En los últimos años, practicar Yoga se ha
puesto muy de moda entre la población. Esta disciplina, proveniente de la India,
proporciona a los practicantes un
bienestar tanto físico como mental.
Y dentro de las múltiples ventajas que
proporciona el yoga, una de ellas es mejorar el estado de nuestra visión. En
efecto, existe una suerte de yoga ocular que promete mejorar nuestra visión. Y
no en los términos de relajar la tensión de nuestro sistema visual, estresado
tras largas horas delante de pantallas y dispositivos electrónicos, sino aliviar condiciones relativas a los músculos
de los ojos como vista cansada, miopía, presbicia, astigmatismo o estrabismo
(en Internet tenéis esta misma frase en multitud de páginas).
¿Qué nos dice la ciencia de todo esto?
En Internet existen numerosas páginas que
tratan sobre el yoga ocular. Voy a tomar como ejemplo una que ya tiene solera
pero que se puede seguir consultando: Yoga
ocular para mejorar y prevenir problemas de visión
(El Blog de Maphre, 28/11/14).
En esta página nos encontramos con la
recomendación de realizar diariamente varios ejercicios con el objetivo de
mejorar la tonificación, la elasticidad y la flexibilidad de nuestra
musculatura ocular, lo que redundará en una mejor visión. Según esta página el
yoga ocular sirve tanto “para prevenir
como para mejorar la visión”, aunque no indican nada más al respecto.
En otras páginas web el asunto va más allá
de simples ejercicios relajantes que, por otra parte, siempre nos van a venir
bien si estamos cansados. Tomaremos como ejemplo la que publicita el libro de Martin
Brofman con el sugerente título “Mejora tu visión” (2009). En este libro se
pretende convencer de que gracias a la práctica de diferentes ejercicios se
terminan corrigiendo problemas oculares como la presbicia.
En un post anterior (aquí)
ya expliqué la inutilidad de seguir este tipo de ejercicios que inciden en la
musculatura ocular, pues la presbicia no solo surge por el debilitamiento de
los músculos oculares, sino también por una serie de cambios en la estructura
interna del cristalino que le impide cambiar de forma según envejecemos. Por
tanto, realizar estos ejercicios no nos evitará usar lentes para compensar la
presbicia.
Pero para todos aquellos que aún no estén
muy convencidos al respecto os voy a referir un artículo realizado por un par
de compañeros de la Universidad de Valencia referente a este asunto del yoga y
la visión.
Este estudio de revisión bibliográfica
sobre el tema nos ofrecía diferentes conclusiones de interesante difusión.
En primer lugar refería la existencia de numerosos casos en los que el
yoga influyó negativamente en la salud ocular de los pacientes practicantes:
Empeoramiento en glaucomas diagnosticados y oclusiones vasculares a nivel
retiniano se relacionan directamente con la ejecución de la postura denominada Sirsanana
(postura de yoga de apoyo sobre la cabeza, donde se levanta todo el cuerpo
sobre el cuello y la cabeza). Esta postura aumenta el flujo de sangre que llega
al cerebro, lo que supone mejorar la memoria y otras funciones intelectuales.
Pero lo verdaderamente comprobado es el aumento
de la presión intraocular hasta situarse al doble del valor habitual
mientras se practica esta postura de yoga.
En segundo lugar, paso a mostraros la
conclusión de su estudio:
“Aunque
resulta claro para quienes lo practican que yoga mejora de forma relevante el
bienestar psíquico, social y —a varios niveles— físico, no hay datos en la
literatura que soporten la idea de un efecto beneficioso de la práctica de esta
disciplina para la salud ocular. Los ejercicios de yoga que implican posturas
invertidas podrían comportar riesgos para la salud ocular, sobre todo en
personas con daño glaucomatoso o que presentan factores predisponentes a las
oclusiones vasculares retinianas.
La
escasez de estudios publicados acerca del tema y la limitada calidad de los
comunicados hacen imposible detectar evidencia científica en una posible
relación causa/efecto entre la práctica del yoga y algún tipo de beneficio en
la salud ocular. Solamente la realización de estudios randomizados de calidad
podría aportar dicha evidencia, si la hubiera”.
Por tanto, no existen evidencias
científicas respecto a que el Yoga pueda prevenir o mejorar algún problema
visual.
Bibliografía:
Signes Soler, M.I. y Javaloy Estañ, J.
Yoga y Visión. ¿Evidencia científica? Gaceta Óptica. Nº 550. Septiembre 2019.
No hay comentarios:
Publicar un comentario