Hace unos meses escribí un artículo
sobre los filtros utilizados en el mundo de la óptica para eliminar parte de la
luz azul que emiten la mayoría de dispositivos digitales actuales. El éxito que
tuvo, reflejado en el número de visitas, refleja el interés de la sociedad por
su salud visual.
Y hace unas semanas nos enteramos que el Premio Nobel de Física 2014 recayó sobre Isamu Akasaki, Hiroshi Amano y Shuji Nakamura por la "invención de diodos emisores de luz azul eficiente, que ha permitido fuentes de luz blanca brillantes y que ahorran energía".
Desde entonces todo son bonitas palabras hacia los leds azules y multitud de páginas en Internet enumeran sus incontables beneficios. Sólo pude leer un comentario negativo, donde el inventor del led rojo se quejaba de la designación de los premiados. Si se premiaban los led, él debía ser el galardonado, pues él inventó la luz led.
Dejando a un lado las polémicas de egos científicos, mi sorpresa ante la designación de los premiados proviene del hecho, demostrado, de la peligrosidad de la luz azul para nuestro sistema visual y, por ende, para nuestro cerebro. Por ello, voy a escribir un post sobre los peligros de la luz azul para el ser humano, con el cual quedará nuevamente confirmado que los premios Nobel ya no se mueven por la ciencia, sino por el dinero.
Y hace unas semanas nos enteramos que el Premio Nobel de Física 2014 recayó sobre Isamu Akasaki, Hiroshi Amano y Shuji Nakamura por la "invención de diodos emisores de luz azul eficiente, que ha permitido fuentes de luz blanca brillantes y que ahorran energía".
Desde entonces todo son bonitas palabras hacia los leds azules y multitud de páginas en Internet enumeran sus incontables beneficios. Sólo pude leer un comentario negativo, donde el inventor del led rojo se quejaba de la designación de los premiados. Si se premiaban los led, él debía ser el galardonado, pues él inventó la luz led.
Dejando a un lado las polémicas de egos científicos, mi sorpresa ante la designación de los premiados proviene del hecho, demostrado, de la peligrosidad de la luz azul para nuestro sistema visual y, por ende, para nuestro cerebro. Por ello, voy a escribir un post sobre los peligros de la luz azul para el ser humano, con el cual quedará nuevamente confirmado que los premios Nobel ya no se mueven por la ciencia, sino por el dinero.
Poco a poco la investigación
está siendo consciente del peligro que tiene para nuestros ojos este tipo de
luz y se están tomando diversas medidas para paliar el exceso de luz azul que
nos está afectando. Ahora bien, muchas páginas ofrecen una visión distorsionada
de los efectos perniciosos de la luz azul, lo que tiende a confundir y alarmar
a la población que no dispone de unos datos objetivos y científicos del asunto.
Lo primero que debemos decir
es que en la sociedad actual estamos excesivamente expuestos a la luz azul, lo
que nos ha generado unos problemas que anteriormente no teníamos. Si nos
fijamos en el siguiente gráfico lo entenderemos un poco mejor.
En un eje de coordenadas
vemos las longitudes de onda, desde 400 nm a 700 nm, correspondiendo la parte
central al espectro visible. En el otro eje vemos la cantidad de energía
relativa.
La línea superior es la luz
solar, la cual se mantiene casi estable, sin grandes picos de energía. La línea
roja se corresponde con las antiguas bombillas de tungsteno que el gobierno
español ha decidido sustituir. Su curva energética tenía el pico de mayor
energía en la parte roja del espectro, razón por la cual las casas tenían antes
esos tonos rosados tan cálidos y agradables (en mi opinión).
La prohibición, por razones
de ahorro energético, de seguir fabricando las bombillas tradicionales ha
derivado en la fabricación de bombillas de bajo consumo que utilizan energía
LED. Tanto los LED que ofrecen luz blanca (combinan luces azules y amarillas
para conseguirlo) como los que ofrecen luz azul tienen picos energéticos en la
zona azul del espectro.
La luz azul fue elegida entre
todas las posibles por tener un efecto especialmente brillante para el ser
humano. Con ella es posible iluminar más con menor gasto energético.
