El mes pasado realicé un post enumerando los
principales atractivos turísticos de Atenas. No obstante, cuando terminé de
realizarlo, me dio la impresión de dejarme muchas cosas en el tintero. Por
ello, con el objetivo de ofrecer una visión más global de esta excelente
ciudad, aprovecho para viajar de nuevo a ella (virtualmente hablando) y
descubriros otros atractivos.
En esta ocasión me voy a detener en 5 rincones
encantadores que posee Atenas. Lugares que también son visita obligada y en los
que merece mucho la pena detenerse y apreciar el momento.
¿Me acompañáis de nuevo a Atenas?
Templo
de Hefesto (Hefestión)
Dejando a un lado la Acrópolis, la siguiente ruina
arqueológica que más me impresionó fue el Templo de Hefesto. Situado en el
maravilloso yacimiento del Ágora antigua, este es el templo antiguo mejor
conservado de la ciudad. Tal vez por ello resulta tan atractivo para el
turista medio, cansado de ver únicamente edificios derruidos. Seguro que os
encantará haceros unas cuantas fotos en
él.
Además, el Hefestión, como también se le suele
conocer, es el mejor exponente del estilo dórico que podremos encontrar.
Recordar que los templos griegos de estilo dórico se caracterizaban por tener
una serie de características únicas: las columnas no tienen base y apoyan
directamente sobre el primer escalón (estilóbato) de la plataforma que sirve de
base y realce a toda la estructura (estereóbato); el fuste de las columnas es
acanalado con ángulos vivos, su altura es corta y su diámetro disminuye con la
altura; el capitel de la columna está formado por el ábaco (pieza prismática
cuadrangular), el equino (figura convexa de revolución) y el collarino
(prolongación del fuste separado por una fina acanaladura); sobre la columna
aparece el arquitrabe, el friso, decorado con una sucesión de metopas y
triglifos, y la cubierta, formada por cornisa y frontón, lugar en donde suele aparecer
decoración escultórica (aquí perdida con el paso del tiempo).
Templo de Hefesto. Atenas. |
Las características anteriores le proporcionan una
estampa general sobria y austera. Es el orden más antiguo y se suele utilizar
en templos dedicados a dioses, en contraposición al jónico, más empleado en
templos para diosas femeninas por su esbeltez y mayor decoración.
Pero como el templo también rendía culto a Atenea
Ergané, si nos fijamos en la decoración escultórica de la pronaos y del
opistodomo descubrimos la inclusión de frisos decorados con el estilo jónico
(que sustituye a los dóricos triglifos y metopas).
Este templo hexástilo (6 columnas en el frente) y
períptero (rodeado de filas de columnas) fue construido entre los años
460-415 a.C., un tiempo muy dilatado que se explica por la prioridad de
terminar primero las obras de la
Acrópolis.
Al igual que el Partenón, desde la Edad Media se utilizó como iglesia
ortodoxa. Su advocación a San Jorge Akamas logró que se conservara sin sufrir
el saqueo que otros templos griegos aguantaron, meras canteras para
construcciones posteriores.
Los griegos rendían culto en este templo a
Hefesto, dios del fuego y la forja, al que tenían especial devoción
los herreros y escultores. También a Atenea Ergané, patrona de los
artesanos y diosa de la cerámica griega. Por ello se entiende su situación en
el Ágora, con los puestos de venta ambulante a su alrededor.
Las decoraciones escultóricas del interior
representan escenas de los trabajos de Hércules así como de las batallas de
Theseo y de los Palantides. Durante un tiempo se creyó que aquí estaba la tumba
del legendario héroe Teseo, razón por la cual también se le conocía al templo
como Teseion. Pero esto era un error, pues la tumba del héroe griego se situaba
en la proximidad de la Acrópolis.
El interior se encuentra en mal estado y los pocos
relieves conservados se exponen en la Stoa de Átalo, el otro gran edificio de
este yacimiento. En su gran sala rectangular encontraremos un pequeño museo con piezas encontradas en el yacimiento.
Stoa de Átalo. Atenas. |
El
Museo de la Acrópolis
La oferta museística de Atenas es capaz de contentar
a todo tipo de personas, pues posee museos de todo tipo. En mi opinión, además
del Museo Arqueológico Nacional, el otro gran museo que merece la pena visitar
es el Museo de la Acrópolis.
Muchos pensaréis que soy un monotemático. Pero
estamos en Grecia, la cuna de la civilización europea, y admirar su arte
escultórico es el principal atractivo artístico que podéis encontrar en la
ciudad.
Este moderno museo, inaugurado en el año 2009, se
encuentra a escasos metros de la entrada sur a la Acrópolis, razón por la cual
es ideal para completar la visita. Lo primero que nos sorprende es su moderna
estructura arquitectónica, una gratificante novedad en la arquitectura
ateniense general.
