domingo, 11 de septiembre de 2022

Al volante la vista es la vida


Este fue un eslogan que hace ya muchos años utilizó la Dirección General de Tráfico (DGT) en una campaña de concienciación a los conductores. Esta campaña potenciaba la importancia de tener una visión correcta cuando se conduce un vehículo, un aspecto importante y que muchas personas olvidan revisar cuando van a realizar un largo viaje.

 

La importancia que tenemos los optometristas a la hora de salvar vidas al volante es fundamental, concienciando a los pacientes que nos visitan de la necesidad de mantener una correcta visión a la hora de ponernos delante del volante de un vehículo. Por ello, vamos a profundizar un poco en la relación visión y volante. ¿Os interesa el tema?

 

La siniestralidad en las carreteras de España, gracias a las campañas de concienciación de la DGT y a las mejoras en carreteras y sistemas de seguridad de los vehículos, sigue descendiendo año tras año.

 

Tal como vemos en el siguiente cuadro proporcionado por la DGT, el número de muertos en las carreteras ha descendido, con un pequeño periodo de estabilidad, desde los 1484 fallecidos en 2011 a los 1004 en 2021.

Fuente: DGT


Una década donde la siniestralidad ha descendido algo más del 30% es un notable éxito. No obstante, que cada año pierdan la vida un millar de personas en España no es un dato para celebrar nada.

 

Por esta razón, resulta importante concienciar a los conductores de la importancia de tener una correcta visión a la hora de conducir. Introducir en sus mentes el hábito de revisarse la vista en una óptica al igual que revisamos el estado de nuestro vehículo.

 

Lo primero que vamos a proporcionar son unos datos básicos para mostrar la importancia de la visión al volante y lo lejos que estamos de la concienciación:

 

·        El 90% de las decisiones y de los hechos necesarios para la conducción de un vehículo dependen de la visión.

 

·        Existe una estrecha relación entre la calidad de la visión y la seguridad en la carretera.

 

·        Los cambios en nuestra visión no suelen coincidir con la caducidad del permiso de conducir.

 

·        Un automovilista de cada tres podría ver mejor y lo ignora.

 

·        Un conductor de cada veinte ve muy mal y no lo sabe.

 

Existen cinco aspectos fundamentales de la visión que todo conductor debe poseer en perfectas condiciones para poder conducir sin riesgos.

 

1.     Correcta visión de lejos

 

Resulta evidente que la visión de lejos es esencial para poder conducir y evitar accidentes, pues detectar algún obstáculo con la suficiente antelación para reaccionar es algo fundamental.

 

Muchas personas conducen un vehículo sin ver nítido de lejos

Ahora bien, dado que conducimos vehículos a gran velocidad, si nuestra visión no es correcta, pueden pasar muchos segundos entre la percepción visual del obstáculo y la reacción que ello provoca en el conductor.

 

Para tener una idea de lo que estamos hablando, si un vehículo circula a 60 km/h, en 1 a 2 segundos se recorren de 17 a 34 metros. Si la velocidad son 120 km/h, en ese mismo tiempo recorremos de 34 a 68 metros. ¿Imaginan los metros recorridos si, por una mala visión, un conductor tarda en reaccionar 5 segundos?

 

Estoy seguro que todos los que tienen en cuenta este dato no se acercan demasiado a otros vehículos en la carretera. Y para el resto recordar que, cuanta más velocidad llevemos, mayor es el espacio que debemos dejar con el coche que nos precede. Y esta distancia debe aumentar si delante tenemos un vehículo que no nos deja ver bien lo que tenemos delante.

 

No todo el mundo conoce que, además de por una mala visión, la fatiga también aumenta este tiempo de reacción al volante. Por ello los descansos cada 200 km o 2 horas de conducción resultan fundamentales para un buen desempeño delante del volante.

 

2.     Correcta visión de cerca

 

La visión de cerca es una de las grandes olvidadas a la hora de conducir. Y en cerca me refiero, primero, a unas distancias cortas de un par de metros, típicas en la conducción urbana congestionada. Es fundamental tener controlado el ámbito más próximo de nuestro vehículo, por si aparecen obstáculos imprevistos en las muchas calles que confluyen en una gran ciudad.

 

Pero por visión de cerca los optometristas entendemos aquella que nos sirve para poder ver el panel de mandos de los vehículos. Si antes esta visión apenas se utilizaba para controlar la velocidad a la que circulábamos, hoy en día, con el desarrollo de los navegadores, esta parte de la visión es fundamental.

