Páginas

domingo, 10 de noviembre de 2019

El embarazo apenas influye en mi visión


Una de las quejas más comunes en la óptica respecto a las mujeres embarazadas es la variación de su graduación y el aumento de las molestias a la hora de llevar lentes de contacto. Aunque no son consecuencias directas en todos los casos, si suele ser una condición normal debido a los numerosos cambios que ocasiona en el cuerpo un embarazo.

A continuación voy a describir los cambios oculares que genera el embarazo, como abordarlos adecuadamente y explicar las posibles complicaciones oftalmológicas que podemos encontrarnos en la óptica.


Todo el mundo conoce los principales cambios sistémicos que produce un embarazo en el cuerpo de una mujer: cambios hormonales, retención de líquidos, aumento de peso, aumento del ritmo cardiaco, disminución de la capacidad respiratoria, aumento de la frecuencia para orinar…

Ahora bien, existe cierto desconocimiento, tanto desde los profesionales optométricos como desde el público general sobre los cambios y alteraciones que el embarazo provoca sobre nuestro sistema visual.

¿Qué cambios oculares fisiológicos ocurren durante el embarazo en nuestros ojos?

Todas las partes involucradas en nuestro sistema visual se van a ver alteradas durante la duración del embarazo e, incluso, mientras dure el periodo de lactancia.

Empezando por la parte más externa del ojo, los párpados se ven afectados por dos alteraciones. En primer lugar citaré la más común, denominada máscara del embarazo. Se puede definir como un aumento de la pigmentación de la piel alrededor de los ojos, así como en otras partes de la cara (mejillas, labios y frente). Este aumento de la pigmentación (denominado técnicamente cloasma) suele remitir espontáneamente tras el parto, si bien en algunos casos persiste. Se ha estudiado que la exposición a la luz solar aumenta la pigmentación, razón por la cual las embarazadas deberían evitar, en lo posible, tomar el sol.



Otra alteración que puede ocurrir estando embarazada es la Ptosis palpebral, la cual puede ser unilateral o afectar a ambos ojos. Esta caída leve del párpado superior está producida por una disfunción del Músculo  Elevador  del  Párpado Superior (EPS) debido a la retención de líquidos y a los cambios hormonales (aumento estrógenos). Más frecuente en el tercer trimestre aumenta el típico aspecto de cara de cansancio de las embarazadas. Esta alteración no precisa tratamiento alguno, pues remite tras el parto en todos los casos.



Respecto a la parte más externa del ojo, tenemos cambios en diversas estructuras. En lo referente a la córnea, la lente más externa de nuestro ojo, se produce un edema por la retención de líquidos, lo que provoca un cambio en su curvatura y un aumento de su grosor, aparejando esto último cambios en el índice de refracción y en las propiedades como lente de esta estructura.

Relacionado con lo anterior está la alteración de la película lagrimal, la cual se ve afectada por una disminución de la producción lagrimal que puede ocasionar síntomas de ojo seco. Igualmente, la inmunodepresión generada por las alteraciones corneales y lagrimales hacen que aumente el riesgo a una infección ocular, razón por la cual las embarazadas deberían extremar los cuidados oculares.

Por último, en la conjuntiva, debido a la fragilidad capilar, pueden aparecer escandalosas hemorragias subconjuntivales que tienen un carácter totalmente benigno. Suele afectar hasta al 10% de las embarazadas y es una consulta en urgencias bastante frecuente por lo aparatoso del ojo, el cual aparece lleno de sangre. Son indoloras y asintomáticas, por lo que generalmente las personas que lo sufren son advertidas por otras. Esta hemorragia subconjuntival, denominada Hiposfagma, puede estar asociada a esfuerzos o vómitos, aunque en muchos casos no existe una razón aparente. No necesita tratamiento alguno y desaparece espontáneamente tras el organismo reabsorber esa sangre internamente. En ningún caso es una urgencia médica, aunque en el caso de las embarazadas es recomendable controlar la tensión arterial.

