domingo, 16 de junio de 2024

VEO MOSCAS VOLANTES



Existen muchas personas que llegan sorprendidos y preocupados a nuestras ópticas. Refieren ver unas manchas o puntos molestos, algo similar a unas moscas volantes. Cuando intentan seguirlos con la mirada desaparecen de su campo visual, pero al mover los ojos de nuevo, vuelven a aparecer.

La situación les parece realmente preocupante, tanto como para que en muchos casos las personas acudan a urgencias de oftalmología por tal problema.

Nuestra labor como ópticos optometristas, los profesionales de atención primaria más accesibles para el gran público, es tanto aconsejar, como explicar y valorar tales síntomas. Y en caso de existir peligro ocular derivarlo al oftalmólogo.

A continuación os explicaré que son esas molestas moscas volantes, porqué se originan y cómo distinguir si se trata de un problema banal o un asunto más serio.


Técnicamente, a este problema visual se le denomina miodesopsia. Y resulta bastante más común dentro de la población de lo que nosotros nos pensamos. En muchos casos solemos tenerlas desde hace muchos años atrás pero es la casualidad la que nos pone sobre aviso.

Generalmente suelen verse cuando miramos hacia un lugar luminoso: una pared blanca, el fondo blanco de una hoja de texto de nuestro ordenador o el cielo azul. En estas circunstancias puede darse el caso de ver una especie de manchas en nuestro campo visual. Se tratan de pequeños puntos que tienen la particularidad de moverse con nuestra mirada, lo que hace imposible enfocarlos. No os molestéis en intentar fotografiarlos, o pedir a un amigo que vea lo mismo que vosotros. Es imposible.
En la siguiente imagen podéis ver una recreación realizada por ordenador. 

Ejemplo de Miodesopsias. Fuente: Wikipedia.


Si hacéis la prueba y observáis algo parecido no debéis alarmaros en exceso. Como dije antes, es un problema visual bastante frecuente y banal en la mayoría de las ocasiones.

¿Qué son estas miodesopsias?

Se trata de un fenómeno que ocurre en el humor vítreo, el líquido gelatinoso que rellena la gran parte interior de nuestros ojos. Con la edad y el envejecimiento del vítreo, algunas de las proteínas que lo forman se deshidratan y pierden transparencia. Éstas tienden a agruparse y formar unas manchas que proyectan su sombra sobre la retina, la capa de nuestro ojo donde se forman las imágenes.

Por esta razón nosotros somos incapaces de enfocar esas manchas con nuestra mirada. Al flotar en el humor vítreo, que se vuelve más líquido con el paso de loa años, estas partículas filamentosas se moverán al mover nuestros ojos y la sombra se desplazará equivalentemente por nuestra retina. Intentar enfocarlas con nuestra fóvea, lugar de la retina donde tenemos la mejor visión, es una tarea tan imposible como intentar mantener un barco quieto en medio de un gran oleaje.

El humor vítreo sólo se genera durante nuestra etapa embrionaria, por lo que no somos capaces de renovarlo. La naturaleza, que es muy sabia, nos ha otorgado unas células, llamadas fagocíticas, que se encargan de limpiar los detritus y suciedades que perjudican la transparencia de nuestro humor vítreo. En teoría, estas células nos deberían librar de las miodesopsias, pero su capacidad de limpieza es limitada. El acumulo de numerosos desechos puede ser de tal magnitud que no puede limpiarse. Y esto es lo que forma las miodesopsias.

Por tanto, puesto que en todo momento existen células muertas que se deben limpiar, las miodesopsias pueden cruzarse en nuestro “camino visual” en cualquier momento. Ahora bien, sólo las grandes aglomeraciones son capaces de generar estas sombras molestas en nuestra retina.

¿Existen grupos de riesgo más proclives a sufrirlas?

Sin lugar a dudas, los estudios científicos muestran una relación directa entre el envejecimiento y una mayor incidencia de las miodesopsias. Al ser una de las causas más comunes el envejecimiento del humor vítreo, las personas mayores de 50 años serán más proclives a sufrirlas.

Igualmente se ha comprobado una mayor incidencia en miopes. Generalmente, esta circunstancia se suele explicar por el mayor tamaño del ojo miope, el cual facilitaría el desprendimiento de vítreo y las miodesopsias.

También pueden aparecer secundariamente tras operaciones de cataratas o problemas oculares tales como uveítis o desprendimientos de retina.

¿Puede considerarse un problema grave?

En la mayoría de los casos este problema ocular es inocuo para los pacientes. Como hemos indicado, se trata de una circunstancia muy común asociada, en la mayoría de los casos, al envejecimiento natural de nuestro humor vítreo.

No obstante, las miodesopsias pueden ser el aviso de nuestro ojo ante problemas más graves. Por tanto, es importante descartar que existan otros problemas asociados.

La siguiente información que os muestro es el plan que deben seguir todos los ópticos optometristas ante una consulta de miodesopsias. Las preguntas que le realizarán estarán encaminadas a discernir si las miodesopsias son algo banal o deben ser remitidas a un oftalmólogo. Usted puede contestar a las preguntas y tener una idea clara de lo que le pasa, pero ello no debe ser óbice para obviar la visita al óptico. Sólo un profesional de la visión tendrá la palabra final sobre su problema.

