Las teorías de conspiración suelen estar
presentes en nuestra sociedad, de manera insidiosa, en multitud de campos. Pero
es en el científico donde más recorrido puede tener, pues en muchas ocasiones
nuestro conocimiento científico no es capaz de explicarlo todo (aún).
También las conspiraciones históricas
suelen ser habituales, siendo los grandes sucesos o hitos históricos los que
mejor se prestan a tener una explicación alternativa conspirativa.
Y si unimos historia y ciencia tenemos
una teoría conspirativa tan famosa y persistente en el tiempo como la de que el
hombre no llegó nunca a pisar la Luna. Hoy vamos a despejar todas las dudas
existentes al respecto, aprovechando el 50 aniversario del primer viaje a la
Luna.
Voy a realizar un recorrido por las más
famosas teorías conspirativas que rodean el viaje a la Luna y su explicación
científica.
¿Se
mueve la bandera?
Esta es la base de toda teoría
conspirativa sobre la Luna. El hecho de que la bandera que clava Armstrong en
la Luna parece moverse es algo imposible cuando conocemos la ausencia de atmósfera (y,
por tanto, de viento) en la Luna.
Ahora bien, la bandera nunca se vio
ondear, pues no existen imágenes de video que lo muestren. En los vídeos la bandera
se queda quieta una vez que los astronautas la colocan y que se quede
desplegada se debe a la existencia de un mástil que la sujeta en la zona
superior. Las arrugas, que crean el efecto de movimiento en la fotografía, se
deben a que estuvo plegada en el viaje. Y, por último, si vemos fotografías
desde diferentes ángulos, la bandera siempre se encuentra en la misma posición.
¿Se
deberían ver las estrellas?
Otro de los argumentos más famosos de
los que siguen teorías de conspiración sobre la Luna es el relativo a la falta
de estrellas en las fotografías. Ello lo achacan a que de haberse colocado las
estrellas hubiera sido muy sencillo calcular el lugar desde donde se tomaron
las fotografías y descubrir el supuesto engaño.
La explicación es mucho más mundana. El
brillo de las estrellas es tan débil que no se pudo captar con las cámaras.
Para poder haberlo hecho, se deberían tomar las fotografías con un tiempo de
exposición mínimo de 20 segundos (cuando en realidad se hizo con una fracción
de segundo).
Y no se trata de algo provocado por la
tecnología antigua de mediados del siglo pasado. Hoy en día, en las fotografías
tomadas por los astronautas de la Estación Espacial Internacional, tampoco se
ven las estrellas salvo que se utilicen exposiciones largas.
¿Las
sombras de los astronautas son raras?
Muchas personas abducen que las sombras
de los astronautas no son reales y que obedecen a un estudio de grabación de
Hollywood.
Ahora bien, en un estudio habría varios
focos de luz y, por tanto, varias sombras diferentes del mismo astronauta, cosa
que no sucede. Además, muchas fotografías son ampliaciones o recortes de fotos
panorámicas en las que se observa al mismo astronauta en dos momentos
distintos.
¿Se
pudo producir la famosa huella lunar?
La famosa huella dejada por Armstrong en
la Luna, para las personas que niegan la llegada a nuestro satélite, resulta
totalmente imposible dada la sequedad del suelo lunar. Las huellas, pues
dejaron varias, solo podrían haberse producido debido al peso desplazando al
aire o la humedad entre las partículas de polvo o arena. Puesto que en la Luna
no existe aire o humedad, ello no fue posible.
Ahora bien, la existencia de humedad
para dejar una huella sobre una superficie no es siempre necesaria. Con la
simple presión del peso del astronauta, el polvo lunar adquirió esa impronta y,
debido precisamente a la falta de una atmósfera, las partículas se quedaron en
esa posición inalterable. En realidad, el polvo lunar es muy parecido a la
ceniza volcánica y los astronautas dicen que huele muy mal, como a pólvora
quemada.
¿No
debió dejar un cráter el módulo lunar al alunizar?
Muchas personas defienden que un módulo
lunar de 17 toneladas debió dejar un cráter como huella de su alunizaje, cosa
que no aparece en ninguna fotografía.
Ahora bien, varias cosas debemos tener
en cuenta a la hora de explicar este fenómeno. En primer lugar debemos tener en
cuenta que la gravedad de la Luna es seis veces menor que la de nuestro planeta,
razón por la cual el módulo pasó a pesar allí unos 1.600 kilos. En segundo
lugar, la aproximación a la Luna fue a una velocidad muy lenta, lo que provocó
que se crearan unas huellas muy leves y se moviera el polvo lunar en el punto
exacto donde alunizó. Alrededor, al no existir viento, pues no cambió nada.
¿Cómo
podía tener bigote Michael Collins?
Se trata de una de las conspiraciones
más absurda pero, a la vez, más divertida. Sus seguidores argumentan que este
astronauta se afeitó antes de la misión (existen videos al respecto) y que
cuando volvió a la Tierra tenía bigote.
