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martes, 22 de octubre de 2019

No encuentro un sitio donde poder relajarme (VI): El Cañón del río Lobos

Hace algún tiempo os recomendé, como una escapada relajada, la ciudad soriana de Burgo de Osma. Y en el tintero se quedó extenderme un poco más sobre uno de los Parques Naturales más impresionantes que vais a poder visitar: El Cañón del Río Lobos.

Se trata de un espacio natural protegido situado en la frontera entre Burgos y Soria. Lo más espectacular del parque es poder comprobar como la erosión, durante siglos, del cauce río Lobos, además de la disolución de la roca caliza con el agua, creó un impresionante cañón. Pero además de la maravilla geológica de un paisaje kárstico, recorrer el cañón nos va a proporcionar una ocasión única para admirar tanto la flora como la fauna que vive en su interior. Inmensos sabinares o lagos con nenúfares conviven con lagartijas, ranas y, sobretodo, con el buitre leonado. ¿Os apetece conocer un poco más este maravilloso paraje natural?


¿Cómo llegar?

Una de las principales entradas al Cañón del río Lobos se encuentra en la población soriana de Ucero. Este pequeño pueblo se encuentra a escasos 17 kilómetros de Burgo de Osma. Y la razón de elegir este punto de entrada se debe a dos motivos: la posibilidad de una estancia tranquila y la existencia de un par de rutas de senderismo tan sencillas como encantadoras.

¿Dónde alojarse?

Existen dos alternativas bastante diferentes respecto al alojamiento en esta zona. Si os gustan las comodidades de una casa rural, en Ucero tenéis una variada oferta. No puedo opinar sobre ellas pues sólo vi el aspecto que tenían en su exterior, pero puedo indicaros que se tratan de alojamientos tranquilos y que poseen una esmerada decoración tradicional.

La otra alternativa es la que yo elegí, el Camping Cañón del Río Lobos. Se trata de un camping de primera con todas las comodidades que podéis imaginar: parcelas separadas con setos para una mayor intimidad, una amplia zona de servicios y lavaderos y una coqueta zona de piscina con el agua más fría en la que me he metido.

La elección por el camping se debió a que viajábamos con mi hijo pequeño; y eso de dormir en una tienda de campaña o comer en plena naturaleza son “aventuras” que llaman mucho la atención. Sin duda os recomiendo probarlo, pues es una experiencia muy gratificante con niños.

¿Qué podemos hacer en el Cañón del Río Lobos?

Aunque para algunas personas realizar senderismo no es lo que llamarían un entretenimiento relajante, para mí si lo es. Andar en plena naturaleza y poder admirar bellos paisajes son experiencias gratificantes que me liberan del estrés diario y me permiten desconectar.

Por supuesto, las dos rutas que os voy a comentar no son nada exigentes y pueden realizarse por cualquier persona (yo soy bastante sedentario).

RUTA 1: Senda del Castillo

De todas las rutas que podéis hacer en la zona, esta es la única que no se adentra en el cañón. Se trata de un recorrido circular que bordea el tramo alto del río Ucero. Podéis empezarlo en cualquier punto, aunque yo os comentaré el camino que realicé desde el camping, pues la ruta discurre paralela al mismo. En total se pueden tardar unas dos horas en recorrerlo (es un trayecto de 6,5 Km.) y el único tramo algo durillo es el de la subida al castillo. El resto es bastante plano y en todo momento se encuentra señalizado, por lo que será imposible perderos.

El camino, en la parte junto al camping, está muy bien definido y sombreado. Antes de darnos cuenta llegaremos al nacimiento del río Ucero. Según llegamos a la carretera debemos cruzarla y bajar hacia el río, bordeando el camping por su otra vertiente.


Nacimiento del río Ucero

Río famoso por sus truchas, ya en 1774 el rey Carlos III repobló el Real Sitio de San Ildefonso con animales capturados en este río. También fue un importante límite fronterizo comarcal en 1135. En el entorno al nacimiento del río Ucero se encuentra la Cueva de La Galiana, visitable en visitas guiadas (ver más información al final del post).

