domingo, 24 de octubre de 2021

No encuentro un sitio donde poder relajarme (VIII): Morella


Hoy vamos a realizar una escapada de relax cultural a uno de esos pueblos catalogados como uno de los más bonitos de España. Nuestro destino será el norte de la Comunidad Valenciana, la capital de Els Ports, zona interior y montañosa del interior de la provincia de Castellón.

Vista general de la ciudad amurallada de Morella.

¿Todavía no sabes de donde estoy escribiendo?


¿Cómo llegar a Morella?

Morella es un pequeño pueblo situado en la falda de una colina, dominada por la silueta de su antiguo castillo medieval. Se ubica en el norte de la provincia de Castellón, a unos 60 kilómetros de la zona de playa.

Desde Madrid es un viaje un poco más largo de lo acostumbrado, pues se encuentra a unas cinco horas de camino. No obstante, os aseguro que su visita merece mucho la pena.



Como indicación general debemos tomar la A-2 hasta Alcolea del Pinar, momento en el que tomaremos la N-211 (salida 135) dirección Teruel y Molina de Aragón (adiós a la autovía). Seguiremos por esta carretera hasta la localidad de Monreal del Campo, momento en el que giraremos a la izquierda y tomaremos la N-234 hacia Alcañiz, Montalban, Soria y Zaragoza. En Camínreal giraremos a la derecha siguiendo las indicaciones hacia Alcañiz, Montalban, Soria y Zaragoza. Volveremos otra vez a la N-211 y continuaremos dirección Montalban y Alcañiz. Ya no dejaremos esta carretera (que en algunos momentos es también la N-420) hasta llegar a la localidad de Alcorisa, momento en el que giraremos a la derecha para tomar la A-225 dirección Más de las Matas. Llegados a este pueblo ya tendremos indicaciones hacia Morella. Tras pasar un puerto llegaréis a vuestro destino.

Otra opción, con menos carreteras secundarias, es tomar la A-3 hacia Valencia, desviarse al norte hacia Castellón de la Plana (A-7, salida 338) y en el pueblo de Cavanes tomar la salida 41 hacia Morella, Sant Mateu y Benlloch (CV-10). Seguiremos esta carretera hasta cruzarnos con la N-232, que tomaremos con dirección Morella. Por este camino hacemos 529 Km (en vez de 413 Km de la primera opción), pero al tener más tramo de autovía el tiempo estimado de llegada sólo aumenta unos 25 minutos (5h 20 m).

¿Dónde aparcar en Morella?

Morella es un pueblo muy turístico que ha sabido habilitar numerosos espacios de aparcamiento para poder acoger al gran número de visitantes que se acercan a su recinto amurallado.

Nada más entrar a la ciudad por la Torre de Sant Mateu descubriremos algunas zonas de aparcamiento adosadas a la muralla. Aunque el verdadero aparcamiento para los turistas se encuentra en los aledaños de la Puerta de San Miguel. En épocas de gran afluencia suelen cobrar una cantidad módica por dejar el coche toda la jornada. Este será nuestro punto de inicio de la ruta.

¿Qué podemos ver en Morella?

Morella es una localidad medieval amurallada y ello lo comprobamos en la poderosa entrada que debemos atravesar para acceder a su recinto interior. Se trata de la Puerta de San Miguel, una de las enormes entradas fortificadas de la ciudad, donde destacan su par de torres gemelas octogonales.

Puerta de San Miguel. Morella

En su interior se puede visitar una exposición de juegos tradicionales enfocada a los más pequeños. A través de sus niveles interiores, comunicados por medio de escaleras de madera, descubriremos juegos tan tradicionales como las tres en raya o tan originales como un futbolín donde la pelota se acciona con un fuelle. Sin duda, los niños se lo pasarán genial y los padres podrán disfrutar de las distintas actividades.


Interior torres de San Miguel

En cambio, si visitáis la ciudad sin niños, esta visita sólo tiene el interés de asomarse a lo alto de las torres para ver el pueblo.

