Cuando unes las palabras
Valencia y vacaciones, a la mayoría de personas le vienen a la mente las
escenas de sol y playa: disfrutar de la amplitud de la playa de la Malvarrosa,
de las bebidas del chiringuito, de las paellas tan ricas que ofrecen los
restaurantes… En Internet, al introducir estas dos palabras os aparecerán
multitud de páginas que ofertan apartamentos en alquiler cercanos a la playa.
Valencia, por supuesto, es un
destino turístico veraniego realmente atractivo. Pero, a la vez, es un lugar
ideal para visitar en otras épocas del año donde no aprieta tanto el calor. Una
visita turística cultural, tal como podemos hacer en otras ciudades del
interior peninsular, no es un pensamiento tan frecuente. Y ello es un gran
error, pues Valencia tiene numerosos atractivos turísticos que la convierten en
una de las ciudades más atractivas de España.
¿Queréis conocer una Valencia
distinta a la del chiringuito de playa?
El pasado mes de octubre pasé
una semana visitando Valencia. Mi intención no era descansar en sus playas sino
descubrir la oferta turística que podía ofrecerme una ciudad tan maravillosa. Y
debo decir que volví muy contento de mi experiencia, razón por la cual quiero
compartirla con todos vosotros.
A continuación os ofreceré
diez motivos básicos por los que animo a realizar una visita a Valencia en
cualquier fecha del año.
1. Bioparc (Zoológico-inmersión)
Seguro que a más de uno os
sorprenderá que el primer lugar turístico que os indique sea el de un
zoológico. Es cierto, resulta un poco extraño, pero fue una de las visitas que
más me gustaron de todas las que realicé.
Podéis haber visitado muchos
zoológicos, pero ninguno es como Bioparc. Se trata de un zoológico donde las
barreras están bastante disimuladas y los animales parecen campar a sus anchas
por entornos que simulan sus zonas de origen. Cuando leía este tipo de cosas no
podía imaginarme lo realmente cerca que podría llegar a ver animales que sólo
con un safari podría admirar. Me refiero a jirafas, elefantes, rinocerontes,
cebras…
Las barreras que separan a
los animales de sus depredadores o de los visitantes son, básicamente, fosos,
riachuelos y cristales. Los primeros están totalmente disimulados, los segundos
crean ambientes realmente impresionantes y, los terceros, son los que más
impresionan, pues las panteras o los leones están a sólo unos milímetros de
espesor.
Este zoológico tiene cuatro
zonas diferenciadas. Nada más entrar, caminando hacia nuestra derecha podremos
visitar la zona dedicada a la isla de Madagascar. Ésta es una visita
realmente interesante, pues las especies endémicas de aquella aislada isla no
suelen verse en muchos lugares. Las distintas especies de Lémures son lo más
interesante, aunque también os sorprenderán los Flamencos y la Fosa, el
depredador natural de los Lémures. Estos últimos suelen vivir en los árboles,
aunque si esperáis el tiempo suficiente los podréis ver en el suelo buscando
algo de comida. Personalmente me encantaron los llamados de collar blanco y de
cola anillada.
Lémur de collar blanco en el Bioparc de Valencia |
La siguiente zona a visitar
es el bosque de África ecuatorial. En esta zona las visitas obligadas
son la zona donde campean la pareja de leopardos y la zona donde viven
chimpancés y gorilas. Es una pasada poder verlos tan cerca, como si pudieses
tocarlos.
A continuación visitaremos
una recreación de la famosa Cueva
Kitum, en la cual podremos ver los animales
pertenecientes a los humedales africanos. Se trata de otro de los puntos que
más me gustó, pues podemos contemplar, muy de cerca, cocodrilos e hipopótamos
(¡camuflados bajo el agua!).
La última parte del parque,
de momento, es la de la
sabana. Aquí veremos, entre muchos más que me salto, los
elefantes, situados a la derecha del anfiteatro central donde se realizan las
exhibiciones de aves, las jirafas, los antílopes, los leones, las cebras, los
rinocerontes y unos pequeños pero graciosillos animales, los suricata, que
harán las delicias de los más pequeños con su tremenda curiosidad.
