domingo, 15 de diciembre de 2024

Mis 5 rincones favoritos de Bolonia

  

En este artículo sobre la preciosa ciudad de Bolonia voy a centrarme en algunos lugares curiosos que no debéis dejar de visitar en vuestro viaje a la capital de la región de la Emilia Romagna. Se trata de un obligado complemento al resto de artículos publicados en el blog sobre la ciudad.

 

¿Os apetece descubrirlos?

 

1.    Finestrella, la ventana a los canales

 

En otro tiempo Bolonia era una ciudad que tenía numerosos canales (no tanto como Venecia). Los mismos se utilizaban para el transporte de mercancías, abastecer molinos, curtidurías e hilanderías, así como proveer de energía hidráulica. No en vano fueron fundamentales para el desarrollo medieval de la industria manufacturera que llevó a Bolonia a su potente desarrollo. Pero a partir del siglo XIX comenzaron a ser cubiertos, desapareciendo casi en su totalidad por el nuevo urbanismo moderno. En la actualidad existen más de 60 km de canales subterráneos.

 

Uno de los lugares con más encanto para observar un vestigio del pasado es acercarse a una pequeña ventana llamada Finestrella. La encontraréis en Via Piella, no muy lejos del centro. También podéis ver este canal, denominado “la pequeña Venecia” por los puentes de las calles Oberdan y Malcontenti.

 


La vista de este canal de agua encerrado entre las coloridas casas es uno de los secretos ocultos de Bolonia.

 

2.    Piazza Santo Stefano

 

Después de la Piazza Maggiore, este es uno de los lugares con más encanto que vais a encontrar en Bolonia. No sólo por tener una visita imprescindible, como el conjunto de las siete iglesias de Santo Stefano, sino por poseer el mejor ejemplo de soportales bajomedievales, con arcos de mampostería apoyados en muros bajos, que separaban el tráfico rodado del peatonal. De ellos se pueden observar ejemplos en los palacios señoriales de la Piazza Santo Stefano, con sus características columnas octogonales de ladrillo, que pronto darían paso a las más clásicas columnas de piedra de sección circular.

 


Además, existen dos palacios dignos de mención. Por un lado, tenemos un curioso palacio porticado donde vamos a poder descubrir el rostro del diablo esculpido entre otros pertenecientes a la rica familia que vivía allí. Su incursión obedece a que el escultor deseaba indicar que allí anidaba el mal, pues la familia era famosa por sus disputas.

 


Justo enfrente tenemos la entrada a la Galería Isolani, un bello palacio en cuyo interior vamos a poder encontrar restaurantes, tiendas y edificios residenciales.


 

Os recomiendo atravesarla, pues vais a desembocar por su fachada más monumental, la del Palacio de las tres flechas, una casa medieval románico-gótica que destaca por tener el pórtico de madera más alto de la ciudad. Su nombre proviene de tres flechas clavadas en lo alto del techo (necesitarás prismáticos para poder verlas). Las leyendas sobre estas flechas son variadas. La más repetida indica que las flechas eran para asesinar a un hacendado de la ciudad, pero que los tiradores se despistaron porque apareció una mujer desnuda en la ventana. Si afinais la vista podréis ver alguna de las flechas (yo sólo fui capaz de ver una).

 

3.    El Guetto Ebraico

 

Los barrios judíos siempre son bonitos de recorrer, por sus callejas estrechas y bellos recovecos. El de Bolonia se caracteriza por estar lleno de callejones, pasajes suspendidos de una casa a otra, puentes cubiertos y edificios con pequeñas puertas y ventanas. Y todo ello con las fachadas tan características en tonos cálidos que define a esta ciudad.

 

Una delicia pasear por sus callejones, donde la comunidad judía vivió hasta el año 1593, cuando fue expulsada definitivamente de Bolonia. En ese momento, el gueto era un barrio cerrado por tres puertas: la primera estaba ubicada al comienzo de via de Giudei, la segunda en via Oberdan y la tercera entre via del Carro y via Zamboni (de la que aún quedan rastros); estas puertas, custodiadas las 24 horas por guardias, se abrían al amanecer y se cerraban al anochecer. El símbolo en azulejo de la Mano de Miriam, vinculada a los cinco libros de la Torá, os mostrará la entrada a este barrio, apareciendo en calles y comercios, recordando la calidad artesanal judía.