(Horario de miércoles a domingo de 10h a 13h y de 16h a 19h. Precio: 1,5€)

Morella es medieval. Pero su pasado es mucho mayor. Ello lo podremos averiguar en el Museo Tiempo de Dinosaurios, el cual se sitúa junto a la Puerta de San Miguel.

En este museo vamos a poder admirar piezas paleontológicas de la época en la que dinosaurios como el iguanodón dominaban la zona. Además de numerosos fósiles, también hay una maqueta a tamaño natural del dinosaurio con más presencia en la zona (el iguanodón) que hará las delicias de los más pequeños.



Personalmente me pareció un museo bastante básico en cuanto a explicaciones para los adultos, por lo que si no viajáis con niños tampoco es una visita realmente imprescindible de esta localidad.

Su horario de verano: de martes a domingo de 11h-14h y de 16h-19h. Precio 2€.

La oficina de Turismo (de 10 a 14h) se encuentra situada enfrente del museo y será un buen lugar donde adquirir un mapa y preguntar por los horarios de los puntos de interés de la localidad. Existe un bono de 8€ con el que se pueden visitar todos los monumentos de la localidad. También podemos visitar la antigua Iglesia de San Miguel, hoy en día convertida en un centro de salud local.

Nuestra siguiente parada será el Ayuntamiento de Morella, al que llegaremos por la calle Juan Giner. Se trata de un edificio gótico del siglo XV en el que se visitan sus dos salas principales (Salas del Consejo y de Justicia), hoy en día utilizadas como salas de exposiciones y sede de Congresos,  y que también integra la Lonja, espacio comercial típico de esta zona de levante.

Ayuntamiento de Morella

Además, en el momento en el que visité la localidad, aquí se encontraban los cuatro gigantes de Morella: Artal (hijo de Blasco de Alagón, conquistador de Morella), Rosella (en referencia a las amapolas: roselles en valenciano), Abu Sa’id (último gobernador almohade de Valencia) y Seidia (heroína musulmana del poema de Joaquim Garcia Girona). A los peques de la familia les encantará ver a estos famosos personajes.

Gigantes de Morella

Aledaña al Ayuntamiento y en las escaleras que bajan en su parte izquierda se encuentra la Prisión de Morella. En este tétrico lugar podremos visitar diversas celdas, algunas recreadas con decoración que nos pondrá en situación sobre las penosas condiciones de vida de los presos. También podremos visitar la habitación donde se encontraba el alguacil y visionar un pequeño vídeo que complementa los paneles explicativos que tiene el lugar. En general, una visita muy recomendable.

La prisión histórica de Morella

Por proximidad, nuestro siguiente destino será la Iglesia de Santa María la Mayor, templo arciprestal gótico que data del siglo XIII. Tiene como curiosidad dos entradas en la misma fachada (la parte posterior limita con la roca que sirve de base al castillo), una denominada de los Apóstoles y otra de las Vírgenes (entrada al templo), debido al tema de su decoración escultórica.

Iglesia de Santa María la Mayor de Morella

En su interior hay que destacar la escalera de caracol que da acceso al coro, profusamente decorada con animales mitológicos, motivos vegetales y escenas de la vida de Jesús. Un coro, por cierto, que se encuentra sobre la nave principal de la iglesia (ojo a la bóveda rebajada que lo sostiene) y que no nos permite admirarla en toda su plenitud nada más entrar.

Escalera del interior de la Iglesia de Morella

Otro elemento que sobresale es el altar mayor de estilo churrigueresco, cuya profusa decoración a base de dorados contrasta con la sobriedad del resto del templo gótico.

Altar de la Iglesia de Morella

Y, por supuesto, el órgano, creado por Turull en 1719; cuenta con más de 3.000 tubos y se encuentra en perfecto funcionamiento. A continuación os dejo un breve vídeo con el sonido tan exquisito de este órgano centenario.