En general se trata de una
visita que disfrutarán por igual pequeños y mayores y con la cual todos
terminarán muy contentos. Aunque la duración de la visita es algo muy
particular, para realizarla sin demasiadas prisas es necesario invertir entre
3-4 horas, por lo que planear si queréis comer allí dentro (en restaurantes
habilitados para ello, pues no permiten pasar Con comida) o en el centro
comercial que se encuentra justo enfrente.
Para informarse sobre precios
y horarios os dejo el enlace de su página Web aquí.
2. Ciudad de
las Artes y las Ciencias
El viaje a Valencia está
totalmente justificado sólo por ver este lugar. Situado en el antiguo cauce del
río Turia, un conjunto de impresionantes y modernos edificios se levantan en
una de las zonas más actuales de Valencia. El primer edificio es el Palau de les Arts Reina Sofía, un
magnífico teatro de ópera; le siguen el Hemisféric
(cine digital IMAX 3D), el Umbracle
(zona expositiva de esculturas modernas y mirador ajardinado), el Museo de las Ciencias Príncipe Felipe,
el Ágora (un espacio
multidisciplinar) y el Oceanográfic (el
mayor acuario europeo.
Si deseáis ver todo el
conjunto de edificios podéis pasar una jornada entera tranquilamente. Un centro
comercial situado en las proximidades puede serviros para hacer una parada
donde comer y coger fuerzas, pues tiene una amplia zona de restauración.
Existen entradas combinadas
para los diferentes edificios, aunque si no tenéis demasiado tiempo vuestro
principal objetivo debe ser el Oceanográfic.
Se trata de una auténtica ciudad submarina donde podremos recorrer los
principales mares y océanos del planeta, admirando las especies marinas que los
habitan. El mayor acuario de Europa contiene 45.000 animales de hasta 500
especies distintas, por lo que debemos seleccionar que es lo que deseamos ver
en detalle.
La visita os puede llevar, fácilmente,
entre 3-4 horas, aunque todo dependerá de la afluencia de público que exista,
pues merece la pena admirar durante varios minutos las maravillas que encierran
las peceras.
El edificio de la entrada es
tan característico que os servirá de referencia en vuestra visita. Ésta se
realiza tanto en superficie como subterráneamente, por lo que al principio
puede resultar algo lioso. Por ello os recomiendo el siguiente recorrido.
Lo primero que debéis hacer
es consultar el horario de la exhibición de delfines en el delfinario. Cada día
hay dos sesiones (de duración aprox. 30 minutos) y es recomendable llegar con
tiempo para ocupar un buen lugar. Por tanto, si deseáis ir a la sesión de la
mañana (11:30 h) no podréis entreteneros mucho.
Nosotros decidimos visitar la zona de “Templados”, a la cual se accede cómodamente por un ascensor desde el edificio de la entrada principal. Aquí podréis haceros una idea de lo que os espera: peceras gigantescas, un túnel por el cual los animales marinos nos pasan por encima de nuestras cabezas, animales sorprendentes… A través del túnel llegaréis a la zona de “Tropicales”, donde lo más destacado son los corales y los pequeños peces de colores que los recorren, así como los delicados caballitos de mar.
Espectáculo con delfines en el Oceanográfic de Valencia |
Nosotros decidimos visitar la zona de “Templados”, a la cual se accede cómodamente por un ascensor desde el edificio de la entrada principal. Aquí podréis haceros una idea de lo que os espera: peceras gigantescas, un túnel por el cual los animales marinos nos pasan por encima de nuestras cabezas, animales sorprendentes… A través del túnel llegaréis a la zona de “Tropicales”, donde lo más destacado son los corales y los pequeños peces de colores que los recorren, así como los delicados caballitos de mar.