El camino, que discurre junto al río, está poblado por numerosos chopos y sauces, entre los que se esconden diversos pájaros, tales como el Pito real, el Torcecuello (premio para quién lo localice) o las Lavanderas.

La subida al castillo de Ucero es bastante empinada, aunque las vistas que vamos a conseguir desde allí hacen que merezca mucho la pena. El castillo es uno de los más impresionantes que podemos ver en la provincia de Soria, máxime si os gusta el aspecto romántico de un castillo en ruinas. La visita es libre, aunque debemos tener precaución respecto a donde pisamos, pues su estado descuidado puedo hacer que alguien descuidado tenga algún accidente.


Subida al Castillo de Ucero

El castillo, perteneciente a los obispos de Osma, tiene un aspecto bastante señorial, a pesar del abandono. Sus tres recintos amurallados, su foso o la impresionante torre de homenaje ofrecen al visitante motivos suficientes como para recrear lo que antaño fue un importante lugar defensivo.

Sin duda, la zona de la torre de homenaje es la más espectacular, por haberse conservado de forma notable (no así su interior, vacío y con todos sus pisos derrumbados). Su ventana ajimezada, sus saeteras, y las figuras que se encuentran en la cornisa de la torre. Un túnel para captar agua del río, o las impresionantes vistas de la zona son otros de los encantos de este precioso y bastante desconocido lugar.


Detalle decoración cornisa de la torre de homenaje del castillo de Ucero

Castillo de Ucero

A la hora de bajar hacia la población de Ucero podemos elegir atajar (1,5 Km.) por una empinada cuesta o recorrer un camino algo más largo pero que tiene el atractivo de atravesar un túnel que data de época romana. Se trata de un canal romano que llevaba agua hasta la “cercana” localidad de Uxama. Este pequeño túnel de 135 metros podemos transitarlo como antiguos ingenieros romanos de acueductos.

Muchas personas no lo saben pero el acueducto, la parte visible y más espectacular de la construcción que llevaba agua a las poblaciones romanas, no era su parte principal. La mayor parte del camino que seguía el agua se realizaba por canales subterráneos como estos, mediante el cual los ingenieros romanos lograban transportar el agua libre de impurezas y manteniendo su frescor.

El camino que separa la localidad de Ucero del camping, final de nuestra ruta, tiene una parada obligada en la llamada Casa del Parque. Se trata del centro de interpretación del Parque Natural, en el cual poder adquirir información sobre todos los atractivos que posee el lugar. Anexo a este lugar se encuentra una piscifactoría.

RUTA 2: Senda del río

Se trata de una senda de 24 Km en total, la cual se puede recorrer por tramos dada su gran longitud. La que yo realicé fue la que termina en la famosa ermita templaria de San Bartolomé, la cual tiene una distancia, desde el camping, de 4 Km (tener en cuenta los otros 4 Km. de vuelta).

Al contrario que en la ruta anterior, ahora debemos seguir el camino recto hacia la entrada del Cañón. En apenas un kilómetro llegaremos a una zona de esparcimiento conocida por el restaurante que allí se ubica. Traspasando la zona de barbacoas y merenderos nos adentraremos en un paraje boscoso lleno de encanto. La ruta discurre junto al río Lobos, que según la época del año en la que lo visitemos tendrá más o menos agua. Yo realicé la ruta en verano, razón por la cual no tuve que preocuparme por atravesar los diferentes tramos que lo cruzan. En otras épocas, el paso se realiza a través de piedras dispuestas, a modo de puente, sobre el cauce del río.

En el trayecto hasta la ermita vamos a poder pararnos en diferentes charcas llenas de nenúfares y, si nos fijamos bien, ranas y cangrejos de río. A los niños les encantará descubrir tal fauna una vez que se habitúen sus curiosos ojos a ver la naturaleza. Sin duda, la mejor zona de todas para admirar estos pequeños animales es la charca de Valdecea.


Valdecea (Cañón del Río Lobos)

Ahora mismo estamos a un escaso kilómetro de la ermita. En esta zona se encuentra un parking para turismos. Tanto en este como en el anterior (Cueva Fría) hay que pagar por estacionar (4€ turismos). En cambio, en el primero de todos (Fuente Engómez) aparcar es gratis y tan sólo se alejan 2,3 Km. de terreno llano fácilmente salvable si os queréis ahorrar algo de dinero.

