Hoy día estamos acostumbrados a tener unos
resultados exactos en todas nuestras pruebas médicas. Los valores,
informatizados, nos muestran con increíble frialdad las enfermedades o deficiencias
que sufre nuestro organismo.
Ahora bien, cuando graduamos nuestra visión, muchos
pacientes se sorprenden de la relativa variabilidad de su refracción. Si por
casualidad vamos a pedir presupuesto a tres ópticas y nos gradúan en las tres
puede darse el caso de obtener hasta tres resultados distintos para nuestra
refracción. ¿Cómo es esto posible?
En el post de hoy, dedicado eminentemente al público
general, voy a abordar dos aspectos diferenciados de la refracción. Primero
explicaré los factores que pueden intervenir en una graduación visual, los
cuales son responsables de las variaciones de la misma. Y, en segundo lugar,
daré unas pautas para lo que yo considero una buena graduación de la vista.
Factores
que influyen a la hora de graduar la vista
1- El
estado de nuestra visión
Aunque resulta obvio para muchas personas el hecho
de que no estamos igual de “frescos” para hacer ejercicio por la mañana que a
última hora del día, no tenemos tan asumido que nuestros ojos también se
fatigan a lo largo de la jornada.
El rendimiento visual no es el mismo estando
descansado que tras haber estado enfocando ocho horas la pantalla de un
ordenador. Nuestros ojos parpadean menos, se secan y fatigan. Y todo ello
influye en nuestra refracción.
Por ello, a la hora de graduarse la vista es
importante acudir con nuestros ojos lo más relajados posibles. Es decir,
evitando largas horas de trabajo en cerca con móvil, tablet u ordenador; o,
igualmente, tras largos periodos de conducción.
Los niveles hormonales y de azúcar de nuestro
organismo también influyen en nuestra refracción. Un diabético con niveles
descontrolados nota perfectamente que tiene días donde su visión es mejor que en
otros. Pero lo que no todo el mundo contempla es acudir a graduarse la vista
con el estómago lleno. Y ello es muy importante, pues si acudimos con el
estómago vacío, antes de desayunar o con sed nuestra graduación variará
ostensiblemente.
2- Refracción
subjetiva de nuestra visión
Aunque actualmente existen instrumentos ópticos muy
precisos, con los cuales se puede medir de forma muy fiable la graduación de
una persona, la forma básica de obtener la refracción definitiva es mediante
una prueba subjetiva. Sí, esa donde nos piden leer letras.
Para muchas personas puede resultar contradictorio
que en nuestra profesión se continúe confiando más en la labor “artesanal” de
una persona que en el resultado de una máquina. Pero la explicación es muy
simple.
Obtener una buena refracción es un arte. Y el arte,
de momento, lo realizan únicamente personas. Una máquina puede copiar al
detalle los frescos de la Capilla Sixtina, pero jamás podría haberlos creado de
la nada. Del mismo modo, un autorrefractómetro nos da la graduación aproximada
de una persona en un momento determinado. La labor del optometrista es lograr
una refracción adecuada para la totalidad de la jornada de su paciente, algo
bastante más complicado.
A la hora de elegir a nuestro optometrista es
importante fijarnos en varios aspectos básicos del gabinete optométrico. Unos
buenos y modernos instrumentos otorgan una precisión mayor en la graduación.
Igualmente, las condiciones luminosas son muy
importantes. El gabinete debe estar iluminado únicamente con luz artificial,
pues reflejos molestos de luz natural (directa o indirecta) pueden distorsionar
los resultados. Y según las necesidades del paciente, el gabinete podrá estar
iluminado con luz artificial o no
estarlo. De forma habitual se suele graduar con luz, pues son las condiciones
habituales de visión. No obstante, si deseamos una gafa para utilizar
exclusivamente de noche es mejor realizar la refracción casi a oscuras, con el
objetivo de simular esas condiciones ambientales. Básicamente, la razón de todo
ello es nuestra pupila, el diafragma particular de nuestros ojos, cuya abertura
influye notablemente en la refracción final.