Corales del Oceanografic de Valencia |
Luego podéis subir a la
superficie y entreteneros con la isla donde habitan los juguetones leones
marinos. El delfinario se encuentra algo más a la izquierda y seguro que ya se
os hizo la hora de coger asiento. Tras ver el bonito espectáculo que os tienen
preparado, lo mejor que podéis visitar es la zona del “Antártico” y del
“Ártico”, que se encuentran próximos al delfinario. Ambas visitas son
subterráneas y tienen un encanto especial. En el primer ambiente la estrella
son los pingüinos, mientras que en el segundo la visita imprescindible son las
ballenas beluga, los canarios del océano. Estos preciosos animales no los
podrás ver en ningún acuario europeo, por lo que no desaproveches la ocasión y
disfruta de ellos.
Tras salir del “Ártico”,
vuestra siguiente parada será el “Océano”, donde disfrutaréis como enanos en el
túnel de los tiburones y las rayas. Os aseguro que será una de las zonas que
más os gustarán.
Para terminar tenéis el aviario de los “Humedales” en superficie y la zona del “Mediterráneo” en subterráneo, donde podréis admirar gran cantidad de especies que no os imaginabais previamente que existían en nuestro mare nostrum.
En conjunto, una visita que recordaréis durante mucho tiempo. Y si necesitáis más información podéis encontrarla aquí.
Preciosas estrellas de mar |
En conjunto, una visita que recordaréis durante mucho tiempo. Y si necesitáis más información podéis encontrarla aquí.
3. Arquitectura
Religiosa
La plaza de la Virgen es uno
de los lugares más bonitos y característicos de Valencia. Además de su encanto
natural, dispone de dos de los edificios religiosos más importantes de la ciudad. La
Catedral de Valencia es el edificio más sobresaliente.
Catedral de Valencia |
Todas las catedrales, dado el largo periodo de edificación, fueron elementos vivos que se adaptaron a los distintos estilos arquitectónicos que imperaron en cada época. Y esta catedral es un claro testimonio de ello, pues cada una de sus puertas responde a un estilo diferente. La de la plaza de la Virgen es gótica, la principal barroca y la tercera románica. De la catedral hay que destacar el campanario gótico, llamado el Miguelete, al que se puede subir por una empinada escalera de caracol, y la Capilla del Santo Grial, la cual contiene, presumiblemente, el Santo Cáliz que empleó Jesucristo en la Última Cena. Una audioguía os servirá para conocer cada rincón de esta Catedral. Especial interés posee la zona del altar y su parte posterior, donde se guardan los restos de San Vicente Mártir y una excelente talla de la Virgen del Coro.
Interior de la Catedral de Valencia |
El otro edificio religioso de
la Plaza de la Virgen es La
Real Basílica de la Virgen de los Desamparados, templo que acoge a la
patrona de la ciudad. Sin
duda, lo más impresionante de este templo es su cúpula, decorada con frescos
barrocos.
La Iglesia
de Santa Catalina está al final de la plaza de la Reina, según tomamos la
primera calle a nuestra derecha, y es otra visita obligada, dada la belleza
interior que posee este templo gótico de una única nave y excelentes vidrieras
y bóvedas de crucería.
Por último, la Iglesia de los Santos Juanes, próxima al Mercado Central, es un claro ejemplo de obra con recargada decoración rococó.
Iglesia de Santa Catalina de Valencia |
Por último, la Iglesia de los Santos Juanes, próxima al Mercado Central, es un claro ejemplo de obra con recargada decoración rococó.
4. Arquitectura
Civil
Uno de los puntos fuertes de
la ciudad de Valencia es su enorme y variado patrimonio arquitectónico civil.
La visita obligada es la Lonja de la Seda, uno de los edificios más representativos
del gótico civil en Europa. Entraremos por el Patio de los Naranjos, el cual
posee una bella fuente central. En la parte inferior tenemos tres salas que
visitar: el Salón de Contratación es el más espectacular, con su amplitud, sus
24 estilizadas columnas helicoidales y su bóveda de crucería; anexo está el
Consulado del Mar y el Tribunal de Comercio, con un importante artesonado como
techumbre. La Cámara del Consulado, en la planta superior, se visita subiendo
unas escaleras desde el patio.