El museo se divide en tres plantas.
La baja es la zona de entrada, con el guardarropa, la cafetería, la tienda del
museo (existe otra dedicada a libros en la 2ª planta) y el inicio de la
exposición. Antes de entrar podremos admirar, en maquetas, la evolución
histórica de la Acrópolis. Luego, una vez dentro, una rampa con vitrinas en los
laterales nos muestran los restos hallados en las laderas de la Acrópolis.
Ya en la primera planta tenemos el grueso de
la exposición. En la “Sala de las obras arcaicas” vamos a encontrar
numerosas esculturas que adornaron los templos de la Acrópolis, destacando el
Moscóforo o las numerosas Korai (las cuales estaban policromadas, al contrario
de lo que mucha gente suele pensar).
El itinerario propuesto por el museo nos lleva a
subir las escaleras mecánicas y acceder a la tercera planta. Antes, en la
segunda, os recomiendo deteneros en una pequeña maqueta de la Acrópolis
realizada con piezas de LEGO. Una pequeña maravilla que encantará a
pequeños y mayores. En esta segunda planta también se encuentran la tienda
librería del museo, el restaurante, con su impresionante terraza mirando al
Partenón, y un espacio multimedia donde poder visionar la construcción de la
Acrópolis. También existe una zona de lectura para niños.
Maqueta de la Acrópolis con piezas de LEGO |
En la tercera planta vamos a admirar, en su
orden original, los relieves del famoso friso del Partenón que
representa la procesión de las Panateneas. La exposición se ha realizado a
escala real y en las metopas veremos relieves con temas mitológicos.
Relieve del Partenón mostrando lucha lapitas contra centauros. Atenas. |
También existe un espacio para las réplicas de los
frontones: el oriental representa el nacimiento de la diosa Atenea de la cabeza
de Zeus y el occidental la disputa entre Atenea y Poseidón. Unas reproducciones
a menor escala y en escayola, al lado de las escaleras mecánicas, nos ayudarán
a concebir mejor los restos que nos han quedado tras el paso de los siglos.
Volviendo a la primera planta, la última parte de la
visita nos muestra toda la decoración escultórica del resto de zonas de la
Acrópolis, desde las decoraciones del templo de Atenea Nike hasta las famosas
cariátides del Erecteion.
Relieve de Atenea Nike calzándose una sandalia. |
Las famosas 5 cariátides del Erecteion. Atenas. |
En conjunto una visita imprescindible para poderse
hacer una idea de la magnitud y riqueza que acumuló la Acrópolis ateniense en
sus años de gloria.
Iglesia
de Aghia Ekaterini
Las iglesias en Atenas se cuentan por decenas.
Existen iglesias de todo tipo aunque debo reconocer que algunas merecen una
distinción especial. Dejando para un futuro post un tema exclusivo de iglesias
atenienses, me gustaría destacar algunas de esas muchas iglesias diminutas (en
ocasiones simples capillas) que me dejaron anonadado.
La Iglesia de Santa Catalina tiene un encanto
especial, pues en su agradable patio encontramos restos de edificaciones de
época romana (una stoa). El templo cristiano actual se erigió sobre otro más
antiguo, cuya advocación pagana era para Artemisa. Las palmeras se cree que
fueron traídas desde el Sinaí por los sacerdotes que llegaban a Atenas desde
allí, pues esta iglesia pasó a ser de su propiedad en 1767.
El nártex de entrada, enlucido de blanco, resulta
chocante y desconcertante para este tipo de iglesias, aunque su particularidad
le otorga una belleza única. Se sitúa en la calle Lisikratous, justo la que se
abre enfrente del Arco de Adriano.
Iglesia de Santa CAtalina. Atenas. |
El interior de esta iglesia es el típico de todas
las iglesias bizantinas, con su decoración recargada en forma de frescos que
cubren todas las paredes, con sus iconos colgando de todas las paredes posibles
(el de Santa Catalina tiene especial valor), con su bóveda decorada hasta el
último espacio posible. Sus frescos son unos de los mejor conservados que
observé en Atenas. También posee, como es costumbre, numerosas reliquias. A
saber: San polidoro de Chipre, San Atanasio de Persia y San Trifón.
Interior de la Iglesia de Santa Catalina. Atenas. |
Otra de las iglesias bizantinas mejor conservadas, y
con mayor tradición de toda la ciudad, es Ayioi Theodoroi, situada en la
Plaza Agion Theodoron, en la intersección entre las céntricas y comerciales
calles de Evripidou y Skouleniou. La iglesia actual data del siglo XI, aunque
una inscripción hallada en su fachada oeste nos informa que ya existía un
templo anterior desde el siglo IX.
