Hace unos días pude ver, por fin, la última y
aclamada película de Alejandro González-Iñárritu, El renacido, protagonizada por uno de mis actores favoritos,
Leonardo DiCaprio.
Cuenta una historia muy conocida por los
estadounidenses, pues forma parte de su pasado más lejano, cuando el hombre
blanco conquistaba poco a poco las tierras salvajes del centro- oeste
americano. Y como bien afirma Óscar González “La película se erige como una
parábola cruda y al mismo tiempo hermosa de la lucha del hombre contra el medio
que le rodea”.
No obstante, al ser una historia basada en hechos
reales, me interesé en buscar qué había de real en la historia que nos
relataban. ¿Te interesa conocer la verdad oculta tras todo el glamour impuesto
por Hollywood?
Lo primero que debo decir es que la película me
gustó bastante. Máxime, teniendo en cuenta que se trata de un largometraje
bastante largo (dos horas y media) en el cual, durante gran parte del mismo,
vemos a un solo hombre arrastrándose por el fango y pasando calamidades. En ese
sentido me recordó un poco, salvando las distancias, a la película Marte, protagonizada por el gran Matt
Damon.
Iñárritu tenía el reto de contar una historia muy
conocida de una forma diferente, con la cual atraer al público americano. Y
en realidad lo consiguió dándole un giro muy adecuado a sus mentalidades
sociales. La lucha de superación del hombre contra la naturaleza o el
sentimiento justificado de venganza ante un asesinato son dos componentes
básicos de la sociedad estadounidense, tanto pasada como actual. Si a ello unimos
una fotografía excelente, en donde Emmanuel
Lubezki obligó a rodar sólo durante las 3 horas del día en las cuales existía
la luz natural que deseaba transmitir; o la presencia del indígena indio, siempre
peligroso y enemigo del invasor blanco, tenemos una película redonda y muy bien
planteada.
Veamos ahora que añadidos
ficticios existen en el guión a través de unas cuantas preguntas.
¿Existió el protagonista de El renacido?
Hugh Glass (ca. 1780-1833)
fue un personaje real, un hombre de frontera dedicado al negocio del comercio
de pieles. Un trampero y explorador, aunque no en la forma en la cual aparece
en la película.
Es cierto que Glass formó
parte del grupo expedicionario reunido por el general William Henry Ashley,
conocido como “Ashley´s Hundred”.
Trabajaban para la Rocky Mountain Fur Company, compañía dedicada al trabajo de
pieles en la zona del nacimiento del rio Missouri.
Ahora bien, la labor de
guía no era responsabilidad de Glass, sino de otro hombre más experimentado que
él, como era Andrew Henry (interpretado por Domhnall Gleeson). Por tanto, Glass
cobra una importancia para la expedición que no tuvo realmente.
¿Los indios arikara atacaron a la
compañía?
En junio de 1823 los
indios arikara atacaron al grupo, que debió huir ante la superioridad de
fuerzas. No obstante, al contrario de lo mostrado en la película, no
abandonaron su barco a la deriva.
¿Tenía un hijo Glass?
Esta es una de las
licencias más destacadas de la película, pues en ningún documento se menciona
la existencia de un hijo por parte de Glass. Es cierto que pasó una temporada
de 3 o 4 años viviendo con unos indios Pawnee, aunque cuesta creer que esposara
a una chica india y tuviese un hijo con ella. Mucho más, que éste le acompañara
en una misión tan peligrosa.
Tal inclusión obedece al
refuerzo de la trama principal de la venganza. Al director no le vale con
vengar el abandono de un malherido a su suerte, sino que añade el asesinato del
hijo para justificar el afán de supervivencia del protagonista. Es un añadido
adecuado, a pesar de todo, para conectar con el público actual, más sensible al
asesinato que al abandono de un mal herido. El siglo XXI no es tan abnegado
como lo era el siglo XIX.
¿Fue atacado Glass por un oso?
La historia de Glass se
hizo legendaria, precisamente, por el suceso con el oso. Efectivamente, Glass
fue atacado por una osa grizzli, la cual protegía a sus crías. Uno de los
momentos más dramáticos y mejor plasmados de la película reside, a mi parecer,
en mostrar este ataque. Resulta estremecedor ver las diferentes embestidas del
animal y la fortaleza mental del protagonista para afrontarlas y terminar imponiéndose
al oso. Sólo por estas escenas merece la pena acercarse al cine.
