domingo, 24 de marzo de 2019

Mis 3 visitas imprescindibles en Gante


Gante es una de las visitas típicas cuando alguna persona viaja hasta Bélgica. Situada a unos 50 Km de Bruselas, el viaje en tren apenas dura 45 minutos. La línea es la misma que lleva a Brujas, razón por la cual muchas personas exprimen el día visitando por la mañana una ciudad y por la tarde la otra.

En mi opinión cada una tiene encanto suficiente como para dedicarle una jornada completa y, en el caso de Brujas, la pernoctación resulta altamente recomendada para poder pasear por la ciudad en la tranquilidad de la noche. Puesto que ya me dediqué a mostraros Brujas en otro post anterior (aquí), hoy os voy a dar tres razones para visitar la preciosa ciudad belga de Gante.


Castillo de Gante

Se trata del único castillo, de tipo medieval, que vamos a poder visitar en nuestro viaje a Bélgica y, además, se trata de una de las fortalezas mejor conservadas de Europa. Ello se debe al profundo proceso de reconstrucción que la ciudad llevó a cabo desde 1980.

Este castillo, también denominado de los Condes de Flandes, comenzó a construirse en el siglo IX, como defensa ante el ataque de los vikingos. Lógicamente, de aquella estructura en madera nada queda ya. Fue en el siglo XII cuando el conde de Flandes le otorgó su aspecto actual. El aspecto de fortaleza defensiva se debía al contexto de lucha por el poder entre la nobleza y la burguesía comercial (asentada al otro lado del río Lys). Sin duda, su aspecto de fortaleza defensiva es lo más atrayente de su exterior, plagado de torres, almenas y hasta con un foso.
 
Castillo de los condes de Flandes. Gante
El castillo tuvo diferentes funciones con el paso del tiempo. Albergó el Tribunal de la ciudad, fue cárcel y, en el siglo XVIII un particular lo convirtió en un complejo industrial textil.

El interior es visitable, pudiendo recorrer el adarve amurallado y subir a la torre del homenaje, desde la que obtener preciosas vistas de Gante. En el interior de los salones nobles, antaño vivienda condal, existe una exposición relacionada con su función de cárcel. Numerosas armaduras y objetos de tortura se exponen en lo que a más de uno le puede parecer una visita algo macabra.
 
Interior del Castillo de Gante
Y no olvidéis asomaros a las almenas de sus torres más altas para apreciar una vista preciosa de la ciudad.

Vista de Gante desde el Castillo

Para organizar vuestra visita os recomiendo informaros en su página web oficial: https://gravensteen.stad.gent/en

Catedral de San Bavón

La Catedral de Gante debe su nombre a un santo que vivió en el siglo VII y que era franco de origen. Iconográficamente lo reconoceréis por portar una espada (recuerdo de su profesión de caballero) y un halcón (por lo que también es el patrón de la cetrería).

Originalmente la iglesia construida en este solar estaba bajo advocación de San Juan, pero los monjes de San Bavón tuvieron que ocuparla tras la destrucción de su monasterio en tiempos de Carlos V. En 1559 se convertiría en Catedral y tuvo el honor de celebrar el último capítulo de la Orden del Toisón de Oro en Flandes (XXII edición).
 
Catedral de San Bavón. Gante
Lo que más impresiona del edificio es la enorme torre de casi 90 metros de altura. Junto a la próxima Torre Belfort (el campanario de Gante al que os aconsejo subir para tomar unas impresionantes vistas panorámicas de la ciudad), forman el Skyline de la ciudad. Y junto a la próxima Iglesia de San Nicolás forman un conjunto arquitectónico único cuyo mejor lugar para ser retratado es el puente de San Miguel.
 
Torre Belfort y vista desde el Puente de San Miguel
Volviendo a la Catedral, el interior de la misma os deslumbrará por la riqueza decorativa que posee. Además de los elementos clásicos en los que fijarse en todo templo religioso (altar, pila bautismal, capillas, mausoleos de los obispos, coro, órgano…) esta Catedral atesora un gran patrimonio artístico. Se trata de una especie de museo, pues vamos a poder admirar numerosos lienzos de afamados artistas. A destacar San Bavón en el convento de Gante (Rubens), La resurrección de Lázaro (Otto van Veen) o El martirio de Santa Bárbara (Gaspar de Crayer).

Aunque, sin duda, la joya de la corona que atesora esta Catedral es la magnífica obra La Adoración del Cordero Místico (Hubert y Jan van Eyck). Tal es su importancia que cuenta con entrada propia aparte y fuertes medidas de seguridad. No es para menos, pues en su azarosa vida fue robada hasta en seis ocasiones.

Como curiosidades indicar que aquí fue bautizado Carlos V, o que el crucifijo del altar mayor y los candelabros fueron regalados por Napoleón en 1803, con motivo de su visita a Gante.

Toda la información práctica para realizar al visita la encontraréis en su página oficial: http://www.sintbaafskathedraal.be/en/index.html

Korenmarkt

Se trata de la plaza principal de la ciudad. Ya os habréis percatado que todas y cada una de las plazas belgas tienen un especial y particular encanto. La de Gante no podía ser menos.

La originalidad de esta plaza reside en no contar con el edificio del Ayuntamiento en ella, algo típico de las plazas belgas. En cambio, posee la gran Iglesia de San Nicolás, levantada con el dinero de los comerciantes (de ahí su advocación). La verticalidad exagerada del gótico de Flandes es lo que más suele sorprender a los turistas españoles, más acostumbrados a templos donde la horizontalidad siempre está presente en sus elementos. Su interior fue saqueado durante diferentes épocas (protestantismo, Revolución Francesa, Guerras Mundiales), aunque siempre es recomendable visitarlo para admirar las estructuras arquitectónicas y la belleza de las vidrieras.

El otro edificio que destaca en la plaza es la antigua oficina de correos, un edificio gótico renacentista que hoy se ha convertido en un centro comercial con supermercado en el que los turistas reponen fuerzas.

Y, por supuesto, también destacaría el conjunto de casas típicas belgas que se suceden en línea delimitando esta bella plaza. Por ser algo que se repite en todas las ciudades de este país no es menos destacable en su conjunto.
 
Plaza Korenmarkt. Gante
El antiguo Mercado del Grano hoy se ha convertido en uno de los centros más animados de la ciudad, el lugar de reunión por excelencia y en el cual se concentran todos los restaurantes y las terrazas.

Espero que mi selección os anime a dedicar un día a visitar esta bella ciudad belga.

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