Interior de la Lonja de la Seda de Valencia |
Las antiguas puertas a la
ciudad son otro importante atractivo y nos servirán para recorrer las
principales arterias urbanas que nos llevan al centro de Valencia. Las dos
visitas imprescindibles son las Torres de Serranos y Torres de Quart,
ambas levantadas en estilo gótico. Construidas con un claro objetivo defensivo
en la Edad Media,
en la última de ellas podemos ver las marcas dejadas por la artillería francesa
en 1808.
Los Mercados de
Valencia, actualmente reformados, son un ejemplo de arte modernista. Tanto el
Central como el de Colón merecen una visita. En el primero podremos comprar
multitud de productos alimenticios típicos de la zona, mientras que el segundo
está más enfocado a la restauración, con bares y restaurantes. Las vidrieras y
el esqueleto de hierro del edificio producen un atractivo contraste digno de
admirar.
La inmensa plaza del
Ayuntamiento es otro de los lugares principales de Valencia. Destacan tanto el
edificio del Ayuntamiento, visitable en su interior, como su opuesto, el
Edificio de Correos, en el cual merece la pena admirar su maravillosa
cúpula interior.
Por último es obligado
referirnos a los numerosos palacios que alberga Valencia. La zona
posterior al edificio de Correos está repleta de ellos, y una calle
impresionante es Carrer de la Pau, que conecta con la Plaza de la Reina. Entre los que
más me gustaron se encuentran el Palacio del Marqués de Dos Aguas, el Palau de
la Generalitat, el Palacio de Baylía y el de las Cortes Valencianas, aunque hay
muchos más.
5. Museos
Muchos os quedaréis
totalmente sorprendidos cuando os descubra que Valencia tiene más de una
treintena de museos. Visitarlos todos os resultará imposible en una estancia
corta, por lo que deberéis realizar una selección dependiendo de vuestros
gustos y preferencias. Yo es lo que hice y os describiré brevemente los que
visité.
Uno de los que más me gustó
fue el Museo de Bellas Artes de Valencia (San Pío V). Se trata de una
excelente pinacoteca cuya corta visita, entre 1-2 horas, la hace ideal para los
más profanos. El museo posee obras de artistas principales, tales como Sorolla,
Goya, Velázquez, Ribera, Murillo, Valdés Leal, Ribalta… Aunque escasean las obras cumbres de estos
pintores (las más conocidas por el público general) sus distintos estilos y
estéticas son perfectamente reconocibles en las obras que veremos. Y sólo por
el famoso autorretrato de Velázquez (muy conocido) merece la pena acercarse a
este museo cuya entrada es gratuita.
Muy próximo, en el parque que
se abre tras el edificio de la pinacoteca, se encuentra un recoleto Museo de
Ciencias Naturales que es una maravilla. Su visita es obligada para todos
aquellos a los que les gusten los huesos de dinosaurios. Tienen toda una sala
donde nos muestran distintos especímenes de mamíferos americanos del Pleistoceno
(colección Rodrigo Botet única en Europa). Aunque el megaterio es la pieza emblemática del museo, personalmente me
impactó mucho más un ejemplar de Allosaurus fragilis, tal vez por el contraste que hacía su
esqueleto con el fondo amarillo de la pared. Otros atractivos del museo son la zona de conquiológíca
de Eduardo Roselló (colección de conchas moluscos), la recreación de un
gabinete científico del siglo XIX y la dedicada a los ecosistemas valencianos,
donde se realiza una visita virtual a los espacios naturales de El Saler y La
Devesa.