Por último, en lo que al cristalino se refiere, la retención de líquidos puede afectarle de dos maneras: generando tanto una miopía como provocando una insuficiencia de la acomodación transitorias.

¿Puede generar el embarazo cambios refractivos?

Debido a las alteraciones que se producen en las principales lentes de nuestro ojo (córnea y cristalino), la visión puede verse afectada. Hasta un 14% de las embarazadas sufren algún tipo de miopización. De forma habitual es una condición transitoria, si bien en algunos casos el cambio es irreversible.



Nuestra labor como profesionales de la visión es conocer e informar sobre esta alteración normal de la visión y recomendar no actualizar la graduación ni durante el embarazo ni durante el tiempo que dure la lactancia. En general yo recomiendo esperar unos 3-6 meses después del parto y el cese de la lactancia materna para actualizar la graduación. Es el mismo tiempo que consideran los oftalmólogos a la hora de realizar una intervención quirúrgica ocular de cirugía refractiva.

¿Puedo utilizar lentes de contacto estando embarazada?

Por supuesto que se pueden seguir utilizando lentes de contacto durante el embarazo, pero debemos tener en cuenta que su porte puede ser más incómodo debido a los cambios corneales comentados y a la deficiente película lagrimal.

Será necesario visitar a tu contactólogo para llevar a cabo una revisión del estado corneal y, probablemente, seguir sus consejos sobre la utilización de lágrima artificial.

¿Quedarme embarazada empeorará mi glaucoma?

Muchas personas que sufren enfermedades oculares pueden tener el miedo a que un embarazo las empeore o exacerbe. Entre las más habituales se encuentra el glaucoma y la retinopatía diabética.

En el caso del glaucoma el embarazo va a mejorar la enfermedad, pues durante la gestación se produce una disminución fisiológica de la presión intraocular. Esta disminución está entre el 10-25% y desaparece tras el parto. Por tanto, el embarazo será un paréntesis en nada perjudicial.

Relacionado con lo anterior está la consideración de realizar cesárea en vez de parto natural. Hace unos años los ginecólogos consideraban que el aumento de la presión intraocular durante el parto era un factor determinante para practicar la cesárea a las embarazadas afectadas por glaucoma. Igualmente, los esfuerzos del parto también aconsejaban practicar cesáreas a miopes magnas o con antecedentes de desprendimiento de retina, dada la fragilidad de sus retinas. Pero estudios actuales han descartado estas opciones y tanto glaucomas como miopías magnas no tienen contraindicaciones para seguir un parto vaginal.

Otro caso distinto es la retinopatía diabética, enfermedad considerada como la primera causa de ceguera entre 24-64 años. Esta enfermedad empeora durante la gestación y el embarazo se considera un importante factor de riesgo en la progresión de la enfermedad. Este avance es directamente proporcional a la severidad de la enfermedad y, tras el parto, puede seguir su curso.

¿Puedo tomar fármacos estando embarazada?

Esta es una pregunta que sólo puede responder tu médico. Pero voy a describir un poco el contexto para explicarlo mejor. Existen estudios que indican que hasta un 2-3% de las malformaciones congénitas se deben al consumo de fármacos.

Lo primero que debemos indicar es que los fármacos se dividen en una escala que nos permite conocer el riesgo que puede provocar en el feto.

-         Categoría A: estudios en humanos no han demostrado riesgo para el feto.
-         Categoría B: estudios en animales gestantes no han demostrado riesgo fetal.
-         Categoría C: estudios sobre animales gestantes han demostrado efectos adversos fetales y sólo deben usarse si los beneficios para la madre son mayores que el efecto sobre el feto.
-         Categoría D: existe evidencia positiva de riesgo fetal humano.
-         Categoría X: estudios en animales o humanos han demostrado anomalías fetales.

