Cuando queremos ver restos de la presencia romana en
España, múltiples ciudades se nos pueden venir a la cabeza. Pero la
monumentalidad de Mérida resulta difícilmente igualable. Su conjunto de teatro
y anfiteatro son únicos y mundialmente conocidos. Para muchas personas, esta
ciudad conserva los mejores restos visitables de estas dos tipologías
constructivas romanas. Puede que esta afirmación sea válida para el caso del
teatro, pero no para el anfiteatro.
En España existen más de una decena de anfiteatros
romanos, muchos de ellos visitables. No obstante, su estado de conservación es
muy dispar. De algunos sólo quedan pequeños restos bajo construcciones
modernas, como en Cartagena o Córdoba. De otros, apenas tenemos las huellas de
su ubicación y algunos cimientos, como en Carmona o Ampurias. Los realmente
visitables los podemos encontrar en Mérida, Itálica (Santiponce, Sevilla) y
Tarragona. Ahora bien, si queremos visitar un anfiteatro conservado en perfecto
estado debemos dirigirnos al yacimiento conquense de Segóbriga. ¿Conoces estas
ruinas? Hoy vamos a descubrirlas.
El parque arqueológico de Segóbriga es el más importante de Castilla La Mancha, pero, aun así, el desconocimiento del gran público por estas ruinas es verdaderamente sorprendente. Muchas personas ni tan siquiera saben que a poco más de 100 Km de Madrid podemos ver los restos de una ciudad romana en su emplazamiento original.
Su interés radica en que la zona fue abandonada en el
pasado, por lo que los restos se han conservado bastante decentemente respecto
a otros lugares donde el entramado urbano moderno ha edificado sobre los restos
romanos anteriores, destruyéndolos en gran parte.
El acceso a las ruinas desde Madrid es muy sencillo.
Debemos seguir la Carretera de Valencia (A-3) hasta la salida 104, justo al
llegar al pueblo de Saelices. El desvío nos llevará a la carretera CM-310 , que
nos dejará en las ruinas a los pocos minutos. En total, el viaje nos puede
llevar alrededor de una hora y cuarto. Si queréis la dirección exacta para el
GPS es la siguiente: Ctra. de Saelices a Villamayor de Santiago, s/n, 16340.
Aunque en verdad no es necesario.
El Horario para visitar las ruinas es realmente
práctico: De Martes a Domingo de 10:00 a 18:00 h. Aunque debemos tener en
cuenta que el acceso al Parque deberá realizarse 45' antes del cierre.
Además, varios días al año el parque cierra sus
puertas: Lunes, salvo festivos, 7 y 8 de Septiembre, 1 y 6 de Enero, 24, 25 y
31 de Diciembre y el día de la romería a la Virgen de los Remedios (sábado
anterior al último domingo de mayo).
El precio son 5€ para adultos, aunque existen tarifas
reducidas para estudiantes y simbólicas o gratuitas para pensionistas, niños y
desempleados. Además, existen días concretos donde todos entramos
gratuitamente: 18 de Mayo (Día Internacional de Museos), 31 de Mayo (Día de la
Comunidad de Castilla-La Mancha), 12 de Octubre (Día de la Hispanidad), 6 de
Diciembre (Día de la Constitución) y en las Jornadas Europeas de Patrimonio
Lo primero que encontraremos al llegar es un centro de
interpretación. En él podremos ver un video que nos introducirá en las ruinas y
unas cuantas piezas expuestas en su recoleto museo. Son piezas originales
encontradas en la excavación de la ciudad que, junto a los paneles
explicativos, nos darán una información muy útil para entender las ruinas.
A destacar es el busto retrato de Agrippina Maior,
nieta del emperador Augusto, la estatua en piedra de un emperador con una
coraza decorada profusamente y parte de un mosaico con motivos geométricos.
Luego podremos pasar a ver las ruinas propiamente
dichas. Os aconsejo llevar calzado cómodo y un sombrero para protegeros del
sol, pues los restos se encuentran en un cerro sin árboles donde cobijaros.
No pretendo aburriros con una explicación detallada de
todo lo que podéis ver en este yacimiento. Para ello podéis consultar la
información que ofrece el yacimiento. Realmente interesante es el PDF que os dejo al final del artículo.
De todas las zonas que visitareis, las más importantes
son las siguientes:
- El
anfiteatro se encuentra en la puerta de entrada a la ciudad, en el lado
izquierdo. Es pequeño, con una capacidad de 5.500 espectadores, pero lo
suficientemente sorprendente para todos aquellos que no han visitado nunca uno
en su vida. Podremos entrar en la “arena” e imaginar a los romanos viéndonos
desde las gradas.
Hoy día tiene este aspecto:
- El
teatro, justo enfrente, es de los edificios mejor conservados de la ciudad. Su
vista actual es la siguiente:
- Las
termas se sitúan próximas al teatro, y en ellas veremos las distintas partes
clásicas de las termas romanas, con sus vestidores, su palestra, una sauna seca
y otra que incluía piscina. El aspecto actual es el siguiente:
- El
foro fue uno de los mayores descubrimientos arqueológicos de las últimas
décadas, pero su estado de conservación es bastante malo, por lo que en esta
ocasión deberemos echar mucha imaginación al asunto.
Segóbriga tiene unos monumentos dignos de una gran
ciudad, como habréis podido comprobar. Y ello se debe a que era una importante
ciudad de la Celtiberia. Las fuentes romanas nos hablan en varias ocasiones
sobre ella.
Sexto Julio Frontino, en su obra Strategemata, nos
dice lo siguiente: “Viriato disponiendo
sus tropas en emboscada, envió a unos pocos a robar el ganado a los
segobrigenses; como saliesen éstos en gran número para castigarlos, echaron a
correr aquellos, simulando que huían,...” para más tarde añadir: “Viriato
volvió sobre sus pasos y lo recorrió en uno solo, cayendo sobre los
segobrigenses desprevenidos, cuando más ocupados estaban en sus sacrificios”.
Segóbriga debió pagar cara su alianza con los romanos cuando éstos estaban
conquistando Hispania allá por el año 146 a.C.
Otro autor que menciona Segóbriga es Plinio, en su
famosa Historia Naturalis. Según nos comenta, Segóbriga era “caput Celtiberiae”
(cabeza de Celtiberia), siendo una ciudad estipendiaria (es decir, que debía
pagar tributo). Luego, nos dice cuál era la verdadera riqueza de la ciudad: “Las piedras anteriormente descritas se dejan
cortar con la sierra; pero la piedra especular [lapis specularis], pues también ella recibe el nombre de
piedra, dada su constitución mucho más tratable, se hiende y se separa en láminas
tan finas como se desee. Antiguamente sólo se hallaba en la Hispania Citerior,
y no en toda la provincia, sino sólo en el área de cien mil pasos alrededor de
la ciudad de Segóbriga”. Más adelante nos indica que “la más traslúcida de esta piedra se obtiene en la Hispania Citerior,
cerca de la ciudad de Segóbriga y se extrae de pozos profundos”.
En efecto, esta variedad de yeso traslúcido era muy
importante en la época romana, utilizándose principalmente en la realización de
ventanas para las casas nobles. Y, efectivamente, se ha descubierto una mina de
este tipo de piedra en la localidad próxima de Carrascosa del Campo.
Espero que esta breve descripción os anime a visitar
unas de las ruinas romanas más importantes y accesibles que tenemos cerca de nuestra
Comunidad.
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