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domingo, 23 de julio de 2017

Una escapada dominguera cerca de Madrid (IV): Coca y Arévalo


Hoy os voy a proponer una visita cultural muy interesante, en donde vamos a visitar un par de pequeñas ciudades con un gran pasado histórico y cuyo legado aún pervive en la actualidad. Una visita que podremos hacer cualquier domingo del año en el cual tengamos ganas de pasar un día divertido y entretenido.

En esta ocasión os propongo visitar Coca y Arévalo. ¿Os animáis?


La ciudad de Coca se encuentra a unos 150 Km. de Madrid, más o menos a una hora y media (tened en cuenta que debemos atravesar el puerto de Guadarrama). Llegaremos a través de la Avenida del Emperador Teodosio, un buen lugar donde poder aparcar junto a la muralla de la ciudad.

Nuestra primera visita debe ser el monumento más emblemático de la ciudad, el famoso Castillo mudéjar de Coca. Seguro que habéis visto multitud de castillos, pero pocos los construidos enteramente en ladrillo. Esta característica, junto a la de ser un castillo palaciego le confiere la belleza fotogénica que lo hace único.

Castillo de Coca (Segovia)


La razón por la cual usaron ladrillo en su construcción, tal como os explicarán en la visita guiada (os la recomiendo por la amabilidad del guía), es debido al poder que cobraba, por aquel entonces, la artillería. Unos muros de ladrillo eran capaces de amortiguar mejor los balazos de cañón que unos construidos en rígida piedra.

Este castillo fue construido hacia 1473 por el tercer señor de Coca, Don Alonso de Fonseca. Más tarde pasó a manos de la Casa de Alba, quién en 1928 lo cedió al Estado (un número de años concreto para no perder la propiedad). Hoy día, entre sus muros, se encuentra instalada la Escuela de Capacitación Forestal, razón por la cual la visita al castillo se circunscribe a la torre de homenaje, el patio mudéjar y la zona entre la muralla interior y la exterior.

Lo primero que debo indicaros es que a esta visita deben abstenerse personas con movilidad reducida o aquellas que no puedan subir muchos escalones. Vamos a visitar la torre de homenaje, con sus distintas plantas, y ascenderemos por una estrecha e incómoda escalera de caracol.

Esta escalera, debido a su disposición, ya nos advierte que este castillo era más palacio que fortaleza, pues no está ideada para favorecer al defensor, sino al atacante. Imaginaos con espada y escudo enfrentándoos a un agresor. Vuestros movimientos se verán impedidos por el eje central de la escalera, cosa que no afectará al atacante. Por ello, para ayudar en la defensa de las escaleras, éstas se construían en el sentido de agujas del reloj. Cosa que aquí no pasa. 

La primera sala que veremos en la visita será la capilla, en donde se conserva una excelente talla de una virgen y otra de un Cristo crucificado. En el piso superior el guía nos explicará la función de la sala (en este caso para la guardia) y podremos ver expuestos muebles de época y azulejos que antaño decoraron las salas. También son de destacar las bóvedas y su decoración pictórica geométrica. En la siguiente planta, zona de estar del dueño del castillo, se exhiben cascos y armas de la época. Justo antes de salir a la terraza, en una especie de pasillo anexo, nos mostrarán dos armaduras (una de un infante y otra de un caballero) y veremos fotos de época del siglo pasado, cuando la guerra y el abandono causaron fuertes estragos al monumento. Desde la terraza las vistas son maravillosas. Por último, bajaremos por la torre donde se ubicaba la prisión y nos sorprenderemos con una sala en donde si susurras a una pared serás escuchado por quién está situado en la pared contraria de enfrente.

La visita apenas dura 45 minutos y se hace muy amena, al contar el guía muchas anécdotas y bromas sobre la vida medieval en el castillo.

Plano esquemático visita al interior del castillo de Coca

Los horarios de visita del castillo son los siguientes:
De Lunes a Viernes de 10:30 a 13:00 y de 16:30 a 18:00 h.
Festivos y Fin de semana de 11:00 a 13:00 y de 16:00 a 18:00 h.
Precio: 2,70€

Para visitar el resto de la ciudad os recomiendo acercaros a la Puerta de la Villa, inconfundible por su grandiosidad. Tan sólo seguir junto al lado de la muralla tras salir del castillo. En otro tiempo existieron hasta tres puertas de acceso como estas, pero hoy día sólo se conserva esta. Data del siglo XII-XIII, tiene orientación sur y junto a ella se sitúan dos esculturas zoomorfas, verracos esculpidos en granito muy similares a los famosos toros de Guisando.


Puerta de la Villa (Coca)

Nada más entrar, en la Plaza del Arco, un busto del gran Teodosio nos dará la bienvenida. Teodosio I el Grande, el emperador romano que tomó la trascendental decisión de hacer del cristianismo niceno la religión oficial del Imperio mediante el Edicto de Tesalónica de 380, era oriundo de esta ciudad. Del pasado romano de la villa apenas quedan los restos de una calzada romana y de un edifico alto-imperial de función desconocida. Nada interesante para el turista profano, por lo que nos conformaremos con el busto.

Luego, siguiendo la calle Falcón Ruiz y Llorente, llegaremos a la plaza Mayor, lugar en donde se alza el Ayuntamiento y la Iglesia de Santa María la Mayor. Esta iglesia es la única que se conserva completa de la ocho que llegó a tener la villa. En el exterior destaca el uso de piedra caliza y ladrillo, lo que le otorga una bicromía muy particular. En su interior podremos admirar un precioso retablo en el altar en orden corintio y los sepulcros de la familia de los Fonseca, realizados en mármol de Carrara.

