Debido a las épocas de confinamiento que hemos sufrido
debido a la COVID-19 los madrileños hemos tenido que volver los ojos hacia
nuestra comunidad y redescubrir el gran encanto que atesora. Muchas personas
han decidido salir al campo y a la sierra para realizar rutas de senderismo
donde poder evitar aglomeraciones de personas y respirar aire limpio sin mascarilla.
Pero además de lo anterior, este confinamiento
autonómico también ha permitido conocer lugares encantadores más próximos a
nuestros domicilios. Y hoy os voy a mostrar una agradable ruta de senderismo
muy sencilla que conecta Leganés con Alcorcón.
Datos prácticos
Tipo de ruta: lineal
Distancia: Ocho kilómetros ida y vuelta
Dificultad: Sencilla. Apta para todos los públicos.
Inicio de la ruta
Vamos a partir nuestro camino desde el Restaurante
Butarque In&Out, un lugar muy conocido entre los pepineros de Leganés
que se encuentra algo escondido. He escogido este lugar como inicio por tener
un amplio aparcamiento y situarse en un agradable entorno vegetal con mesas y
columpios infantiles, donde poder incluso realizar un picnic a la vuelta.
Para poder acceder a este lugar existen dos caminos.
Uno se encuentra en la glorieta del matadero de Leganés, mientras que el otro
acceso se sitúa en el barrio de La Fortuna, en la glorieta situada en la
avenida Euskadi.
La zona que rodea el restaurante es ideal para pasar
un rato agradable de esparcimiento debido a sus innumerables sombras que posee.
La ruta comienza siguiendo la vía ciclista que recorre
paralela el arroyo Butarque, un pequeño curso de agua donde la vegetación
florece por doquier. Este primer tramo es muy sombreado y agradable de
recorrer.
Sin habernos dado cuenta llegaremos al Lago
Butarque, un pequeño ecosistema donde numerosos pescadores prueban fortuna
cada domingo. La vegetación de juncos, los patos y los rincones alrededor del
lago nos transportan a un entorno salvaje a escasos minutos del mundanal ruido
urbano.
Debemos seguir el camino ciclista una vez que hemos
dejado el lago a nuestra espalda, el cual discurre paralelo al arroyo de la
Canaleja. Nuestro primer cruce de caminos se presentará cuando estemos llegando
a la carretera M-411. Para cruzarla deberemos subir por el puente que se abre a
la derecha del camino.
Una vez cruzada la carretera nos adentraremos en el
llamado Parque de La Fortuna. Un entorno natural lleno de vegetación y
praderas, aunque las sombras escasean en el camino. Por esta razón no aconsejo
esta ruta en días calurosos o muy soleados. Nuestro camino, como viene siendo
costumbre, discurrirá paralelo al arroyo, el cual se sitúa siempre a nuestra
mano izquierda.
Este parque tiene un curioso lugar que no os pasará desapercibido.
Se trata de un pequeño Santuario edificado en honor a la Virgen de Fátima.
Según cuenta una nota dispuesta en el lugar, la Virgen se le presentó a una
lugareña y le dio varios mensajes que escribió en diferentes lenguas. Aunque el
milagro, según indica, es comparable al ocurrido en Fátima o Lourdes, lo
modesto del lugar contrasta poderosamente con los otros centros marianos
comentados.
Sigamos nuestro recorrido, paralelos al arroyo, ignorando
el resto de caminos que se abren a nuestra derecha, hasta llegar a una
estructura de presas que regula el escaso caudal del arroyo que nos ha
acompañado. Una vez atravesada la verja vamos a conectar con el Parque de
las Presillas, ya perteneciente al municipio de Alcorcón. Podemos cruzar el
puente y salir por la puerta situada al otro lado del arroyo o seguir por la
puerta donde finaliza nuestro camino y cruzar el arroyo más adelante en un
pequeño vado con piedras. Lo dejo a gusto del consumidor.
El Parque de las Presillas tiene un enorme lago y
alrededor existen diversos paseos, pudiendo atravesar un entorno natural
maravilloso si nos dirigimos al otro lado del lago. Pero ese desvío es excesivo
para nosotros, por lo que vamos a dejar el lago a nuestra derecha y seguir el
camino recto hasta una zona de columpios infantiles, justo enfrente del
aparcamiento para vehículos.
Desde aquí debemos seguir el camino de la Canaleja recto
hasta unas escaleras situadas enfrente de una estación eléctrica. Debemos subir
por ellas y cruzar el estético puente que nos permite atravesar cómodamente la
carretera M-406. En la base del puente descubriremos que este lugar pertenece al
Camino de Guadalupe, un camino de peregrinación hacia el famoso monasterio extremeño.
Rodeados de edificios perteneciente a una tranquila
urbanización, debemos tomar la primera calle que se abre ante nosotros (calle
de los Tulipanes) y caminar unos metros en dirección al parque que se encuentra
al fondo. Este parque es nuestra meta, el Parque de los Castillos.
Merece la pena acercarse hasta el lugar donde se alzan
los castillos y admirar estas preciosas construcciones. El más grande ha sido
habilitado como museo de arte contemporáneo especializado en el trabajo en
vidrio. Si no estáis muy cansados resulta una visita corta pero muy
interesante.
La ruta de vuelta se hace por el mismo camino a la
inversa, por lo que no tiene ninguna pérdida. Esta ruta puede organizarse para
comer tanto en el inicio como en el parque de las Presillas, pues en ambos
lugares existen mesas donde sentarse.
Hasta la próxima.
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