El kilómetro que separa Valdecea de la ermita discurre por un sendero boscoso lleno de pinos, chopos y sabinas. Si afináis la vista, en las paredes del barranco, en sus oquedades verticales, podréis observar nidos y ejemplares de buitres leonados acechando el paisaje. Poned el zoom de vuestra cámara al máximo para obtener buenas vistas de estos maravillosos ejemplares.



La ermita de San Bartolomé se encuadra en una explanada verdaderamente bella. La ermita es una pequeña construcción templaria que hace años, en el siglo XII, formó parte del Monasterio de San Juan de Otero. Aunque su entrada tiene un precio simbólico de 1€, lo mejor se encuentra en su exterior. La rica decoración escultórica de sus canecillos y ventanas bien merece una atenta mirada por nuestra parte.


Ermita de San Bartolomé (Cañón del Río Lobos)

Subiendo un pequeño espolón de roca que discurre a la izquierda de la ermita llegaremos a la zona denominada de El Balconcillo. Se trata de una zona en la que los arqueólogos descubrieron un campamento estacional perteneciente a grupos de cazadores de la Edad de Bronce. Desde este impresionante mirador tendremos unas vistas excelentes del Cañón, así como de diversos nidos de buitres leonados.

A la derecha de la ermita se sitúa una enorme oquedad que se adentra en el interior de una de las paredes del cañón. Se trata de las Cuevas de San Bartolomé. Un par de cuevas que conserva algunos restos de trazados rupestres (según cuenta el panel informativo de la entrada). Lamentablemente, lo que descubriréis si lleváis una pequeña linterna serán las huellas de visitantes anteriores que decidieron dejar sus nombres en tan asombroso y oscuro lugar. No obstante, merece la pena adentrarse un poco en esta gruta.

Nosotros no decidimos continuar, dado que teníamos que volver a recorrer el camino realizado para regresar al camping, pero un tramo verdaderamente bello es el que continúa unos kilómetros más allá, en la zona denominada como Valderrueda y Castillo Billido. Caminando por este tramo descubriremos el colmenar de los Frailes, paredes del cañón con formas y oquedades verdaderamente evocadoras, miradores, cuevas pobladas de búhos y murciélagos, y la zona de asentamiento de un antiguo castro celtibérico. Este tramo lo dejaremos para otro recorrido posterior, pues os puedo asegurar que me encantaría volver de nuevo a tal paraje.

Además de la dos rutas que os expliqué, existen muchas más posibilidades en la zona. Para descargaros más información sobre las rutas disponibles os recomiendo consultar este enlace. Encontraréis mapas en PDF e interesante información.

¿Existen otras opciones para disfrutar del Cañón del Río Lobos?

Uno de los miradores más bonitos del lugar lo vais a encontrar subiendo por la serpenteante carretera SO-920. Se trata del llamado Mirador de la Galiana, un excelente lugar en el que poder observar los montes repletos de sabinares, el vuelo del buitre leonado, la estampa del castillo en ruinas de Ucero o la entrada al Cañón del Río Lobos.


Mirador de la Galiana

Mirador de la Galiana

Si os gusta la espeleología podréis practicarla en la cercana Cueva de la Galiana. Los encargados de acompañaros en vuestra visita tienen dos rutas diferentes según vuestro nivel de destreza o experiencia (Iniciación y aventura). Si queréis más información sobre esta actividad pinchar en el siguiente enlace.

Como dijimos al principio, Burgo de Osma se encuentra a escasos 15 minutos de la entrada al Parque Natural. Se trata de una pequeña población llena de encanto e historia. Para conocer sus atractivos turísticos os remito a la entrada del blog en la que hablo pormenorizadamente de ella.

Espero que mi experiencia os anime a conocer un Parque Natural de especial riqueza y encanto que está muy cerquita de Madrid (poco más de dos horas de trayecto). Y si ya estuvisteis, ¿qué tal os fue?


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