Entre los numerosos mitos que rodean al mundo de la óptica, uno de los más difundidos es el de la escasa duración del tratamiento antirreflejo que llevan la mayoría de las lentes.
Numerosos pacientes se quejan del hecho que sus
lentes se deterioran con frecuencia y demasiado rápido. Y aunque, en algunos
casos, pudiera existir un defecto de fabricación (incidencia menor al 1%), en
la mayoría de las ocasiones el rápido deterioro se produce por dos causas muy
concretas.
¿Queréis conocer cómo podéis lograr que vuestros
lentes os duren más tiempo en perfectas condiciones? ¿Os interesa descubrir cuáles
son las partes que conforman una lente oftálmica?
Antes de daros unos breves consejos de mantenimiento
sobre como podéis hacer más duraderas vuestras lentes voy a enseñaros cómo se
fabrica una lente estándar de óptica y cuáles son sus partes básicas. Con ello
vamos a entender mucho mejor la forma más óptima de cuidar correctamente
nuestros lentes.
Una lente oftálmica está formada por la lente en sí
y varias capas añadidas que tienen diferentes funciones. En la siguiente imagen
podéis verlas todas separadas. Para los que no controléis el inglés os lo
resumo: Capa base (lente), capa de endurecido, capas antirreflejo y capa fácil
limpieza.
Capas de las lentes oftálmicas de última generación |
La casi totalidad de lentes que se ponen hoy día en
las ópticas son las llamadas orgánicas, por ser un material difícil de romper y
tremendamente ligero. La gran mayoría de lentes se fabrican en el material
llamado CR-39 (Dietileno Glicol bis Allyl Carbonato). Se trata de una resina
que se endurece por calor. Es decir, el monómero se polimeriza obteniendo unas
características nuevas que, en este caso, son excelentes para la óptica; el
nuevo polímero formado tiene una gran transparencia y resistencia a los golpes
aunque, por el contrario, posee escasa resistencia a la abrasión. Por ello se
debe mejorar este aspecto añadiendo tratamientos específicos.
Los lentes orgánicos de alto índice de refracción también
han tenido un gran desarrollo en los últimos años debido a la demanda por parte
de los pacientes de poseer lentes más delgadas y estéticas. Este tipo de lentes
también son resinas endurecidas con calor, lográndose índices de refracción
mayores mediante la introducción de elementos que modifiquen la molécula
inicial, tales como átomos pesados (Cloro, Bromo…).
Sea cual sea la materia utilizada, fabricar una
lente oftálmica tiene un proceso que incluye varias fases. Primero se debe
preparar el monómero, luego los moldes que nos darán la forma de la lente (y su
graduación), rellenar el molde con el monómero en estado líquido, polimerizarlo
con calor durante varias horas en un ciclo de temperatura determinado y
desmoldar el lente una vez terminado el proceso. Más tarde, se añadirán los
tratamientos específicos que requiera la lente fabricada (capa de endurecido,
antirreflejo, coloración solar…).
Por tanto, olvidemos que una lente sin graduación
debe ser más barata que otra con dos dioptrías, pues ambas deben pasar por el
mismo proceso de fabricación. Otra cosa son graduaciones más específicas o
complicadas que requieren placas bases más específicas o fabricaciones más
costosas. O los distintos tratamientos que pueden llevar los lentes, lo cual
otorgará una gran gama de precios distintos.
La lente orgánica, como hemos dicho, necesita añadir
una capa que le proteja de los arañazos, pues es un material muy poco
resistente a la abrasión. Esa primera capa que tienen todas las lentes se
denomina “capa de endurecido”.
A muchas personas les puede sorprender que la capa
inmediatamente superior a la lente base sea la capa destinada a protegerla de
la abrasión. ¿Porqué no colocarla en la zona más externa? Tranquilos, que todo
llegará y al final del artículo lo entenderéis perfectamente.
Se denomina a este tratamiento como trifásico, pues
aporta dureza (previene agresión partículas finas), flexibilidad (amortigua
agresión partículas de mayor tamaño) y adherencia (sirve de base para
posteriores tratamientos).
