domingo, 26 de junio de 2022

Villa romana de Noheda (Cuenca)


Hoy vamos a visitar unas de las villas romanas más prometedoras de la arqueología española, pues posee el mosaico figurado más grande de toda la Península ibérica y apenas se ha excavado un 4% de toda la estructura que componía esta villa.

 

¿Os interesa conocer esta auténtica maravilla arqueológica?

 

¿Dónde está la villa romana de Noheda?

 

Para llegar a esta villa romana debemos dirigirnos a Cuenca capital, pues la misma se encuentra a escasos 20 minutos al norte, en la carretera N-320 en dirección Guadalajara. Os indico el mapa en Google.

 

 

Una vez que llegamos a la pedanía de Noheda tomamos el camino de la izquierda para entrar al pueblo y, al llegar a la primera casa, giramos hacia nuestra izquierda siguiendo la calle de La Fuente. Saldremos de este pequeño pueblo por un pequeño camino rural, quedando la villa a medio kilómetro. Llegar a ella no tiene pérdida siguiendo el camino asfaltado. Un pequeño aparcamiento junto a una caseta con máquinas de bebidas nos espera.

 

Villa romana de Noheda

 

Para visitar esta villa romana es necesario adquirir una entrada previamente desde su página web: https://cultura.castillalamancha.es/patrimonio/yacimientos-visitables/villa-romana-de-noheda

 

Lo primero que nos va a sorprender es la escasez de restos visitables. Según nos contará la guía que nos acompañará en la visita, esta villa sólo está excavada en un 4%. Cuando la visité estaban ultimando los trabajos para hacer visitable la zona de las termas, las cuales se encuentran junto a la zona del aparcamiento.

 

Villa romana La Noheda (Cuenca)

Nosotros visitaremos el triclinium principal de la villa, el cual posee una superficie de casi 300 metros cuadrados. Puede parecer poca cosa en un principio, pero si os adelanto que existe un gran mosaico de 230 metros cuadrados enlosando esta gran estancia seguro que la perspectiva cambia bastante. Comparar las dimensiones con vuestras casas y comprobaréis que en esta villa vivía alguien muy importante.

 


Este tipo de villas fueron realizadas por importantes personajes del periodo alto romano cuando las ciudades estaban declinando en su importancia. En esta zona conquense se relaciona con la crisis que sufrió la minería de Lapis specularis, principal motor de crecimiento en la zona.

 

Esta villa podemos datarla en el siglo IV d.C. y puede que estuviera destinada, inicialmente, como una villa de caza de un gran señor. El mismo puede que sólo permaneciera pequeños periodos de tiempo a lo largo del año, organizando importantes fiestas y reuniones de caza con personalidades importantes de la época.

 

Esta villa fue descubierta casualmente, cuando los agricultores de la zona se percataron que existía un lugar donde siempre se acumulaba el agua. El mosaico no dejaba filtrar el agua hacia abajo y cuando se excavó un poco se descubrió una cara que dio idea de los restos tan importantes que se escondían en esta pedanía.

 

La villa está en una zona aterrazada junto al arroyo del Tejar. Al contrario de lo que pudiéramos pensar, el arroyo no servía para recoger agua, sino que era el lugar donde se vertían las aguas residuales. Los manantiales existentes en lo alto del cerro anexo fueron los lugares donde la villa se proveía de agua potable.

 

Tras esta breve explicación para contextualizar la villa vamos a adentrarnos en el sorprendente comedor de la villa, un lugar cubierto donde vamos a descubrir el mosaico figurado más grande de España.

 

De manera general podemos indicar que todo el Triclinium poseía una gloria (hoy llamada suelo radiante) que permitía que los allí reunidos pudieran estar descalzos y con una gran temperatura. Dadas las dimensiones del comedor se necesitaron tres hornos para caldear toda la estancia adecuadamente. Uno de ellos lo tenemos en la zona suroeste.

