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domingo, 4 de febrero de 2018

Palencia no tiene turismo romano (Villa romana de La Olmeda)

Los que leéis este blog con asiduidad conocéis mi pasión por los yacimientos arqueológicos y, en concreto, con las villas romanas. A lo largo de estos años os he recomendado visitar las villas de Veranés (Gijón), Carranque (Toledo) y Almenara-Puras (Valladolid).

Hoy os voy a recomendar otra villa romana, en esta ocasión imprescindible dada la enorme calidad de sus mosaicos conservados in situ. Me refiero a la palentina Villa Romana de La Olmeda. ¿Os apetece conocerla?


¿Dónde está?

La Olmeda se encuentra junto a la población de Pedrosa de la Vega (Palencia). Se trata de un pequeño pueblo muy cercano a localidades con más renombre, tales como Carrión de los Condes o, algo más al sur, Frómista.

¿Qué tipo de yacimiento arqueológico vamos visitar?

Se trata de una villa romana muy particular, tanto por sus grandes dimensiones como por la notable decoración que atesora.

Posee una superficie total de 4.400 m2, estando 1.450 m2 decorados con mosaicos de diferentes tipos y calidades. El conjunto de mosaicos se considera uno de los más importantes de toda la Península. Destaca, tanto por su conservación como por su calidad, el Mosaico del Oecus, el cual ocupa 175 m2 y describe el episodio mitológico de Aquiles en Skiros.

Asociada a esta enorme villa palaciega se encuentran unos enormes baños de 900 m2.




¿Cuál es la historia de esta villa?

Los orígenes de esta villa se remontan a finales del siglo I o inicios del siglo II, en época Flavia, aunque los datos sobre ella que se han conservado son escasos. Aunque perduró hasta el siglo III, sobre sus ruinas se ubicaron enterramientos visigodos y medievales, así como la reedificación de una nueva villa, de nueva planta, en el siglo IV.

Esta villa comenzada a edificarse a mediados del siglo IV es la que constituye el yacimiento arqueológico actual. Se trata de una mansión palaciega de un gran señor rural del Bajo Imperio y su esplendor continuó hasta un par de siglos después, momento en el cual fue abandonada definitivamente.

¿Eran típicas este tipo de villas?

Los cambios socioeconómicos que sufrió el Bajo Imperio romano desde el siglo III provocaron que las personas más poderosas de las urbes comenzaran a encontrar demasiado oneroso su participación en la vida pública. Por ello, muchos personajes adinerados decidieron abandonar las ciudades y mudarse al campo, convirtiéndose en poderosos señores rurales.

Las villas de estos señores, en verdad haciendas agropecuarias, pretendían ser totalmente autosuficientes, produciendo todo lo necesario para su existencia autónoma. Por ello, bajo la protección del señor se instalaron antiguos propietarios rurales arruinados así como colonos que pensaban tener más protección bajo un señor rural que bajo la voraz administración Bajo-imperial. La acumulación de personas fue tal en algunas villas que llegaron a tener su propio ejército privado.

Los excedentes producidos en la villa romana se vendían, creando un foco mercantil local en la zona. La importancia de muchas de estas villas llevó a que en muchas de ellas existieran talleres de herrería, carpintería, construcción…

¿Cómo fue descubierta?

La villa romana fue descubierta un 5 de julio de 1968 por D. Javier Cortés Álvarez de Miranda. Mientras estaba trabajando con su tractor en la terraplenación de estos terrenos de su propiedad, aparecieron en la superficie las primeras huellas de encontrarse enterrados restos arqueológicos importantes.

Don Javier Cortés, ingeniero agrónomo, inició una primera excavaxción arqueológica privada, la cual fue dirigida por Pedro Palol, catedrático de Arqueología de la Universidad de Valladolid. Más tarde, en 1980, el propietario donó los terrenos a la Diputación Provincial de Palencia, haciéndose cargo, desde entonces, de los trabajos arqueológicos.

