miércoles, 7 de noviembre de 2018

El bombardeo republicano de Cabra fue el Guernica del sur

A la hora de abordar la Guerra Civil Española podemos encontrarnos varios tipos de obras publicadas. En un primer lugar están las obras históricas de carácter claramente subjetivo y propagandístico. Se trata de obras realizadas bajo el prisma de una ideología concreta, la cual pretende imponer su visión de los acontecimientos pasados. En este caso, tenemos obras pertenecientes a los dos bandos ideológicos enfrentados en la guerra.

En segundo lugar tenemos obras que pretenden, en pos de un apaciguamiento general, dado el largo tiempo que ha pasado desde los acontecimientos, llegar a un punto de equilibrio entre ambas partes; son obras que pretenden conseguir un pensamiento, muy de moda por cierto, que deja a ambos bandos en igualdad de condiciones en temas polémicos, sean fusilamientos indiscriminados, sean bombardeos sobre la población civil. Se trata de otra visión tergiversada de la historia, pretendiendo imponer la idea de “todos fueron iguales”.

En tercer lugar se encuentran las obras históricas rigurosas, alejadas de ideologías y que pretenden acercar la historia de la manera más desapasionada posible. Son las obras más valiosas, las más difíciles de encontrar y las más desconocidas por el gran público. En este modesto espacio intento acercar estas obras, aunque bien sabe Dios que no siempre lo consigo.

Hoy vamos a tratar el polémico tema de los bombardeos sobre civiles, describiendo uno de los bombardeos más terribles de los perpetrados durante la contienda por el bando republicano. Hoy se cumplen 80 de aquel suceso.


En el año 2012 salió a la venta una obra monográfica que relataba el bombardeo Republicano sobre la localidad cordobesa de Cabra. Realizado por el historiador Antonio Arrabal, llevaba por título “El Bombardeo de Cabra. El Guernica de la Subbética”.

Aunque resulta un libro revelador en cuanto a la descripción del bombardeo, aportando numerosa e interesante documentación histórica, el autor peca, desde su mismo título, de comparar cosas incomparables (un error que yo también tuve en el artículo en el cual comentaba el bombardeo de Guernica). Cabra y Guernica no se parecen en nada, al igual que nada tuvo que ver la capacidad destructiva aérea del bando nacional respecto del republicano.

Para describir el bombardeo de Cabra voy a remitirme a las palabras del historiador, fallecido en 2016, Jesús María Salas Larrazábal: “El 7 de noviembre, tres Katiuskas se presentaron a las 7.35 de la mañana sobre Cabra, que estaba en fiestas, y lanzaron su carga mortífera sobre la plaza, causando 86 muertos (11 soldados y 75 civiles) y 117 heridos, todos civiles excepto dos. Hasta la fecha nadie ha explicado los motivos de este extraño y cruento bombardeo”.
 
Consecuencias del bombardeo de Cabra
Respecto a esta descripción del suceso habría que matizar que Cabra no estaba en fiestas, sino que se trataba de un día de mercado. Además, el número de muertos reales fue de 111 (algunos murieron en hospitales de otras localidades días después), según datos del periódico ABC de Sevilla del 27 de noviembre el 1938, y el de heridos de más de 200.

Los tres Katiuskas soltaron sobre la ciudad una veintena de bombas. Las que cayeron en la plaza del mercado de la ciudad ocasionaron, en el acto, casi un centenar de fallecidos.

Respecto a los motivos del bombardeo, Antonio Arrabal ofrece su particular hipótesis. Para él Cabra fue un bombardeo planificado cuyos objetivos eran atacar a la población civil enemiga, desviar la atención enemiga del frente del Ebro, demostrar la capacidad ofensiva del ejército republicano y probar armamento soviético.

En Internet, ese monstruo desinformativo también subyace, como causa, la posibilidad de haber “celebrado” el aniversario de la revolución soviética (7 noviembre).

Esta visión, bastante subjetiva en mi opinión, no tiene en cuenta testimonios directos y conclusiones realizadas por otros historiadores. En este sentido, el artículo de Julio R. Fernández García en la Revista ARES resulta muy esclarecedor.