Dado que no es éticamente correcto experimentar fármacos con personas embarazadas, no existe en la actualidad ningún fármaco de categoría A y, dentro de la categoría B, los únicos conocidos oftalmológicamente son la brimonidina, utilizado contra la hipertensión ocular, y la lidocaína, utilizado como anestésico.

Por tanto, los médicos no van a remitir fármacos a las embarazadas salvo en casos muy puntuales.

Los ópticos pueden utilizar tanto la fluoresceína en sus revisiones de lentes de contacto (no existen estudios negativos para usos externos; si existen, en cambio, para angiografías) como lágrimas artificiales (mejor en monodosis evitando conservantes), pues aunque estarían dentro de la categoría C no existe ningún indicio de problemas fetales en humanos.

Existen una serie de precauciones para disminuir la absorción sistémica como son evitar la instilación excesiva y la compresión de la región lagrimal para evitar el flujo de las gotas hacia el canal nasolagrimal.

En cambio, los ciclopléjicos deben ser evitados en lo posible, sopesando en la balanza el riesgo (categoría C) respecto el beneficio. El único que se aconseja es como la Tropicamida por su escasa duración (4-6 horas).

¿Puede tomar alguna copa de vino estando embarazada?

Hace unos cuantos años un estudio de la Facultad de Medicina de la Universidad de Washington, publicado en la edición de julio de 2010 de la revista American Journal of Pathology, indicaba que la ingesta de vino tinto podía prevenir enfermedades oculares. El componente denominado "resveratrol" se había demostrado efectivo, en ratones, a la hora de prevenir enfermedades de vista derivadas de vasos sanguíneos dañados en la retina (como la retinopatía diabética). Igualmente, investigadores de la Universidad de Hong Kong ha demostraron científicamente en 2016 que las “catequinas” presentes en el té verde y en la cerveza, tienen un elevado poder antioxidante, el cual nos protege de la degeneración macular y de las cataratas.

Estas son algunas de las muchas excusas que personas con escasos escrúpulos  pueden utilizar para justificar el consumo de alcohol durante el embarazo. Ahora bien, el alcohol, una de las drogas legalizadas más consumidas del mundo, tiene unos efectos sobre el feto terriblemente conocidos y englobados en el término alcoholismo fetal:

-         Malformaciones morfológicas cráneo-faciales: cabeza pequeña, rostro ancho, achatado, un puente nasal bajo y ancho con pliegues epicantales, una nariz corta respingona y unos ojos pequeños y malformados.
-         Retraso en el crecimiento normal.
-         Trastorno funcional del Sistema Nervioso Central (SNC), lo que conlleva un retraso significativo del desarrollo o deficiencia mental (desde retrasos en el pensamiento, habla y aprendizaje hasta deficiencias severas), irratibilidad, nerviosismo y, en algunos casos, alteración permanente de la función motora fina.
-         Posibilidad de sufrir lesiones congénitas cardiacas.
-         Anomalías oculares varias, desde miopías o estrabismos hasta alteraciones vasculares retinianas o hipoplasias del nervio óptico.

Todas las alteraciones anteriores son permanentes e irreversibles. Y para aquellos que opinen que una simple copa de vino o jarra de cerveza no supondrá ningún problema indicarles que, según la opinión médica, no se ha establecido ningún nivel seguro de consumo de alcohol durante el embarazo.



¿Cómo podemos paliar en la óptica las alteraciones durante el embarazo?

En cuanto a las variaciones de graduación lo más recomendable es esperar al final de la lactancia para actualizar la graduación. De lo contrario podemos consolidar para siempre una miopía transitoria ocasionada por los cambios fisiológicos que provoca el estado gestacional.

Si la persona embarazada utiliza lentes de contacto sería una buena opción añadir el uso de lágrimas artificiales para compensar la escasez de lágrima natural, así como recomendar una reducción en el número de horas de porte habituales. Con esto último evitamos que la córnea aumente su inflamación natural debida al estado de gestación. Otra solución, en caso de intolerancias puntuales, puede ser recomendar lentes de contacto de reemplazo diario debido a su alta humectabilidad y a la eliminación del problema de los depósitos por su cambio diario.