En 1984 se abrió al público el yacimiento para su visita turística, a lo que se unieron nuevas excavaciones y la realización de cerramientos y edificios para cubrir los restos encontrados. La realización de diversos estudios sobre el yacimiento, así como su difusión al gran público lo han convertido en uno de los yacimientos romanos más importantes de España.

En 2009 se inauguró el moderno edificio expositivo, que integra tanto la visita de la villa a través de pasarelas, así como un centro interpretativo de la villa en el cual poder hacernos una idea de lo que en su día estaba aquí edificado. Con maquetas, paneles explicativos, recreaciones en 3D y medios audiovisuales, los visitantes de la villa pueden comprender perfectamente los restos arqueológicos conservados.

¿Qué vamos a poder ver en esta villa?

El edificio principal de la villa, de unos 3000 metros cuadrados, tenía la habitual estructura bajoimperial. Se trata de una planta cuadrada, con orientación norte-sur, con cuatro torres en las esquinas (octogonales al sur y cuadradas al norte) y un par de fachadas porticadas.
 
Reconstrucción por ordenador de la villa romana de La Olmeda
El acceso principal a la villa estaba en la fachada sur, y este será el lugar por el cual entremos a la villa. Del antiguo pórtico apenas quedan los basamentos de las columnas. El acceso principal a la villa se realizaba a través del Vestíbulo (V-03), el cual conserva un pavimento de opus tessellatum que consistía en una cenefa de círculos secantes enmarcando una composición geométrica compuesta por cuadrados y octógonos de diferentes colores. Dos basas de columna indican el paso del vestíbulo al gran patio central (peristilo), el cual servía de centro distribuidor de las estancias de la villa. Los mosaicos del pavimento están en esta zona bastante arruinados debido al uso posterior como basurero. El peristilo debemos imaginárnoslo con fuente y mosaico, aunque todo ello hoy día está prácticamente desaparecido.

Las siguientes habitaciones que vamos a visitar en nuestro recorrido correspondían, con bastante probabilidad a almacenes, siendo los cuatro agujeros de una de ellas el lugar en el cual se almacenaban grandes vasijas (V-05). En la estancia V-06, que también podía ser una cocina, veremos tantos restos murales de pintura como unas escaleras que nos indican la existencia de un segundo piso en la villa original.

En nuestro recorrido conviene desviarse hasta la sala V-09, interpretada como una especie de alcoba y que posee uno de los mosaicos geométricos más bellos de la villa. Se trata de un octógono central y cuadrados y octógonos alternos y una cenefa en zig-zag. Justo enfrente, la sala V-13, era uno de los numerosos comedores o triclinios de la villa.

A continuación podremos admirar la habitación más importante de la villa, el Oecus o comedor principal. Lugar de recepción utilizado por el señor de la villa, así como comedor para los grandes banquetes, su importancia artística reside en el gran mosaico que posee, el mosaico figurado más importante de toda la villa.

La parte figurativa se compone de tres zonas bien diferenciadas: la más próxima a la entrada representa una escena de caza que, en realidad, son siete escenas diferentes enlazadas. Destaca la precisión realista del jabalí acosado por los perros, algo inaudito en la Hispania romana de la época. El simbolismo de este mosaico se centra en destacar las habilidades y virtudes que debían acompañar al hombre de la época: astucia, valentía, habilidad en el combate. Y nada mejor que mostrarlo en una de las principales actividades ociosas de los señores romanos tardoimperiales.

En el centro se encuentra la representación de un tema mitológico que aparece en la Iliada: la leyenda de la treta del descubrimiento de Aquiles llevada a cabo por Ulises, cuando Aquiles se ocultaba vestido de mujer en la Isla de Skyros, en el gineceo del palacio del rey Licomedes.

