Hace un año os escribía sobre la maravillosa ciudad de
Praga y sus principales encantos turísticos en un par de post (aquí
y aquí).
Toca ahora realizar algo parecido con una ciudad similar que se ha convertido
en otro de los destinos turísticos más importantes de Centroeuropa.
Su cuota anual de 3,8 millones de turistas al año en
2017 está algo lejos de la de Praga (8,5 m.), pero sin duda es una cifra muy
respetable que la coloca en el puesto 55 de las ciudades más visitadas del
mundo por el turismo. Me refiero a Budapest, capital de Hungría.
Esta bella ciudad posee innumerables atractivos
turísticos que permiten, al turista que la visita, tener una agradable
estancia. Y aunque en muchas ocasiones se realiza un viaje combinado entre
Praga/Budapest (e incluso añadiendo Viena), lo cierto es que cada ciudad tiene
un encanto propio tan marcado que se necesita pasar en ella una semana en
exclusiva para poder disfrutarla al máximo y empaparse de su original
idiosincrasia.
Cuando era joven realicé el circuito Praga/Budapest en
un viaje fin de carrera y me quedó la sensación de que Praga era mucho más
interesante. Por ello, cuando decidí volver a esta zona, Praga fue mi primera
opción y debo reconocer que mi memoria no me había engañado.
Ahora bien, Budapest también tiene un encanto muy
especial. Y al visitarla nuevamente, libre de comparaciones próximas, debo
reconocer que me ha sorprendido gratamente. ¿Os animáis a descubrir los
principales encantos de Budapest?
El
Parlamento de Budapest (Országház)
Se trata del edificio más conocido de Budapest y un
auténtico símbolo para la ciudad. Creo que sólo el Parlamento de Westminster en
Londres o el Capitolio de Washington pueden igualarle en fama y belleza.
Parlamento de Budapest |
Tras el Parlamento de Rumanía, situado en un
gigantesco edificio construido durante el gobierno del comunista Ceaușescu en
Bucarest, y el de Argentina, este es el
tercer mayor del mundo en extensión y el edificio más grande de toda
Hungría. Este tamaño colosal debemos contextualizarlo en la época en la que
aquí se reunían los líderes del antiguo Imperio Austrohúngaro.
Aunque no sea el primero en extensión, sus 268 metros
a lo largo de la orilla este del Danubio le convierte en el más fotogénico, sin
lugar a dudas, de todos ellos. En mi opinión, artísticamente hablando, sólo el
londinense rivaliza en belleza.
Para tomar las mejores instantáneas del Parlamento os
recomiendo bajaros en la estación de metro Batthyány
tér (Línea M2), junto a la Iglesia de Santa Ana. Otro punto envidiable es
el Bastión de los pescadores. Y al estar en el barrio de Pest, el mejor momento
para retratar el Parlamento es cuando cae la tarde y le baña la luz dorada del
atardecer.
Parlamento de Budapest al atardecer |
Su altura, de 96 metros, es la misma que la de la
Catedral de San Esteban, siendo las dos alturas mayores de la ciudad. Este
número no es casual, pues es considerado de buena suerte en Hungría (el año 896
se considera el origen del Reino de Hungría y así se celebró en 1896 el milenio
de esta fecha).
Construido en el siglo XIX por el arquitecto húngaro Imre
Steindl, quién se quedó ciego antes de que terminaran las obras, posee un estilo exterior neogótico que recuerda
mucho al parlamento británico de Londres, en el cual se basó.
Vistas del exterior del Parlamento de Budapest |
No obstante, en el interior, utilizó formas
renacentistas y barrocas en la decoración, algo muy perceptible en su
impresionante escalera principal. Al acercarnos al edificio veremos que está
decorado con numerosas esculturas de gobernantes históricos húngaros, lo que
otorga aún más belleza a las líneas arquitectónicas.
