Cuando pensamos en la región
de Murcia a muchos nos vienen a la cabeza las hermosas playas de Mazarrón, las
del Mar Menor o la estrecha franja de tierra de La Manga. Todos lugares
turísticos de vacaciones veraniegas. Playa, piscina, chiringuitos y poco
turismo cultural.
Pero esa imagen tan
consolidada debe ser matizada, pues existe una excepción cultural en la región
murciana que bien vale una visita cultural en condiciones. Y, para sorpresa de
muchos, no me refiero a la misma capital murciana, sino a una ciudad que aunque
está pegada al mar no tiene playa. Me refiero a Cartagena. ¿Queréis conocerla?
Un poco de Historia
Cartagena es una de esas
tantas ciudades españolas cuyo gran pasado histórico ha quedado algo olvidado
con el paso de los siglos. Muchos niños ignoran que en esta ciudad combatió
Aníbal o Escipión el africano, figuras históricas de gran renombre histórico.
Pero su pasado más remoto lo encontramos en la Prehistoria, pues en varias
cuevas del término municipal los arqueólogos han hallado restos de Homo
Habilis, Homo Neandertal y Homo Sapiens.
Su inicio como ciudad se ha
querido ver en el lejano siglo VI a.C., en la ciudad de Mastia, perteneciente a
una confederación tartésica, si bien no existen pruebas que lo corroboren. Las
fuentes clásicas otorgan la fundación de la ciudad al general cartaginés
Asdrúbal el Bello, hacia el 227
a.C. Su nombre original era Qart Hadasht.
En
el año 209 a.C.
los romanos tomaron la ciudad durante su conquista de la Península,
conociéndose desde entonces como Carthago
Nova. La ciudad conocería un gran esplendor durante la época de Augusto,
momento en el cual se dotó de sus principales monumentos.
Tras
los romanos la ciudad se vería envuelta en los avatares generales que asolaron la Península Ibérica.
Saqueada por los vándalos en el año 425, conquistada por los
bizantinos en el año 550 y convertida en la capital de sus territorios
ibéricos, reducida a cenizas por los godos en el año 622, renacimiento durante
la época de dominio musulmán y “reconquistada” por los cristianos en el año
1245.
Ya
en época moderna, el puerto de Cartagena fue la base militar principal de la
monarquía española desde donde dominar el Mediterráneo. Su esplendor empezaría
a decaer con el descubrimiento de América y la importancia que tuvieron desde
entonces los viajes por el Atlántico. No obstante, un nuevo esplendor renació
en época borbónica al trasladarse a Cartagena las Atarazanas Reales desde Barcelona.
Por último, en época
contemporánea, la ciudad se levantó en armas en numerosas ocasiones. Primero
contra el invasor francés en 1808, luego contra el gobierno central en 1873
defendiendo las tesis federalistas, algo que le costó una importante
devastación. Tal vez por ello, durante la Guerra Civil
Española Cartagena fue la única base naval que permaneció
fiel a la República y la última ciudad en rendirse ante los franquistas, ya el
31 de marzo de 1939.
A continuación os voy a dar
mis 5 razones por las que debéis visitar Cartagena
1. Numeroso legado
arqueológico
Cuando deseamos ver ruinas
arqueológicas, generalmente, debemos desplazarnos a lugares algo remotos, donde
el olvido de las ciudades antiguas permitió que las construcciones más modernas
no las destruyeran. En las ciudades apenas existen restos diseminados de mayor
o menor cuantía. Son excepcionales las ciudades que poseen una abundancia de
restos arqueológicos visitables en la actualidad. Mérida
puede ser un ejemplo paradigmático. Cartagena no se queda atrás.
Entre su entramado urbano
vamos a poder ir descubriendo numerosos restos del pasado más remoto de esta
ciudad. De época cartaginesa tenemos un centro de interpretación de la muralla
púnica. De época romana tenemos un magnífico teatro, los restos del foro, de
una casa romana y del templo interpretado como el Augusteum. Todas son visitas
muy recomendables pues, en su conjunto, forman uno de los mayores parques
arqueológicos urbanos de nuestro país.
Si no tenéis tiempo
suficiente para ver todas os recomiendo encarecidamente no perderos en teatro
romano. Al inicio de la visita se presenta un audiovisual de 10 minutos que nos
introducirá en el monumento. Luego veremos algunas piezas escultóricas
encontradas en el yacimiento, así como restos, de épocas posteriores, encontrados
al profundizar las excavaciones. Y culminaremos la visita admirando lo que nos
queda del teatro, el cual posee unas imponentes gradas que podían acoger hasta
6.000 almas y parte de la fachada escénica. Anexo al teatro se encuentra la
Iglesia de Santa María la Vieja, destruida durante la Guerra Civil y
conservada en ese estado como memoria de aquella funesta época.
La Casa de la Fortuna también
es una visita interesante, pues además de conocer la disposición de una casa
romana (siglo I d.C.) podremos observar un audiovisual interesante, algún
sencillo mosaico y los restos de pintura en las paredes, sin duda, lo más
destacable de la visita.
2. Variados museos
Salvo que pasemos varios días
en la ciudad será imposible visitar toda la oferta museística que ofrece
Cartagena. Por subrayar sólo alguno de los más destacados os aconsejo visitar
el Museo Refugio de la
Guerra Civil, donde podréis visitar un refugio antiaéreo y
conocer las duras condiciones de vida de una ciudad durante la guerra; o el
ARQUA, Museo Nacional de Arqueología Subacuática, donde descubriréis este tipo
de trabajo arqueológico así como todo lo relacionado con la historia de la
navegación en la zona.