Ayioi Theodoroi. Atenas. |
Como curiosidad indicar que su cúpula tiene un apoyo
extraño, en dos columnas en la parte oriental y en dos pilares en la
occidental. Tiene el típico altar tripartito (tres ábsides) y en la mampostería
de su tabicado encontramos diversos motivos cerámicos decorativos. Su interior,
como es típico, posee el habitual recargamiento ortodoxo. Los frescos son del
siglo pasado, momento en el cual se encontró parte de un mosaico que databa de
la época romana.
Interior de Ayioi Theodoroi. Atenas. |
Dentro de este tipo de pequeñas iglesias bizantinas
con un encanto particular también os recomiendo visitar Pantanassa (por sus
frescos) en la plaza de Monastiraki, Aghio Asomati (por sus pinturas murales)
en Kerameikos y Glebe Holy Sepulchre o
también llamada Metochi Panagiou Tafou (por el recoleto encanto de su interior)
en Anafiotika (Cl/ Pritaniou).
Una pequeña capilla realmente curiosa es Aghia
Dynamis, situada en la intersección entre las calles Metropoleos y
Pentelis. Ignorada por las guías de viaje habituales, puede pasarnos
desapercibida debido a que se sitúa en la parte inferior del hotel Electra
Mertrópolis.
Capilla de Aghia Dynamis. Atenas. |
Se trata de una minúscula capilla de una sola nave
abovedada, cuya construcción data del siglo XVI. Está consagrada al poder Santo
de la Virgen y suele tener predicamento entre las mujeres embarazadas. Lo más
destacado es su decoración interior, plagada de pinturas murales que
representan a diversos santos. Según una leyenda local, bajo el santuario
existe una gran cueva subterránea y unos túneles que sirvieron para esconder
los tesoros eclesiásticos durante la ocupación turca.
Frescos del interior de la Capilla de Aghia Dynamis. Atenas. |
Aghios Demetrios Loumbardiaris,
situada en los pies de la colina Filopappou, es otra de esas pequeñas iglesias
con un encanto particular. Su techumbre de madera característica y sus
innumerables iconos y frescos (de 1732) del interior son dos de sus principales
atractivos. De nuevo estamos ante una pequeña edificación basilical de pasillo
único y abovedada.
Capilla de Aghios Demetrios Loumbardiaris. Atenas. |
Su apellido Loumbardiaris, que significa bombardero,
proviene de un suceso que ocurrió durante la ocupación turca. Desde la
Acrópolis se bombardeó esta iglesia con intención de destruirla, pero se salvó
milagrosamente. Y no contento con ello, el dios cristiano se vengó de tal
afrenta lanzando un rayo, al día siguiente, que mató a los artilleros turcos.
Interior de Aghios Demetrios Loumbardiaris. |
Aghios Ioannis at Kolona
se encuentra en la calle Evripidou Nº70. Se trata de una capilla pequeñita y
recoleta cuyo principal atractivo particular está en poseer una columna
corintia, en el altar, que sobresale por el techo de madera de una forma un
tanto extraña.
La iglesia está dedicada a San Juan Bautista,
sanador de las enfermedades de la cabeza, y conecta con el antiguo templo
dedicado a Asclepios que se levantaba en este lugar en época antigua.
Aghios Ioannis at Kolona. Fuente: Athenskey.com |
Se considera una de las iglesias cristianas más
antiguas de la ciudad (siglo VI) y su breve visita no os defraudará.
Barrio
de Anafiotika
En Atenas existen multitud de barrios, cada cual con
su especial encanto. Resulta difícil escoger alguno, pues todos poseen una
atmósfera especial que lo hace únicos. A continuación voy a realizar un breve
resumen de los principales:
Monastiraki:
un barrio con gran influencia otomana que me recordó poderosamente mi visita a
Estambul. La plaza de Monastiraki, centro neurálgico del barrio, es
inconfundible gracias a su famosa mezquita de Tzistarakis (hoy convertida en
museo), y desde este lugar podemos perdernos entre callejuelas estrechas que
forman un gran zoco al aire libre.
Plaza de Monastiraki |
Plaka: es el barrio
turístico por excelencia. Situado junto a la Acrópolis es el más antiguo de la
ciudad. En sus laberínticas callejuelas encontraremos multitud de tabernas,
terrazas y tiendas de recuerdos.
Kolonaki:
es el barrio más lujoso de la ciudad, lleno de tiendas de diseño y situado a
los pies del monte Licabeto. Las numerosas zonas verdes y los edificios de
estilo neoclásico y modernista son sus señas de identidad.