El tiempo para la refracción debe ser el adecuado,
según las necesidades de los pacientes. No son recomendables ni las
refracciones rápidas, tipo Seguridad Social (esta es una queja habitual de mis
pacientes, no una opinión personal), ni las que se alargan en demasía,
realizando baterías de pruebas, en muchos casos, escasamente útiles.
E igual de importante es la comunicación con el
optometrista. Es importante dar respuestas claras y concisas a las preguntas
que nos realicen, pues con la información que transmitimos el optometrista
gradúa la visión de distinta manera. Si no vemos clara la diferencia entre dos
opciones o no entendemos el objetivo de una prueba no nos avergüence
comentárselo.
Recuerde que no está en un concurso (puede no ver
alguna letra y ello no conllevará perder el apartamento en Torrevieja) y que,
en muchas ocasiones, el optometrista le estará poniendo a prueba
constantemente, incluso con lentes placebo. Lo sentimos, pero como aprendimos
de la famosa serie televisiva House, “el
paciente siempre miente”.
3- Factores
externos asociados
Existen múltiples factores que pueden variar una
refracción visual y de los cuales no siempre somos conscientes. Por si nos os
preguntan al respecto antes de graduaros la vista, tened en cuenta los
siguientes puntos.
El uso de lentes de contacto, aunque sean las más
blandas del mercado, modifica la geometría de nuestra córnea, la parte más
externa de nuestro sistema visual. Y como resulta comprensible, si variamos la
potencia de una de las lentes de nuestro sistema visual, el resultado final
será diferente. Por tanto, para todos aquellos usuarios de lentes de contacto
que deseen graduarse la vista para realizar unas gafas, es recomendable acudir
a la cita con tu optometrista tras haber descansado del uso de lentes de
contacto 48 horas. Si no es posible tal cosa, es imprescindible descansar un
mínimo de 24 horas. Si aún no lo ves factible tienes un problema grave: eres un
adicto a tus lentes de contacto y debes desintoxicarte. Olvidaste que las
lentes son una opción más de compensar una ametropía y no la única opción (en
el 95% de los casos).
Enfermedades como la diabetes, tal como comentamos
arriba, pueden influir en la refracción final. En estos casos resulta
recomendable graduarse la vista en los momentos donde el azúcar lo tenemos
controlado. Y, si fuera preciso, graduar en diferentes momentos del día, por
ver las variaciones.
Un trabajo en cerca continuado en el tiempo puede
hacer que nuestra visión modifique su graduación de forma puntual. Es clásico
el caso de la persona que estudia una oposición y se vuelve miope en ese
intervalo de tiempo. O estudiantes que se gradúan en tiempos de exámenes y
comprueban que su miopía ha vuelto a subir. Al ser esfuerzos puntuales, lo
recomendable es graduarse la vista una semana después de terminar tales tareas.
En ese tiempo los ojos estarán más descansados y podremos valorar si esa miopía
inducida se ha consolidado en el tiempo o ha desaparecido.
Diversos medicamentos también influyen en la
refracción. Y no me refiero a la Atropina, por ejemplo, utilizada para graduar
anulando la acomodación.
De forma general, en muchos casos los medicamentos
provocan sequedad ocular, lo que puede provocarnos molestias en nuestra visión
y variaciones refractivas. Es el caso de algunas píldoras anticonceptivas,
antialérgicos (antihistamínicos) o antibióticos. Los ansiolíticos pueden
provocar problemas en cerca, llegando a impedir una buena visión en distancias
cortas. Y, por último, los opiáceos y la cocaína provocan alteraciones en la
visión de los colores (rojo-verde) y una sensibilidad mayor para el azul (mala
época rodeados de luz LED azul). Igualmente, los antibióticos también alteran
la visión cromática y, en ocasiones, aumentan nuestra sensibilidad a la luz.