Generalmente se trata de un nano-compuesto que
combina partículas duras de sílice y un compuesto orgánico. Presentado en
estado líquido, la lente se baña en este compuesto, el cual se integra en los
poros del lente. Luego, con calor, se polimeriza, recubriendo el lente a modo
de un barniz, el cual está fuertemente integrado en la lente y posee el mismo
índice de refracción del lente (con lo que conseguimos no influir en la
transparencia del mismo). También, en tiradas pequeñas, existe la aplicación
mediante un proceso de centrifugación, pero no quiero enrollarme más.
La capa de endurecido está compuesta por un material
similar al que se utiliza en las marquesinas de los autobuses. Es un material
duro, resistente, aunque no infalible, ¿verdad?
Además de lograr aumentar la resistencia a la
abrasión de los lentes tiene una segunda e importante función, pues nos ayuda a
poder colocar en la lente la siguiente capa, denominada, “antirreflejo”. La
materia base orgánica es muy flexible, mientras que las capas de antirreflejo,
al estar constituidas por elementos minerales, son muy duras pero quebradizas
ante una posible torsión. Por tanto, para poder colocar el antirreflejo es
necesaria esta capa de endurecido que compense las opuestas propiedades
mecánicas de la lente base y la capa antirreflejo. Para entenderlo fácilmente
actúa como un amortiguador. Y, actualmente, con los antirreflejos modernos,
esta se ha convertido en su mejor función.
La capa siguiente al endurecido es la “capa antirreflejo”, cuya principal
función consiste en lograr una transmisibilidad de la luz a través de la lente
cercana al 100%. Es decir, se intenta eliminar la sensación de llevar algo
delante de los ojos. Y voto a bríos que la tecnología actual lo ha conseguido.
Si miramos a través de una ventana el exterior de la
calle podremos observar que nuestra visión es peor que si no existiera ventana.
Suponiendo una ventana limpia, esta sensación proviene del hecho de las
numerosas reflexiones y refracciones que sufre la luz al pasar a través del vidrio
de la ventana. Existen reflejos tanto en la cara anterior como en la posterior
del vidrio así como reflejos internos que enturbian nuestra visión. Y el mismo
efecto se puede apreciar en una lente oftálmica.
Estudios han demostrado que la pérdida de flujo
luminoso por las reflexiones de la luz en ambas caras de los lentes se
encuentra entre un 10-20%. Lo que influye notoriamente en la calidad de la
imagen que llega a nuestra retina. Igualmente, sabemos que la reflexión en la
cara posterior de los lentes provoca una reducción del contraste en la imagen
retiniana final y numerosos deslumbramientos. Y que en ciertas condiciones de
baja luminosidad, la doble reflexión interna provoca imágenes parasitarias
secundarias que pueden llegar a provocar molestos desdoblamientos de las
imágenes. Por último, la reflexión de la
luz en la cara anterior provoca un efecto de “espejo” que impide a las personas
que nos observan el poder distinguir nuestros ojos correctamente. Además, esta
reflexión evitará que tengas que utilizar el corrector de ojos rojos en las
fotos con flash: directamente tus ojos aparecerán como dos manchas blancas en
la fotografía.
Todos los problemas anteriores se solucionan con un
tratamiento antirreflejo. Por lo que para aquellos que aún dicen no notar la
diferencia entre llevarlo y no llevarlo decirles que la notan sus ojos (aunque
su cerebro se niegue a reconocer lo evidente) y la notan los demás (al observarles).
En resumen, el tratamiento antirreflejo aporta evidentes e imprescindibles
beneficios visuales y, en segundo lugar, estéticos.
El principio de funcionamiento del tratamiento antirreflejo
es eliminar los reflejos mediante la interferencia destructiva del rayo de luz.
Es decir, se trata de una serie de capas muy finas (micras) cuyo objetivo es
lograr que los rayos de luz reflejada interfieran entre sí, de tal manera, que
se anulen.