Protocolo de actuación ante un paciente con miodesopsias

1.     Descartar que se traten de pseudofotopsias. Los pacientes pueden confundir los síntomas y nosotros, por medio de una correcta anamnesis, debemos saber interpretar lo que le ocurre al paciente. Deberemos descartar aspectos como fotofobias (a la luz del sol), halos (tras cirugía láser) o alucinaciones (en casos de enfermedades psiquiátricas).
2.     Preguntar si están acompañadas de fotopsias (destellos luminosos en la oscuridad). En caso afirmativo deberíamos enviar al oftalmólogo al paciente, pues en un gran porcentaje de casos estamos ante un desgarro de retina que puede degenerar a desprendimiento.

3.     Informarnos si las miodesopsias son:

a.     Agudas: realizando un fondo de ojo descubriremos si son debidas a un desprendimiento de vítreo posterior (DVP) o simplemente se asocien a un episodio de migrañas (fondo de ojo normal).

b.     Progresivas: si las miodesopsias aumentan cada vez más será necesario remitir al oftalmólogo, pues son síntoma de un problema de retina que esta empeorando: uveítis, DVP, hemorragia, desgarro….

c.      Crónicas: resulta muy frecuente en miopes (aumentando su frecuencia a mayor graduación) la existencia de opacidades en el vítreo que son totalmente inocuas para la salud ocular. En este caso no debemos derivar al paciente al oftalmólogo y nuestra misión será tranquilizar e informar al paciente correctamente.

Como podemos comprobar de las preguntas anteriores, uno de los principales objetivos es definir correctamente lo que ve el paciente. No es lo mismo ver una especie de manchas molestas en nuestro campo visual que unas auténticas moscas producto de una alucinación. No es lo mismo ver sólo las manchas, que ver además destellos luminosos.

Esta última circunstancia es muy importante, pues los destellos luminosos están asociados directamente a los desgarros de retina. Cuando el humor vítreo “tira” de nuestra retina suele causar un efecto visual similar a un destello luminoso. Y un desgarro es muy normal que degenere en desprendimiento de retina, un problema mucho más grave.

Discriminar un posible desgarro retiniano es uno de los objetivos más importantes de los ópticos a la hora de enfrentarse a los pacientes con miodesopsias. Y aunque los destellos luminosos son el síntoma discriminador más característico, también debemos valorar otros como la aparición repentina (aguda) de miodesopsias, el aumento repentino de las ya existentes o la pérdida de visión en los laterales. En todos los casos, una respuesta afirmativa nos pondrá sobre aviso de un más que probable problema retiniano.

La visita al óptico optometrista es fundamental en todos los casos, pues sólo de una forma podemos descartar verdaderamente que las miodesopsias no se asocien a ningún problema más grave. Se trata de la realización de un examen de fondo de ojo, donde comprobaremos la integridad correcta de la retina.

Sólo en los casos crónicos de miodesopsias este examen ocular no será necesario.

¿Existe tratamiento para hacerlas desaparecer?

En la mayoría de los casos no hace falta realizar ningún tratamiento y las personas deben convivir con sus miodesopsias. Según sea la cantidad de ellas, y el nerviosismo del paciente, aprender a convivir con ellas será más o menos fácil.

De forma general, yo doy el consejo a mis pacientes de que lo único que deben hacer es ignorarlas. El cerebro, que es sumamente inteligente, desecha la información visual inútil que le llega desde la retina. Por tanto, si dejamos de pensar en las miodesopsias y dejamos de perseguirlas con la mirada, como por arte de magia, dejaremos de verlas. Ello no significa que no estén allí, sino que nuestro cerebro obvia esa información.

Existen estudios en psicología (Teoría de la Gestalt) que demuestran la veracidad de lo anterior. Pero además, nosotros podemos comprobar en muchas situaciones que la capacidad del cerebro para obviar información visual es una realidad cotidiana. Os pongo dos simples ejemplos:

-         Si veis una película subtitulada y no hacéis caso de los subtítulos, cuando menos os lo esperéis, éstos habrán desaparecido. Deberéis fijaros en la parte inferior de la pantalla para poder verlos nuevamente.

-         Si sois capaces de leer la siguiente frase me reconoceréis que vuestro cerebro ha tenido que obviar e inferir mucha información que no está plasmada correctamente: “no es imtnrapote el odren de las ltares de una paralba, lo úinco ipraottnme es que la perrima y úitmla ltera de la mmisa etésn sdtuaias en el odren ctrorceo y le rsteo lrigeantme droesdeanads ”.

Para los casos donde las miodesopsias son verdaderamente un problema insoportable y que compromete seriamente la visión de los pacientes, existen dos tratamientos a llevar a cabo. Debo anotar que ambas son soluciones excepcionales que no suelen llevarse a cabo normalmente:

-         Tratamiento con láser: Se trata de eliminar las miodesopsias con disparos de láser. Su eficacia no está demostrada, pues en muchos casos los pacientes admiten no haber mejorado su visión. Y ante tal resultado resulta excesivo el riesgo que sufre el paciente de sufrir algún daño en retina durante el proceso.

-         Vitrectomía: Consiste en extraer el humor vítreo y sustituirlo por una solución salina. Es una técnica quirúrgica utilizada para tratar otros problemas como desprendimientos de retina o hemorragias vítreas.


FUENTES:



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