En primer lugar, contextualiza los bombardeos republicanos del sur de la provincia de Córdoba de una manera más global y acertada. Según sus palabras, estos bombardeos “podrían relacionarse con la preparación de la ofensiva de Peñarroya-Valsequillo que incluía, en principio, un desembarco en Motril, para provocar confusión y retener las reservas de Queipo, esparcidas entre Antequera y Granada”.

Muchos de estos bombardeos tuvieron como objetivos lugares de concentración de tropas enemigas, tales como los bombardeos sobre Peñarroya–Pueblonuevo del 28 de octubre y sobre Espiel y Villanueva de Rey del día 31 de octubre de 1938.

Ahora bien, también en el bando republicano se castigaba a la población civil de la retaguardia enemiga, como medio desmoralizador. Un claro ejemplo lo tenemos en el bombardeo de Baena del 28 de octubre de 1938, claro precedente del de Cabra. En aquel bombardeo existía un objetivo militar, la estación de ferrocarril y los enlaces por carretera de Granada y Cabra, los cuales fueron bombardeados con éxito, pero también hubo un ataque contra civiles totalmente gratuito, al lanzar algunas bombas sobre el casco urbano de la ciudad. Por escasos metros no ocurrió una tragedia similar a la de Cabra, pues las bombas cayeron a escasos metros del lugar en el cual se celebraba el mercado semanal. Las víctimas de este bombardeo, alrededor de una treintena, nunca han tenido reconocimiento institucional alguno.

Respecto a las causas que motivaron el bombardeo de Cabra, Fernández García pone el acento en testimonios orales, tanto directos como indirectos.

En primer lugar, clarifica la escuadrilla que tomó parte en la acción. Aunque Antonio Arrabal piensa que fue la 4ª escuadrilla (aunque no lo asegura firmemente), Gregorio Gutiérrez García «Guti», piloto de la 4ª escuadrilla del Grupo 24 de Katiuskas, le confirmó que fue la 3ª escuadrilla la responsable. La suya había pasado a finales de septiembre a Cataluña y fue sustituida en el Sur por la tercera, aspecto confirmado por los historiadores Salas y Madariaga.

Además, esta información coincide con la versión dada por Saiz Cidoncha, basándose en una entrevista realizada a un piloto de la 3ª escuadrilla de Katiuskas que intervino en el bombardeo y del que no aporta la identidad.

«Guti» reconoce que el bombardeo de Cabra «...fue una mancha para los pilotos de Katiuskas» y justifica dicha acción en base a un informe de la inteligencia militar relativo a la presencia de tropas italianas en Cabra. Las tiendas de lona que bombardearon los aviones katiuskas no eran de dichas tropas, sino que eran las de los puestos del mercado y calles adyacentes. En términos parecidos se expresa Saiz Cidoncha: «Pero no había tropas italianas; la información había sido un error. Los toldos se habían instalado con vistas a celebrar un mercado, que estaba lleno de gente al caer las bombas; de ahí el elevado número de víctimas».

¿Podemos comparar los bombardeos de Cabra y Guernica?

Resulta complicado realizar una comparativa de ambos bombardeos, pues las causas y motivaciones de ambos fueron tremendamente distantes.

Empecemos por los objetivos reales de tales acciones. Se suele indicar que ambas poblaciones estaban alejadas del frente y que se trató de un ataque indiscriminado sobre civiles. Pero esto es simplificar demasiado. Ya hemos visto que en Cabra existía un claro objetivo militar (bombardear concentración de tropas) más que el de utilizar el bombardeo como castigo a civiles (lo que no significa que no se realizaran este tipo de acciones, como en Baena).

En cambio, en Guernica, la proximidad al frente si parecía justificar un ataque militar. Ahora bien, analizando el tipo de bombas utilizadas, que objetivos militares (por ejemplo, el puente) no fueran dañados, la gran destrucción de la ciudad, y la virulencia temporal del ataque, se antoja complicado. Además, el ametrallamiento de civiles, testimonio recogido por periodistas extranjeros, nos induce a pensar en otros objetivos camuflados bajo la apariencia militar.

La mayoría de los investigadores sobre Guernica coinciden en afirmar que el objetivo del bombardeo era, dejando a un lado posibles objetivos bélicos de mayor o menor cuantía, destruir la ciudad. Es decir, verificar los efectos que podía producir un bombardeo de estas características en la moral del enemigo.