Por tanto, antes de graduarnos la vista debemos
tener en cuenta que ciertos tratamientos puntuales con medicamentos pueden
alterar nuestra visión. Si son tratamientos cortos es mejor consultar al médico
que nos lo recetó y esperar a graduarnos en otro momento.
Una
buena graduación
Cuando estudiaba la carrera de Óptica y Optometría,
allá por finales de los años 90 del siglo pasado, recuerdo que uno de mis
profesores nos daba el mejor consejo para obtener la mejor graduación. Son
cinco sencillos pasos que paso a enumerar: Anamnesis, anamnesis, anamnesis,
anamnesis y graduación.
No, no se volvió loco el teclado. Lo más importante
para poder realizar una buena graduación es conocer los detalles más básicos de
nuestro paciente: ¿Qué graduación usaba anteriormente? ¿Qué necesidades debe
cubrir, visualmente hablando? ¿Qué profesión tiene? ¿Cuándo va usar sus
gafas?...
Tras leer la primera parte del post habremos tenido
una ligera idea de la importancia que tiene preguntar a nuestros pacientes y
que estos nos informen sobre aspectos excepcionales de su rutina diaria. Tal
vez, una modificación en la graduación se deba a que empezó a tomar la píldora
anticonceptiva o que estuvo estudiando hasta ayer una oposición.
Cuando entro en el gabinete suelo tener una idea,
bastante aproximada, de lo que me voy a encontrar. Lo que tiene también un lado
peligroso, pues en muchas ocasiones los optometristas sólo buscan lo que tienen
en su mente encontrar. Mi formación como historiador me ha enseñado a no
defender hipótesis de trabajo a pesar de lo que digan los resultados. Por ello,
aunque me gusta graduar con una información bastante exacta de mis pacientes
siempre tengo la mente abierta para sorprenderme si veo que sus respuestas me
conducen por otro camino.
Una refracción básica debería tener, como mínimo,
las siguientes acciones: anamnesis, graduación usada habitualmente por el
paciente, refracción objetiva (con retinoscopio o autorrefractómetro), toma de
agudezas visuales sin compensación y refracción subjetiva con diferentes
pruebas (fogging, rojo/verde, cilindros cruzados, equilibrio binocular con
prismas...).
Por otro lado, las pequeñas diferencias de
graduación entre diferentes optometristas no sólo pueden ser normales, sino
perfectamente equivalentes. Existen optometristas que tienen por costumbre
afinar al máximo posible la agudeza visual de cada ojo, mientras otros abogan
por una buena agudeza visual binocular general. Esta diferencia puede suponer
una variación de -0.25 dioptrías esféricas por ojo. Si tenemos un historial de
la evolución optométrica del paciente resulta mucho más sencillo ajustar la
graduación final según la tendencia vital del mismo.
En otras ocasiones existen casos en donde el
astigmatismo se prescribe en su totalidad o se combina con la miopía. Algunos
profesionales prefieren dejar de compensar pequeños astigmatismos acomodativos
por el bien de la visión binocular. Mientras que otros valoran el historial de
sus pacientes a la hora de realizar modificaciones sustanciales en
astigmatismos (tanto eje como graduación). En muchos casos, la forma de anotar
la prescripción (cilindro positivo o negativo) es la única diferencia entre dos
graduaciones que parecen opuestas pero que, en realidad, son la misma cosa.
Igualmente importante es conocer el tipo de lente
que posteriormente prescribiremos. Por ejemplo, el diseño de un progresivo
varía enormemente entre llevar o no astigmatismo, por lo que el optometrista
puede preferir no compensar un pequeño astigmatismo teniendo en cuenta una
mayor comodidad posterior del paciente con sus lentes progresivas. Máxime si en
su historial aprecia que nunca llevó ese tipo de error refractivo.