 


La parte sur del mosaico se perdió debido a los trabajos de labranza y la erosión del agua llevada a cabo durante más de 1500 años. Pero lo anterior no es óbice para no tener un gran mosaico y entender el programa iconográfico que se compuso en este lugar.

 

De manera general podemos describir el triclinium como una gran estancia cuadrangular con la entrada, en origen enmarcada entre dos columnas, situada en la parte oeste. Tres exedras semicirculares se sitúan en el resto de los lados, existiendo una pequeña sala octogonal en el lado norte de la que hablaremos al final. En el centro se situaba una fuente de la que solo queda la estructura subterránea, pudiendo observar las tuberías que descubrían el agua. Esta fuente se destruyó cuando la cúpula de piedra local que cubría el triclinium se vino abajo al incendiarse la estructura de madera que la sustentaba.

 


El programa decorativo musivario descubierto consta de seis escenas figurativas, algunas de las cuales están relacionadas en el tiempo y remiten a la historia mítica de la fundación de Roma.

 

El primer mosaico que nos encontraríamos al entrar al triclinium nos describe la historia mitológica griega de Pélope e Hipodamía. Pélope había heredado de su padre el reino de Frigia, pero le fue arrebatado por los troyanos. Obligado a huir, terminó en Olimpia, lugar donde se enamoró de Hipodamía, bella hija del rey Enómao.

 


El rey, conocedor de una profecía que indicaba que moriría a manos de su yerno, obligaba a cada pretendiente a vencerle en una carrera de cuadrigas para obtener la mano de su hija. La apuesta era arriesgada, pues si perdían la carrera también perderían la cabeza, algo que nos muestra el mosaico.

 

Enómao tenía las cartas marcadas en esta apuesta. No sólo disponía de las yeguas más rápidas de toda Grecia, un regalo de su padre, el dios Ares, sino que su cuadriga era conducida por el auriga Mírtilo, hijo de Hermes. Nadie podría vencerle en una carrera.

 

Pélope se debió oler la tostada y decidió acordar con Mírtilo su victoria. A cambio de la mitad del reino que heredase, además del privilegio de pasar la noche de nupcias con Hipodamía, el auriga debía favorecer la victoria de Pélope. El ardid tuvo recompensa debido a que Mírtilo amaba a Hipodamía en secreto. El auriga saboteó el carro del rey Enómao, sustituyendo las pezoneras de bronce, que sujetaban las ruedas al eje, por otras fabricadas en cera.

 

Cuando comenzó la carrera, el carro del rey Enómao perdió una rueda y el mismo fue arrastrado por sus caballos, enredado entre las riendas, hasta morir. Mírtilo logró saltar a tiempo y sobrevivir, aunque Enómao lo maldijo al percatarse de su traición.

 

Esta maldición se cumpliría cuando Mírtilo quiso cobrar la noche nupcial prometida. Hipodamía lo rechazó y Pélope le terminó lanzándole por un acantilado. Como era habitual en la época, el traicionado auriga maldijo a la pareja y a sus descendientes.

 

¿Quiénes eran sus descendientes? Tendremos que observar el siguiente mosaico que aparece junto a la fuente, enfrente del que acabamos de describir. Allí vamos a descubrir la historia de Agamenón y Menelao, nietos de Pélope. Este mito es más conocido por el gran público por lo que no me voy a entretener como en el anterior. Se trata de la Guerra de Troya. En el mosaico vamos a descubrir la competición de Hera, Atenea y Afrodita en el Juicio de Paris. Luego el rapto de Helena, esposa de Menelao, originará la guerra de Troya. De esta guerra saldrá exiliado Eneas, fundador de Roma. De esta manera se conectaba la mitología griega y romana, dando un mensaje claro respecto a las ideas tradicionales del propietario. Algo sorprendente en un momento donde el cristianismo se estaba estableciendo con fuerza en el Imperio romano y estos relatos paganos se abandonaban poco a poco.