La duración de ambos bombardeos tampoco es comparable. Mientras que en Cabra se realizó una pasada en la que se soltaron todas las bombas, en Guernica el bombardeo tuvo una duración de tres horas, aunque en ningún momento podemos decir que fuera un continuo caer de bombas. El primer ataque, a las 15:30h, tuvo un claro objetivo militar, bombardeando el puente y las carreteras con el objetivo de entorpecer la retirada del enemigo. En cambio, los otros dos, a las 18:00 y a las 18:45h, pretendieron destruir por completo la ciudad y masacrar al mayor número de civiles.

Aunque macabra, la única similitud que podemos encontrar es en el número de víctimas, más de un centenar, en ambos casos. Y ello debido a que en ambos bombardeos se produjo la acción el día de mercado semanal. Ahora bien, bombardeos que causaron más de un centenar de víctimas fueron algo tristemente repetido en nuestra guerra civil. Ejemplos fueron el bombardeo nacional sobre El Viso el 25 de diciembre, o el también nacional sobre Bujalance el 14 de diciembre.

Por último, Antonio Arrabal se queja amargamente que, en contraposición con Guernica, el bombardeo sobre Cabra se ocultó y permaneció olvidado durante décadas y ajeno al conocimiento nacional e internacional.

En primer lugar, indicar que en Guernica tenemos una inicial estrategia de ocultación por parte del bando nacional. Primero el General Queipo Llano negó el ataque abduciendo al mal tiempo, para luego, acusar a los “rojos” de quemar la ciudad en su retirada (las palabras del parte franquista de la que denominaban Frente del Norte, transcritos del libro del Luis Bolín, España. Los años vitales. Madrid: Espasa-Calpe, 1967, las podéis consultar en el post que hice sobre Guernica). Esta razón todavía la podemos leer el 2 de mayo en el periódico ABC Sevilla. Cuando la autoría nacional ya no podía ocultarse, debido a la labor de periodistas extranjeros presentes en el ataque, se culpabilizó en exclusiva a la Legión Cóndor alemana, cuando estaba claro que se trataba de una acción planificada junto al coronel Juan Vigón y, con bastante certeza, autorizada por Franco.

Tales acciones no fueron realizadas por el bando republicano respecto al bombardeo de Cabra. El parte de guerra republicano indicaba lo siguiente desde el primer momento: “A las 7,27 despegaron tres B. K. para efectuar un servicio de reconocimiento y bombardeo de Cabra. Se batió el objetivo eficazmente observándose las explosiones en el centro del pueblo. Se obtuvieron fotografías del frente reconocido. No se observó caza enemiga ni se les hostilizó con fuego antiaéreo, tomando tierra todos los aparatos sin novedad” (AHEA. Sig. A 168, documento 54. Parte de operaciones del 7 de noviembre de 1938).

Por otro lado, el periódico ABC Sevilla informó del número de víctimas de este ataque en la edición del 11 de noviembre de 1938. Otro periódico que recogió el bombardeo fue el Diario Voluntad de Gijón, quién el 16 de noviembre de 1938 elevó la cifra de muertos a 110. Por último, el resultado de los bombardeos y la magnitud de la masacre fueron recogidos por el Noticiario Documental (NO-DO) (Nº10, 1938), instrumentalizándolo con fines propagandísticos.


Como podemos ver, el bombardeo de Cabra, ni fue ocultado ni tergiversado. Que el gran público no lo conozca no se debe a una estrategia de ocultación, sino, simplemente, a un gran desconocimiento sobre sucesos particulares acaecidos durante el conflicto armado. Seguro que muchos otros bombardeos citados en el post serían desconocidos para la mayor parte de la población profana.

Pretender equiparar el bombardeo de Cabra con Guernica, por ejemplo, es una total falta de rigor histórico. Bajo la supuesta idea de un bombardeo a una población alejada del frente subyace una importante diferencia de motivación y unas consecuencias totalmente diferentes.

Si deseamos comparar Guernica con algún bombardeo del sur peninsular deberíamos hacerlo, por ejemplo, con el bombardeo de Bujalance (14 diciembre 1936, 100 muertos y 200 edificios destruidos). Hubo muchos más similares, pero claro, son desconocidos para el gran público. Poner Guernica vende mucho más que Bujalance. A pesar de distorsionar la memoria histórica, tanto de los sucesos como de las víctimas.

