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domingo, 23 de julio de 2023

Una salida dominguera cerca de Madrid (XXX): Belmonte

 

Hoy os voy a proponer visitar una localidad conquense verdaderamente maravillosa. En su reducido casco histórico tenemos un castillo perfectamente remodelado, una colegiata digna de mayores ciudades, sobrios palacios y los típicos molinos de viento de La Mancha.

 

Belmonte

¿Qué mejor presentación para pasar un domingo cultural?

 

Breve reseña histórica

 

Belmonte está considerado como uno de los pueblos más encantadores de Castilla La Mancha. Sus monumentos y entramado urbano nos trasladan al final del medievo, una época de luchas dinásticas donde Isabel la Católica logró imponerse en Castilla a todos sus rivales y formar, junto con Fernando de Aragón, el germen de lo que conocemos hoy como España.

 

Enfrentado a Isabel en su ascenso al poder se encontraba Don Juan Pacheco, primer Marqués de Villena y tercer Señor de Belmonte. Él fue quién erigió un magnífico castillo palaciego que, hoy en día, es el reclamo turístico más importante de esta localidad. También ordenó levantar la Colegiata, convirtiéndola en panteón familiar y otorgándole categoría catedralicia.

 

Pero este personaje histórico no fue el único reseñable que se relaciona con esta villa. En el siglo XVI nació en Belmonte Fray Luis de León, uno de los poetas más importantes del renacimiento español. En una calle próxima a la Colegiata podréis leer la poesía que escribió cuando salió de la cárcel tras haber sido juzgado por la Inquisición:

“Aquí la envidia y mentira

me tuvieron encerrado.

¡Dichoso el humilde estado

del sabio que se retira

de aqueste mundo malvado,

y, con pobre mesa y casa,

en el campo deleitoso,

con solo Dios se compasa

y a solas su vida pasa,

ni envidiado, ni envidioso!”.

 

¿Cómo llegar a Belmonte?

 

Desde Madrid tenemos un viaje de algo menos de dos horas hasta esta localidad. Debemos tomar la autovía A-3 hasta la localidad de Saelices, para luego seguir la CM-3011 hasta Belmonte. No tiene pérdida.

 

 

Para visitar la ciudad os aconsejo aparcar cerca de la Biblioteca minucipal, aunque siempre que no entréis dentro del casco antiguo no tendréis gran problema de dejar el coche.

 

¿Qué podemos ver en Belmonte?

 

Belmonte estaba en el pasado rodeada de una muralla. Fue construida por el infante Don Juan Manuel, sobrino de Alfonso X El Sabio y autor de obras moralizantes como El Conde Lucanor, en el año 1323. De aquella fortificación quedan tres puertas monumentales: Almudí, la Estrella y Chinchilla.

 

Las tres puertas de Belmonte

La primera tiene un Cristo de bronce conocido como el de los ausentes presidiendo la entrada. Su nombre proviene porque en el pasado estaba junto al Pósito, el edificio utilizado para acumular el grano. La segunda debe su nombre a una estrella de David, recuerdo que extramuros se situaba aquí la judería. No obstante, la Virgen de la hornacina se denomina de la Estrella por motivos evidentes. Como curiosidad indicar que las escaleras anexas pertenecían en el pasado a la Puerta de Almudí. Por último, la Puerta de Chinchilla es la más monumental. Posee dos poderosas torres por las que en el pasado cruzaron los Reyes Católicos en 1488. Esta puerta tenía una pequeña capilla hoy desaparecida y de la que sólo queda la ventana.

 

Si habéis seguido mi consejo a la hora de aparcar entraréis por la primera puerta, la del Cristo. En la primera calle a mano derecha encontraréis la llamada Casa Bellomonte, un lugar donde a través de visitas concertadas podéis descubrir como era una vivienda del siglo XV. Podréis admirar una cocina, una armería y las formas de vida medievales, algo diferentes de lo que solemos tener asumido. (Reservas en el teléfono 659 32 16 96 o en el e-mail casabellomonte@gmail.com. Horario sábados, domingos y festivos de 11:00 a 14:00 horas y de 17:30 a 19:30 h).

 


Un poco más adelante podéis admirar la bella fachada de la Casa de los Baillo, ejemplo de la riqueza que llegaron a atesorar algunas familias en esta localidad. A destacar el precioso escudo de armas. Hoy en día es un edificio gubernamental (SEPE).

 


Siguiendo rectos llegamos a la Plaza Mayor, donde destaca el edificio histórico del Ayuntamiento y las típicas casas manchegas encaladas de blanco. Un busto recuerda al hijo de la localidad Fray Luis de León.

 


Tenéis su casa natal muy cerca. Continuad rectos hasta encontraros con la fachada del Convento de las Concepcionistas y girad a la izquierda. Una placa recuerda el lugar exacto. No es visitable.

 


La Colegiata de San Bartolomé está justo al lado, subiendo una pequeña calleja. La poderosa torre campanario os dará la bienvenida.

 


Su exterior es muy sobrio y la única decoración la encontraréis en las dos puertas de entrada, con un par de tallas y algo de decoración escultórica en el tímpano. Ciertamente su exterior no llama demasiado la atención y no nos prepara para lo que encontraremos en su interior.