 


El panel situado a continuación del anterior describe un sorprendente cortejo dionisíaco. Dionisos, aparece subido en un carro dorado tirado por cuatro centauros músicos que, por parejas simétricas, tocan el aulos y la siringa. El dios aparece junto a su esposa Ariadna, coronada con las estrellas celestes. Esa pareja representa el amor verdadero y podemos realizar una realción simbólica con las otras dos historias anteriores y los diferentes tipos de amor que hemos visto. Como curiosidades indicar que en el mosaico aparece Sileno, perjudicado por el vino dado que sólo borracho era capaz de predecir el futuro. También Pan, dios de los pastores, con cuernos de cabra. De este personaje provienen palabras como pánico, pues asustaba a las fieras con gritos.

 


Al norte y sur tenemos dos paneles espejo bastante parecidos. Vamos a centrarnos en el mosaico norte por estar mejor conservado. En este mosaico aparece una compañía teatral, lo que nos indica que el dueño de la villa añoraba las viejas costumbres de diversión romana. En efecto, estamos ante la representación de una pantomima.

 

Mosaico Pantomima Villa romana Noheda (Cuenca)

En primer lugar, a la izquierda aparece un hombre tocando un órgano hidráulico al que dos niños dan aire mediante unos fuelles. Luego aparecen dos mujeres bellamente ataviadas y un caballero con un gran zapato, el cual servía, golpeando el suelo, para marcar el ritmo.

 

A continuación, aparece el mimo, el personaje principal y más importante, pues era capaz de interpretar su papel con el baile. Portaba una máscara y no unas gafas de sol, como parece mostrar la imagen (las mismas no existían en aquella época y se trata de una apreciación errónea debido a nuestra cultura actual). A continuación, aparece una mujer tocando una lira, una niña mirándola, un actor ataviado con túnica blanca y otro músico tocando el aulos y danzando, un segundo mimo con máscara.

 

La última parte de este mosaico se compone de un niño sujetando un biombo, un hombre y una mujer actuando y un par de personajes que solían ser habituales en estas compañías, el sannio y el stupidus.

 

Bajo esta escena principal aparecen diversos personajes enmarcados entre columnas. A la izquierda dos púgiles que van a enfrentarse. En el mosaico del sur aparece el desenlace del mismo. Luego viene un músico tocando la trompa, una mujer sobre un diván, un poeta declamando versos, un actor disfrazado de personaje femenino con una serpiente enroscada, es decir, representa a una maga, y un actor con una máscara grotesca.

 

Alrededor de la fuente existía otro mosaico con una decoración relativa a iconografía marina, con peces y sirenas, aunque se conserva muy deficitariamente.

 

En la exedra ocupada por los dueños de la villa y que ocupaba el lado este tenemos una curiosidad. Existe un doble mosaico, uno encima de otro. Ello se explica debido a que en algún momento de la historia de la villa el dueño se cansó del mosaico que existía allí y decidió cambiarlo por otro.

 

Mosaico doble en exedra este Noheda (Cuenca)

Este tipo de mosaicos colocados en las exedras poseen una decoración geométrica o vegetal, debido a que era el lugar donde se colocaban los divanes donde se comía. Por esta razón estos mosaicos no poseían decoración figurativa, al encontrarse tapados por los muebles.

 

La última sala que vamos a describir es la octogonal situada en el lado norte. Es una sala que conserva tanto pintura como decoración estucada en los muros, algo realmente sorprendente dado el tiempo transcurrido. Su función no está clara, pero al estar junto al cortejo dionisiaco y tener unas reducidas dimensiones podemos imaginar que se trataba de una especie de reservado donde el señor de la casa podía disfrutar de, digamos, un final feliz a su reunión festiva.

 

Sala octogonal Noheda con decoración estuco y pintura en las paredes

Sin duda, aunque sólo vemos el triclinium de esta villa, su visita es obligada debido a la importancia de sus mosaicos. La misma apenas llevará una hora y se hace muy amena debido a las explicaciones tan detalladas de los guías sobre los mosaicos.

 

Hasta la próxima.

 

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