Si observáis una lente con antirreflejo atentamente
os daréis cuenta de que posee un reflejo residual verdoso (en la mayoría de los
casos). Ello se debe a que resulta imposible eliminar todo el espectro de
radiación visible. Cada capa de antirreflejo es capaz, únicamente, de eliminar
una longitud de onda determinada. Y los fabricantes intentan anular las
longitudes de onda a las que el ojo es más sensible, dentro del espectro
visible. Pero la interferencia final entre todas las capas de antirreflejo utilizadas
que eliminan cada una de las longitudes de onda del espectro visible (los
colores al fin y al cabo) es la causante del color residual.
Todos los fabricantes intentan vender su producto diciendo
que es el mejor. En el caso de los antirreflejos, algunos lo fundamentan en el
hecho de poseer muchas capas. Pero la realidad es que un mayor número de capas
no significa un tratamiento de mejores prestaciones. Todos los fabricantes
utilizan entre 3 y 8 capas. Y la eficacia reside en el programa de cálculo
utilizado, pues lo interesante es precisar la interacción de cada capa sobre la
luz reflejada.
La gran diferencia de precio entre las lentes que
llevan antirreflejo y las que no lo llevan reside en la sofisticada tecnología
necesaria para su aplicación en las lentes oftálmicas. Resumiendo bastante el
proceso, este tratamiento consiste en aplicar una serie de capas muy finas donde
se debe controlar de forma precisa el índice de refracción, el grosor (medido
en nanómetros) y la transparencia. En una campana de vacío donde se colocan las
lentes se introducen las distintas sustancias minerales que componen las capas
de antirreflejo. Éstas se encuentran en estado gaseoso y se calientan a altas
temperaturas en la cámara de vacío, lo que hace que se adhieran a la lente una
vez depositadas sobre sus dos superficies.
Las lentes con antirreflejo básico no presentan más
capas que las dos anteriores. Ahora bien, la nueva generación de antirreflejos incluye
una capa suplementaria que mejora notablemente sus propiedades ópticas y su
durabilidad. Aunque cada fabricante le otorga un nombre distinto, podemos
generalizar con la denominación de “capa de fácil limpieza”.
Uno de los problemas que más nos indican los
pacientes usuarios de lentes con antirreflejo es su rápido ensuciamiento. Cualquier
huella o partícula de grasa o polvo enturbia la transparencia de estas lentes
de tal forma que es necesaria su limpieza.
Algunos pacientes optan por eliminar el antirreflejo
con la excusa de que sus lentes se ensucian menos. Es un error. Si cogemos una
lente con antirreflejo y otra sin él y las tocamos con nuestro dedo veremos dos
cosas distintas: en la lente con antirreflejo veremos nuestra huella. En la que
no lo tiene no. Ahora bien, ambas están igual de sucias y perjudican por igual
nuestra correcta visión. La diferencia es que con el antirreflejo somos
conscientes del problema y lo podemos solucionar (limpiando las lentes),
mientras que en el otro caso no somos conscientes de ellos (lo que redunda en
una peor calidad visual).
Haciendo una sencilla analogía, quitar el
antirreflejo para evitar limpiar las lentes es lo mismo que atajar un dolor en
nuestro cuerpo con analgésicos por no ir al médico y descubrir la causa real de
tal malestar.
Los fabricantes de lentes estuvieron investigando
durante años cómo hacer las lentes más duraderas y más limpias. Y lo han
logrado añadiendo una capa extra tras la capa de antirreflejo. Una capa similar
al teflón de las sartenes, capaz de proveer a las lentes de propiedades hidrófugas
(repelen el agua), lipófugas (repelen la grasa) y antiestáticas (evitan
adherencia del polvo del ambiente).
Básicamente, esta capa consiste en rellenar las
porosidades microscópicas de la capa antirreflejante (donde se adhieren las
impurezas) con compuestos químicos que contienen cadenas fluoradas o
hidrocarbonadas. La capa apenas tiene unos pocos nanómetros de espesor, por lo
que no influye en la transparencia de la lente. En cambio, otorga unas
propiedades muy beneficiosas:
-
Al rellenar las porosidades impide la
adherencia de suciedad en los espacios intersticiales microscópicos de la
lente.
-
Las moléculas ricas en flúor poseen una
fuerte repulsión química hacia la grasa y el agua.