Para aquellos que les apasione
todo lo relacionado con la vida militar existe un museo naval y otro histórico
militar. Mientras que a los entusiastas del arte contemporáneo les agradará
visitar el MUAM, Museo Regional de Arte Moderno. El resto pueden conformarse
admirando la fachada de este edificio, decorada profusamente con motivos
cerámicos (casa Aguirre).
3. Imponentes fortalezas
En lo alto del cerro más
elevado de Cartagena se alza el Castillo de la Concepción, originario del siglo
XIII. Su visita es atractiva por varios motivos: el ascensor panorámico que nos
eleva 45 metros
de altura es un espectáculo en sí mismo, el castillo acoge un centro de
interpretación de la historia de la ciudad y, lo mejor de todo, son las
increíbles vistas que podremos contemplar desde las terrazas.
Y un poco alejado de la
ciudad tenemos el Fuerte de la Navidad, una fortaleza donde descubrir el
sistema defensivo de Cartagena en el siglo XVII y comprobar como se vivía el
día a día en una fortificación de este tipo.
4. El submarino de Isaac
Peral
Si por algo se conoce a
Cartagena es por ser la ciudad donde nació Isaac Peral, el inventor del primer
submarino torpedero. Una réplica de su submarino estuvo durante muchos años en
el paseo marítimo junto al puerto, pero hoy día el Museo Naval ha habilitado
una sala exenta donde podremos visitarlo cómodamente y descubrir, además, la
trayectoria vital de este importante personaje histórico. Una visita
imprescindible (y gratuita).
5. Patrimonio
arquitectónico
Aunque Cartagena perdió gran
parte de sus edificios históricos a finales del siglo XIX, desde esa fecha se
han levantado imponentes arquitecturas que merece la pena admirar. Entre las
que más me gustaron destacaré la Casa Maestre (inspirada en la casa Calvet de Gaudí),
el Casino, el modernista Gran Hotel y la Estación de Ferrocarril.
Por último os voy a recomendar
un itinerario turístico tipo
con el que recorrer esta ciudad fácilmente y sin perderos ninguno de sus
atractivos turísticos.
Si llegáis en coche lo mejor
es entrar a la ciudad por el Paseo de Alfonso XIII, pues allí podréis aparcar
sin preocuparos por sacar el ticket de la hora. Si subís la calle Capitanes
Ripoll llegaréis a la Plaza A. Bastarreche,
un buen lugar para iniciar vuestra visita.
A vuestra izquierda podréis
ver el edificio de la Estación de
Ferrocarril, el cual merece una visita. A vuestra derecha, avanzando un
poco, os toparéis con la
Muralla Púnica y su
centro de interpretación.
Siguiendo la calle San Diego,
hoy día algo deprimida y alejada de su pasado esplendor, llegaremos al MURAM, en la plaza de la Merced. Un poco más
adelante, en la plaza de Risueño, nos toparemos con el primer resto
arqueológico, la Casa de la Fortuna.
Dejando esta plaza a nuestra
derecha y tomando la primera calle a la izquierda (caballero) llegaremos al Augusteum. Esa calle desemboca en la
Plaza de San Francisco, donde se alza la Casa
Maestre, algo oculta tras los altos árboles.
Debéis salir de la plaza por la calle Honda, situada
justo en línea diagonal respecto a la calle por donde entrasteis a la plaza,
pues ella os llevará a las ruinas del Foro
Romano. Y un poco más adelante, a la calle Mayor, auténtica arteria comercial de la
ciudad.
Sin previo aviso os toparéis
con el edificio del Gran Hotel.
Bajando esa calle hasta el puerto podréis adentraros en la Cartagena más
consumista, pues aquí se sitúan los principales comercios de la ciudad. También
podréis admirar imponentes edificios históricos, como la Casa
Llagostera, el Casino
o el Ayuntamiento.
Precisamente enfrente del
Ayuntamiento se sitúa la entrada al Museo
del Teatro Romano. Y andando escasos metros llegaremos al puerto, donde
admirar numerosas embarcaciones. Justo al llegar tenemos la opción de montarnos
en un barco turístico que recorre la bahía de Cartagena. A nuestra izquierda
podemos acercarnos a ARQUA, mientras
que si nos dirigimos a nuestra derecha nos toparemos con el Museo Naval y, algo más adelante, con la
sala donde se expone el submarino de
Isaac Peral.
Para terminar nuestro
recorrido turístico debemos adentrarnos nuevamente en la ciudad por la calle Mayor y
dirigirnos, hacia la derecha, hasta la plaza donde se situaban los restos de la
casa romana. Tomando la
calle Gisbert llegaremos a otro centro de ineludible visita,
el ascensor panorámico que nos subirá al Castillo de la Concepción y el
edificio que alberga el Museo Refugio de la Guerra Civil. Justo
enfrente también se encuentran los restos del antiguo anfiteatro romano,
situado debajo de la actual plaza de toros.
Respecto a los horarios,
planos y coste de los museos y monumentos os aconsejo visitar la página de
turismo de la ciudad: http://www.cartagenaturismo.es/
Espero que con estas breves
indicaciones podáis sacar el máximo provecho de la visita a Cartagena.
Hola, me ha gustado mucho esta entrada. Soy óptico optometrista y, aunque no soy de Cartagena, resido aquí desde hace más de 10 años.
ResponderEliminarEnhorabuena por la entrada y por el blog, muy interesante!!!
Hola compañera, gracias por los ánimos. Me alegra que te gustara el post.
EliminarLlevo tres años veraneando en La Manga y en dos ocasiones no me resistí a visitar Cartagena, una ciudad hermosa, amigable y con un gran patrimonio artístico-cultural.
Un saludo