Su visita al interior del edificio es obligada y una
de las cosas principales que hacer si visitáis Budapest. Para entrar al
Parlamento hay que adquirir una entrada para una visita guiada en grupo por su
interior en las taquillas. Se realizan en numerosos idiomas, siendo las visitas
guiadas en castellano todos los días a las 10:30, 13:45, 14:45 y 16:00
horas. Si no tenéis mucho tiempo se pueden adquirir las entradas por internet
en la siguiente página: https://www.jegymester.hu/eng/Production/480000/Parlamenti-latogatas
El
tour por el interior del parlamento dura aproximadamente 45 minutos.
En ella nos van a explicar la importancia de este edificio, así como numerosas
curiosidades: los múltiples y lujosos ascensores tienen asientos, que hasta los
años noventa la refrigeración del edificio se basaba en grandes bloques de
hielo o que los taquígrafos que recogían lo dicho en las sesiones
parlamentarias debían cambiarse cada diez minutos por la rapidez con la que se
hablaba.
En la visita vamos a poder ver las principales salas
del mismo:
·
La Escalera principal, con su exceso de
decoración dorada de oro de 22 quilates y unos maravillosos frescos;
Escalera principal del Parlamento de Budapest |
·
El Gran Salón de la Cúpula, con estatuas y
escudos de los principales gobernantes históricos, así como la Santa Corona y
las Joyas de la Coronación Húngara, que incluye la famosa corona con la cruz
torcida;
Gran Salón de la cúpula del Parlamento de Budapest |
·
El Salón de la Antigua Cámara de los Lores
y la Sala de Sesiones de la Cámara Alta, ahora en desuso por no ser el
parlamento bicameral desde 1945.
Cámara de los lores del Parlamento de Budapest |
Sin duda un imprescindible de Budapest que os
fascinará.
El
Bastión de los Pescadores (Halászbástya)
El mejor mirador de Budapest es uno de los puntos
imprescindibles en la visita a la ciudad. Esta terraza que combina elementos
románicos y góticos se ha convertido en uno de los símbolos de Budapest y
seguro que será uno de los puntos de los que mejor recuerdo te lleves de tu
visita a la capital húngara.
Panorámica con dron del Bastión de los Pescadores |
Esta construcción se edificó entre los años 1895 y
1902 y la conforman siete torres que nos recuerdan las siete tribus magiares
que se asentaron en estas tierras en el año 896. Este pueblo nómada de origen
incierto provenía de las llanuras de Asia Central y migraron en esta época a
Europa oriental. Pasados los años sería Esteban
I el príncipe que uniría bajo su persona a todas las tribus convirtiéndose
en Rey de Hungría hacia el año 1.000. Una estatua
de bronce de este monarca se alza imponente junto al ábside de la Iglesia
de San Matías, con relieves en el pedestal que le sirve de base que narran
escenas de su vida. Un retrato de su escultor, Alajos Stróbl, aparece en los
relieves: se trata del hombre barbudo que levanta la maqueta de la iglesia ante
el rey (parte posterior).
Estatua de Esteban I |
La
iglesia de Matías es un templo consagrado a la Virgen
María, patrona de Hungría, por lo que también se la conoce como Templo de
Nuestra Señora. El nombre de Matías proviene de Matías Corvino I de Hungría,
monarca que transformó el antiguo templo según la moda renacentista.
Desde su creación en el siglo XI diversos monarcas
fueron añadiendo su impronta al templo, ya fuera ampliando el edificio o
añadiendo alguna torre o puerta, razón por la cual tiene un extraño aspecto
exterior. Esto es notoriamente visible en su fachada principal, con una
portada, rosetón y torre góticos y un campanario renacentista.
Fachada principal de la Iglesia de Matías |
Tras la conquista musulmana de la ciudad se
convertiría en mezquita y tras la recuperación por el cristianismo sufriría una
postrera reforma integral de mano de los monjes franciscanos en estilo barroco.
La última intervención importante se produjo en el año 1896 de la mano de Frigyes
Schulek, quién logró darle un aspecto neogótico general intentando recuperar
parte de la esencia original del edificio.
Tras tantas intervenciones el resultado es un edifico
ecléctico en cuanto a estilos que tiene en esta característica una de sus
mayores virtudes. No en vano, para muchos es el templo más bello de la ciudad.