-
Gracias a su tensión superficial baja,
la adherencia queda reducida al mínimo, con lo que se consigue que la suciedad
resbale por la lente.
-
Esta capa incorpora un tratamiento
contra la atracción del polvo ambiental. Al limpiar con la gamuza nuestras
lentes generamos una electricidad electrostática (cargas negativas) que atrae
la suciedad ambiental (la que posee cargas positivas). Para evitar tal fenómeno
se incluye en esta capa más superficial una capa conductora de las cargas
eléctricas, las cuales apenan permanecen en la superficie de la lente unos
pocos milisegundos.
¿Y cuál es la resistencia al rayado de esta última
capa?
El denominado Test de Bayer es una prueba que mide
la resistencia a la abrasión de las lentes, las cuales son sometidas al roce de
granos de arena en una situación controlada.
A continuación os muestro los resultados de cada
capa:
-
Lente orgánica sin tratamiento ninguno 3
-
Lente son Tratamiento endurecido 6
-
Lente con Tratamiento Antirreflejo 10
-
Lente con tratamiento Fácil limpieza 15 (idéntico lente mineral)
Podemos sacar varias conclusiones sorprendentes de
estos resultados. Por un lado, que cualquier lente con antirreflejo es más
duradera a la abrasión y el deterioro que una que no posee este tratamiento.
Por otro, los nuevos tratamientos de Fácil Limpieza han logrado igualar la
resistencia a la abrasión de las lentes minerales, lo que significa que con su
mayor protección a los rayos UVA y su menor peso son, hoy día, la mejor
elección para compensar las ametropías de cualquier paciente.
Una vez analizadas las partes que conforman una
lente oftálmica os indicaré unos breves consejos
de mantenimiento que lograrán aumentar la vida de vuestros lentes:
El 100% de los arañazos presentes en las lentes se
debe al contacto de las mismas con un material más duro. El contacto puede ser
agudo (una caída que provoca la abrasión por el suelo) o crónico (una limpieza
inadecuada continuada). Si bien lo primero no podemos evitarlo totalmente, sí
podemos limpiar adecuadamente las lentes diariamente. Tan sólo debemos tener
tres precauciones: limpiar las impurezas de la lente antes de pasar la gamuza (con
agua, por ejemplo), no utilizar agentes agresivos para limpiar la grasa (jabones
neutros y no friegaplatos) y utilizar siempre las gamuzas de microfibra que
proveen las ópticas (otros materiales terminan arañando las lentes tras un uso
continuado).
Nuestras lentes son un producto delicado, al igual
que cualquier pantalla de un ordenador, Tv o tablet. Si no nos imaginamos dejar nuestra tablet como posavasos y nos compramos una funda para evitar su
deterioro, sería lógico tratar las gafas igual, evitando llevarlas sin funda en
el bolso o dejándolas tiradas por cualquier sitio.
Ya hemos visto las distintas propiedades mecánicas
de las lentes orgánicas y los tratamientos antirreflejantes (de composición
mineral). Si exponemos nuestras lentes a una fuente de calor continuada (olvidamos
las gafas en el coche al sol, las introducimos en una sauna…) la lente se
deformará ligeramente. Ello provocará que el tratamiento antirreflejo se cuarte
y pierda sus propiedades transparentes.
Espero que conociendo la composición de las lentes
oftálmicas, sus últimos tratamientos y siguiendo los pequeños consejos de
mantenimiento vuestras lentes oftálmicas os duren mucho más.
Muchas gracias por leerme y hasta la próxima.
Es muy interesante todo lo que dices en el artículo. Gracias por publicarlo.
ResponderEliminarHola, gracias por comentar.
EliminarMe alegro que te fuera útil.
Saludos
Leí todo y seguiré tus consejos
ResponderEliminarGracias por comentar.
EliminarUn placer haber sido de ayuda.
Saludos
muy iteresante, yo acabo de cambiar mis gafas progresivas, de mineral por organicas,mejor refrectante, y las mejores lentes, pero con las organicas no me estoy acostumbrando , un martirio con ellas
ResponderEliminarHola.
EliminarLa adaptación depende del diseño del progresivo pero no del material que se utiliza para tallarlo.