Un precioso ejemplar de Allosaurus fragilis |
El
Museo de Prehistoria y Etnología, situado en el edificio de La Beneficencia,
es otra de esas pequeñas joyas museísticas que guarda Valencia. El edificio
tiene tres plantas y se divide en tres partes, una dedicada a la prehistoria,
la central dedicada a exposición de monedas y de la parte histórica (legado
romano), y otra dedicada a etnología, donde poder descubrir objetos
pertenecientes al pasado más próximo de la región. A muchas personas la palabra prehistoria
les puede hacer recular, pero os debo animar a visitar este museo por un par de
secciones importantes que posee. En primer lugar podréis ver la mayor colección
de plaquetas, grabadas y pintadas, de la Cova del Parpalló, algo realmente
excepcional. Igualmente tenéis en las vitrinas numerosas colecciones de piezas
líticas, algo ideal para haceros una idea del amplio material que llegaron a
usar nuestros antepasados paleolíticos. Y de época Neolítica destacan las
piezas cerámicas de la Cova de l’Or. La otra parte imprescindible del museo es
la dedicada a la cultura de los íberos, entre cuyas piezas sobresalen los
ejemplares de vasos cerámicos y una pequeña pieza de bronce que, aunque parezca
mentira, es lo más importante de todo el museo: un exvoto de bronce que representa
un guerrero a caballo, encontrado en La Bastida de les Alcusses (Moixent,
Valencia).
Otra visita gratuita que
podéis hacer es al MUVIM (Museo Valenciano de la Ilustración y la
modernidad) donde encontraréis una interesante exposición temporal sobre la
historia de la motocicleta hasta el 23 de noviembre.
6. Parques y
jardines
El río Turia solía inundar
periódicamente la ciudad, razón por la cual fue su cauce desviado. Todo aquél
espacio que antes ocupaba el río y que rodea a la ciudad como un cinturón fue
rehabilitado y convertido en un enorme cinturón verde. Recorrer este enorme
parque es muy agradable, pues se encuentra salpicado de fuentes, estanques y
zonas de juegos para niños. Mención especial merece la zona de toboganes
llamada Parque de Gulliver, la cual se sitúa muy próxima a la Ciudad de
las Artes y las Ciencias. Es una visita obligada si viajáis con niños, aunque
también disfrutarán los adultos por sus empinadas rampas (os aconsejo llevar
vaqueros para no “quemaros” el culo, literalmente hablando). El Parque
Cabecera, junto al Bioparc, recrea la el paisaje original del Turia, destacando
su embarcadero y su montaña-mirador. Y los Reales Viveros son otra visita
obligada, por su monumentalidad y extensión. Un buen lugar de esparcimiento
junto al Museo de Ciencias Naturales y el de Bellas Artes.
Parque de Gulliver |
7. Legado
arqueológico
En los alrededores de la
Catedral de Valencia se encuentran tres visitas imprescindibles para todos
aquellos amantes de los restos arqueológicos.
Justo en la plaza posterior a
La Real Basílica de la Virgen de los Desamparados se
encuentra el Centre arqueológic de L´Almoina. Se trata de una enorme
excavación subterránea que nos adentra en el pasado histórico de la ciudad. Por medio de
escaleras y rampas accederemos a las diversas ciudades romanas, visigodas y
árabes que se sucedieron en el tiempo en este lugar. De época romana se
conservan partes de unas termas, un horreum,
un santuario dedicado a Asclepio, las calles principales (cardus y decumanus), el
Pórtico del Foro y partes de dos importantes edificios, la Curia y la Basílica. Del resto
de épocas existen menos restos. Así, de época visigoda tan sólo veremos parte
del ábside de una iglesia, parte del Baptisterio y algunas tumbas. De época
islámica destaca la zona del antiguo Alcazar. Diversos audiovisuales y maquetas
ayudan al visitante a formarse una idea del antiguo esplendor de la Valentia romana.
En
la próxima plaza del Arzobispado se encuentra la Cripta Arqueológica
de la Cárcel de San Vicente. En este recoleto lugar en el que apenas
perderéis 15 minutos de vuestro tiempo podréis admirar una antigua capilla
visigoda que forma parte de la catedral, hoy desaparecida. También posee varias
tumbas monumentales de la época, piezas cerámicas y una pintura mural romana
con la representación del dios Mercurio.