Por sí solas, las bombillas
LED no son peligrosas. Si hemos cambiado las bombillas de nuestras casas no
debemos alarmarnos. El problema surge por el hecho de que los LED azules no
sólo están presentes en las bombillas de nuestras casas. Los LED azules los
tenemos en los móviles, en las pantallas de televisor planas, en los
ordenadores, en las tablets, en los pilotos del aire acondicionado…
Y el verdadero problema de lo
anterior es que estamos sometidos a la luz azul de dos formas totalmente
antinaturales: de una forma directa (estamos mirando directamente dispositivos
que emiten este tipo de luz, es decir, miramos la luz) y a una distancia muy
corta (lo que aumenta la cantidad de energía que reciben nuestros ojos).
Los efectos de la luz azul
sobre los animales y sobre los seres humanos llevan siendo estudiados desde
hace muchos años y las conclusiones científicas de tales estudios han
demostrado su potencial peligro en distintos aspectos de nuestra vida. Hoy día
se han abierto nuevas vías de investigación relacionadas con los efectos
visuales que provoca un exceso de luz azul, y muy pronto se demostrarán los
efectos perniciosos sobre la
retina. Pero, mientras llegan las conclusiones de esos
estudios sólo podemos hacer conjeturas al respecto.
A continuación vamos a
describir los principales efectos que tiene la luz azul, su exceso, sobre los
seres humanos. Dividiré sus efectos entre los científicamente demostrados, los
considerados probables en base a la experiencia y los supuestos que aún no se
han demostrado científicamente.
El efecto más claramente
demostrado por los científicos es la capacidad que tiene la luz azul para
variar nuestro reloj circadiano. Todos los organismos tienen una regulación
interna que los acopla al ritmo día y noche. Los investigadores descubrieron
que era la luz uno de los factores determinantes para ajustar nuestro reloj
biológico al ciclo de 24 horas que dura un día. E igualmente se está estudiando
y comprobando que un ritmo circadiano desfasado es una fuente de problemas y
desórdenes cardiovasculares.
Los estudios sobre los ritmos
circadianos comenzaron en el ámbito de la psicología, aislando a los sujetos de
diferentes estímulos y comprobando cuales lograban restituir ciclos circadianos
normales. No sólo se descubrió que la luz era capaz de entrenar los ritmos
circadianos, sino que los ciegos no enucleados (que conservan sus globos
oculares) eran capaces de regular sus ciclos, mediante la luz.
Las pruebas anteriores
abrieron el camino a los investigadores para descubrir, en 1998, un nuevo
fotorreceptor en nuestra retina especialmente sensible a la luz azul (en
concreto a la longitud de onda entre 459-485 nm) y que enviaba señales
directamente al tracto retinohipotalámico. Es decir, tenía una influencia
directa en el ritmo circadiano, la función cognitiva, la temperatura corporal o
la secreción de melatonina, entre otras muchas cosas.
La luz, por tanto, nos afecta
de dos formas diferentes. Por un lado estimula nuestro tracto óptico primario,
es decir, nos permite ver. Por otro lado, afecta al tracto retinohipotalámico,
lo que provoca efectos biológicos y conductuales en nuestras funciones
endocrinas, circadianas y neuroconductuales.
Los científicos han teorizado
que la elección del azul para regular el ritmo circadiano proviene de nuestra
inicial evolución como organismos marinos, pues es el color que más penetración
tiene en el agua. Luego, al salir al medio terrestre, el azul del cielo habría
ayudado a preservar esa inicial configuración evolutiva.
Uno de los efectos
descubiertos de la luz azul es la supresión de melatonina, la hormona del
sueño. Es decir, una exposición a la luz azul se relaciona con el insomnio,
pues se ha comprobado que reduce (hasta el doble que la luz verde) las ondas
alfa, theta y la actividad de frecuencia baja típicas de la somnolencia
(Lockley, 2003). En el estudio se comprobó que una exposición a la luz azul
justo en las horas finales del día (momento de mayor sensibilidad de la
melanopsina) podía llegar a retrasar el comienzo de nuestro sueño hasta en 3
horas.
Por el contrario, también se
demostró que sujetos que trabajan bajo luz azul mostraban una reacción auditiva
más rápida que con otras luces, periodos de pérdida de atención menores y una
mayor capacidad de memorización. Resultados lógicos si tenemos en cuenta que la
supresión de melatonina nos mantiene en vigilia y en alerta.