Respecto al mineral, una lente orgánica proporciona ligereza, protección a los UVA y resistencia al impacto. El único hándicap era la resistencia al rayado y, hoy día, los últimos tratamientos han logrado igualar esa resistencia.
El cambio es a mejor, no lo dudes.
Saludos
Hola, si han llegado alcanzar la misma dureza en el material organico que en el mineral, no comprendo por que las lentes de material mineral no se rallan cuando las limpiamos por ejemplo con servilletas de papel mientras que las organicas si, de hecho es que yo tengo cristales minerales desde hace 16 años y estan casi intactos despues de limpiarlas con muchos tipos de textiles y papel, sin embargo las de material oragnico aun con las capas protectoras que menciona a los 2 oaños o includo menos con el mismo uso ya se ven muchos mas arañazos en la superficie.
EliminarHola, gracias por comentar.
EliminarLos lentes orgánicos de última generación tienen una garantía del fabricante de tres años, uno más que lo estipulado por la ley.
Ello se debe a que si se utilizan adecuadamente tienen una vida útil en perfecto estado.
Yo soy usuario de lente orgánica desde hace más de 20 años y la única limpieza que les hago es con la gamuza. Ningún lente se me arañó jamás por la limpieza y eran antireflejos peores.
Si no limpias correctamente los lentes la capa de endurecido se termina estropeando. Pero ahí el problema no está en el lente sino en una mala utilización del mismo.
Saludos
Genial!. Sin duda tus artículos me encantan.
ResponderEliminarHola
EliminarMe alegro que te sirvan de ayuda.
Muchas gracias.
Muy interesante él mantenimiento
ResponderEliminarHola
ResponderEliminarQue problemas pueden presentar tener lentes fotocromaticos con antireflejo
Agradecería mucha la ayuda ya q a mi lo q me pasa es q el antireflejo se ve como rayado
Hola, gracias por comentar.
EliminarComo cualquier lente orgánico hay que tener cuidado con la limpieza, evitando usar cualquier objeto que no sea la gamuza de microfibra que recomiendan las ópticas.
Si tus lentes están rayados deberás cambiarlos.
Saludos.
Hola
ResponderEliminar¿Los antireflejantes (crizal) se pueden estropear por usarlos en verano?
Vuelvo a casa en bici a mediodía y ahora veo unos reflejos que no veía antes del verano.
De haberse estropeado por el calor del verano, ¿No deberían haberme avisado cuando me vendieron las gafas de que el sol de mediodía también es una fuente de calor que puede estropear las gafas?
Hola, gracias por comentar.
EliminarLos tratamientos antireflejos son capas minerales superpuestas en una materia orgánica blanda, por lo que si se someten a altas temperaturas pueden desprenderse en parte y dejar de realizar su función de transparencia.
Si es reflejos extraños puede deberse a que la lente está arañada y en esa zona ya no existe capa de antireflejo o que existe un decapamiento interno por calor. Ahora bien, para producirse ese deterioro por calor se deben dejar los lentes en un ambiente donde se alcancen temperaturas excesivas (P.Ej.: salpicadero del coche en verano con incidencia directa del sol durante horas). Con un uso habitual en exterior no se van a deteriorar y guardando las gafas en su funda, evitando dejarlas bajo la incidencia directa del sol, no deberías tener problemas.
Saludos
Gracias por tu explicación.
EliminarEstoy hablando de trayectos de 30-40minutos y algún día marcaban los termómetros 39°, hay días que menos, no sé si algún día habría más temperatura. Y las gafas puestas. ¿Esto se considera también uso habitual?
Hola de nuevo.
EliminarEl tratamiento no puede deteriorarse por calor con esa temperatura y en movimiento. Es necesaria una incidencia fija, más alta y continuada en el tiempo para dañarlo.
Saludos
Tengo unas gafas graduadas de sol desde hace 4 años,bien cuidadas,a los dos años después de 2 días de paseos por la playa le salieron ojos puntitos.La óptica me dijo que del sol.Pasada garantía.Este año dos dias de paseo playero,24 grados ,y mis lentes están totalmente arrugados.Se le ve una fina película agrietada.Respuesta:cambiar lentes.Me costaron 800 euros y no estoy de acuerdo.Insisto en que el cuidado es extremo
ResponderEliminarHola, gracias por comentar.