En los problemas de ojo seco la instilación de lágrimas artificiales (mejor si llevan ácido hialurónico) puede ser una perfecta solución para mantener los ojos de las embarazadas hidratados y sin sensación de arenilla en algunas etapas del embarazo.

Igualmente, a la hora de evitar posibles infecciones oculares (las embarazadas tienen más probabilidades de verse afectadas por estar inmunodeprimidas ocularmente) se debe realizar una adecuada higiene palpebral y evitar situaciones de riesgo como bañarse con lentes de contacto.

Espero que con estos pocos consejos todas las embarazadas puedan afrontar esa etapa vital con mayor confianza y seguridad pues, ocularmente hablando, la mayoría de las alteraciones oculares durante el embarazo son leves o moderadas, transitorias y no requieren de tratamientos específicos.

6 comentarios:

  1. Hola!
    Tengo una doble duda. Tengo un niño de 2 años recién cumplidos. Hoy he ido a la óptica y al graduarme me han dicho que me había bajado ligeramente l graduación de la miopía respecto a la que llevo en la gafa de hace unos 4 años ... Mi duda después de leer esto es si debo hacerme las gafas con menos graduación, ya que sigo dando el pecho al niño,aunque cada vez menos, pero suele mamar unas 2-3 veces al día.
    Por otro lado me ha hablado de los lentes que protegen de luz azul propios de su óptica (multiopticas). Mi duda es si son de la misma calidad que los que he visto aquí (essilor y hoya), o son de una calidad inferior.

    Muchas gracias y espero su respuesta para decidirme a comprar las gafas o esperar.
    Un saludo

    ResponderEliminar
  2. Hola. Tengo un niño de 25 meses al que sigo amamantando 2-3 veces al día. Mi miopía se habrá normalizado ya o podría variar cuando deje la lactancia? Me han graduado y dicho q me ha bajado 0,50 la graduación. De la miopía de un ojo respecto ala graduación de la gafa hecha hace 4 años (de 3 a 2,50).
    Por otro lado querría saber si los cristales con filtro azul de multiopticas son de la misma calidad que los de essilor o son de calidad inferior.
    Muchas gracias y un saludo

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Hola, gracias por comentar tu caso.
      Si tienes pensado retirar la lactancia pronto lo mismo deberías esperar un poco. Pero si vas a continuar y/o la diferencia de graduación es molesta para tu actividad diaria tendrás que hacerte las gafas aún a riesgo de que luego te vuelva a poder cambiar.
      Respecto a los lentes de filtro azul indicarte que Multiopticas tiene como proveedor de sus lentes propios a Hoya, por lo que tienen la misma calidad que los de su tarifa general.
      Saludos

      Eliminar
  3. Muchísimas gracias por responder tan pronto y por la propia respuesta. Un saludo.

    ResponderEliminar
  4. Hola ! He dado a luz hace 4 meses.llevaba operada de miopia y astigmatismo unos 11 años y hace como 2 me subió miopia a 1 dioptría y uso gafas.he perdido visión de cerca...antes enfocaba de maravilla y ahora cada vez veo peor.ayer fui a graduarme y al parecer tengo presbicia. La miopía me ha bajado a 0.75 y la presbicia ha aumentado.me han recomendado lentes ocupacionales.he estado mirando toda tu información y ahora que he pagado esas gafas y me las dan en una semana me planteo...como voy a ver de lejos si según lo que comentas las ocupacionales son ideales para cerca y distancia media?se han equivocado en la lente recomendada ?gracias

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Hola, gracias por comentar. Puede que en vez de ocupacionales te colocarán una lente con un refuerzo positivo en cerca, tipo Eyezen, con las que verás bien de lejos y de cerca.
      Cuando las recogas coméntales tus inquietudes y seguro que te las resuelven.
      Saludos

      Eliminar