La visita se completa con el pequeño Museo arciprestal, situado a la izquierda del altar y que conserva piezas de la liturgia (casullas, diversa orfebrería) y algún que otro cuadro.

Su horario de visita es de lunes a sábado: de 10h a 14h y de 15h a 19h. Y el domingo de 12:15h a 18h ininterrumpidamente. Precio: 2,5€.

Muy cerca de la Iglesia se encuentra el Convento de San Francisco. El otrora edificio gótico sobresaliente de la ciudad hoy luce algo decadente debido a los bombardeos que lo destrozaron durante las guerras carlistas del siglo XIX. No obstante, la instalación del Parador de Turismo entre sus muros ha logrado revitalizarlo de nuevo y convertirlo en un referente de Morella.

Este convento presenta un estilo gótico bastante primitivo, en donde la belleza se encontraba en la sencillez de sus elementos arquitectónicos. Un buen ejemplo de ello es la entrada, compuesta por un sencillo pórtico de tres arcos ojivales donde la espectacularidad la proporciona la bella escalera de acceso.



En su interior vamos a destacar, en primer lugar, el claustro, comienzo de nuestra visita. Posee un aspecto de romántica decadencia, con la presencia de arcos góticos trilobulados sin nada que sustentar y un descuidado jardín interior.


En una de sus esquinas se accede a la iglesia del convento, que data del siglo XIV y se encuentra bastante desnuda tanto de decoración como de mobiliario. Sorprende, no obstante, encontrarse la maqueta de un dinosaurio en medio de su nave central. Se trata de la reproducción del Morelladón, una nueva especie sólo descubierta en los alrededores de esta localidad.

Interior iglesia del Convento de San Francisco con Morelladón

Pero, sin duda, la joya de este espacio es la antigua sala Capitular, lugar que conserva una preciosa pintura al fresco con el tema de la Danza de la Muerte. Junto a los danzantes, que representan los tres estratos sociales de la época medieval, se encuentra el árbol de la vida y, a sus pies, dos ratas portadoras de enfermedades como la peste negra. Incluso se representa en un pentagrama la música que acompañaría a esta macabra danza que nos iguala a todos. Diversos paneles explicativos nos permiten admirar esta pieza artística medieval en todo su esplendor.



El convento sirve de entrada para el monumento más famoso de Morella: su Castillo. En este lugar hubo un asentamiento ininterrumpido desde la Prehistoria (III milenio a.C.), algo que se entiende por su privilegiada ubicación en lo alto de la gran cerro sobre el que se asienta. En época medieval era una fortaleza inexpugnable que controlaba el camino que unía el interior con la costa.



Aunque siempre poblado, el recinto del castillo comenzó a configurarse como fortaleza en época visigoda. Luego los árabes tomaron el relevo, aunque las mayores transformaciones vendrán de mano de los cristianos, a partir del siglo XIII.

El conjunto del castillo tiene el encanto de esas fortalezas semiderruidas que aún conservan cierta dignidad de su excelente pasado. En el recinto interior, dividido en distintos niveles, podremos ver algunas construcciones, como el Palacio del Gobernador (que data de época de Felipe V y que contiene una exposición sobre el castillo), un horno, un aljibe, el edificio de la guardia y una prisión que no era otra cosa que una gran cavidad de la roca donde se asienta el castillo.


Desde la Plaza de armas, situada en el tercer y más protegido nivel, se puede observar Morella a vista de pájaro, así como todas las montañas que rodean esta localidad, entendiendo el interés estratégico que siempre tuvo este recinto.