Por tanto, la conclusión es
que la luz azul es importante por el día para combatir la somnolencia y
mantenernos con un buen desarrollo cognitivo. También se ha demostrado que la
salud de los pacientes en los hospitales mejora con este tipo de luz. Pero esa
activación positiva en el día podría ser perjudicial durante la noche. Muchos
investigadores creen que, además de provocar insomnio, son los responsables de
otros trastornos de la salud que suelen sufrir los trabajadores por turnos (que
trabajan por las noches).
Las líneas de investigación
actuales están trabajando en demostrar la relación entre la luz azul (supresión
melatonina) y problemas típicos de los trabajadores por turnos nocturnos, tales
como un sistema inmune debilitado, problemas cardiovasculares y cáncer de mama
y colorrectal. A pesar de la posible relación circunstancial que apoya esta
teoría, aún no existen estudios científicos que la avalen. Por tanto,
aunque no debemos alarmarnos aún tampoco podemos pasar página sin más respecto
a estos temas.
En el ámbito de la visión
también se han estudiado los efectos de la luz azul sobre la retina y algunos
investigadores sostienen que podría estar relacionado directamente con la
degeneración macular senil (DMAE), la principal causa de ceguera en los países
industrializados. Los estudios muestran los efectos negativos de una exposición
aguda a luz azul, pero esos valores sólo serían válidos si miráramos, a escasos
milímetros y durante horas, una fuente de luz azul. No obstante, los mismos
investigadores postulan que si existe daño agudo es muy probable que exista
daño a largo plazo, tal como ocurre con la radiación ultravioleta.
De nuevo, como en el caso anterior,
tan sólo tenemos hipótesis y estudios preliminares que parecen encaminados
hacia esas conclusiones. Pero hacen falta más investigaciones y durante
periodos de tiempo más largos para tener conclusiones científicas
satisfactorias que permitan afirmar tal efecto sin lugar a dudas.
Por último vamos a comentar
los efectos perniciosos que tiene la luz azul sobre nuestra visión. Efectos que
conocemos gracias a la experiencia y que podemos combatir eficazmente.
La luz azul es la zona del
espectro visible con menor longitud de onda. Esto significa que su enfoque en
la retina no es perfecto, quedando ligeramente por delante (aberración
cromática). Es decir, nos provoca una sensación miópica molesta que puede generar
problemas de confort visual. En esencia, se piensa que influye en un reajuste
acomodativo constante, algo que genera, a la larga, dolores de cabeza y fatiga
visual.
Además de lo anterior, la luz
azul nos provoca una sensación de mayor luminosidad que otros colores porque
nuestros bastones (unas células fotosensibles de nuestra retina) son más
sensibles al espectro azul-verdoso. Al ocupar principalmente la periferia de la
retina y estar activos en condiciones de baja luminosidad, la luz azul resulta
muy eficiente para iluminar a bajo coste pero es muy molesta y provoca
numerosos deslumbramientos.
El enfoque con luz azul es
deficiente para el ser humano, por ello numerosos filtros son utilizados para
eliminar su efecto pernicioso. Uno de los ejemplos más claros es el de los
francotiradores, los cuales utilizan filtros amarillos para aumentar la nitidez
de su visión (eliminando la luz azul molesta que les emborrona).
Actualmente el 83% de las
personas que trabajan con dispositivos digitales manifiestan sufrir el llamado
“Estrés visual digital”, el cual se
caracteriza por síntomas tales como dolor de ojos, enrojecimiento, sequedad…
Anteriormente se pensaba que
estos problemas provenían por mantener posturas forzadas por largo tiempo, por
lo que la solución a estos problemas se basaba en recomendaciones ergonómicas.
Todos habréis escuchado alguna de ellas: mantener distancia adecuada al
monitor, trabajar sin reflejos molestos, realizar descansos periódicos,
obligarse a parpadear…
Pero ahora los investigadores
han considerado un nuevo factor, la incidencia del exceso de luz azul, por lo
que el síndrome “Estrés visual digital”
puede ser combatido más eficazmente. Y los resultados prácticos de limitar el
exceso de luz azul están teniendo unos efectos prácticos muy positivos en los
sujetos estudiados.
