Gante es una de las visitas típicas cuando alguna
persona viaja hasta Bélgica. Situada a unos 50 Km de Bruselas, el viaje en tren
apenas dura 45 minutos. La línea es la misma que lleva a Brujas, razón por la
cual muchas personas exprimen el día visitando por la mañana una ciudad y por
la tarde la otra.
En mi opinión cada una tiene encanto suficiente como
para dedicarle una jornada completa y, en el caso de Brujas, la pernoctación
resulta altamente recomendada para poder pasear por la ciudad en la
tranquilidad de la noche. Puesto que ya me dediqué a mostraros Brujas en otro
post anterior (aquí),
hoy os voy a dar tres razones para
visitar la preciosa ciudad belga de Gante.
Castillo
de Gante
Se trata del único castillo, de tipo medieval, que
vamos a poder visitar en nuestro viaje a Bélgica y, además, se trata de una de
las fortalezas mejor conservadas de Europa. Ello se debe al profundo proceso de
reconstrucción que la ciudad llevó a cabo desde 1980.
Este castillo, también denominado de los Condes de
Flandes, comenzó a construirse en el siglo IX, como defensa ante el ataque de
los vikingos. Lógicamente, de aquella estructura en madera nada queda ya. Fue
en el siglo XII cuando el conde de Flandes le otorgó su aspecto actual. El
aspecto de fortaleza defensiva se debía al contexto de lucha por el poder entre
la nobleza y la burguesía comercial (asentada al otro lado del río Lys). Sin
duda, su aspecto de fortaleza defensiva es lo más atrayente de su exterior,
plagado de torres, almenas y hasta con un foso.
El castillo tuvo diferentes funciones con el paso del
tiempo. Albergó el Tribunal de la ciudad, fue cárcel y, en el siglo XVIII un
particular lo convirtió en un complejo industrial textil.
El interior es visitable, pudiendo recorrer el adarve
amurallado y subir a la torre del homenaje, desde la que obtener preciosas
vistas de Gante. En el interior de los salones nobles, antaño vivienda condal,
existe una exposición relacionada con su función de cárcel. Numerosas armaduras
y objetos de tortura se exponen en lo que a más de uno le puede parecer una
visita algo macabra.
Y no olvidéis asomaros a las almenas de sus torres más altas para apreciar una vista preciosa de la ciudad.
Vista de Gante desde el Castillo |
Para organizar vuestra visita os recomiendo informaros
en su página web oficial: https://gravensteen.stad.gent/en
Catedral
de San Bavón
La Catedral de Gante debe su nombre a un santo que
vivió en el siglo VII y que era franco de origen. Iconográficamente lo
reconoceréis por portar una espada (recuerdo de su profesión de caballero) y un
halcón (por lo que también es el patrón de la cetrería).
Originalmente la iglesia construida en este solar
estaba bajo advocación de San Juan, pero los monjes de San Bavón tuvieron que
ocuparla tras la destrucción de su monasterio en tiempos de Carlos V. En 1559
se convertiría en Catedral y tuvo el honor de celebrar el último capítulo de la
Orden del Toisón de Oro en Flandes (XXII edición).
Lo que más impresiona del edificio es la enorme torre
de casi 90 metros de altura. Junto a la próxima Torre Belfort (el campanario de
Gante al que os aconsejo subir para tomar unas impresionantes vistas
panorámicas de la ciudad), forman el Skyline de la ciudad. Y junto a la próxima
Iglesia de San Nicolás forman un conjunto arquitectónico único cuyo mejor lugar
para ser retratado es el puente de San Miguel.
Volviendo a la Catedral, el interior de la misma os
deslumbrará por la riqueza decorativa que posee. Además de los elementos
clásicos en los que fijarse en todo templo religioso (altar, pila bautismal,
capillas, mausoleos de los obispos, coro, órgano…) esta Catedral atesora un
gran patrimonio artístico. Se trata de una especie de museo, pues vamos a poder
admirar numerosos lienzos de afamados artistas. A destacar San Bavón en el convento de Gante (Rubens), La resurrección de Lázaro (Otto van Veen) o El martirio de Santa Bárbara (Gaspar de Crayer).
Aunque, sin duda, la joya de la corona que atesora
esta Catedral es la magnífica obra La
Adoración del Cordero Místico (Hubert y Jan van Eyck). Tal es su
importancia que cuenta con entrada propia aparte y fuertes medidas de seguridad.
No es para menos, pues en su azarosa vida fue robada hasta en seis ocasiones.
Como curiosidades indicar que aquí fue bautizado
Carlos V, o que el crucifijo del altar mayor y los candelabros fueron regalados
por Napoleón en 1803, con motivo de su visita a Gante.
Toda la información práctica para realizar al visita
la encontraréis en su página oficial: http://www.sintbaafskathedraal.be/en/index.html
Korenmarkt
Se trata de la plaza principal de la ciudad. Ya os
habréis percatado que todas y cada una de las plazas belgas tienen un especial
y particular encanto. La de Gante no podía ser menos.
La originalidad de esta plaza reside en no contar con
el edificio del Ayuntamiento en ella, algo típico de las plazas belgas. En
cambio, posee la gran Iglesia de San
Nicolás, levantada con el dinero de los comerciantes (de ahí su
advocación). La verticalidad exagerada del gótico de Flandes es lo que más
suele sorprender a los turistas españoles, más acostumbrados a templos donde la
horizontalidad siempre está presente en sus elementos. Su interior fue saqueado
durante diferentes épocas (protestantismo, Revolución Francesa, Guerras
Mundiales), aunque siempre es recomendable visitarlo para admirar las
estructuras arquitectónicas y la belleza de las vidrieras.
El otro edificio que destaca en la plaza es la antigua oficina de correos, un edificio
gótico renacentista que hoy se ha convertido en un centro comercial con supermercado
en el que los turistas reponen fuerzas.
Y, por supuesto, también destacaría el conjunto de
casas típicas belgas que se suceden en línea delimitando esta bella plaza. Por
ser algo que se repite en todas las ciudades de este país no es menos
destacable en su conjunto.
El antiguo Mercado del Grano hoy se ha convertido en
uno de los centros más animados de la ciudad, el lugar de reunión por
excelencia y en el cual se concentran todos los restaurantes y las terrazas.
Espero que mi selección os anime a dedicar un día a
visitar esta bella ciudad belga.
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