Su horario de visita es de lunes a domingo 11h-19h (Verano) y tiene un precio de 3,50€. Para una descripción pormenorizada del castillo os dejo la siguiente página: http://www.jdiezarnal.com/castillodemorella.html

Un lugar con gran encanto en Morella es el Carrer d’En Blasco d’Alagó, calle totalmente porticada y recuerdo de cómo eran todas las calles de esta localidad en su época medieval de mayor esplendor. Hoy en día, aquí se sitúan numerosos comercios y restaurantes y, los domingos, se organiza un interesante mercado de productos típicos. Resulta interesante fijarse en los detalles de las fachadas de los comercios, algunos con una impronta antigua muy bien conservada, o en los elementos decorativos originales que encontramos a cada paso.

Carrer d’En Blasco d’Alagó. Morella

Otro paseo agradable es por los aledaños de la extensa muralla que rodea la ciudad. Esta fortificación data del siglo XIV, aunque fue reformada en su parte superior en el siglo XVIII. Tiene un perímetro de unos 2 km. en los que se abren hasta 7 puertas (algunas de ellas custodiadas por poderosas torres).


Morella contiene numerosos palacios y casas solariegas de impresionante riqueza. Como curioso ejemplo os indicaré la ubicada en el Carrer de la Mare de Déu de Vallivana, donde existe el recuerdo del paso de San Vicente Ferrer por esta localidad. Se trata de un milagro que obró el santo estando alojado en aquella casa (Casa Rovira) y que se reproduce con azulejos en la fachada de la misma. Otro interesante palacio, hoy convertido en hotel, es el llamado Cardenal Ram, ejemplo de casa fortificada. Y en una decisión de dudoso gusto estético podremos encontrar anacrónicos elementos decorativos clásicos junto a estilos góticos en las ventanas de una casa palacio muy particular. También pequeños oratorios si elevamos un poco nuestra mirada del suelo. Morella está llena de rincones encantadores.


El suceso milagroso de San Vicente Ferrer ocurrió en el año 1414, momento en el que en esta ciudad acogió una importante reunión para la cristiandad. El rey Fernando I de Aragón, el entonces fray Vicente Ferrer y Benedicto XIII, el famoso Papa Luna de Peñíscola, mantuvieron una negociación para solucionar el cisma existente en la cristiandad. Las conversaciones no fructificaron y Benedicto XIII se encerró en la fortaleza templaria de Peñíscola con sus escasos seguidores, lugar del que no saldría debido a la condena que le impusieron en el Concilio de Constanza de 1415.

Si os pareció poco, una visita peculiar es la de la Iglesia de San Nicolás, la cual alberga el Museo del Sexenio. En este museo vais a poder admirar numeroso objetos relacionados con las fiestas sexenales de Morella, que se celebran cada seis años en honor a la Virgen de Vallivana, la patrona de Morella. La última celebración fue en el año 2018.

En los alrededores de Morella se puede visitar el acueducto gótico del siglo XIV (no sólo los romanos los construyeron) y las pinturas rupestres de Morella la Vella. Este pequeño pueblo, situado a 6 Km de Morella, posee unas excelentes muestras de pintura esquemática levantina así como escenas de caza. Las visitas se organizan con guía desde la oficina de turismo siendo su horario en verano (junio, julio, agosto y septiembre): de martes a domingo a las 11, a las 12:30, a las 16 y a las 17:30h. El camino hasta aquella localidad se realiza por una tortuosa calzada de arena y piedras que puede ser capaz de desanimar a un turista no muy interesado en este tipo de yacimientos.


Por último no quería terminar sin hacer una mención a la gastronomía de Morella. Una de las cosas que más me gustaron fueron los Flaons, un dulce de origen árabe medieval que consiste en una especie de empanadillas dulces rellenas de requesón y almendras. Y para los que gustan de salado os recomiendo probar su cecina, similar al jamón serrano.

Y si os queréis llevar un recuerdo típico de la ciudad nada mejor que conseguir una típica manta morellana (por la zona existe el dicho de que Das más calor que una manta morellana) o unas alpargatas de esparto.



Si deseáis informaros de algo más sobre este precioso paraje os recomiendo visitar su web: http://www.morellaturistica.com/ver/1292/Cultura-y-Patrimonio.html






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