 


Entre los puntos de interés para visitar en el guetto no debemos perdernos la Piazza San Martino, el precioso pasaje en vicolo Mandria 1, en el Palazzo Manzoli-Malvasia (vía Zamboni, 14, el único acceso aún reconocible al gueto), la Piazzetta Marco Biagi (en honor al profesor y abogado laboralista asesinado en 2002) y, por supuesto, el Museo Ebraico, donde conocer la cultura judía de toda la Emilia-Romaña a través de diversos medios de comunicación y testimonios de sinagogas, cementerios y antiguos guetos. La Sinagoga está algo más apartada del barrio (via Gombruti, 9).

 


4.    La torre del Reloj del Ayuntamiento

 

Cuando visité Bolonia estaba cerrada la subida a las torres, por lo que el mejor punto que os voy a recomendar para ver la ciudad de manera elevada es la Torre del Reloj del Ayuntamiento.

 

Y no por ser un lugar muy elevado, sino por ofrecer unas vistas impresionantes de la Piazza Maggiore. Sin duda, uno de los mejores puntos donde admirar los palacios, los soportales y la Basílica de San Petronio que conforman una de las mejores plazas de Italia.


 

5.    Arte urbano

 

Para el último punto he dejado una de mis pasiones, el arte urbano. Bolonia posee numerosos puntos interesantes donde admirar este tipo de arte, muchas veces efímero. Por tanto, puede que cuando vayáis a Bolonia, alguna de estas obras ya no exista.

 

En la Via del Pratelo, en la parte posterior de la Iglesia de San Francisco, vais a poder recorrer un barrio bohemio en donde los cierres de los locales tienen originales grafitis relativos, en muchas ocasiones, con el comercio existente.

 


Para admirar preciosos grafitis llenos de colorido tenemos que adentrarnos en el distrito universitario, a través de la Via Zamboni. Uno de los más señeros se encuentra en el número 38. Se trata del mural realizado por Luis Gutiérrez en 1988. En el mismo el autor plasmó su visión de los 500 años de la conquista de América. Entre las figuras reconocibles están el Che Guevara, Zapata o Fidel Castro.

 


Y en la Piazza Giuseppe Verdi, frente al Teatro, encontramos otro interesante mural con un mensaje positivo: ¡Queremos una vida bella!

 


Para descubrir un bello Skyline de Bolonia debemos acercarnos hasta la pequeña iglesia de San Nicolás, sita muy cerca de Le Due Torri. En el lateral de una de sus paredes tenemos esta maravilla de cúpulas y torres.


 

El Lettering de Bolonia está un poco alejado del centro. Debéis acercaros hasta la estación de tren de Bologna Mazzini. Un viaje un poco largo si no sois fanáticos del grafiti. Por ello os lo dejo en foto.

 


Y, para despedirme, un grafiti histórico. En la Casa Stagni, situada en la Via dell'Indipendenza 3, vamos a tener que alzar nuestra cabeza para descubrir unas curiosas pinturas conservadas en el techo de la galería. La inscripción dice lo siguiente: “panis vita, canabis protectio, vinum laetitia”, lo cual podemos traducir como “El pan es vida, el cannabis es protección y el vino es alegría”. Esta inscripción nos recuerda los tres productos más importantes para la economía medieval de esta ciudad. Y aunque muchos son los que buscan esta inscripción pensando en la droga del cannabis, lo cierto es que su significado era el del cáñamo, producto con el que se fabricaban desde cuerdas a vestidos. La última inscripción, cantón de Fiori, hace referencia al comercio existente en el lugar. Por cierto, si sois de los que os cuesta subir la cabeza, existen unas inscripciones gemelas en el suelo.


 

Hasta aquí este recorrido por los lugares encantadores de Bolonia.

 

 

No hay comentarios:

Publicar un comentario