Para eliminar el exceso de
luz al que se enfrenta hoy día nuestro organismo tenemos dos opciones:
-
Filtros de
absorción de la luz azul: son los filtros de tono amarillo. En EEUU son
utilizados ampliamente desde hace algún tiempo, pero en Europa la estética es
más importante que el confort, motivo por el cual no terminan de entrar
eficazmente en el mercado.
-
Filtros a través
de antirreflejos: son los elegidos por los principales fabricantes de lentes
(Hoya, Essilor…) y su principal característica es poseer cierto reflejo morado.
Todos estos filtros suelen
eliminar entre un 15-20% de luz azul. Es el porcentaje estudiado con el que se
consiguen mejores resultados, pues eliminar toda la luz azul no sería
recomendable de ningún modo. Además de variar nuestra percepción de los colores
tendríamos una sensación de somnolencia constante y un bajo rendimiento
laboral.
Por último indicar que estos
filtros contra la luz azul no son un milagro. Por sí solos no lograremos una
mejoría notable. Debemos conjuntarlos con las medidas ergonómicas habituales
para lograr el mayor confort visual posible. Pero con su ayuda vamos a lograr
mejores resultados que sin ellos.
Como conclusiones importantes
a recordar de todo lo relacionado con la luz azul tenemos:
-
El 3% de los
conos de nuestra retina sintetizan melanopsina, la hormona del sueño.
-
Recibir luz azul
durante la vigilia es bueno para nuestro cerebro pues nos mantiene alerta y
mejora nuestro desempeño cognitivo.
-
La mayor
sensibilidad de la melanopsina tiene lugar en el ocaso, por lo que un exceso de
luz azul en este momento resulta perjudicial. En concreto, se ha demostrado científicamente
que influye en el sueño provocando insomnio.
-
Un consejo
relacionado con lo anterior: no le contéis al niño un cuento con el Ipad antes
de dormir si no queréis provocarle insomnio.
-
Nuestra retina no
está preparada para definir los objetos con luz azul, por lo que una exposición
excesiva a este tipo de luz termina provocando fatiga visual.
-
El daño agudo en
retina por exposición a la luz azul está demostrado científicamente. El daño
crónico, por una exposición continuada, aún está en proceso de investigación.
Por tanto, colocarse estos filtros para prevenir el daño retiniano es una
opción no demostrada científicamente. Estaríamos suponiendo algo que es
probable y posible, pero de lo que no tenemos una confirmación científica
rotunda. Si sueles seguir la máxima de “Mejor
prevenir que curar” su uso está justificado.
-
La mejora en el
desempeño de tareas realizadas con dispositivos digitales utilizando estos
filtros está comprobada por la experiencia diaria en el gabinete. Unidos a las
medidas ergonómicas habituales se ha demostrado que previenen tanto la fatiga
como el estrés visual.
-
En mi caso
personal, tras utilizar estos filtros (en concreto el filtro de Hoya
BlueControl) he notado un menor enrojecimiento de ojos y una menor sequedad.
Además, su uso provoca que la luz ambiental se apague ligeramente, lo que
redunda en una mayor confort visual general (al reducir el brillo se mejora el
contraste).
Espero que con este breve
artículo las personas tengan una conciencia real de lo que puede causarles un
exceso de luz azul en su organismo y la población se conciencie de la necesidad
de protegerse eficazmente de este nuevo peligro silencioso que nos invade. Considero
que no es necesario alarmar a la población para mostrar las ventajas que pueden
tener los nuevos filtros contra la luz azul. Una información seria, veraz y con
argumentos debería bastar para concienciar a la población y animarles a
utilizar, de forma regular, estos filtros.
Si los ópticos logramos hacer
ver los peligros de la radiación ultravioleta y hoy día son pocos los que se
plantean no usar gafas de sol, con el tiempo y nuestro esfuerzo informativo
lograremos que todas las gafas utilizadas en interiores posean este tipo de
filtro.
Si deseáis saber más sobre los filtros existentes en el mercado para combatir la luz azul y las ventajas e inconvenientes de cada uno de ellos os recomiendo seguir leyendo este artículo.