Teniendo en cuenta que el viaje completo
del Apolo 11 tuvo una duración total de 195 h 18 min 35 s: despegó el 16 de
julio de 1969, alunizó el 20 de julio y amerizó el 24 de julio en la Tierra
tras pasar 21 h 36 min 20 s en la superficie Lunar (sólo pasearon por ella 2 h
31 min 40 s), resultaría imposible que al astronauta le hubiera crecido el
bigote.
La explicación es bien sencilla. Michael
Collins se afeitó la barba, pero no el bigote, razón por la cual seguía
manteniéndolo en la vuelta.
Y dejando a un lado ya las teorías
infundadas, la presencia del hombre en
la Luna está suficientemente demostrada debido a varios hechos que paso a
enumerar:
·
La
agencia espacial y la inteligencia soviética nunca pusieron en duda el éxito
estadounidense de la llegada a la Luna,
siendo ellos, en plena Guerra Fría, los más interesados en desentrañar la
cuestión si hubiera sido un engaño. Y aunque para muchos la llegada a la Luna
supuso la victoria de los EEUU en la carrera espacial, la realidad histórica nos
demuestra que los verdaderos vencedores fueron los soviéticos. Fue la URSS la
que logró llevar al espacio el primer satélite (el famoso Sputnik), al primer
ser humano (Yuri Gagarin), a la primera mujer (Valentina Tereshkova), la
primera estación orbital (Salyut 1 primero y la MIR después).
·
Los astronautas Armstrong y Aldrin, durante su paseo
por la superficie lunar, dejaron
diferentes huellas de su presencia; y no me refiero a sus famosas huellas
físicas del traje. En primer lugar destacar unos medidores de movimientos sísmicos en la Luna, los cuales aún están
en funcionamiento y dan señales de los movimientos tectónicos de nuestro
satélite, como el registrado en el año 2011. En segundo lugar, los astronautas
también dejaron unos deretrorreflectores,
una especie de espejos que reflejan señales de rayos láser enviadas desde la
Tierra y que se utilizaron para calcular la distancia exacta que nos separa de
la Luna. Esta distancia no es constante y por ello siempre fue problemática su
averiguación. Si se posee un buen telescopio es posible poder ver estos espejos
y el reflejo del láser en ellos.
·
Y no solo dejaron
instrumental científico, sino mucha basura.
Todos los módulos (muchas de sus partes no volvieron a la Tierra) e
instrumentos como los indicados arriba o los utilizados para desplazarse (los
famosos rovers) se esparcen por la
superficie Lunar debido a nuestra presencia. El ser humano es un gran productor
de basura y en todo lo que tocamos dejamos esta huella indeleble. Y ello está
siendo estudiado por la sonda Lunar
Reconnaissance Orbiter, en órbita sobre la luna desde el año 2009.
·
El programa Apolo tuvo
numerosas misiones. Para llegar a la Luna hicieron falta varias misiones de
aproximación, lo que resulta lógico, pues un hito tan increíble no podía ser
fruto de la casualidad. Además, la
misión del Apolo XI no fue la única que logró llegar a la Luna. Después de
ellos llegaron a pisar la Luna hasta 12 astronautas más en cinco misiones
diferentes (en total seis con el Apolo XI llegaron a la Luna). El tercero en
conseguir pisar la Luna fue Charles Conrad JR, comandante del Apollo XII, cuya
frase fue: Bueno, ese pudo haber sido un
pequeño paso para Neil, pero os aseguro que es uno grande para mí. Jack
Schmitt fue el primer hombre en caerse en la Luna, mientras que el último que
ha pisado nuestro satélite fue Eugene Cernan, en diciembre de 1972.
·
En
el programa Apollo trabajaron unas 400.000 personas.
Resulta estadísticamente imposible poder engañar a tanta gente durante tanto
tiempo sobre un suceso como este. Ni las matemáticas sostienen las teorías
conspirativas.
·
Uno de los recuerdos
que se trajeron los astronautas de la Luna, a falta de otros souvenirs más aparentes, fueron las rocas lunares. En total, entre todas
las misiones, se han traído a la Tierra 380 kilogramos de piedras lunares, los
cuales pueden admirarse en diferentes museos, universidades e instituciones
científicas relacionadas con el espacio. Y cualquier persona que analizó esas
muestras puede corroborar que estaban compuestas por elementos químicos que son
difíciles de encontrar en las de la Tierra o que no son característicos de la
composición de las piedras terrestres.
Hoy en día se ha puesto de moda la
teoría sobre la Tierra plana. ¿Cuánto tiempo durará la nueva teoría
conspirativa sobre el espacio? Para todos aquellos que presenten dudas sobre la
casi esfericidad terrestre les dejo una foto de nuestro planeta tomada desde la
Luna. ¿Existe mejor prueba?
Nuestro planeta azul visto desde la Luna |
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