Recorrerlo perimetralmente, algo sencillo dadas sus modestas dimensiones, es
una buena forma de poder entretenerse en la multitud de detalles que atesora.
Uno de los más famosos es el tejado, decorado con 25.000 azulejos de colores,
lo que le da un aspecto inconfundible.
Su interior no desmerece en nada a lo que podríamos
esperar. Aunque su aspecto, con gran amplitud y lleno de vidrieras, nos remite
al gótico, existen rincones donde podemos apreciar el románico inicial, tales
como el lugar de la pila bautismal, alguna capilla con pequeñas vidrieras o los
numerosos frescos de las bóvedas.
Interior de la Iglesia de Matías |
Merece la pena subir a la planta superior (escaleras
junto al altar mayor) para contemplarla desde las alturas y detenerse en
detalles curiosos. Sólo así descubriremos el busto de la famosa Sisí (Isabel
Amalia Eugenia, Duquesa en Baviera y mujer del rey de Hungría Francisco José I
de Austria) o el recargado sepulcro del rey Bela III y Ana de Antioquia.
Además de por su importancia artística, este templo es
significativo en la historia de Hungría por ser el lugar de coronación de sus
monarcas. Aquí se coronaron Francisco José I de Austria en 1867 y Carlos IV de
Hungría en 1916. Y también es admirado por su excepcional acústica, razón por
la cual se suelen realizar conciertos clásicos.
Horario de visita a la Iglesia de Matías:
De lunes a viernes: De 9:00 a 17:00 horas.
Sábados de 9:00 a 12:00 horas.
Domingos de 13:00 a 17:00 horas.
Precio: 1.500 HUF
La entrada a esta iglesia está en la plaza Szentháromság,
en la cual se alza la Estatua de la
Santísima Trinidad, un monumento que a los damnificados por los dos azotes
de peste que devastó Buda en los años 1691 y 1709. Un bello palacio gótico y el
edificio del lujoso Hotel Hilton enmarcan la plaza a la izquierda de la iglesia,
mientras que justo enfrente se alza el edificio barroco del Ayuntamiento
antiguo de Buda. Inconfundible por su hermosa terraza, tiene adosada la
escultura de Palas Athenea, protectora de la ciudad.
La terraza que se encuentra junto al ábside de la
iglesia es el denominado Bastión de los
Pescadores. Su nombre proviene del grupo de pescadores responsables de
defender este enclave de las murallas de la ciudad en la Edad Media por tener
su aldea en las proximidades. Pero nada queda de esa época. El mismo bastión
solo tiene de militar el nombre, pues fue creado en 1902 con un fin
exclusivamente ornamental. Hoy día se ha convertido en una atracción turística
debido a la belleza de su construcción y al conjunto de terrazas, arcos y
paseos que posee, desde los cuales vais a poder ver unas vistas fantásticas de
todo el barrio de Pest, siendo el Parlamento el monumento que recibe mayor
número de instantáneas.
El mejor momento para visitar este monumento es el
atardecer, pues en este momento la dorada luz del ocaso bañará la orilla de
Pest, obteniendo unas fotografías preciosas.
Y si no queréis encontraros con mucha gente os tocará
madrugar y visitar la zona antes de las nueve de la mañana (algo sencillo
teniendo en cuenta que amanece a eso de las 5:00 a.m. en el mes de mayo.
Existe un restaurante frente al Hotel Hilton desde
donde obtener unas vistas preciosas, pues las mesas ocupan todo un lateral de
la terraza. Junto a él existe una torre desde la cual obtener unas bellas
vistas de Pest, aunque tendréis que pagar por subir a esta especie de mirador
(800 HUF). Si camináis un poco más hacia la Iglesia de San Matías tendréis
vistas igual de bonitas y sin pagar.
Sin duda, este mágico lugar será una de las visitas
que mejor recuerdo os quedará de todo Budapest por lo que os recomiendo
visitarlo en más de una ocasión si tenéis tiempo.
