martes, 21 de junio de 2016

Una escapada dominguera cerca de Madrid (I): Buitrago de Lozoya.



Voy a iniciar una serie de artículos para todos aquellos madrileños que desean pasar un domingo cultural o campestre y no saben dónde ir. Existen multitud de salidas que hacer por los alrededores, a unos cien kilómetros de distancia, y hoy os voy a contar una que me gustó especialmente: Buitrago de Lozoya.

¿Os animáis? 


Buitrago de Lozoya es uno de esos pueblecitos de la sierra madrileña, pegados a la A-1, por los que siempre pasas delante y nunca te paras unas horas a visitarlo. En el fondo, eso no es malo, pues Buitrago de Lozoya es un lugar para conocerlo pausadamente, sin prisas.

Su casco histórico es muy reducido y se puede ir perfectamente andando a todos los lugares. Razón por la cual es aconsejable dejar el coche a la entrada. En la Avenida de Madrid, la que conduce al pueblo, tendréis varios lugares donde aparcar cómodamente. Pero si deseáis aparcar en las mismas puertas os recomiendo seguir la calle Real y girar a la derecha la primera que podáis, llegando al aparcamiento público de la Plaza de los Hornos, justo a los pies del castillo.

A la hora de visitar el casco antiguo, totalmente amurallado, os aconsejo situaros a la Plaza de la Constitución. No tiene pérdida, tanto por la fuente decorada con una bellota (que da nombre popular a la plaza) como por la sobresaliente Torre del reloj (siglo XIV torre y siglo XIX-XX el reloj). Dirigíos hacia ella y entrar por la calle del arco, a través de una puerta en recodo de la muralla.

Llegaréis a una plaza donde se ubica la Iglesia de Santa María, que data del siglo XIV. Aunque su exterior no es muy destacable, su interior os sorprenderá. Además de la amplitud, su principal atractivo es el artesonado del techo. Una auténtica obra maestra que tiene escasos 30 años. Hay que tener en cuenta que el anterior fue incendiado durante la Guerra Civil. Toda la iglesia tiene un aire mudéjar muy atractivo para el visitante.

Interior de la Iglesia de Santa María (Buitrago de Lozoya)

En esa plaza tenéis la posibilidad de subir a la llamada Muralla Alta. Una parte del recinto amurallado cuyo interés radica, cuando yo la visité, en la colección de máquinas de asedio que contiene. Se trata de una exposición muy interesante, donde os mostrarán desde catapultas romanas a medievales, así como otros muchos tipos de ingenios de guerra. Por 3€ tenéis la opción de una charla explicativa de 1,5 horas de duración.

Máquinas de asedio y armas medievales


Desde esa plaza, siguiendo la calle de la Villa llegaréis a un pequeño jardín medieval, interesante en primavera especialmente. Es una zona tranquila donde descansar, entre las fragancias de plantas aromáticas y el canto de los pájaros. Y los niños pueden jugar en varios columpios, así como en un pequeño laberinto.

En este lugar podéis subir a la muralla y pasear por el adarve, siguiendo el curso del río Lozoya. Estáis ante el conjunto fortificado más mejor conservado de toda la Comunidad de Madrid. Llegaréis hasta cerca de la Plaza del Castillo, donde se sitúa la entrada al Castillo de los Mendoza. Destacar sus siete poderosas torres, todas diferentes, y la sorpresa de encontrar un recinto casi cuadrado y un patio de armas oval, al tipo anfiteatro romano. En estos muros durmieron el Marqués de Santillana, Juana la Beltraneja o Felipe III, entre otros.

Castillo de Buitrago de Lozoya


Otros dos lugares de visita imprescindible son el Puente Viejo, de un solo ojo y que data del siglo XIV. Como curiosidad decir que en su parte sur quedan restos (unos pequeños arquillos) del acueducto de agua adosado antiguamente. Y el pequeño y recoleto Museo Picasso, situado en la plaza del ayuntamiento.

Este museo está formado por las piezas (unas 60) que el famoso pintor malagueño le regaló a su barbero y amigo, Eugenio Arias. Ambos exiliados en Francia tras la guerra, en Vallauris concretamente, tenían numerosos puntos en común, algo que aparece en los objetos de la colección, centrados en la tauromaquia, por ejemplo. En el museo encontraréis carteles, esculturas, cerámicas, pinturas… Un compendio algo caótico pero muy picassiano.

Algunas piezas del Museo Picasso de Buitrago de Lozoya
Todo el centro urbano de Buitrago de Lozoya, dependiendo de la prisa de la visita, os puede llevar entre dos o tres horas a lo sumo. ¿Cómo pasar el resto del día?

Tenéis la opción de visitar los pueblos de la sierra cercanos, lugares con interés turístico, tales como Braojos, Gascones, el Cuadrón. En la oficina de información turística de Buitrago os darán toda la información que necesitéis. O también podéis descansar y relajaros en la zona de esparcimiento de Riosequillo si vais en la época estival. Se trata de un lugar perfecto para pasar la tarde, o un día entero. Podéis comer de picnic bajo una buena sombra y bañaros en su enorme piscina.

Hasta la próxima.

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