Si deseáis saber más sobre los filtros existentes en el mercado para combatir la luz azul y las ventajas e inconvenientes de cada uno de ellos os recomiendo seguir leyendo este artículo.
ACTUALIZACION NOVIEMBRE 2017:
Diversos estudios han demostrado que la
luz azul emitida por los dispositivos de luz LED es muy inferior a la que
recibimos por parte del sol. Por tanto, proteger nuestros ojos de la luz azul
emitida por las pantallas no tiene ningún sentido si no nos protegemos
igualmente de la luz solar en exteriores.
Lo anterior no invalida los estudios, cada
vez más numerosos, que indican un daño crónico de la parte azul del espectro
visible sobre nuestros ojos. Igualmente, tampoco invalida las mejoras en cuanto
a confort visual que estos filtros aportan a las personas que trabajan delante
de dispositivos electrónicos durante muchas horas. Lo único que aporta es
coherencia ante la falsa propuesta de algunas empresas de la necesidad de
protegernos, apelando a la salud ocular, de la luz azul exclusivamente emitida
por los dispositivos electrónicos.
Fuentes:
¿Qué hay en un color? Los
efectos únicos de la luz azul en la salud humana. Revista Ehp. Año 12. Nº 36. 2010.
Blue LEDs: A health hazard? En la red: www.Texyt.com
Hola,
ResponderEliminarcual recomiendas lentes provenza o blue control de Hoya?. Se pueden usar tambien en el exterior? No tengo graduacion, pero me molesta mucho el ordenador telefono y hasta la luz de la calle algunos dias por lo que estoy planteandome comprar unas gafas y usarlas tambien en el esterior; gracais
Saludos y muchas gracias por tus articulos estan muy bien.
Hola Isa Ma. Muchas gracias por leerme.
EliminarTanto el tratamiento Preventia de Essilor como el Blue Control de Hoya son muy similares, tanto en propiedades ópticas como en su aspecto externo (reflejo morado). Su uso en interiores mejorará tu sensación de confort visual, pues reducirá tus molestias relacionadas con el exceso de luz.
Ahora bien, si también tienes molestias con la luz exterior, lo mejor sería que añadieras al tratamiento específico de la luz azul una tratamiento fotocromático, con el cual tus lentes se oscurecerán en la calle.
Yo tengo unos lentes fotocromáticos Transitions con Blue Control y estoy muy contento. En interiores he mejorado mi confort visual ante el ordenador, y en exteriores, cuando mis lentes se oscurecen, además de tener la protección adecuada, consigo un look muy actual, pues el Blue Control otorga a las lentes oscuras una apariencia de espejado muy moderno.
Espero haberte ayudado. Un saludo.
EN LA 3DS HAY LUZ AZU ES QUE YO JUEGO MUCHO CON LA 3DS
EliminarHola
Eliminarimagino que sí, al ser una pantalla LCD retroiluminada con LED, pero desconozco las especificaciones técnicas del producto.
Un saludo
¿qué precio llegan a tener unos lentes fotocromáticos Transitions con Blue Control?
ResponderEliminarHola Sergio. Muchas gracias por comentar.
EliminarNo me gusta dar precios de lentes, pues existe mercado libre y cada cual puede vender el producto al precio que quiera. Ahora bien, como precios máximos recomendados por el fabricante, una lente monofocal fotocromática con BlueControl rondaría entre los 200-260€ (precio por una sola lente) según el índice de refracción. Si son lentes progresivas la variación de precio puede ser aún mayor, dependiendo tanto de la reducción como del diseño del progresivo. Por poner un ejemplo, un progresivo Lifestyle V+ fotocromático y con BlueControl tendría un precio por lente entre 430-530€, según la reducción de lente que necesites.
Comentarte que HOYA, en este tipo de lentes utiliza un fotocromático propio, llamado Sensity, pues la marca Transitions es de una empresa particular independiente. Las diferencias son mínimas y todo se debe a cuestiones de fabricación (la famosa deslocalización para ahorrar costes de producción).
Espero haberte ayudado.