Llegar al Bastión de los pescadores es posible de
diversas formas:
·
La más económica es subir desde el
Kilómetro Cero unos diez minutos por la calle Hunyadi János, lo que nos llevará
directamente a la Iglesia de San Matías.
·
La más turística es tomar el histórico
funicular a los pies del Puente de las Cadenas y andar un poco hacia nuestra
derecha tomando primero la calle Szent György y luego Dísz tér (Precios y
horarios: https://www.bkv.hu/en/buda_castle_funicular_/).
·
Otra forma es por medio del transporte
público. El autobús Nº16 parte de la plaza Deák Ferenc (justo en la salida de
la línea 1 de metro) y sube hasta el Bastión.
·
Otra opción es tomando la línea 2 del
metro, que tiene una parada próxima en Széll Kálmán. Desde aquí podemos tomar
el autobús Nº16-A o ir caminando.
Si hacemos esto último entraremos por la Puerta de Viena y podremos admirar, desviándonos
un poco hacia nuestra derecha, la Torre
de la Magdalena, único vestigio de una iglesia destruida durante la Segunda
Guerra Mundial. Esta torre es visitable en su interior, desde la que se
obtienen bonitas vistas. También resulta interesante por el sonido de las
campanas que se produce cada hora o por la reproducción del Manto de la
Coronación en Bronce.
Restos de la destruida Iglesia de la Magdalena |
Justo al lado se encuentra el Museo militar (http://www.militaria.hu/),
uno de los muchos museos que podemos encontrar en esta parte de la colina de
Buda. Otros que podemos visitar son el Museo del Teléfono, el Museo Hospital de
la Roca (http://www.sziklakorhaz.eu/en),
Museo Houdini (houseofhoudinibudapest.com) y el Laberinto (labirintus.eu).
Según vuestros gustos la oferta os puede llevar todo el tiempo que deseéis.
El
castillo de Buda (Budavári Palota)
Imponente en lo alto de la colina de Buda, el castillo
de la ciudad nada tiene que ver con las construcciones medievales góticas
originales. Al igual que en Praga, se trata de un castillo neoclásico, aunque
aquí fue el gobierno comunista quién llevó a cabo la reconstrucción tras haber
sufrido una fuerte destrucción durante la Segunda Guerra Mundial. Si os gusta
la historia podéis leer un poco sobre el Sitio de Budapest y como lo soviéticos
conquistaron esta ciudad a los alemanes en febrero de 1945.
Castillo de Buda |
Dispuesto sobre la colina, se trata de una de las
residencias reales más extensas de su tipo. Las similitudes con el castillo de
Praga son muchas y variadas. Al igual que en el checo existe un cambio de
guardia al que podemos asistir frente al Palacio Sándor, la residencia oficial
del presidente húngaro. No es tan pomposo como el checo, pero tiene su gracia.
Y como se encuentra junto a la salida del funicular no tiene pérdida. Por
cierto, este palacio suele abrir los fines de semana en verano para su visita.
Palacio Sándor de Budapest y cambio de guardia |
Llegar hasta esta plaza, comienzo de nuestra excursión
por el castillo es posible de varias formas. El funicular es la manera más
turística y tiene el encanto de montarse en un transporte histórico muy bello.
Pero también se puede llegar desde el Bastión de los Pescadores caminando unos
10 minutos o subiendo por una cuesta que se encuentra a la izquierda de la base
del funicular, lo que os llevará unos 8 minutos.
Volviendo a la visita, otro punto inexcusable para
tomar buenas fotografías de Pest son los jardines y los miradores que dan al
Danubio. Pasear por ellos es algo impresionante que os dejará un buen recuerdo.
Es necesario recorrer todo el perímetro del castillo
para poder descubrir rincones encantadores. Uno de ellos es la Torre de la Maza (Buzogánytorony), una
entrada con un aire medieval encantador que data del siglo XIV. Toda esta zona
remite al palacio de Matías Corvino y nada tiene que ver con la edificación
palaciega neoclásica, razón por la cual os encantará pasear por su patio
interior o su barbacana meridional.