La historia es la siguiente: la madre de Aquiles, Tetis, fue advertida por un oráculo que su hijo moriría en Troya. Por ello, decidió esconderle, vestido de mujer, en el gineceo del rey Licomedes. Por su parte, Ulises fue advertido que jamás ganaría la guerra si en ella no participaba Aquiles. Por ello averiguó en donde se encontraba el famoso guerrero griego y, disfrazado de mercader, se introdujo en el gineceo con el objetivo de desenmascarar al héroe. Con la excusa de vender productos a las mujeres ideó una trampa, la cual consistía en mezclar armas de guerrero junto a otros productos femeninos. Cuando Ulises tocó las trompetas de guerra, Aqulies, en un acto reflejo, empuñó las armas como buen guerrero que era, descubriéndose ante Ulises. El mosaico representa justo ese preciso instante y es un perfecto símbolo de la disyuntiva entre el placer y el deber.

En el mosaico, Ulises, situado a la derecha de la composición, indica con su mano a Aquiles la dirección de Troya, mientras las princesas de las islas, hijas de Licomedes, intentan impedir su marcha, conocedoras de su fatal destino en aquella guerra.

Una ancha cenefa que rodea por los cuatro lados el cuadro de Aquiles y Ulises es el tercer tema figurado, el más importante por su singularidad y cuidadísima factura. Se trata de una serie de medallones ovalados que cuelgan del extremo de las alas de ánades cuya cola acaba transformándose en delfín. En cada medallón aparece el rostro de diversos personajes, tanto masculinos como femeninos, aunque todos con aspecto juvenil. Se han interpretado como una galería familiar de retratos de los dueños de la casa. Por último, en las cuatro esquinas de la cenefa tenemos unas alegorías a las estaciones, siendo la mejor conservada la del invierno (la del verano ha desaparecido).

En la siguiente estancia de nuestro recorrido bordeando el peristilo llegaremos a una habitación absidiada (V-16) que estuvo dotada de un sistema de calefacción subterránea (hypocaustum).

La sala V-18 destaca por su mosaico geométrico y floral (tulipanes) de fuerte colorido, mezclando principalmente los tonos rojos y amarillos. Comentar que es uno de los pocos mosaicos conservados íntegramente.

En la sala V-22 podremos observar la entrada norte a la villa palaciega, comprobando, a  través de la existencia de escaleras, que en este lateral también existía un segundo piso (al igual que en la fachada sur. En las alas este y oeste solo existía una planta).

En el centro del ala oeste se abre una pasarela que nos comunica la villa con el recinto de los baños. Nada más tomar este camino nos encontraremos con la sala V-32, interpretada como el triclinio o comedor principal de la villa, y un pequeño lugar expositivo.

Los baños fueron construidos al unísono de la villa y forman un conjunto único con ella. El pasillo, interpretado como una zona de ejercicios (palaestra) divide los baños en dos zonas diferenciadas. A nuestra izquierda se abre la gran sala oval B-12, la cual se calentaba mediante hypocaustum y de la que se desconoce el uso que debía tener.

Al otro lado del pasillo encontramos el vestuario de los baños o apodyterium (B-02), el cual es distinguible por tener un banco corrido en una de sus paredes. Toda la sala se cubría con un pavimento de opus signium superpuesto a un mosaico de baja calidad. Junto a esta sala se encontraban las letrinas (B-05), mientras que una escalera en la pared norte nos descendía hasta el frigidarium (sala fría de baño), con forma trilobulada (B-03). Al oeste de esta sala encontraremos las salas templadas (tepidaria) y calientes (caldaria) (B-08, B-09 y B-10), las cuales tenían también decoración de mosaico e hipocausto.

Todo el conjunto visitable del yacimiento arqueológico corresponde, únicamente, a la parte palaciega de la villa. Ésta tenía otra parte, denominada rústica, en la que vivían los trabajadores y se ubicaban las cuadras, almacenes y talleres. Situada en sus inmediaciones, aún no se ha localizado en las diversas prospecciones arqueológicas.

En el Museo Monográfico de la Villa, ubicado en la antigua iglesia de San Pedro de Saldaña, podremos admirar los objetos localizados en las tres necrópolis que existen junto a la villa, en las cuales se enterraron e incineraron a más de 700 personas. Datadas en un largo arco temporal, los ajuares se componían de vidrios, hebillas y múltiples objetos de adorno personal.

Para consultar horarios de apertura, precios y demás necesidades turísticas os dejo la página oficial de la villa:



Bibliografía:



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