Iglesia de Santa María la Mayor (Coca)


Desde aquí, a unos pocos pasos, se encuentra la Torre de San Nicolás, edificio que seguro ya habréis visto en algún momento. Se trata de lo único que se conserva de la antigua iglesia de San Nicolás, la cual databa del siglo XIII. Su visita es obligada, pues en ella podemos observar las influencias mudéjares en la sobria decoración, recordando a los minaretes musulmanes.

Torre de San Nicolás (Coca)


Una vez vistos los principales monumentos de la villa volvemos a nuestro coche y nos dirigimos a la cercana ciudad de Arévalo, la cual se encuentra a escasos 25 minutos de distancia. Y os recomiendo realizar el viaje de esta forma porque, seguramente, ya sea hora de comer. Y en Arévalo vamos a poder saciar nuestra hambre de forma muy conveniente.

En la zona del antiguo arrabal, justo antes de entrar en la zona amurallada, se disponen numerosos restaurantes en los cuales poder degustar el típico cochinillo asado. Todos tienen muy buena pinta aunque yo os recomiendo uno llamado La Posada, situado junto a la Iglesia de San Juan Bautista. Se come bien y el precio no es excesivo. Yo no suelo pedir mucho más.

La visita a la villa histórica de Arévalo la podemos hacer desde el Arco de Alcocer. Allí se alza una estatua de Isabel la Católica, lo que nos recuerda que para la antigua gobernante de Castilla esta villa fue la que verdaderamente consideraba su hogar. Isabel de Portugal fijó aquí su residencia y Alfonso e Isabel pasaron su infancia más temprana en esta villa.

No son los únicos personajes asociados con Arévalo. San Ignacio de Loyola, San Juan de la Cruz  o el emperador del Sacro Imperio Romano Fernando I también pasaron su infancia en esta villa. No obstante, el turismo de la localidad se ha centrado en impulsar la imagen de Isabel la católica.

Tras atravesar el Arco del Alcocer nos encontraremos con la plaza del Real, lugar donde se ubica el ayuntamiento. Justo en el arco se encuentra tanto la oficina de turismo como el Museo del cereal. Se trata de un centro de interpretación de la naturaleza de los alrededores de la villa. Lo más interesante es poder admirar, a través de cámaras dispuestas en los nidos, la actividad cotidiana de las cigüeñas.

La siguiente parada, obligada, es la Plaza de la Villa, lugar donde se concentran los principales monumentos de la localidad. Merece la pena visitar los dos templos que se alzan, enfrentados, en la preciosa plaza con soportales. Este fue el centro neurálgico medieval de la localidad.

Plaza de la Villa  con la Iglesia de San Martin al fondo (Arévalo, Ávila)


En la calle principal que sube al castillo se alza la Iglesia de Santa María la Mayor. Se trata de un templo mudéjar, de una sola nave en donde lo más destacado es su esbelta torre y la decoración de su ábside. Si en el exterior destacan las arcadas de ladrillo, en el interior lo hacen las pinturas murales del Cristo Pantocrátor rodeado por los tetramorfos.

Iglesia de Santa María la Mayor (Arévalo)


En los aledaños de esta iglesia se ubica el Museo de la Historia de Arévalo, un lugar interesante donde descubrir la importancia medieval que tuvo esta villa y la gran vinculación que tuvo con la dinastía de los Trastámara. Recordemos el refrán castellano que dice: “Quien de Castilla señor quiere ser, a Olmedo y Arévalo de su parte ha de tener”. En sus siete salas veremos desde piezas prehistóricas del Calcolítico a objetos romanos, medievales y fotografías modernas, así como maquetas de los principales edificios de la localidad.

Justo enfrente se alza la Iglesia de San Martín, inconfundible con su par de enormes torres. En su decoración destacan elementos mudéjares, románicos e incluso barrocos. Junto a ella se ubica la fuente de los Cuatro Caños, construida entre los siglos XV-XVI.

La subida al Castillo, desde esta plaza, apenas nos llevará diez minutos. El castillo de Arévalo tiene una disposición estratégica, entre los valles del río Adaja y Arevalillo, que le hacían fácilmente defendible. Data del siglo XV y, entre sus muros, se cobijaron personajes importantes como Pedro I de Castilla. En la actualidad pertenece al Ministerio de Medio Ambiente y Medio Rural y Marino, se usa como centro de reuniones pero también se encuentra abierto al turismo y en su torre del homenaje, lo más destacado el monumento, se puede visitar un pequeño museo del cereal. Los días de apertura son: fines de semana y festivos nacionales. Se realizan visitas guiadas cada media hora hasta las seis de la tarde.

Castillo de Arévalo (Ávila)


Arévalo posee muchos otros rincones encantadores, palacios testigos de su pasado glorioso e iglesias deslumbrantes tanto en su decoración exterior como interior, por lo que podremos perdernos por sus calles admirando tal legado cultural. No dudéis que os resultará difícil aburriros en esta interesante localidad.

A continuación os dejo un par de planos de Coca y Arévalo para que podáis planear vuestra visita de forma anticipada.

Plano  turístico de la ciudad de Coca (Segovia)


Plano turístico de la ciudad de Arévalo

Para obtener más información sobre los horarios o las actividades turísticas que se pueden hacer en estas dos hermosas ciudades os remito a sus páginas de turismo:

Coca: http://www.coca.es/turismo

Arévalo: http://www.ayuntamientoarevalo.es/esp/e01oficina_turismo.htm
 

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