Otro lugar, donde se alza la estatua de la Virgen María, un mirador desde el que
compartir la bella vista del Danubio. No es la única estatua importante del
complejo del castillo. También se encuentran la del Príncipe Eugenio de Saboya a caballo, dispuesta estratégicamente en
el centro del castillo, junto a la gran cúpula central. No es para menos, pues
fue el brillante general que expulsó a los turcos otomanos del Imperio
austro-húngaro en el siglo XVII; y la del Ave
Turul, situada junto a la salida del funicular. Se trata de un ave mítica
húngara, con forma de águila, encargada de cuidar las almas de los recién
nacidos y ser el nexo de comunicación entre los dioses y los hombres. En sus
garras tiene agarrada la espada del coraje y se alza majestuosa custodiando la
entrada al castillo.
No obstante, la joya del Palacio Real, en cuanto a
esculturas se refiere, es la Fuente de
Matías, un conjunto escultórico que simboliza una jornada de cacería y que
se encuentra en el patio posterior.
El interior del palacio se puede visitar accediendo a
alguno de los tres museos que ocupan algunos de sus salones. A saber: la
Galería Nacional de Hungría (http://mng.hu/en),
la Librería Nacional Széchenyi (http://www.oszk.hu/)
y el Museo de Historia de Budapest (http://www.btm.hu/).
En la Galería
Nacional de Hungría (Magyar Nemzeti Galéria) vamos a poder realizar un
recorrido por la historia del arte húngaro contemporáneo, pues muestra obras de
artistas locales del siglo XIX y XX así como del arte contemporáneo. También
tiene obras internacionales a partir del siglo XVIII, aunque ninguna que sea
conocida por el gran público, por lo que su visita sólo es recomendable para
aquellos apasionados en el arte moderno.
La Librería
Nacional Széchenyi conserva multitud de documentos en húngaro y es uno de
los centros del saber principales del país. No obstante, no diría que sea una
visita obligada para un turista.
El Museo de
Historia de Budapest es el otro gran museo que ocupa parte del castillo. Se
trata, en mi opinión, del más ameno del castillo, pues a base de
representaciones y objetos arqueológicos vamos a conocer la historia del
castillo y las tradiciones de Hungría desde la Edad Media hasta la actualidad.
Fácilmente abarcable en una hora, no es una visita imprescindible, pero si
tenéis tiempo tampoco será baldío.
En mi opinión los museos son bastante prescindibles y
el interior del palacio, al haber sido totalmente destruido en la II WW, no
tiene ningún encanto ni por arquitectura ni por decoración. Por tanto, al
contrario que otros grandes palacios europeos, el de Budapest se disfruta más
en el exterior que en el interior.
El
Parque Városliget
Se trata del principal pulmón verde de Budapest y, en
su interior, atesora un conjunto de lugares encantadores que bien merecen una
detenida visita.
Llegar hasta este parque resulta muy sencillo, pues
tiene dos paradas de metro en la línea 1. Hősök Tere es la parada que se
encuentra al pie de la Plaza de los
Héroes.
Plaza de los Héroes de Budapest |
Esta importante plaza tiene en el centro el monumento del Milenio,
un conjunto de estatuas que nos muestran a los líderes de las siete tribus
magiares que fundaron Hungría en el siglo IX, mientras que, en lo alto de la
poderosa columna de 36 metros, dedicada a la victoria, se alza el Arcángel San
Gabriel. En sus manos sostiene la corona de San Esteban, recordando la leyenda
que indica que fue este ángel el que le dijo al Papa Segundo Silvestre que les
diera la corona a los húngaros en el año 1.000.
Una serie de estatuas que representan a importantes personalidades
de la historia húngara rodean la columna central, enmarcándola con una
columnata, en forma de media luna y compuesta por dos alas. Bajo las estatuas
de los héroes húngaros existen relieves que recuerdan sus hazañas. Pasear
detenidamente ante ellos es una buena idea para conocer un poco de la historia
húngara.
