En mayo de 2018 publiqué un artículo
sobre la publicidad engañosa que se utiliza en las ópticas para captar al
cliente con medias verdades (o medias mentiras, según como queramos
entenderlo).
Hoy vuelvo a la carga con otro ejemplo de publicidad
engañosa con el objeto de incitar a las personas profanas en óptica a adquirir
un determinado artículo por las supuestas ventajas únicas que posee. En esta
ocasión trataremos la publicidad de Zeiss que hace referencia a sus nuevas
lentes orgánicas, las cuales publicitan con Protección UV TOTAL.
En un tríptico muy interesante el laboratorio Zeiss
nos realiza una pregunta directa: ¿Sabías
que los rayos UV pueden afectar seriamente a tu salud? Las personas
profanas en óptica conocen el daño de los rayos ultravioleta (UV) en la piel
por lo que toman la pregunta como dentro de la normalidad. Algunos decidirán
seguir informándose para conocer los efectos en los ojos.
Zeiss se expresa de la siguiente manera para explicar
el daño ocular: La luz ultravioleta está
presente todos los días del año, sea verano o invierno, incluso en días
nublados. Si no se protegen adecuadamente los ojos y la piel que los rodea, el
resultado puede afectar seriamente a la salud visual: fotoqueratitis,
cataratas, fotoenvejecimiento…
Por último nos ofrece su particular solución: Las lentes transparentes Zeiss con
Tecnología UV Protect ofrecen una protección total contra la radiación UV.
La novedad está en que Zeiss ha desarrollado unas
lentes transparentes que son capaces de impedir que los rayos UV incidan en
nuestros ojos, de la misma forma que suelen hacer las lentes solares. La imagen
que acompaña al tríptico es elocuente en este sentido.
Analicemos a continuación que medias verdades está
utilizando el fabricante para intentar vendernos sus lentes con la excusa de la
salud visual.
Comencemos por la radiación ultravioleta y el corte
que suelen tener los lentes oftálmicos. Se suele indicar como un todo a la radiación UV cuando, en realidad, se divide en tres tipos según la longitud
de onda:
-
UV-A
(400 – 315nm): denominado de onda larga es el más
próximo al espectro visible que es capaz de ver el ojo humano y el que suele
llegar a la Tierra desde el Sol.
-
UV-B
(315 – 280nm): denominado de onda media, suele ser
absorbida por la capa de ozono en una gran parte (del total de luz solar que
nos llega el UV-B supone el 0,3%). No obstante, la poca cantidad que la
traspasa es capaz de producir daños en los organismos vivos. Concretamente
puede afectar al ADN de las células (Perdiz et al., 2000; Howe et al., 2001)
-
UV-C
(280 – 100nm): denominada de onda corta, es la más
energética de todas y la más perjudicial para la vida. Afortunadamente es absorbida
por el oxígeno y el ozono de la atmósfera.
Las lentes oftálmicas, utilizadas actualmente en
óptica, suelen ser de un material orgánico que tiene, como propiedad
intrínseca, la protección a la radiación UV. Veamos los lentes de dos
fabricantes para comprobar donde se encuentra ese corte:
INDO
|
||
NOMBRE DE LA LENTE
|
ÍNDICE DE REFRACCIÓN
|
CORTE RAYOS UV EN NANOMETROS
|
SUPERFIN
|
1.5
|
345
|
INDOFIN
|
1.6
|
397
|
INDOFIN
|
1.67
|
397
|
HI-FIN
|
1.7
|
400
|
ESSILOR
|
||
NOMBRE DE LA LENTE
|
ÍNDICE DE REFRACCIÓN
|
CORTE RAYOS UV EN NANOMETROS
|
ORMA
|
1.5
|
355
|
ORMIX
|
1.6
|
400
|
STYLIS
|
1.67
|
396
|
LINEIS
|
1.74
|
396
|
Puesto que el corte de la lente significa el punto
desde donde transmite la luz podemos comprobar que, dentro del catálogo de
materiales habituales, sólo el más básico (índice 1.5) representa una
insuficiente protección respecto a la radiación UV-A. Todos los lentes orgánicos poseen una protección total a los rayos UV-C
y UV-B, que son los más dañinos. Y
respecto a los UV-A la protección, aunque no es del 100% en la gama de lentes
más básicos si tienen una protección importante del 47%. Para cualquier
lente con reducción en su índice la protección a los rayos UV-A es del 100%.
Por tanto, la novedad de Zeiss que nos intentan vender
supone, únicamente, variar la protección del lente más básico hasta el 100%. Cualquier persona que utilice lentes
reducidos no tendrá ningún tipo de ventaja adicional.
Ahora analicemos el tema de la salud visual que ofrece
esta protección. El fabricante nombra tres daños oculares que puede generar la
radiación UV. Desgranemos un poco cada uno de ellos.
Fotoqueratitis
Tal vez conozcáis este trastorno ocular por su nombre
mundano: la ceguera de las nieves. Resulta una enfermedad muy común en
esquiadores que no utilizan protección solar adecuada mientras practican
deportes de nieve.