Cripta Arqueológica de la Cárcel de San Vicente |
Desde
el lugar anterior, seguir la Carrer del Palau hasta un palacio histórico
ocupado por una delegación de hacienda. A nuestra derecha según bajamos por la
calle se abre una estrecha callejuela que, tras serpentear un poco, nos llevará
directos a los Baños del Almirante. Reconoceréis el lugar
inmediatamente, pues su arco polilobulado de la entrada tiene un aire
típicamente orientalizante. Es lo que deseaban recrear sus propietarios del
siglo XIX cuando realizaron esta entrada anacrónica. No obstante, en su
interior, descubriremos unos baños árabes cuya fundación data del año 1313. En
la visita recorreremos 5 salas. La primera, llamada vestíbulo, era la utilizada
para desvestirse. Hoy día se utiliza como sala expositiva y cuando yo fui
existía una colección de fotografías históricas de la época de la Guerra Civil. Una
pequeña puerta nos lleva a la
Sala Fría, donde existía una amplia pila para coger agua y
dos salas anexas, un almacén y unas letrinas. En la Sala Fría es el único lugar
donde aún se conservan restos del pavimento original. La siguiente estancia, la Sala Templada, es la
más amplia pues era donde los bañistas pasaban la mayor parte del tiempo
acicalándose. La siguiente estancia, la Sala Caliente estaba
cargada de vapor de agua y el aire caliente circulaba por una galería bajo el
suelo. El vapor se conseguía vertiendo cubos de agua. La última estancia
visitable es la cubierta, a la que se accede mediante una escalera. En conjunto
se trata de una recomendable visita para descubrir como eran los baños árabes
medievales.
Baños del Almirante de Valencia |
8. Playas
El Puerto de Valencia es otra
de las visitas obligadas. Podéis llegar cómodamente en metro hasta La Marina,
lugar donde contemplaréis importantes edificios históricos, como los Tinglados
y el Edificio del Reloj. El edificio Veles e Vents es el emblema del nuevo
puerto, el cual se rodea de amplias zonas comerciales.
Desde aquí las playas de Valencia
están muy próximas, razón por la cual no podemos dejar de visitarlas. La más
próxima al puerto es Las Arenas y más allá se encuentra la famosa Malvarrosa.
Si algo me sorprendió de ellas fue la enorme amplitud de su
zona de arena, algo que me recordó a las playas del norte peninsular.
Una de las grandes playas de Valencia |
Y para aquellos a los que les
gusten los parques naturales tenéis la zona de La Albufera, el mayor Parque
Natural de Europa en cuanto a extensión y donde podréis admirar distintas
especies de aves.
9. El tiempo
Valencia tiene un clima
excelente durante varios meses del año. Yo visité la ciudad el pasado mes de
octubre y la temperatura media fue de 30ºC. ¡Podría haber pasado todos los días
bañándome en la playa!
Por tanto, tenemos un lugar
cuya proximidad al mar hace que los inviernos tengan temperaturas muy
moderadas, de unos 10ºC
como mínimo, mientras que las épocas primaverales y otoñales son ideales para
un turismo que combine playa y cultura. Salvo la época de inicio primavera y el
mes de septiembre, donde las lluvias pueden llegar a ser copiosas algunos días,
el resto del año es una opción excelente para visitar.
10.
Los transportes
Valencia es una ciudad
perfectamente conectada con el resto de las principales ciudades españolas. Los
trenes AVE conectan diariamente a Valencia con Madrid y Barcelona en cómodos
trayectos de dos horas y pico.
Luego, en la ciudad, la
posibilidad de disponer de un metro con varias líneas hace que cualquier punto
esté perfectamente accesible. Tan solo advertir que en los andenes del metro
valenciano circulan trenes con distintos destinos, por lo que es aconsejable
fijarse en los finales de línea para subirse al tren correcto.
Además del metro, Valencia
dispone de numerosas líneas de autobuses, los cuales pueden ser una opción más
flexible si vamos a movernos mucho por la ciudad.
En el siguiente enlace podéis
informaros de todos autobuses de Valencia y planear vuestras rutas por la
ciudad, mientras que si preferís el metro ésta es vuestra Web.
Como toda planificación
necesita un buen mapa os recomiendo el de la guía PDF que emite la
página de turismo oficial de Valencia, el cual podéis encontrar aquí.
Espero que las anteriores
fuesen razones suficientes para animaros a visitar tan agradable ciudad.
Seguro que fue así, por lo
que, ¿cómo fue vuestra experiencia?
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