¿Fue abandonado Glass a su suerte?
Tal como relata la
película, Glass fue herido muy grave por parte del oso. Sus compañeros
intentaron salvar su vida, pero no tenían posibilidades de hacerlo. Las heridas
eran tan graves que parecía mentira que aquel hombre siguiera respirando. Ante
la imposibilidad de cargar con él durante el camino de regreso a casa, la
compañía ofreció una suculenta recompensa a aquellos hombres que se quedaran
con él y le enterraran dignamente cuando falleciera. Los dos hombres que
acompañaron a Glass fueron el leñador John Fitzgerald y un joven, de 19 años,
llamado Jim Bridger.
Según parece, la presencia
de indios arikara en las proximidades fue lo que decidió a los dos compañeros
de Glass para abandonarle a su suerte antes de fallecer. Según su percepción,
estaba más muerto que vivo en ese momento.
Cuando alcanzaron al grupo
afirmaron que Glass había muerto y había sido enterrado. Por tanto, la película
muestra, a grandes rasgos, la realidad del suceso, aunque añadiendo la maldad
de Fitzgerald al asesinar a su hijo y engañar a Bridger.
¿Cómo fue la odisea de Glass?
Glass se encontraba a unos
300 kilómetros del fuerte Kiowa (otras fuentes calculan que recorrió la mitad
de esa distancia), malherido y totalmente solo. Si sus expectativas de seguir
con vida eran escasas hasta entonces, ahora se antojaban imposibles. No obstante,
logró sobrevivir gracias a su fuerza de voluntad. Para evitar que sus miembros
se gangrenaran dejó que los gusanos le comieran la carne podrida. Para evitar
desangrarse cauterizó con pólvora sus heridas. Para evitar morir de hambre se
alimentó de raíces, bayas, insectos y de
animales muertos que encontraba, como si de un carroñero se tratase. Fabricó
una balsa con troncos y fue ayudado por indios Pawnee, los cuales le curaron de
sus heridas.
Partes de todo ello las
vemos en la película, así como escenas añadidas que me recuerdan otras
películas. Me refiero, en concreto, al momento en el cual duerme dentro de las tripas
de un animal (yo soy mucho de Star Wars).
¿Se vengó Glass de sus compañeros?
Glass quiso vengarse de
sus compañeros, pero aunque los buscó para ello, no lo hizo con ninguno de
ellos. A Bridger le perdonó al darse cuenta que había sido convencido por su
compañero. Por tanto, la película nos muestra, en este caso, la realidad.
Mientras, a Fitzgerald lo
encontró en 1824 en Fort Atkinson como soldado del ejército. Matar a un soldado
estaba penado de muerte, por lo que no pudo vengarse de él. Tan sólo pudo
obtener sus armas (arrebatadas cuando le abandonaron) y una compensación
económica.
Por tanto, aquí la
película prefiere saltarse la realidad y ofrecer un cierre de película más apropiado
a los gustos actuales. Una lucha final entre el bien y el mal, en donde aparece
la frase mística de turno: “la venganza está en manos de Dios, no en las
mías”. Un pensamiento muy
medieval, por cierto.
En
definitiva, una película muy bien rodada, con una trama principal que devora a
las tramas adyacentes, con un protagonista que se impone sobre el propio guión
y con unas críticas encubiertas que nos hacen reflexionar sobre aspectos
vitales de nuestra existencia. El sentimiento de venganza, el miedo a la
muerte, el afán de superación, la asombrosa magnificencia de la naturaleza
salvaje, la lucha sin piedad ante el indígena indio…
El
título, El renacido, no puede ser más apropiado, pues se refiere al
espíritu que regresa del mundo de los muertos para aterrorizar a los vivos. Una
particular conciencia que, en este caso, es del todo real y muy humana. Glass
regresó de la muerte y su única misión será vengarse.
Por
último, una postrera e irónica imagen. Glass no se venga directamente de Fitzgerald,
sino que deja que sean los indios arikara los que ejecuten al trampero. Es
bastante irónico que Glass se despida de ellos cuando, en la vida real, años
más tarde, nuestro protagonista morirá a manos de un grupo de estos indios,
cerca del rio Yellowstone.
En
honor a la asombrosa aventura de supervivencia de Glass se alza un monumento
conmemorativo de su hazaña en el lugar en donde, supuestamente, fue atacado por
la osa, en la orilla sur del embalse Shadehill, en las fuentes del río Grand
(Dakota del sur).
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