 

Una mala visión en cerca aumenta el tiempo de reacción al volante

Si nuestra visión de cerca no es correcta no vamos a tener un buen tiempo de reacción al volante. Estaremos más tiempo procesando la información borrosa en cerca y, por ende, pasaremos más tiempo con los ojos alejados de la visión frontal. Volvamos arriba y veamos los metros recorridos según la velocidad. Metros a los que vamos a ciegas.

 

Por tanto, todas aquellas personas que obvian esta parte de nuestra visión y piensan que con la corrección exclusiva de lejos es posible conducir perfectamente están equivocadas. No sólo se ponen ellos en peligro, así como a sus pasajeros, sino a todos los que le rodean en la carretera.

 

3.     Correcta visión lateral

 

Es importante aprender a estar atento a las informaciones que nos transmiten la visión lateral y los retrovisores, pues nos avisarán de posibles obstáculos que pueden afectar en nuestra normal marcha por carretera.

 

Esta visión periférica es la que nos avisará de que un vehículo nos está adelantando o que un niño acaba de entrar en la vía de manera imprevista. Por ello, es fundamental tener una buena visión lateral y entrenarla todo lo posible. En muchos casos nos salvará de tener un siniestro al volante, permitiéndonos reaccionar con mayor antelación.

 

Entre los aspectos importantes que una mala visión lateral provoca a cualquier conductor destacaré la dificultad en los giros, la falta de una correcta percepción de los laterales, problemas en los adelantamientos, dificultades para aparcar y, en general, inseguridad.

 

En las revisiones optométricas básicas de vista (esas gratuitas) no se suele revisar la visión lateral de los pacientes. Por lo que tener una visión de lejos correcta no tiene porqué ser suficiente para tener una buena visión total delante del volante.

 

El glaucoma es la enfermedad silenciosa que destruye nuestra retina periférica sin que el paciente se dé cuenta de ello. Es una condición muy limitante para conducir y responsable de numerosas colisiones en carretera. Afecta al 3% de la población en España y, junto a la diabetes, es la principal causa evitable de ceguera en nuestro país. Dado que no se trata de una enfermedad dolorosa, pasa desapercibida hasta que es demasiado tarde y nuestro campo se ha limitado notablemente.

 


Por ello es fundamental revisar este aspecto de la visión por un profesional. Máxime para todas aquellas personas de más de 40 años, que tengan antecedentes familiares o que tomen regularmente corticoides.

 

También es importante recordar que la fatiga, la somnolencia, el alcohol y el tabaco estrechan el campo de visión, disminuyendo la sensibilidad a los desplazamientos, así como las facultades de apreciación de las distancias y la velocidad. A continuación, os dejo una infografía donde se muestra, de manera muy visual, la reducción de campo lateral según aumentamos la velocidad de nuestro vehículo.




 

4.     Correcta visión dinámica

 

Ver rápido es percibir, tomar consciencia y comprender instantáneamente todo suceso sobrevenido en el conjunto del campo visual.

 

También es pasear rápidamente los ojos desde lo lejano a lo más próximo, en diferentes direcciones y sin retardarse sobre un elemento, de modo que no se deje escapar nada.

 

Para ver rápido es preciso poder tomar consciencia y vigilancia de todos los ángulos y direcciones en cada instante. Aprender a ver, por lo tanto, es imponerse un método sistemático de observación y hacer de ello un hábito.

 

Como podemos imaginar, sólo con una correcta visión en todas las distancias podremos tener una buena visión dinámica. Es el primer paso en un proceso que debemos entrenar cada vez que cogemos un vehículo, practicando automatismos que mantengan nuestros reflejos alerta.

 

Los deportistas entrenan la visión dinámica con pruebas especiales. Si no somos conductores profesionales no es necesario llegar hasta estos extremos, pero resulta muy recomendable entrenar un poco esta parte de nuestra visión. Existen empresas que pueden proporcionar juegos de luces para mejorar esta parte de nuestra visión y, si queremos algo más básico y divertido, podemos mejorarla jugando a ciertos juegos de consola.

 


La visión dinámica es uno de las habilidades visuales que más se deterioran con la edad, por lo que debemos ser conscientes de ello a la hora de conducir, rebajando la velocidad y siendo más cautos según vamos cumpliendo años.

 

La medición de la visión dinámica no es sencilla debido a la falta de test homologados. De manera general se suele medir con test formados por discos en rotación (similares a los antiguos tocadiscos) que hacen girar un optotipo de letras negras sobre fondo blanco. No obstante, en los últimos años se están desarrollando softwares informáticos (por ejemplo, DynVA test) que parecen proporcionar mejores resultados.