En tan solo dos horas, debido a que la nieve es capaz
de reflejar una gran cantidad de luz (el 80%) y que a mayor altura la
protección de la atmósfera es menor (-15% cada 1000m), la radiación UV es capaz
de generar una lesión ocular. La córnea, la parte transparente más externa de
nuestro ojo, se inflama y se produce una dolorosa ulceración.
Los síntomas tienen la particularidad de comenzar a
manifestarse a las 4-6 horas de la exposición y se podemos resumirlos en un ojo
rojo, lagrimeante, que posee una gran sensibilidad a la luz y es sumamente doloroso.
No suele ser una enfermedad que veamos repetida en ningún paciente pues el
insoportable dolor que produce sirve para que la persona aprenda la lección
para la siguiente ocasión.
Esta queratitis solar se debe a una exposición aguda a
la radiación UV-B. Por tanto, con cualquier lente orgánica actual estaremos
protegidos ante este problema. Pero además se da la casualidad que nadie
realiza un deporte invernal sin ir ataviado con unas gafas de sol. No sólo por
la protección a los rayos UV que nos proporcionan, sino por mitigar el
exagerado exceso de luz que existe en las montañas nevadas.
Por tanto, este primer beneficio que nos intentan
vender es totalmente falso e intrascendente.
Cataratas
No hace mucho mantuve un interesante cruce de mensajes
con un oftalmólogo bloguero respecto a la relación causal entre rayos UV y
cataratas. De forma general se suelen asociar la exposición prolongada a la
radiación ultravioleta con la génesis de las cataratas. Aunque este es sólo uno
de los factores que manejan los investigadores. Otros factores que aumentan el
riesgo de desarrollar cataratas son:
-
Algunas enfermedades generales, como la
diabetes, otras enfermedades metabólicas o la distrofia miotónica
-
Tabaco
-
Obesidad
-
Hipertensión arterial
-
Enfermedades oculares, como la uveítis
(inflamación intraocular)
-
Cirugías previas oculares
-
Traumatismos oculares
-
Uso prolongado de algunos fármacos (sobre
todo corticoides, especialmente orales e inhalados)
-
Tratamiento con radioterapia
Volviendo a la asociación que nos ocupa, si
profundizamos en los estudios científicos descubrimos que la relación
cataratas-rayos UV no está tan demostrada como deseáramos.
La
única evidencia que parece fidedigna parece encontrarse en la asociación
específica de la banda UV-B y el desarrollo de cataratas corticales
está evidenciada por criterios epidemiológicos en 22 estudios realizados en los
años 1977 al 2000, en poblaciones de Australia, Estados Unidos, Finlandia,
Francia, Hong Kong, India, Italia, Nepal y Pakistán (Mc Carty, C.A. y Taylor,
H.R. 2002).
De nuevo, cualquier lente orgánica nos protegería de
sufrir cataratas corticales, por lo que las nuevas lentes de Zeiss no tendrían
mayor efecto que cualquier otra del mercado.
Para el efecto acumulativo de los rayos UV en el
cristalino aún queda investigación que realizar que confirmen tales
asociaciones. Y aunque es de buena lógica protegerse ante el posible efecto
acumulativo, la protección la tenemos asegurada (en gran medida) con cualquier
lente del mercado. Al no conocer la dosis acumulada exacta que nos genera una
catarata resulta arriesgado indicar que las nuevas lentes de Zeiss supongan un
avance en la protección de la catarata diferente al del resto de lentes del
mercado.
Degeneración
Macular
Aquí la supuesta protección que ofrecen estos lentes
es más controvertida, pues el mundo científico aún no ha encontrado un punto de
encuentro entre los que opinan a favor del daño y los que opinan en contra.
Por ahora, la biografía concerniente a la relación
entre exposición a la luz solar y DMAE es contradictoria. En general, los datos
no apoyan la existencia de una relación estrecha entre la exposición a la
radiación ultravioleta y el riesgo de desarrollar DMAE, aunque no se puede
descartar que la radiación produzca un pequeño efecto.
Aunque se han realizado experimentos en laboratorio y
animales que parecen indicar una posible relación, en los estudios llevados a
cabo teniendo como objeto a los humanos, las conclusiones son polémicas.
Mientras que algunos estudios avalan dicha relación,
como el de Hirakawa, 2008, otros importantes estudios epidemiológicos no
encontraron ninguna asociación (McCarty CA, 2001).
Por tanto, dado que no existe aún una confirmación
real de la influencia de los rayos UV en la génesis y desarrollo de la DMAE resulta
aventurado intentar vendernos unos lentes que pretenden protegernos de tal
enfermedad ocular.
Conclusión:
El
fabricante Zeiss nos intenta vender, apelando a una protección ocular de dudosa
novedad y/o eficacia, un producto que no cambia en casi nada a los existentes
en el mercado actual.
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