Un saludo
buenos días, Trabajo 8 horas delante del ordenador en un puesto donde no tengo nada de luz natural, llevo varios días con los ojos muy rojos y he estado leyendo mucho sobre las lentes CSR. He acudido a una de las ópticas donde las tienen y me han dicho que ellos tienen también unas que quitan la luz azul creo que trabajan con varilux, habiendo una diferencia de precio sustancial (más caras las csr, claro). La verdad es que solo las necesito para el ordenador y para conducir por la noche (solo tengo astigmatismo). Cual me recomiendas? estoy hecha un lio...
ResponderEliminarHola. Gracias por plantear tu duda.
EliminarEl pasado 20 de diciembre publiqué un post comparando los distintos filtros que existen en el mercado: http://mismentirasfavoritasdiego.blogspot.com/2015/12/los-filtros-contra-la-luz-azul-son.html
Seguro que ahí resolverás tus dudas respecto a estos filtros.
Si buscas un filtro de reflexión barato creo que hoy día la mejor oferta la tiene Multiopticas.
Un saludo.
Muy interesante,buen articulo.
ResponderEliminarMuchas gracias. Me alegro que te gustara.
EliminarUn saludo
En mi casa tenemos luz azul alrededor del petimetro del techo, no se ve el led directamente ya que este queda escondido en el pladur, pero después de haber leído todo esto me preocupa que esta luz indirecta azul pueda resultar dañina para mi hijo. Alguien podría ayudarme ?? Gracias
ResponderEliminarHola Sonia. No pretendía ser alarmista. Debemos tomarnos el peligro de la luz azul con mayor perspectiva.
EliminarA día de hoy no sabemos aún que cantidad mínima de luz azul acumulada en nuestro organismo es capaz de provocarnos daños oculares. Ahora bien, todos los estudios se centran en la exposición de altas dosis durante largos periodos de tiempo. Es decir, mirar a unas distancias muy cortas (entre 33 y 65 cm. de nuestros ojos) dispositivos electrónicos que emiten luz azul.
Tener una iluminación de luz azul en casa no creo que sea más perjudicial que tenerla con otro tipo de iluminación, pues es una luz ambiente que se dispersa. Al igual que ver una TV LED no debería causarnos mayores problemas por la mayor distancia de visionado. El peligro real son los móviles, tablets y ordenadores, dispositivos que utilizamos muy cerca de nuestros ojos durante muchas horas al día los 7 días de la semana.
En tu caso yo no me preocuparía en exceso.
Un saludo.
ola io juego mucho al maincraft me pasara algo?
ResponderEliminargracias diego
Si pasas muchas horas delante de una pantalla LED deberías pensar en proteger tus ojos.
EliminarUn saludo
Me encanta ver como en un mismo párrafo puedes afirmar cosas y desmentirlas a la vez:
ResponderEliminarLos efectos de la luz azul sobre los animales y sobre los seres humanos llevan siendo estudiados desde hace muchos años y las conclusiones científicas de tales estudios HAN DEMOSTRADO SU POTENCIAL PELIGRO en distintos aspectos de nuestra vida. Hoy día se han abierto nuevas vías de investigación relacionadas con los efectos visuales que provoca un exceso de luz azul, y muy pronto se demostrarán (O NO)los efectos perniciosos sobre la retina. Pero, mientras llegan las conclusiones de esos estudios SOLO PODEMOS HACER CONJETURAS al respecto.
No sería mejor esperar? Por cierto, desde que era pequeño escuchaba que las radiaciones electromagnéticas eran perjudiciales para la salud y ahí están, nadie a podido demostrarlo. Por cierto, también soy óptico optometrista
Hola compañero, gracias por comentar. Este artículo es del 2014 y tengo otros más actualizados.
ResponderEliminarRespecto a la posible confusión indicar que el daño de la luz azul está demostrado científicamente en animales y en estudios in vitro. En humanos, por cuestiones éticas, resulta complicado llegar a las mismas conclusiones. No obstante, lo que hoy en día se investiga es el efecto en la retina, algo no considerado hasta ahora. Y ahí es donde debemos ser cautos, pues tenemos estudios a favor y otros en contra. Por ello que debemos esperar a tener más conclusiones definitivas en esta estructura ocular en concreto.
El tema del daño ocular tiene muchos intereses ocultos y ocurre algo parecido con los rayos UV. Su potencial poder para producir cataratas sólo se ha podido demostrar en humanos por estudios epidemiologicos. Y por ello muchos niegan sus efectos y hasta tildan las gafas de sol de inútiles como producto sanitario.