El nombre de esta plaza también es la del Milenio, el
cual proviene de su fecha de construcción, coincidiendo con la celebración de
los mil años de la fundación del Reino de Hungría. Este monumento no se
terminaría hasta 1929, 33 años después.
Esta plaza, justo a la entrada del parque es una
visita imprescindible para todos los turistas que visitan Budapest. Y antes de
entrar en el parque también podéis realizar un par de visitas culturales en el Museo
de Bellas Artes de Budapest (os lo describo en detalle más adelante) y en la Kunsthalle.
La otra parada de metro del parque es Széchenyi fürdő,
que como su nombre indica está junto al edificio de Baños termales de Széchenyi. Sólo por visitar estos baños merece la
pena desplazarse hasta Budapest.
Széchenyi fürdo. Budapest. |
Estos baños son los más grandes de la ciudad y dicen
que son famosos por sus piscinas exteriores donde los lugareños jubilados
juegan al ajedrez (yo no vi ninguno al ir por la tarde). Pasar una tarde
relajándote en estas piscinas termales es una de las mejores ideas que puedes
tener y os recomiendo encarecidamente visitar estos baños (o cualquier otro de
la ciudad) para descubrir una de las maravillas que esconde esta ciudad: la de
los baños termales.
Elegí estos baños por encima de otros que existen en
la ciudad por varios motivos: horario muy amplio (de 6:00 a 22:00h),
posibilidad de baño mixto y con niños, gran cantidad de piscinas (3 al aire
libre que son una pasada), existencia de sauna y baño de vapor y por estar en
un edificio precioso (bueno, aquí todos lo son).
La organización es excelente y tienes todo lo
imprescindible para pasar un día entero relajándote en las piscinas. Nada más
pagar en la taquilla te proporcionan una pulsera que te servirá para abrir tu
taquilla o cabina donde dejar la ropa. Yo os recomiendo adquirir una cabina (el
suplemento no llega a dos euros respecto a una taquilla) y tener mayor
intimidad en los cambios. Con pagar una cabina es suficiente para todos los que
vayáis, pues os podéis ir turnando.
La entrada a los vestuarios se encuentra en un pasillo
a la izquierda de donde se sacan las entradas. Un empleado os dirigirá hacia
arriba si tenéis cabina y hacia abajo si optasteis por la taquilla. En la zona
superior, una máquina os dirá vuestra cabina al aproximar la pulsera. En la
cabina podéis dejar vuestros enseres con total seguridad, pues están cerradas y
existen vigilantes.
Es recomendable llevar chanclas, bañador, toalla y
gorro para no tener que dejaros una pasta en el alquiler.
En el exterior existen tres piscinas. En el centro
está la olímpica dedicada a las personas que deseen nadar. Aquí el gorro es
obligatorio y la temperatura del agua ronda los 22ºC.
En los laterales se encuentran las dos piscinas que
más vais a utilizar. En un lado está una gran piscina con el agua a 38ºC, en
donde recomiendan no permanecer más de 20 minutos (o la tensión os bajará por
los suelos). En la otra la temperatura son 30ºC y tiene como atractivo, además
de varios chorros tipo cascada, una especie de jacuzzi central al que se debe
llegar a travesando un divertido círculo de corriente. Aquí fue donde más nos
divertimos con nuestro pequeño, dando vueltas sin parar.
Piscinas exteriores del Széchenyi fürdo. Budapest. |
En el interior del balneario se extienden varias
piscinas de diferentes temperaturas, todas indicadas mediante carteles (aunque
la afluencia de personas también te da una pista importante). Existen desde
pequeñas piscinas circulares junto a saunas de vapor, a otras piscinas mayores
y decoradas con columnas que son una preciosidad. En estas últimas se puede
nadar, aunque lo ideal es permanecer en remojo como unos garbanzos.
Piscinas interiores del Széchenyi fürdo. Budapest. |
Junto a las termas están las instalaciones del Zoo de Budapest (http://www.zoobudapest.com/en).
