Este fue un eslogan que hace ya muchos
años utilizó la Dirección General de Tráfico (DGT) en una campaña de
concienciación a los conductores. Esta campaña potenciaba la importancia de
tener una visión correcta cuando se conduce un vehículo, un aspecto importante
y que muchas personas olvidan revisar cuando van a realizar un largo viaje.
La importancia que tenemos los
optometristas a la hora de salvar vidas al volante es fundamental,
concienciando a los pacientes que nos visitan de la necesidad de mantener una
correcta visión a la hora de ponernos delante del volante de un vehículo. Por
ello, vamos a profundizar un poco en la relación visión y volante. ¿Os interesa
el tema?
La siniestralidad en las carreteras de España,
gracias a las campañas de concienciación de la DGT y a las mejoras en
carreteras y sistemas de seguridad de los vehículos, sigue descendiendo año
tras año.
Tal como vemos en el siguiente cuadro
proporcionado por la DGT, el número de muertos en las carreteras ha descendido,
con un pequeño periodo de estabilidad, desde los 1484 fallecidos en 2011 a los
1004 en 2021.
Fuente: DGT |
Por esta razón, resulta importante
concienciar a los conductores de la importancia de tener una correcta visión a
la hora de conducir. Introducir en sus mentes el hábito de revisarse la
vista en una óptica al igual que revisamos el estado de nuestro vehículo.
Lo primero que vamos a proporcionar son
unos datos básicos para mostrar la importancia de la visión al volante y lo
lejos que estamos de la concienciación:
·
El 90% de las decisiones y
de los hechos necesarios para la conducción de un vehículo dependen de la
visión.
·
Existe una estrecha
relación entre la calidad de la visión y la seguridad en la carretera.
·
Los cambios en nuestra
visión no suelen coincidir con la caducidad del permiso de conducir.
·
Un automovilista de cada
tres podría ver mejor y lo ignora.
·
Un conductor de cada
veinte ve muy mal y no lo sabe.
Existen cinco aspectos fundamentales
de la visión que todo conductor debe poseer en
perfectas condiciones para poder conducir sin riesgos.
1. Correcta visión de lejos
Resulta evidente que la visión de lejos es
esencial para poder conducir y evitar accidentes, pues detectar algún
obstáculo con la suficiente antelación para reaccionar es algo fundamental.
Muchas personas conducen un vehículo sin ver nítido de lejos |
Ahora bien, dado que conducimos vehículos
a gran velocidad, si nuestra visión no es correcta, pueden pasar muchos
segundos entre la percepción visual del obstáculo y la reacción que ello
provoca en el conductor.
Para tener una idea de lo que estamos hablando,
si un vehículo circula a 60 km/h, en 1 a 2 segundos se recorren de 17 a 34
metros. Si la velocidad son 120 km/h, en ese mismo tiempo recorremos de 34 a 68
metros. ¿Imaginan los metros recorridos si, por una mala visión, un conductor
tarda en reaccionar 5 segundos?
Estoy seguro que todos los que tienen en
cuenta este dato no se acercan demasiado a otros vehículos en la carretera. Y
para el resto recordar que, cuanta más velocidad llevemos, mayor es el
espacio que debemos dejar con el coche que nos precede. Y esta distancia
debe aumentar si delante tenemos un vehículo que no nos deja ver bien lo que
tenemos delante.
No todo el mundo conoce que, además de por
una mala visión, la fatiga también aumenta este tiempo de reacción al
volante. Por ello los descansos cada 200 km o 2 horas de conducción
resultan fundamentales para un buen desempeño delante del volante.
2. Correcta visión de cerca
La visión de cerca es una de las grandes
olvidadas a la hora de conducir. Y en cerca me refiero, primero, a unas distancias
cortas de un par de metros, típicas en la conducción urbana congestionada. Es
fundamental tener controlado el ámbito más próximo de nuestro vehículo, por si
aparecen obstáculos imprevistos en las muchas calles que confluyen en una gran
ciudad.
Pero por visión de cerca los optometristas
entendemos aquella que nos sirve para poder ver el panel de mandos de los
vehículos. Si antes esta visión apenas se utilizaba para controlar la
velocidad a la que circulábamos, hoy en día, con el desarrollo de los navegadores,
esta parte de la visión es fundamental.
Una mala visión en cerca aumenta el tiempo de reacción al volante |
Si nuestra visión de cerca no es
correcta no vamos a tener un buen tiempo de reacción al volante.