 

Colegiata de San Bartolomé. Belmonte.

Lo primero que nos sorprenderá será el trascoro, compuesto por tres preciosos altares. De izquierda derecha tenemos una representación de San Blas, una talla de la Inmaculada y un lienzo con la representación del Purgatorio.

 

trascoro de la Colegiata de San Bartolomé. Belmonte.

Yo decidí rodear este espacio por la derecha, encontrándome de sopetón con la Capilla del Santo Sepulcro, la cual contiene un retablo barroco donde se ubica la Virgen de la Soledad con un manto negro. A la misma acompañan dos tallas menores representando a la Virgen de los Dolores y a María Magdalena. Muy próxima se encuentra la Capilla de la Asunción, con un retablo dedicado a la Virgen de los Remedios con su manto rojo.

 


Estas capillas fueron engalanadas por las familias nobles de la localidad, las cuales mostraban de esta forma su importancia y estatus dentro de la sociedad de la época. Los mejores orfebres, escultores y pintores de Castilla fueron contratados para trabajar en Belmonte.

 

El altar mayor posee una bella bóveda de crucería estrellada gótica, donde una complicada trama de nervaduras conforma un conjunto maravilloso visualmente y decorado con escudos heráldicos.

 

Altar Mayor de la Colegiata de San Bartolomé. Belmonte.

Su Retablo Mayor, de dimensiones monumentales, data del siglo XVII. Posee dos pisos con tres calles enmarcadas entre cuatro columnas donde se dispone un nutrido grupo escultórico policromado. En la parte inferior encontramos, realizados en relieve, a los cuatro Padres de la Iglesia Latina (San Agustín, San Gregorio, San Jerónimo y San Ambrosio), acompañados en los intercolumnios por los cuatro Evangelistas (San Mateo, San Marcos, San Lucas y San Juan). En el centro un enorme Sagrario dorado donde destaca la escultura de María Inmaculada. Por encima se encuentra la bella estatua de San Bartolomé, patrono de la Colegiata. Le flanquean las tallas de los dos primeros diáconos de la Iglesia, San Esteban a la izquierda y San Lorenzo a la derecha. Debajo de ellos se encuentran las figuras de San Julián, obispo y patrón de la diócesis de Cuenca, así como la de San José a la derecha, patrono de la iglesia universal. Por encima tenemos un relieve que nos recuerda el martirio de San Bartolomé. Le flanquean sendos escudos de armas de Diego Roque López Pacheco, séptimo marqués de Villena en el siglo XVII. Por debajo una cartela con la inscripción Soli Deo honor et gloria (Solo a Dios el honor y la gloria), mientras que el conjunto se corona con un Calvario.

 

En los muros laterales del altar se abren cuatro arcosolios que contienen estatuas orantes de cuerpo entero labradas en alabastro. Se trata de los abuelos y padres del primer marques de Villena, cuyos restos reposan en la cripta. En estos muros también es interesante fijarse en las rejas que cierran un par de vanos laterales.

 


El otro lugar importante de la Colegiata es el Coro, cuya sillería data de 1454 y tiene el honor de ser el primer coro historiado de nuestro país. En su época fue un auténtico icono de este templo y merece la pena detenerse a contemplar la preciosidad con la que se labraron las figuras que evocan escenas del Antiguo y Nuevo Testamento.

 

Coro de la Colegiata de San Bartolomé. Belmonte.

Sobre la silla presidencial se encuentra el lienzo Virgen con Jesús muerto descendido de la Cruz, el cual es atribuido a Luis de Morales debido a la belleza y patetismo que muestran los rostros de las figuras.

 

Del resto de capillas me gustaría recomendar fijarse especialmente en la que contiene el Cristo de los peligros, con gran devoción entre los locales, la que contiene el lienzo de Nuestra Señora de la Antigua o la deslumbrante Capilla de San Juan Bautista con un precioso retablo lleno de figuras policromadas.

 



Tras haber visto este precioso templo es hora de volver hacia nuestro coche para subir al Castillo, auténtico icono de la localidad. Una amplia explanada a su entrada sirve de aparcamiento. Dos poderosas torres circulares guardan la entrada. La garita donde sacar las entradas se encuentra en una de estas torres. Nada más entrar veremos, por la decoración presente en la puerta que da al patio de armas, que este castillo se ideó como un palacio.

 

Castillo de Belmonte

El patio de armas es un amplio espacio pentagonal que ha sufrido numerosas reformas a lo largo de los años. Hoy en día mezcla rincones medievales, como la galería con chimenea o el bello pozo con dos columnas, con otros más modernos, representados por la doble galería con ventanas que cubre dos de sus lados y que fue realizado en el siglo XIX.

 

Patio de armas del Castillo de Belmonte

En la torre de homenaje, otrora donde antes se encontraba la prisión, hoy en día se ubica una armería donde se muestran escudos y armaduras medievales.