El Pireo:
el famoso puerto de Atenas es el lugar de atraque de los cruceros. Está formado
por tres bahías naturales, destacando como turístico el puerto llamado
Mokrolimano, un lugar de pequeños barcos pesqueros, que posee multitud de
restaurantes mirando al mar. En esta zona existe un parque infantil y un
ambiente a puerto clásico y local.
Vista de un canal cercano al puerto de Mokrolimano. |
El puerto deportivo de Zea destaca por su
gran y animado paseo marítimo.
Puerto deportivo de Zea, en la zona de El Pireo. Atenas. |
Por último, la zona de los grandes cruceros, el
puerto de El Pireo en sí mismo, no tiene ningún atractivo como embarcadero
(salvo ver los grandes cruceros). En cambio posee el encanto de poder visitar
dos iglesias maravillosas y deslumbrantes, Agia Triada y Ag. Spyridonos (no os
dejéis engañar por su fachada neoclásica, pues su interior es tan ortodoxo como
las demás).
Iglesia de Agia Triada. El Pireo. Atenas. |
Fachada de Ag. Spyridonos |
Anafiotika:
en realidad es una parte minúscula del barrio de Plaka y, sin duda, es mi
barrio favorito. Se sitúa bajo la vertiente nordeste de la Acrópolis, justo
debajo de la bandera.
Típica calle de Anafiotika |
Está formado por casas pintadas de blanco y azul en
un entramado de callejuelas verdaderamente laberíntico. Estas casas fueron
construidas a mediados del siglo XIX por alabañiles contratados por el rey Otón
para levantar su palacio real. Provenientes de la isla de Anafi, situada en las
Cícladas, reprodujeron su arquitectura isleña en la capital griega, como forma
de sentirse como en casa. En muchos aspectos pasear por sus calles me recordó
mi visita a Sidi Bou Said, en Túnez.
La mejor manera de llegar a este barrio sin dar
muchas vueltas es tomar la calle Thrasyllou, desde la parada de metro
Acrópolis, y subir por ella hasta la pequeña capilla Saint George of the Rock.
Esa es la entrada a este maravilloso barrio que cubre toda la zona de la calle
Stratonos y las edificaciones que se encuentran por encima de la Iglesia Agios
Nikolaos Ragkava (una visita imprescindible, por cierto).
Una zona peor conservada, aunque también con un
encanto propio y singular es el pequeño rincón de los grafitis, en algunos
casos imágenes icónicas de la Atenas actual.
Grafitis de Anafiotika. |
Monasterio
de Daphni
Para todos aquellos que desean realizar una visita
especial próxima a la capital les recomiendo un destino verdaderamente impresionante:
el monasterio de Daphni (también llamado Dafni).
Este monasterio, declarado Patrimonio de la
Humanidad por la Unesco en 1990, se encuentra a escasos 11 kilómetros de
Atenas. Está considerado el monumento más importante de origen bizantino que se
conserva en la región de Atenas.
Llegar hasta él desde Atenas es una pequeña
aventura. La mejor manera consiste en coger el metro hasta el final de la línea
3 (azul), en la parada Agia Marina. Luego, al salir a la calle (Iera Odos), nos
subiremos al autobús número A16, 811, 866 o 876 con dirección al Hospital
psiquiátrico de Attiki. Nos bajaremos justo antes de llegar, enfrente del
jardín botánico Diomidous. Desde aquí tendremos un breve paseo hasta el
monasterio.
El horario de visita es muy reducido: martes y
viernes de 9:00 a 14:00 H.
El monasterio fue muy dañado en el terremoto que
asoló la zona en 1999, razón por la cual está en obras de remodelación desde
entonces.
Monasterio de Daphni. Atenas. |
El primer monasterio del que se tiene constancia en
el lugar databa del siglo VI a.C. y se levantaba sobre las ruinas del antiguo
santuario de Apolo. Razón por la cual se reutilizaron diversas columnas jónicas
de aquel en su construcción, si bien hoy día apenas queda una como testimonio
en el nartex. Esta inicial construcción fue destruida por los godos en el año
395.
La siguiente fase constructiva data del siglo XI y
corresponde con el periodo bizantino. La iglesia principal data de este momento
y su decoración de mosaicos en el interior se considera la mejor conservada de
la dinastía Commena. El Cristo Pantócrator de la cúpula es la imagen más
conocida y característica de este monumento.
Mosaicos del interior del Monasterio de Daphni |
Mosaicos del interior del Monasterio de Daphni |
Sin duda, la decoración interior, con sus múltiples
mosaicos, es la parte principal de la visita. En ellos podremos observar
numerosas escenas de la vida de Cristo y de la Virgen. Una experiencia
fantástica para los sentidos.
Espero que con este largo paseo por Atenas os animéis a visitarla relajadamente. Tesoros artísticos no le faltan.
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