Me despido con una frase que me gustó mucho del compañero Ángel Viñas: “Igual que nadie compra una aspirina en el top manta, no debería comprar gafas piratas”.

 

Hasta la próxima

 

 

 

 

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