¿Qué es el INSET en un progresivo?

Dentro de los valores que podemos configurar a la hora de personalizar una lente progresiva, el INSET es uno de los más desconocidos, tanto por los pacientes como por muchos profesionales.

Por ello vamos a realizar una breve descripción de este parámetro e indicar cuando es necesario modificar sus valores estándar. ¿Os interesa?

¿Qué ocurre cuando enfocamos un objeto en cerca?

Como todos deberíamos saber, cuando enfocamos un objeto en cerca (40 cm), además de activarse la acomodación para poder verlo nítido, nuestros ojos realizan un movimiento ocular motor de convergencia. Nuestros ojos disminuyen su distancia interpupilar (DIP) gracias a los 6 músculos extraoculares que tenemos y con ello podemos enfocar correctamente lo que estamos leyendo.

De no existir esta convergencia, nuestros ojos no podrían ver correctamente en cerca y nuestra visión sería borrosa o doble, pues se formarían dos imágenes en retina que no podrían fusionarse. En la siguiente imagen vamos a comprobar los principales problemas que ocurren en la convergencia.

Las opciones A y B son problemas de convergencia por falta o exceso de esta capacidad, mientras que el caso C ocurre cuando uno de los ojos no puede realizar la convergencia correctamente y está desviado respecto al compañero. En este caso tenemos un estrabismo.

¿Qué es el INSET de un progresivo?

Podemos definir el INSET como el descentramiento de la zona de visión próxima de acuerdo a la convergencia de los ojos cuando miramos un objeto cercano.

En la siguiente imagen vamos a comprobar como la zona de cerca de los progresivos se coloca descentrada hacia nuestra nariz para acomodarse a nuestra convergencia en visión próxima. El valor normal de este descentramiento hacia nasal de la zona de cerca suele ser de 2,5 mm por cada ojo. Pero el valor puede modificarse a nuestra necesidad en los progresivos más avanzados.

En la imagen comprobamos que la zona de cerca puede variar tanto en altura (ver artículo sobre pasillos en progresivos) como en desplazamiento horizontal, el INSET (más o menos descentrado hacia nasal).

¿Qué nos aporta variar el INSET en un progresivo?

La principal ventaja que tenemos a la hora de colocar la zona de cerca del progresivo en el lugar exacto donde nuestro paciente mira los objetos cercanos es la de proporcionarle un mayor campo visual.

En la siguiente imagen de un fabricante de lentes vemos la gran mejoría de campo que se puede llegar a conseguir modificando este valor.

¿Cuándo debemos modificar el valor del INSET?

De manera habitual, la mayor parte de pacientes tienen una convergencia normal, razón por la cual no es necesario modificar el INSET.

Los fabricantes han calculado los valores medios de la convergencia y fabrican sus progresivos descentrando la zona de cerca según estos datos.

Pero en ciertas ocasiones si es necesario modificar tal valor con el objeto de mejorar la calidad de visión de nuestros pacientes.

Un caso que podemos encontrarnos es el de las personas que, por nacimiento, no han aprendido a converger a la hora de leer. Son pacientes que a la hora de leer enfrentan el texto a su ojo “bueno”, en vez de colocarlo en el centro de ambos ojos.

Ello se suele deber a que uno de los dos ojos es ambliope, es decir, tiene una visión disminuida respecto al otro. Si esta visión es muy mala, el cerebro anula ese ojo sensorialmente y utiliza solo el otro. Por esta razón, al no poder usar la visión binocular, la convergencia se encuentra bastante anulada en su mayor parte. Este es el típico caso de los ambliopes congénitos, pacientes que han nacido con un ojo vago y no aprendió a converger.

En estos casos el valor del INSET debe ser de cero, pues el paciente no converge y no es necesario desplazar la zona de cerca del progresivo hacia nasal.

También hay casos de pacientes con visión monocular debido a que han sufrido algún tipo de accidente o enfermedad ocular. En estos casos debemos comprobar si existe la convergencia o no, pues según cuando se produjera esa visión monocular aún puede tener activa la convergencia o parte de la misma.

Otro problema en el que será necesario variar el INSET es en los casos de insuficiencia de convergencia.  En estos pacientes, a la hora de ver un objeto en cerca, la convergencia no es total y les cuesta enfocar a distancias próximas. Aquí es posible que los pacientes tengan una distancia de lectura más lejana que la habitual, razón por la cual el valor del INSET también tendrá que ser menor que el habitual para compensar esta costumbre adquirida.

Además de en los casos anteriores, existen diferentes valores habituales en los que podemos personalizar el INSET para mejorar la visión de cerca de nuestros pacientes:

La graduación puede influir en el INSET a elegir. Las lentes positivas nos hacen converger más que las negativas, por lo que los hipermétropes tienen, por norma, un INSET mayor que los miopes.

La distancia de trabajo es otro valor a considerar cuando queremos personalizar el INSET. Cuanto más corta sea la distancia de trabajo mayor convergencia a emplear y, por tanto, cuanto menor distancia, mayor valor del INSET.

Por último, las distancias interpupilares de los pacientes, si son muy extremas, también pueden provocar molestias en cerca con los valores estándar del INSET.

Por no complicar mucho esta cuestión indicaré que para personas con una distancia interpupilar (DIP) muy grande es necesario un valor del INSET mayor al habitual, pues necesitan un poder de convergencia mayor al habitual; por el contrario, en personas con una DIP muy pequeña el valor del INSET debe ser menor al normal, pues la necesidad de convergencia de su sistema visual es menor.

¿Cómo medimos el INSET que necesitamos?

Esta es una pregunta para los profesionales. La respuesta sencilla es medir la distancia nasopupilar de cada ojo tanto en lejos como en cerca, así como averiguar la distancia de lectura de nuestros pacientes.

Con estos valores los fabricantes podrán calcular el valor necesario del INSET para el progresivo.

Y aunque en todo el post hemos considerado siempre la visión binocular, en los progresivos de última generación existe una personalización tan precisa que los lentes se fabrican con un INSET diferente para cada ojo.

Lo anterior se debe a que, inconscientemente, nuestro cerebro siempre tiende a enfrentar el texto que leemos, aunque sea ligeramente, hacia nuestro ojo dominante (el que tiene mejor definición).

Personalizando el INSET monocularmente vamos a lograr una mayor precisión en el campo de cerca, magnificando este campo y evitando posibles problemas en esta distancia.

Por tanto, aunque no es muy frecuente, si existen casos donde deberemos prestar atención a este valor del INSET para poder ajustar los progresivos a nuestros pacientes con el objetivo de que puedan llevarlos cómodamente.

Si queremos una personalización mayor de nuestros progresivos podemos valorar ajustar el INSET a nuestros pacientes según aspectos como la graduación, la distancia interpupilar de los ojos o la distancia de trabajo que utilice habitualmente.

Y en los progresivos de última generación la toma de medidas nos permite incluso definir un INSET monocular para personalizar más adecuadamente nuestro campo de visión en cerca.