Además de por visitar a los animales, algo que si vais con niños siempre es un
buen plan, el atractivo de este zoológico es la existencia de varios pabellones
construidos según el criterio del modernismo, lo que les hace especialmente
encantadores y una obra de arte en sí mismos.
Zoo de Budapest |
Otro atractivo para los más pequeños es el Carrusel Histórico, en el interior del
Zoo. Se trata del típico carrusel tiovivo de caballos en el que dar una vuelta
por poco más de 1€. O el Városligeti,
esta vez ya fuera del Zoo, una especie de circuito urbano para que los más
pequeños aprendan las señales de tráfico. Aquí se disfruta si alquilamos una
bicicleta.
Pero, sin duda, lo mejor del parque es el Castillo de Vajdahunyad, cuya visión
junto al lago del parque es evocadora. Basado en el castillo de Hunyad, en
Transilvania, no es el único edificio que se alza majestuoso en este lado del
parque.
Castillo de Vajdahunyad. Budapest. |
Las diferentes construcciones que conforman este
conjunto combinan diferentes estilos arquitectónicos propios de esta región de
los Cárpatos. En el mismo puente de los leones, el acceso principal, vamos a
ver que a la izquierda de la puerta se alzan estructuras románicas, mientras
que a la derecha otras propias del gótico.
Caminando entre sus muros vamos a recorrer desde el
estilo románico, donde sobresale la Iglesia de Ják (sólo visitable el domingo a
las 12h), hasta el barroco, magníficamente expuesto en el edificio que alberga
el Museo de Agricultura (el mayor de Europa en su temática).
El castillo se construyó para la exposición de 1896 en
madera y cartón, pero tuvo tanto éxito que se decidió volver a levantarlo en
piedra. El compendio de estructuras que lo conforman tomó como modelo una
veintena de lugares históricos del país, por lo que se trata de un auténtico
álbum de estilos arquitectónicos.
También es posible subir a un par de torres del
complejo. La Gatehouse Tower es de
visita libre (400 HUF) y te lleva por las almenas de la entrada, pero la Apostle’s Tower se visita con guía cada
hora.
Entre las numerosas esculturas que os podréis
encontrar en este parque, la más famosa es la llamada Anonymus, por representar al anónimo escritor de las primeras
crónicas históricas húngaras. Otras que me llamaron la atención fueron la de
Winston Churchill o George Washington, tal vez, por no esperar encontrarme aquí
a estos personajes.
En definitiva, una visita imprescindible en la que
perfectamente podéis emplear un día entero.
El
Museo de Bellas Artes de Budapest (Szépművészeti Múzeum)
Siempre que viajo a una capital europea me gusta
visitar sus pinacotecas y, sin duda, esta es la más importante de Budapest.
Además, lo más curioso de todo es que no sólo es una pinacoteca.
El Museo de Bellas Artes de Budapest se ubica junto a
la famosa Plaza de los Héroes. El edificio neoclásico simulando un templo
griego octástilo, con columnas corintias y frontón escultórico, resulta
inconfundible y ya es una buena excusa para acercarse hasta allí.
Fachada del Museo de Bellas Artes de Budapest |
Lo primero que me sorprendió fue encontrar antigüedades egipcias en este museo, lo
que nos da una idea de su colección multidisciplinar tan original. Y no son
unas pocas piezas cualesquiera, sino que se trata de la segunda mayor colección
de objetos egipcios de Centroeuropa. Provenientes de coleccionistas de arte al
principio y de excavaciones arqueológicas después, la colección se ha ampliado
enormemente gracias a las donaciones de importantes personajes, como György
Ráth.
La colección aborda tres apartados fundamentales de la
cultura egipcia: los vivos, los muertos y los dioses. Lo primero será adentrarse
en el mundo de las creencias, admirando esculturas y objetos utilizados en los
templos. De todos ellos voy a destacar elementos como los amuletos, las esculturas
o los jeroglíficos, con su bella y particular escritura.
piezas egipcias del Museo de Bellas Artes de Budapest |
Por último, en el mundo dedicado al más allá las
protagonistas son las momias y sus coloridos sarcófagos.