 


En esta planta baja tenemos un salón de audiovisuales que muestra un pequeño vídeo sobre el castillo, una sala donde entender, por medio de paneles, la historia y los principales elementos del castillo original, una cafetería, tienda de recuerdos y, bajando unas escaleras, una suerte de oscura prisión (donde anteriormente se ubicaba la bodega/despensa).

 


Para subir a la primera planta os aconsejo tomar las escaleras situadas junto a la cafetería. Se trata de una escalera volada construida en las reformas modernas. A destacar la decoración labrada en madera neomudéjar combinada con la labor en yesería que enmarca puertas y ventanas.

 


En la primera planta vamos a poder pasear por diversas habitaciones, las cuales se encuentran decoradas para mostrarnos diversos aspectos relativos a la vida palaciega. El primer espacio está ocupado por el estrado, una estancia exclusivamente ibérica y de origen musulmán. Su nombre proviene de la tarima cubierta por alfombras donde las mujeres se sentaban. La decoración se completaba con una lujosa tela que servía de fondo y pequeños muebles como arquetas, braseros o escritorios.

 


En esta planta también veremos la recreación de una habitación señorial, con su cama con dosel, una cocina y las letrinas, entre otros lugares. Aunque la disposición de los elementos no corresponde con la realidad es destacable el interés por decorar las salas y realizar una inmersión más profunda en la visita.

 


La galería suroeste de esta primera planta guarda unas salas impresionantes por su cuidada decoración. No en vano aquí se ubican las estancias representativas y oficiales, las cuales pretendían mostrar el poderío económico del dueño del castillo. A destacar inicialmente las techumbres de madera o las chimeneas de la galería, decoradas con elementos geométricos.

 


Al Salón de Gobierno se accede por una puerta flanqueada por pilastras que enmarcan un arco apuntado festoneado rematado con un escudo de armas. De este salón destaca su enorme techumbre neomudéjar de madera policromada, así como las puertas con su decoración de yesería. Una de ellas accede a un pequeño rincón denominado sala del Quijote donde existen pinturas relativas a esta obra universal de la literatura española.

 

Salón de Gobierno del Castillo de Belmonte

La otra gran sala de esta zona es el Salón de los embajadores (también conocido como oratorio), el cual posee una excepcional techumbre del siglo XV. Aunque muy castigada por el paso de los años, en una de las esquinas se ha restaurado otorgándole la policromía que tenía originalmente, lo que nos da una idea de su magnífico esplendor.

 

Salón de los embajadores del Castillo de Belmonte

El otro punto importante que no debemos dejar pasar en este salón es la decoración, en gótico flamígero, de los alféizares interiores de sus dos ventanas, los cuales se engalanan con un entramado confuso de figuras humanas, animales y escudos, rodeados todos por vegetación. Sin lugar a dudas una excepcional muestra de arte escultórico. Os animo a buscar diferentes figuras en los entramados, tales como un Cristo crucificado, un ave fénix, un hombre defecando, una tortuga o algún león (hay varios).

 

Salón de los Embajadores del Castillo de Belmonte

La segunda planta del castillo está musealizada con el estilo del siglo XIX, cuando los marqueses de Montijo reformaron este lugar. Aunque pareciera ser la mansión de Eugenia de Montijo debemos indicar que la misma no llegó a vivir aquí. La planta se organiza con un salón principal en el centro, el dormitorio a la derecha (ojo a la techumbre) y un gabinete, junto a una especie de tocador, a la izquierda.

 



La última parte de la visita consiste en subir a las almenas y realizar un recorrido por ellas divisando los alrededores desde un lugar privilegiado. Sin duda, un magnífico final para esta visita.

 


No obstante, para los apasionados a las máquinas de guerra antiguas existe un pequeño parque a los pies del castillo donde muestran una colección de catapultas, ballestas y demás armas de ataque de diferentes épocas. Nosotros no lo visitamos porque ya habíamos visto algo similar en Buitrago de Lozoya. Pero es una buena opción si tenéis tiempo.

 


Antes de marcharos podéis visitar alguno de los molinos que rodean esta localidad. Tenéis varios en el cerro del Puntal, situado a 500 metros de la Colegiata. Uno de ellos es visitable algunos meses del año y en su interior se conserva la maquinaria de moler, existiendo además una pequeña exposición de tejas con decoración artesanal.

 


Aunque no creo que os haga falta os dejo un pequeño plano de la ciudad.

 


Para consultar horarios y precios del castillo os dejo su web: http://castillodebelmonte.com/

 

La Colegiata tiene los siguientes horarios:

Abril a octubre: 11:00h-14:00h y 16:30h-19:30h

Noviembre a marzo: 11:00h-14:00h y 16:00h-18:30h

Domingos: 16:00h-18:30h

Cerrado: Domingo mañana y lunes (salvo festivos)

 

Para consultar horarios y precios del castillo os dejo su web: http://castillodebelmonte.com/

 

Y para conocer más sobre este y otros castillo de Cuenca os dejo esta página donde son descritos con todo lujo de detalle: https://www.elarteencuenca.es/patrimonio-artistico-cuenca/castillos?page=1

 

Espero haberos animado a visitar este encantador lugar manchego.

 

Hasta la próxima.

 

 

 

 

 

 

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