EliminarEn el primer caso el problema parece que pudo estar en el salitre de la brisa marina. Si no se lavan las lentes con agua para retirarlo antes de limpiarlas es muy común que se atañen o deterioren al limpiarlas con una gamuza o dejarlas secarlas sin más.
En el segundo caso parece que el tratamiento se ha desprendido. Esto sólo puede ocurrir por un fallo en la fabricación del lente o por haberlo sometido a altas temperaturas de manera continuada, como por ejemplo dejar las gafas dentro de un coche al sol o bajo la incidencia directa del sol. También tuve un caso de una señora que metió los lentes en el horno para secarlos. Cosas vederes.
Saludos.
Buen día. En mi caso llevo años usando el anti reflejante y normalmente al final de un año aparece como un aro en la parte exterior de mis lentes como si encogiera la capa anti reflejante y tengo que cambiar mis lentes casi nunca han durado dos años. Y no siempre ocurre en ambas micas a veces sólo es en una. Es muy cómodo y mejora increíble la visión pero Durán menos. Duda por ejemplo los lentes transitions también requieren esta capa anti reflejante? Saludos
ResponderEliminarHola, gracias por comentar.
EliminarNo es común que el antireflejo se deteriore en tan poco tiempo.
Si te ha pasado más veces deberías cuidar la limpieza, pues puede que uses algún producto demasiado agresivo, o la conservación de los lentes, siendo recomendable alejarlo de intensas y prolongadas fuentes de calor.
Los últimos antireflejos tienen garantías de hasta 3 años y son tremendamente resistentes. Te recomiendo adquirir de este tipo la próxima vez.
Y si, los Transitions también debes usarlos con antireflejo.
Saludos
Hola, mis lentes tienen apenas un mes y ya el antireflejo se le está desprendiendo será que en la óptica me los cambien?
ResponderEliminarHola, gracias por comentar.
EliminarSi con un mes de uso ya tienes los lentes deteriorados lo más normal es que tuvieran un defecto de fabricación.
Vuelve a la óptica y que los envíen al fabricante para que analicen el problema. En caso de confirmar algún problema en el proceso de fabricación te enviarán unos nuevos.
Saludos
No se si tendras razón o no. Pero tu explicación NO me ha convencido nada.
ResponderEliminarSino hay antreflejo no vemos la suicedad pero la suciedad existe y afecta a la visión?. Ummmm. ¿Como?. Sino vemos dicha suciedad ni está esturbiado el cristal.
Parece publicidad para que compremos cristales antireflejo más que una verdadera explicación del problema. Que por cierto. A pesar de encabezar el titulo del tema se trata solo a partir del la mitad del extenso texto. Parece publicidad de tus conocimientos en lugar de una exposicion real de lproblema y sus soluciones.
Hola, gracias por comentar.
EliminarCreo que no has entendido la esencia del artículo. Por ejemplo, si no tienes un microscopio no puedes ver la existencia de bacterias en un alimento, pero no verlas no significa que no estén o no existan si, por ejemplo, se te cae al suelo y te lo comes. Algunos tienen la regla de que si no pasan 5 segundos las bacterias no anidan en un alimento que cae al suelo. Pero la ciencia ha demostrado que eso es falso.
Del mismo modo, la ciencia ha demostrado que con antireflejo se ve mejor que sin él. Y esto es más evidente cuanto más graduación tienes. Es algo físico. Tu retina tiene más luz para formar mejor las imágenes que recibe del exterior.
La suciedad en los lentes se aprecia peor cuando no llevas antireflejo porque tú definición visual es peor en general. Pero está ahí, como las bacterias.
En este blog no se hace publicidad, sino que comento productos ópticos en base a mi experiencia profesional.
Todo el mundo es libre de comprar lo que quiera y de hacer caso o no a los consejos de los profesionales.
Por si te sirve de algo yo he probado lentes con y sin antireflejo y en las mias siempre lo llevo.
Saludos