Como dice el refrán: “Cada maestro tiene su librillo”. Por ello, las diferencias entre
optometristas, si prescriben cosas en el mismo sentido, no deben ser tomadas
como errores. Al contrario, son distintas formas de intentar llegar a lo mismo:
la mejor prescripción para cada paciente.
Mi recomendación general es
muy simple. Visitar siempre al mismo optometrista, pues si éste conoce tu
historial de graduaciones puede realizarte la mejor prescripción y, de paso, un
importante seguimiento. Yo llevo más de quince años en gabinete y no debo
hacerlo muy mal, pues veo a mis pacientes crecer conmigo. No obstante, también
me equivoco y aprendo cosas nuevas todos los días. Nadie es infalible. Es lo
que tiene ser humano.
No quiero alargarme mucho más en el asunto, pues
entraríamos en temas técnicos que nada aportan a los pacientes. Me conformo con
que la próxima vez que visitéis a vuestro optometrista seáis conscientes de la
importancia que tiene en una buena graduación vuestros hábitos y disposición.
Hola hace un mes me gradué la vista y en el examen de agudeza visual una de las pruebas que realice fue que tenía que centrar lo que veis lo cual estaba en movimiento y cuando lo viera centrado tenía que decir ya. Espero que sepas a lo que me refiero. Me gustaría saber a qué se encuentra vinculada está prueba o para que es. Yo tengo miopía y astigmatismo. Y a veces noto que me cuesta centrar o enfocar cosas no muy grandes de lejos tengo que inclinar un poco la cabeza hacia un lado para verlo mejor de lo que lo veo sin tengo la cabeza erguida. No siempre lo noto así. A que crees que es debido? Me faltan 0.25 diotrias de miopía en cada ojo para ver un poco mejor. Bueno el óptico me dijo que me podría poner más, pero por beneficio por el agtismatismo no lo puso. No puedo ir a la óptica. Me puedes ayudar? Te lo agradecería mucho. Gracias!!! Y muy buen blog y entrada.
ResponderEliminarHola Sara, gracias por comentar.
EliminarRespecto a la prueba puede que sea algo relativo a los sacadicos pero no se que decirte.
La falta de enfoque puede ser debida al 0.25 dp que te falta o a qué el astigmatismo no está bien compensado respecto a los ejes correctos.
Te recomiendo volverte a graduar si sigues incómoda porque todos debemos llevar la graduación correcta para ver bien.
Saludos
Hola, muchas gracias por tu respuesta. Me es de ayuda. No entiendo lo que has dicho en cuanto al astigmatismo me lo podrías explicar? Mil gracias y disculpa.
ResponderEliminarHola de nuevo.
EliminarEl astigmatismo se compensa en los lentes a unos grados concretos y si estos no son los correctos puede que el enfoque no sea perfecto. De ahí que el problema de enfoque que sufres pueda venir de ahí.
Saludos
De acuerdo, muchísimas gracias por responder de nuevo. Ya lo he entendido. Muchas gracias por todo. Un saludo y feliz año��
ResponderEliminarGracias a ti. Feliz año.
EliminarHola buenos dias, ayer me hice una graduación ..Mi pregunta es para qué te enfoca con una luz de un literna en la pupila y te hace mira a la patalla con una letra grande para que uno centre figamente la mirada,primero un ojo y el otro cerrado el cuarto sin luz solo la de la patalla ...ah despues de una parálisis facial,perdi visión en el transcurso de la recuperación e el ojo a ido recuperándose...llevó un mes de qué me pasó la parálisis.tarda en recuperarse del todo o qué da su secuela..Saludos ,Gracias...
ResponderEliminarHola Obe hermes, gracias por comentar.
EliminarExisten varias cosas que podemos hacer con la linterna como ver la reacción pupila o comprobar la recuperación de los foto receptores de la retina una vez saturados al máximo con la luz.
Supongo que en tu caso, por la parálisis, será cuestión de ver la reacción pupila del ojo.