Estaremos más tiempo procesando la información borrosa en cerca y, por ende,
pasaremos más tiempo con los ojos alejados de la visión frontal. Volvamos
arriba y veamos los metros recorridos según la velocidad. Metros a los que
vamos a ciegas.
Por tanto, todas aquellas personas que
obvian esta parte de nuestra visión y piensan que con la corrección exclusiva
de lejos es posible conducir perfectamente están equivocadas. No sólo se ponen
ellos en peligro, así como a sus pasajeros, sino a todos los que le rodean en
la carretera.
3. Correcta visión lateral
Es importante aprender a estar atento a
las informaciones que nos transmiten la visión lateral y los retrovisores, pues
nos avisarán de posibles obstáculos que pueden afectar en nuestra normal marcha
por carretera.
Esta visión periférica es la que nos
avisará de que un vehículo nos está adelantando o que un niño acaba de entrar
en la vía de manera imprevista. Por ello, es fundamental tener una buena
visión lateral y entrenarla todo lo posible. En muchos casos nos salvará de
tener un siniestro al volante, permitiéndonos reaccionar con mayor antelación.
Entre los aspectos importantes que una
mala visión lateral provoca a cualquier conductor destacaré la dificultad en
los giros, la falta de una correcta percepción de los laterales, problemas en
los adelantamientos, dificultades para aparcar y, en general, inseguridad.
En las revisiones optométricas básicas
de vista (esas gratuitas) no se suele revisar la visión lateral de los
pacientes. Por lo que tener una visión de
lejos correcta no tiene porqué ser suficiente para tener una buena visión total
delante del volante.
El glaucoma
es la enfermedad silenciosa que destruye nuestra retina periférica sin que el
paciente se dé cuenta de ello. Es una condición muy limitante para conducir
y responsable de numerosas colisiones en carretera. Afecta al 3% de la
población en España y, junto a la diabetes, es la principal causa evitable de
ceguera en nuestro país. Dado que no se trata de una enfermedad dolorosa, pasa
desapercibida hasta que es demasiado tarde y nuestro campo se ha limitado
notablemente.
Por ello es fundamental revisar este
aspecto de la visión por un profesional. Máxime para todas aquellas personas de
más de 40 años, que tengan antecedentes familiares o que tomen regularmente
corticoides.
También es importante recordar que la
fatiga, la somnolencia, el alcohol y el tabaco estrechan el campo de visión,
disminuyendo la sensibilidad a los desplazamientos, así como las facultades de
apreciación de las distancias y la velocidad. A continuación, os dejo una
infografía donde se muestra, de manera muy visual, la reducción de campo
lateral según aumentamos la velocidad de nuestro vehículo.
4. Correcta visión dinámica
Ver rápido es percibir, tomar consciencia
y comprender instantáneamente todo suceso sobrevenido en el conjunto del campo
visual.
También es pasear rápidamente los ojos
desde lo lejano a lo más próximo, en diferentes direcciones y sin retardarse
sobre un elemento, de modo que no se deje escapar nada.
Para ver rápido es preciso poder
tomar consciencia y vigilancia de todos los ángulos y direcciones en cada
instante. Aprender a ver, por lo tanto, es
imponerse un método sistemático de observación y hacer de ello un hábito.
Como podemos imaginar, sólo con una
correcta visión en todas las distancias podremos tener una buena visión
dinámica. Es el primer paso en un proceso que debemos entrenar cada vez que
cogemos un vehículo, practicando automatismos que mantengan nuestros reflejos
alerta.
Los deportistas entrenan la visión
dinámica con pruebas especiales. Si no somos conductores profesionales no es
necesario llegar hasta estos extremos, pero resulta muy recomendable entrenar
un poco esta parte de nuestra visión. Existen empresas que pueden proporcionar
juegos de luces para mejorar esta parte de nuestra visión y, si queremos algo
más básico y divertido, podemos mejorarla jugando a ciertos juegos de consola.
La visión dinámica es uno de las
habilidades visuales que más se deterioran con la edad,
por lo que debemos ser conscientes de ello a la hora de conducir, rebajando la
velocidad y siendo más cautos según vamos cumpliendo años.
La medición de la visión dinámica no es
sencilla debido a la falta de test homologados. De manera general se suele
medir con test formados por discos en rotación (similares a los antiguos
tocadiscos) que hacen girar un optotipo de letras negras sobre fondo blanco. No
obstante, en los últimos años se están desarrollando softwares informáticos (por
ejemplo, DynVA test) que parecen proporcionar mejores resultados.