 

Dado que existe una correlación importante entre siniestralidad al volante y una mala agudeza visual dinámica, poder medir y desarrollar este aspecto de nuestra visión debería ser más importante de lo que hoy día se considera.

 

5.     Correcta visión nocturna

 

La noche enturbia los contrastes, incluso en las personas con una visión normal. En la oscuridad, sólo la retina periférica es verdaderamente funcional, pero esta, no es capaz de distinguir la tonalidad de los colores, sino solamente aprecia su brillo relativo. Por ello, colores como el rojo nos parece que están más alejados de lo que están en realidad.

 

Las modificaciones del contraste y de la sensibilidad cromática van a perturbar el sentido de profundidad y del movimiento, que son indispensables para situarse y evaluar las distancias de los otros vehículos. Según los estudios, la profundidad es 7 veces menos eficaz por la noche que durante el día. Las distancias por la noche son subestimadas, lo que puede suponer desde peligros en los adelantamientos hasta retrasos en el frenado.

 

La miopización nocturna afecta a un gran número de conductores

Es importante conocer nuestra calidad visual en la noche, evaluándola un profesional adecuadamente. Sólo siendo conscientes de nuestras posibles limitaciones sabremos actuar en consecuencia.

 

El mejor consejo que puedo dar a todos aquellos que conducen por la noche es que deben cambiar sus hábitos adquiridos en la conducción diurna. Y esto afecta a todo el mundo.

 

Luego están los casos de personas que acusan mucho más la especie de miopización que todos sufrimos por la noche. Un miope tendrá un peor desempeño al volante en condiciones de conducción nocturna que un hipermétrope bajo, al que esa miopización nocturna afectará muy poco al tener acomodación con la que suplirla.

 

A continuación, os voy a compartir un PDF que envió el Consejo General de Ópticos Optometristas relativo a las nuevas normas de circulación de la DGT. En el texto inciden en varios aspectos que pueden ser desconocidos por los conductores. Entre las principales cosas a tener en cuenta voy a destacar:

 

La normativa del reglamento general de conductores señala que los usuarios, al volante, deben utilizar elementos correctos de visión si tienen algún tipo de deficiencia. Aunque hace años era obligatorio llevar unas gafas de repuesto en la guantera, actualmente la Ley no obliga a ello, pero no deja de ser algo aconsejable. Se puede tener un percance durante el trayecto y aún algo peor, continuar conduciendo sin tener una perfecta visión, poniéndose a él mismo y a sus acompañantes en peligro y al resto de los usuarios de la vía.

 

En nuestro carnet de conducir existe un código donde aparece si necesitamos algún tipo de compensación visual para conducir. Es el punto 12, situado en la parte inferior de nuestro carnet. Si tiene el código 01 significa que para conducir necesitamos corrección. Ahora bien, ese código tiene un subcódigo que especifica el tipo de ayuda visual necesario. Y aquí está el problema, pues existe un subcódigo para los usuarios de gafas, otro para los de lentes de contacto y un tercero para usuarios de ambas soluciones ópticas. Es necesario actualizar bien estos datos pues la multa por no llevar la corrección adecuada puede ascender hasta los 200 euros (Infracción grave).

 


Por último, unos cuantos consejos para una correcta conducción:

 

·        Una buena visión es una garantía de seguridad al volante.

 

·        Es preciso controlar regularmente la visión y, si es necesario, corregirla.

 

·        La buena visión no se limita a ver correctamente de lejos. Un correcto sistema visual incluye, además de la visión lejana, la vista de cerca, la lateral, la dinámica y la nocturna.

 

·        En días muy luminosos es imprescindible utilizar gafas de sol homologadas, siendo la mejor opción las polarizadas.

 

·        Existen lentes específicas para conducir, las cuales poseen tecnologías determinadas para que la conducción sea mucho más segura (aquí y aquí)

 

·        Cualquier cambio en nuestra visión es necesario comunicarlo a la DGT para evitar multas.

 

Espero que, a partir de ahora, toméis más en serio vuestra visión delante del volante.




2 comentarios:

  1. Un artículo muy interesante. A la hora de concienciar sobre la seguridad siempre se tiende a hablar sobre los excesos de velocidad y el cinturón de seguridad, pero cuidar de nuestra salud también es un factor clave para garantizar una conducción segura. Gracias por compartirlo, seguro que más de uno se hace una revisión después de leerlo.

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