Respecto a la recuperación no puedo indicarte nada desde la distancia.
Saludos
Buenos días: Entiendo tu articulo en cuanto a pequeñas diferencias a la hora de medir, mi pegunta es: ¿puede haber una diferencia de 0,50 entre dos mediciones hechas a diferentes horas del día?, ¿ a la hora de ponerle gafas a mi hijo de 7 años , que es mejor usar la medida mas baja -0,50 o la mas alta -1. Muchisimas gracias.
ResponderEliminarHola, gracias por comentar.
EliminarEn el caso de niños hay algo fatal respecto a la miopia: si dejamos parte sin corregir en la gafa está demostrado científicamente que el aumento de la miopía será mayor en los siguientes meses.
En tu caso optaría por una tercera opinión para decidir. Y si es la primera gafa estaría bien consultar a un oftalmologo para realizar una graduación con dilatador de pupila y descartar una pseudomiopia.
Saludos.
Hola, esta publicación me parece de enorme calidad, aunque soy una persona sin conocimientos de óptica/oftamología. Si a un paciente le graduasen la vista eliminando la acomodación del ojo mediante el uso de un medicamento en forma de gotas, supongo que atropina ¿se podría decir que es la graduación más perfecta o al menos una buena graduación? Entiendo que debe de haber alguna razón por la que no se hace más a menudo de esta forma, al menos de acuerdo a mi experiencia.
ResponderEliminarHola Jaime, gracias por comentar.
EliminarLo que preguntas es muy interesante pues, en teoría, ese sería el mejor método para obtener una refracción exacta. Ahora bien, la razón por la que no se utiliza regularmente es porque no funciona.
No somos máquinas objetivas sino seres imperfectos. Y las graduaciones deben compensarnos la vista de una manera en la que estemos cómodos la mayor parte del día, no en lo que sería lo teóricamente exacto.
Llevo graduando personas hace ya más de 20 años (uf, ni me lo creo) y si algo he aprendido es que la graduación perfecta no existe. Eso, y que una buena graduación es un arte.
En la carrera nos enseñan que las personas deben llevar la máxima graduación de hipermetropia. En teoría eso sería lo exacto. En la práctica compruebas que eso no funciona pues el hipermetrope, acostumbrado a usar su acomodación toda la vida para ver, no puede de golpe relajarla.
En miopes adultos pasa lo contrario. En teoría deben llevar el menor negativo con el que alcancen la unidad. Ahora bien, baja media dioptria a un miope hipercorregido sin síntomas y verás lo que tarda en volverte a ver.
Así podría comentarte decenas de caso donde la práctica te dice que la teoría, con ser válida, no suele funcionar.
Seguro que algún profesional, de esos ortodoxos, pondrá el grito en el cielo con este comentario. Pero muchos otros ópticos, esos que trabajan en las trincheras, estarán de acuerdo.
Y lo bonito de esta profesión es que la estamos descubriendo y haciéndola crecer entre todos poco a poco.
Perdona por el rollo. Nunca supe abreviar.
Saludos
Si no es abusar tengo dos dudas. Me operé la miopía hace 3 meses. Cuando me midió el optometrista en la primera consulta me dijo que tenía -1,25 en cada ojo, cuando yo llevaba años usando lentillas para -2.50 y me comentó que era habitual que en las ópticas graduaran muy por encima, y que no eran tan exactos como en una clínica oftalmológica. ¿Es habitual tanta diferencia?
ResponderEliminarAyer me dijeron el alta 3 meses después de la operación y me han quedado -0,25 de miopía en el OI, e indica que la agudeza visual es de 1. ¿Tan despreciable es -0,25 dioptrías como para considerarse AV=1? Además me pregunto si, según lo que te comentaba en la primera pregunta, en una óptica quizá me dirían que tengo 0,75.
Hola Nuria, gracias por comentar.