Dado que existe una correlación
importante entre siniestralidad al volante y una mala agudeza visual dinámica,
poder medir y desarrollar este aspecto de nuestra visión debería ser más
importante de lo que hoy día se considera.
5. Correcta visión nocturna
La noche enturbia los contrastes, incluso
en las personas con una visión normal. En la oscuridad, sólo la retina periférica
es verdaderamente funcional, pero esta, no es capaz de distinguir la
tonalidad de los colores, sino solamente aprecia su brillo relativo. Por ello, colores
como el rojo nos parece que están más alejados de lo que están en realidad.
Las modificaciones del contraste y de la
sensibilidad cromática van a perturbar el sentido de profundidad y del
movimiento, que son indispensables para situarse y evaluar las distancias de
los otros vehículos. Según los estudios, la profundidad es 7 veces menos eficaz
por la noche que durante el día. Las distancias por la noche son
subestimadas, lo que puede suponer desde peligros en los adelantamientos
hasta retrasos en el frenado.
La miopización nocturna afecta a un gran número de conductores |
Es importante conocer nuestra calidad
visual en la noche, evaluándola un
profesional adecuadamente. Sólo siendo conscientes de nuestras posibles
limitaciones sabremos actuar en consecuencia.
El mejor consejo que puedo dar a todos
aquellos que conducen por la noche es que deben cambiar sus hábitos adquiridos
en la conducción diurna. Y esto afecta a todo el mundo.
Luego están los casos de personas que
acusan mucho más la especie de miopización que todos sufrimos por la noche. Un
miope tendrá un peor desempeño al volante en condiciones de conducción nocturna
que un hipermétrope bajo, al que esa miopización nocturna afectará muy poco
al tener acomodación con la que suplirla.
A continuación, os voy a compartir un PDF
que envió el Consejo General de Ópticos Optometristas relativo a las nuevas
normas de circulación de la DGT. En el texto inciden en varios aspectos que
pueden ser desconocidos por los conductores. Entre las principales cosas a
tener en cuenta voy a destacar:
La normativa del reglamento general de
conductores señala que los usuarios, al volante, deben utilizar elementos
correctos de visión si tienen algún tipo de deficiencia. Aunque hace años
era obligatorio llevar unas gafas de repuesto en la guantera, actualmente la
Ley no obliga a ello, pero no deja de ser algo aconsejable. Se puede tener
un percance durante el trayecto y aún algo peor, continuar conduciendo sin
tener una perfecta visión, poniéndose a él mismo y a sus acompañantes en
peligro y al resto de los usuarios de la vía.
En nuestro carnet de conducir existe un
código donde aparece si necesitamos algún tipo de compensación visual para
conducir. Es el punto 12, situado en la parte
inferior de nuestro carnet. Si tiene el código 01 significa que para conducir
necesitamos corrección. Ahora bien, ese código tiene un subcódigo que
especifica el tipo de ayuda visual necesario. Y aquí está el problema, pues
existe un subcódigo para los usuarios de gafas, otro para los de lentes de
contacto y un tercero para usuarios de ambas soluciones ópticas. Es necesario
actualizar bien estos datos pues la multa por no llevar la corrección adecuada
puede ascender hasta los 200 euros (Infracción grave).
Por último, unos cuantos consejos para
una correcta conducción:
·
Una buena visión es una
garantía de seguridad al volante.
·
Es preciso controlar
regularmente la visión y, si es necesario, corregirla.
·
La buena visión no se
limita a ver correctamente de lejos. Un correcto sistema visual incluye, además
de la visión lejana, la vista de cerca, la lateral, la dinámica y la nocturna.
·
En días muy luminosos es
imprescindible utilizar gafas de sol homologadas, siendo la mejor opción las polarizadas.
·
Existen lentes
específicas para conducir, las cuales poseen tecnologías determinadas para que
la conducción sea mucho más segura (aquí
y aquí)
·
Cualquier cambio en
nuestra visión es necesario comunicarlo a la DGT para evitar multas.
Espero que, a partir de ahora, toméis más
en serio vuestra visión delante del volante.
Un artículo muy interesante. A la hora de concienciar sobre la seguridad siempre se tiende a hablar sobre los excesos de velocidad y el cinturón de seguridad, pero cuidar de nuestra salud también es un factor clave para garantizar una conducción segura. Gracias por compartirlo, seguro que más de uno se hace una revisión después de leerlo.
ResponderEliminarGracias por el comentario.
EliminarSaludos