Creo que lo lógico sería informar correctamente e indicar que las cataratas se producen por varias causas, siendo una de ellas la radiación UV-B, tal como demuestran diversos estudios epidemiologicos. Ponerte gafas de sol evitará ese tipo de cataratas, pero no la totalidad.
Con la luz azul se debería hacer algo parecido. Yo por ejemplo, nunca vendo estos filtros con la excusa de la protección ocular, sino por el confort visual que producen. Y si además nos protegen ocularmente la retina mejor.
Saludos
Hola Diego: Haces bien. Yo actúo de la misma forma.No vendo ni he vendido nunca un producto con la excusa de la protección ocular si no está completamente demostrado como con los UV-B en las cataratas. De hecho no los tengo puestos en las lentes de mis gafas ya que producían más reflejos residuales que con las antireflejantes convencionales aunque ahora que ya se incorporan en masa me lo plantearé. Solo decir que a veces tenemos que ser críticos con nuestros comentarios y no dejarnos llevar por las olas, sobre todo si son estudios científicos SIN CONFIRMAR ampliamente. Qué paso con aquellos estudios científicos que decían que el aceite de oliva y las sardínas por ejemplo eran malas para la salud o que había que poner filtros a los monitores de TV porque las radiaciones producían daño? fíjate ahora por donde andan los tiros. Pues eso, hasta que la OMS no diga nada al respecto, todo en cuarentena y en seguimiento. Saludos y gracias por responder compañero.
EliminarHola de nuevo José Manuel.
EliminarYo llevo utilizando los filtros para la luz azul desde que salieron al mercado y, tras probar varios tipos, los más cómodos son los que se encuentran en la masa del lente. Mis preferidos son los EPS de Essilor, pues además incorporan un componente que anula el amarillo y permite una visión más natural de los colores.
Respecto a la utilidad del filtro de la luz azul hemos pasado por diversas fases desde que salieron a la luz. Al principio parecía que eran una novedad respaldada por estudios científicos. Luego salió a la luz que los estudios no eran todo lo concluyentes que desearíamos. Y, por último, estamos en una fase de mayor conocimiento respecto al daño celular que esta luz provoca.
Pero en ningún caso estamos ante estudios que no tienen fundamento científico. Los estudios sobre los efectos de la luz azul no competen sólo a la óptica y tienen décadas de estudios detrás en ciencias como la psicología, por ejemplo.
Resulta sintomático que fabricantes mundiales como Essilor o Zeiss apuesten por esta protección y la incluyan en todos sus lentes del catálogo. Igualmente, varios estudios se encaminan a indicar que estos filtros ayudan a mitigar migrañas asociadas con la luz. No existen estudios concluyentes todavía, pero mi mujer, que sufría migrañas de forma periódica, ha visto reducido su número de manera importante tras usar estos filtros. Siendo este el único cambio en su rutina diaria y no conociendo esta "ventaja" hasta después de haber usado los filtros me resisto a pensar que exista un efecto placebo. Por supuesto, este hecho no demuestra nada científicamente, pero si por recomendarlos logramos mejorar a estas personas su dolencia creo que es algo adecuado. Máxime cuando la diferencia de precio con un antireflejo de similar calidad es mínima (¿20€?).
Yo también soy una mente científica y huyo de mitos y falsas creencias no respaldadas por la ciencia. Pero tampoco soy tan extremista como para negar hasta su demostración inequívoca una hipótesis que tiene varios estudios a favor o una certeza empírica que la ciencia no ha solucionado aún. Siempre recuerdo el tema de las gafas, negadas por la ciencia durante décadas e incluso desaconsejadas por unos científicos incapaces de entender su funcionamiento. Hasta que Kepler no descubrió el funcionamiento de nuestro sistema visual (similar a una cámara de fotos) no se reconoció la utilidad de las gafas para compensar ametropías por la comunidad científica. ¿Deberíamos haber esperado los ópticos de la época a tener confirmación científica de algo que, en la práctica, sabíamos que funcionaba?
La vida no es en blanco y negro sino que tiene múltiples tonalidades.
Saludos