Fuera del ámbito andaluz me viene a la memoria el bombardeo, silenciado, de Alcañiz. En este caso, la comparativa respecto a Guernica subyace en la explicación similar del bando nacional: “los rojos produjeron los destrozos al escapar de la ciudad”. En verdad Alcañiz fue bombardeado por aviación italiana el 3 de marzo de 1938, causando centenares de bajas entre la población y una gran destrucción material. Se estima que fue el sexto peor bombardeo de la Guerra Civil, siendo silenciado por el bando nacional al tomar la ciudad 11 días después.

Ambos bandos cometieron barbaridades, por supuesto. Ambos bandos asesinaron cruelmente a población civil, está claro. Ambos bandos fusilaron a prisioneros, en muchos casos sin otra culpa que estar en el lugar equivocado en el momento más inoportuno. Pero ambos bandos, en muchas cosas no pueden compararse. No puede compararse la capacidad destructiva aérea del bando nacional respecto al bando republicano, al igual que no pueden compararse los resultados de los bombardeos.

Y esto no es sectarismo ni subjetividad, sino llamar a las cosas por su nombre. Ningún bombardeo sobre población civil puede justificarse. Todos son acciones que podemos considerar crímenes de guerra. Ningún bando es inocente en ese sentido, tal como hemos visto en el post. Pero, puestos a comparar, entre realizarlo para atemorizar (como parece que fue el de Guernica) y hacerlo por error (como se desprende de los testimonios de los pilotos republicanos) media un largo trecho moral que no deberíamos olvidar.

Bibliografía
Maldonado, José María. Alcañiz ,1938. El bombardeo olvidado. Institución Fernando el Católico. 2003.
Hidalgo Luque, Patricio. La Guerra civil en Córdoba. Almuzara. 2013.
Arrabal Maíz, Antonio. El Bombardeo de Cabra. El Guernica de la Subbética. Sarriá. 2012.

Moreno Gómez, Francisco. La guerra civil en Córdoba, 1936-1939. Alpuerto. 1986.
Fernández García, Julio R. Los bombardeos de Baena y Cabra de otoño de 1938 (I). Revista ARES,  Año 5 n°26 (2012), páginas 20-25.
Fernández García, Julio R. Los bombardeos de Baena y Cabra de otoño de 1938 (II).
Revista ARES, Año 5 n°27 (2012), páginas 30-37.

8 comentarios:

  1. Mientes como hay Dios, dice la canción

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    1. Hola, gracias por comentar.
      En este artículo me limito a mostrar el episodio del bombardeo de Cabra según la opinión de expertos historiadores en el tema. Por tanto, me cuesta entender tu comentario, pues también dejo en bibliografía los trabajos consultados.
      Puede que las conclusiones de los profesionales nos puedan gustar más o menos, pero resulta que la Historia es la que es.
      En caso de tener nueva información histórica relevante sobre el tema aquí tienes un espacio para compartirla y debatir sobre ella.
      Saludos

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  2. https://blogs.publico.es/dominiopublico/30053/lo-que-no-interesa-contar-sobre-el-bombardeo-de-cabra/

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  3. El bombardeo del 14 de diciembre de 1936 en Bujalance no fue republicano, sino realizado por los sublevados, los días previos a la toma de la localidad. Fue realizado por Junkers JU-52, causando un centenar de muertos y doscientos edificios destruidos.

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    1. Gracias por la puntualización. Es cierto, se me debió pasar al realizar el texto. Lo corrijo.
      Muchas gracias.

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  4. Patricio Hidalgo Luque9 de enero de 2022, 19:01

    El bombardeo de El Viso produjo 18 muertos, 12 de ellos militares. Lo de 100 muertos proviene de los Documentos del General Cuesta, que creyó las fantasías de un desertor republicano. Pero para la propaganda viene muy bien lo de 100 muertos, así es que seguiremos oyendo esa cifra.
    Patricio Hidalgo Luque.

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    1. Hola Patricio, un honor que leas mi blog y te animes a comentar.
      No estudié en profundidad este episodio pero según aparece en la información del refugio antiaéreo de la localidad, hoy musealizado, unas 80 personas fallecieron a la entrada del refugio cuando cayó allí una bomba.
      De todas formas gracias por la aportación que, en tu caso, tendré en alta consideración por ser un gran experto en los bombardeos de la provincia de Córdoba.
      Saludos

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