Sarcófagos del Museo de Bellas Artes de Budapest |
Además de objetos egipcios, otra parte del museo se
dedica a mostrarnos numerosos objetos de
la antigüedad clásica de Grecia y Roma. Entre los más destacados están los
ídolos cicládicos, las vasijas griegas (La Jarra Grimani), los relieves
etruscos o la escultura helenística conocida como la Bailarina de Budapest, un
genial ejemplo de composición centrípeta que abogaba por la multiplicidad de
puntos de vista.
Antigüedades griegas y romanas del Museo de Bellas Artes de Budapest |
La pinacoteca propiamente dicha está en la parte
dedicada a las pinturas antiguas.
Con más de 3.000 óleos vamos a poder recorrer la pintura europea entre los
siglos XIII al XVIII. Obras de consagrados artistas de los principales países
europeos se dan cita aquí (la colección de artistas españoles es la mejor de
Europa del Este junto con la del Ermitage ruso).
Destacar los italianos Raphael (La Virgen Esterhazy), Tiziano
(Retrato del dogo Marcantonio Trevisan), Jacopo Tintoretto; los holandeses Rembrandt
(Viejo sabio), Petrus Christus, Anthony van Dyck; los españoles Diego Velázquez
(Almuerzo de campesinos), El Greco (Magdalena penitente), Francisco Goya (El
afilador), Bartolomé Esteban Murillo; y los alemanes Peter Brueghel el Viejo (La
predicación de san Juan Bautista), Albrecht Dürer (Retrato de hombre joven),
Hans Holbein the Elder, Lucas Cranach (Salomé);
Del siglo XIX no podían faltar los pintores franceses,
tales como Monet (Puerto de Trouville), Courbet (La fuente), Delacroix (Marroquí
con caballo), Toulouse-Lautrec (Interior de burdel) y Cézanne (Bodegón).
Otra interesante sección de este museo es la dedicada
a la escultura antigua, la cual aborda piezas entre el medievo y el siglo XVII.
Aquí, la pieza más importante es una pequeña estatuilla ecuestre de Leonardo da
Vinci o los bustos de Messerschmidt, destacando el conocido como The Yawner.
La sección de
grabados y dibujos del museo es una de las más importantes de Europa y
recorre las artes gráficas desde sus inicios hasta la actualidad. Con un fondo
de 3.500 dibujos, los pertenecientes a la Colección Esterházy contienen algunos
de los más importantes realizados por maestros de la talla de Rafael, Durero
(La prostituta de Babilonia) o Rembrandt (José interpretando el sueño del
faraón). Igualmente destacan dibujos de Toulouse-Lautrec, Vicent Van Gogh
(Retrato del Doctor Gachet) o Gaugin. Del arte contemporáneo destacaría los
dibujos de Tápies (Silla y tijeras) o Chillida.
La sensibilidad del papel a la luz hace que la
exposición de estos dibujos sea periódica, alternando las obras para su mejor
conservación en diferentes exposiciones temporales.
Por último, aunque no por ello menos importante, cabe
destacar la sección de Arte Húngaro
antiguo, un compendio de pinturas, esculturas e incluso lápidas datadas
entre los siglos XI-XIX que nos sirven para entender el arte húngaro en un
sentido amplio que abarcaría la herencia multicultural de los Cárpatos.
Entre las piezas a destacar los numerosos retablos y
tallas religiosas, así como el refinado retrato de Erzsébet Haller, ejemplo de
la aristocracia del siglo XVIII o el del Príncipe Ferenc Rákóczi II, héroe
nacional de Hungría y que os sonará por encontrarse en los billetes de 500
florines.
Y para finalizar con un buen sabor de boca os dejo
para el final un par de salas (una románica y otra renacentista-barroca) que se
utilizan para eventos pero que bien merecen una visita breve. Se sitúan en la
planta baja, al fondo del museo.
Para más información sobre la colección o acerca de
horarios y precios os dejo su Web: https://www.szepmuveszeti.hu/
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