EliminarLo primero indicar que ni las ópticas ni las clínicas gradúan de una manera distinta. Gradúan los profesionales que trabajan en ellas, y en todos los lugares existen buenos, regulares y malos profesionales.
Por tanto generalizar siempre es un error. E intentar dar una visión más profesional a nuestro trabajo degradando o minusvalorando el del prójimo es propio de malos profesionales.
Dejando a un lado lo anterior, me parece imposible que llevarás el doble de la graduación que necesitas sin tener molestias. Variaciones leves pueden ser comprensibles pero más de una dioptría no es ni normal ni habitual (yo nunca lo he visto).
Respecto a la segunda cuestión imagino que llegarás a la Av unidad con esa graduación. Sin ella y guiñando un poco los ojos puede que también logres la unidad, pero la diferencia se nota.
Y, por último, si vas a graduarte a otro lugar, sea una óptica o una clínica, la graduación que deberían darte sería siempre alrededor de ese -0,25 pero nunca será una dioptría más.
Saludos
Hace tiempo que escribiste este post, pero me animo a preguntarte a ver si hay suerte y lo ves.
ResponderEliminarEn los últimos meses me han hecho muchas revisiones oftalmológicas por una microrotura de retina, el protocolo de la seg. social es revisión optométrica, prueba de degeneración macular, glaucoma, etc. antes de llegar a la retina. He hecho esto cada 6 semanas durante el año, por lo que ha sido interesante en cuanto a graduación sobre todo ya que ha sido lo que más ha ido variando.
Ha fallecido mi padre y me ha tocado revisión a los 15 días, y me ha parecido sorprendente que veía 2 dioptrías menos de cada ojo en aquella revisión, situación que se corrigió en la rev. de las 6 semanas.
Bueno. al grano. Hoy me he hecho una revisión en una óptica para comprarme gafas. Hoy iba un poco alérgica, con los ojos llorosos. La sala con unas luces tipo halógenas, una de ellas al lado de la pantalla para ver las letras, me molestó muchísimo. Le pregunté si podía apagar esa luz y me dijo que no.
Las luces me resultaban muy molestas.
El optometrista intentó que viera hasta la letra más pequeña del programa de letras. Así que a pesar de que en la seg. social me dicen que estoy bien graduada él me subió 0,5 en OD y 0,25 en OI.
Mi pregunta es, debería buscar una segunda opinión? Yo había leído que a partir de cierta edad (46 años) no se buscaba tal nivel de agudeza visual.
Yo lo que no quiero es hipergraduarme, con esta graduación veo decentemente y sé que las personas miopes nos vamos adaptando a las graduaciones, por lo que no suele haber vuelta atrás.
Ojalá lo leas. Gracias por la respuesta! Y por el post!
Hola Lucía, gracias por comentar.
EliminarEn el post explico que la graduación es una foto fija en un instante determinado. Pero nuestra visión es dinámica y el éxito de una buena prescripción es saber elegir la adecuada según el contexto vital de nuestros pacientes. Un buen ejemplo es lo que comentas respecto a tu padre (DEP). Esa situación tan estresante te afectó a tu visión de manera momentánea. Hacer unas gafas en esas condiciones no hubiera tenido sentido.
Respecto a lo que comentas de la nueva graduación no soy quién para entrometerme desde la distancia en el trabajo de gabinete de un compañero. Ahora bien, si tienes dudas al respecto bien está que se lo transmitas y te vuelva a revisar. Lo mismo trabaja otro óptico allí y puedes tener tú segunda opinión en el mismo sitio.
El aumento de miopía en personas con presbicia, como tú, no es algo habitual. Por tanto, muy claro debió ver el cambio para prescribirlo.
No obstante, lo dicho. Vuelve y transmite estás dudas para que te vuelvan a revisar. Seguro que no le costará nada hacerlo y tú te quedarás más tranquila.
Saludos
Muchísimas gracias por tu respuesta! Un saludo
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