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miércoles, 11 de octubre de 2023

Hoy cumplimos diez años juntos

 

¡Una década! ¡Diez años! ¡Un decenio! Me quedé sin sinónimos.

 


Estoy muy orgulloso de escribir este post hoy, pues nunca imaginé que podría llegar a mantener este hobby activo durante tanto tiempo. Lo que empezó como una forma de promocionar mis ensayos electrónicos sobre historia se ha convertido en un foro activo donde acuden decenas de personas con dudas sobre el mundo de la óptica.

 

Ellos son unos de mis principales lectores y, en algunos casos, la relación pasó de virtual a personal, logrando solucionarles sus problemas de visión. A ellos va dedicado este post de celebración.

 

Hoy quiero contaros las gratificantes experiencias personales que tuve este año a consecuencia del blog.

 

Lo primero que quiero indicar es que existen en Internet pocos blogs (serios) dedicados a la salud de nuestra visión. Se pueden contar con los dedos de una mano los que se dedican a divulgar noticias sobre el mundo de la óptica y la optometría sin tener un objetivo económico detrás.

 

Si ponéis en internet “blogs sobre óptica” los primeros resultados que aparecen son los de grandes cadenas de óptica como General Óptica u Óptica 2000, así como otros centros locales. Tenemos que bajar un poquito para encontrar la página de mi compañero Ramón García (aquí), un optometrista que se dedica, en cuerpo y alma, a divulgar nuestra profesión de manera amena. Muy cerca encontraréis otro blog que lleva mucho tiempo con nosotros (longitud de onda) y del que se aprende un montón, así como el proyecto Ocularis, donde se muestra una información muy interesante y profesional (principalmente de temas oftalmológicos).

 

Por ejemplo, el blog Ramón es una pasada. Él se dedica a tiempo completo a hacer crecer su blog sobre el cuidado de la vista y eso se nota. Mis felicitaciones desde la distancia.

 

No es mi caso. El mío tiene un aspecto mucho más sencillo. No deja de ser uno más de mis múltiples hobbies. Y le puedo dedicar el tiempo justo que me deja mi vida laboral y familiar. Muchas veces se trata más de un lugar donde disfruto escribiendo sobre temas que me gustan, más que algo que realice con un objetivo claro en la vida (dejando a un lado el de intentar poner cierta coherencia y veracidad sobre los temas que trato).

 

Pero, claro. Luego están las personas que lo leen. Y resulta que una gran cantidad de ellas llegan buscando información sobre el mundo de la óptica. O, también en muchas ocasiones, desean un consejo, una segunda opinión o, simplemente, corroborar si lo que le dijeron en la óptica es cierto o una tomadura de pelo.

 

Esto último habla muy mal de nuestra profesión. Una ocupación dedicada a la sanidad que, en muchas ocasiones, está pervertida por el componente económico asociado a la misma. A este componente me gusta llamarle el lado oscuro. Y como bien decía el maestro Yoda: “El miedo es el camino hacia el lado oscuro”.

 

Ya seas vendedor de óptica u óptico vendiendo, las actuales estrategias empresariales hacen que, muchas veces, el miedo se apodere de tu persona. En un mundo dominado por las estadísticas (cuanto mal hicieron las tablas de Xcel mal ideadas), en las ópticas se evalúa por la cantidad de progresivos que vendes, por eficiencias de gabinete (ratio conversión graduaciones/ventas), por las marcas de monturas que vendes, por los tratamientos que prescribes y hasta por el tipo de lágrima artificial que recetas (en serio, yo tuve un KPI, Key Performance Indicator, es decir, Indicador Clave de Desempeño, donde me evaluaban el número de un tipo de lágrima específica que vendía al cabo del mes).

 

Cuando te machacan con estadísticas, las cuales son tan variadas que jamás tienes la ocasión de hacer todas bien, muchos compañeros se ven tentados a vivir mejor pasándose al lado oscuro. Eso ya lo he vivido, que tengo en la mochila muchos años. Y, luego, un día tonto, encuentras a un supuesto profesional de la visión, diciendo a una anciana que con esta montura Chanel las cataratas se frenarán un poquito. O que con este filtro azul sus retinas estarán más sanas delante de las pantallas. O que para una dioptría de miopía necesita una lente con la máxima reducción. Todo esto lo he vivido yo, no me lo han contado. Y no puedo evitar recordar de nuevo al maestro más sabio de Star Wars: “Una vez que vayas por el camino oscuro, siempre dominará tu destino, lo consumirá”.

 

La fama la tenemos bien merecida. Y mucho más con las últimas estrategias de marketing respecto a la luz azul (yo fui uno de los que me creí el discurso al principio y luego rectifiqué, que dicen que es de sabios) o con el sin Dios que resulta hacerse unos lentes progresivos de calidad sin caer en las trampas de las ofertas.

 

Por ello resulta difícil encontrar a profesionales serios que se dedican a mirar por la salud de sus pacientes antes que por el interés económico de ganar más y más dinero. Pero os aseguro que existen. Y somos muchos.

 

Me incluyo porque, gracias a mis años, estoy en una posición donde, sin poder hacer lo que me de la gana, si puedo elegir entre seguir siendo un buen profesional o lanzarme al lado oscuro. Al contrario que a mi hijo, a mi siempre me gustaron más los buenos de las películas. Por lo que ya estoy mayor para cambiar.

 

En este blog los lectores encontraron a un profesional que les aconsejaba de manera objetiva y sin interés económico alguno. Esto no es muy normal ni muy habitual. Pocos son los que dedican parte de su tiempo a regalar conocimientos. Pero los hay. Muchos profesionales que dedican parte de sus vacaciones a mejorar la vista en países subdesarrollados. O que ayudan en ONG´s. Os aseguro que existen. Y son muchos.

 

Yo decidí ayudar a las personas a través de este foro. Y en estos diez años he tenido cientos de consultas referentes a dudas sobre problemas de visión. Aunque nunca lo imaginé, era cuestión de tiempo que alguno decidiera presentarse físicamente en la puerta de la óptica donde trabajo.

 

En los años anteriores han sido varias personas las que vinieron a verme en persona agradecidas por los consejos y confiándome su salud visual. A todos ellos le doy las gracias desde aquí. Actualmente trabajo en la periferia de Madrid. Y aunque a veces es un viaje largo, existe cierta facilidad en la posibilidad de acercarte si vives en la capital o en los alrededores.

 

Ahora bien, lo que nunca me imaginé fue que a la óptica acudieran personas de otras provincias. Me salta a la cabeza María José, de un pueblo de Sevilla, la cual se cogió el AVE y se plantó en mi óptica para que le hiciera unas gafas que nadie en Sevilla había logrado hacer (y lo habían intentado en varios sitios). No penséis que necesitaba algo muy especial. Simplemente, ser escuchada y darle lo que necesitaba. ¿Acaso es tan difícil?

 

No es la única. Estoy pensando en una paciente de Ávila a la que le envío las lentillas a domicilio porque confió en su día en mí y no quiere que le vea nadie más. A pacientes de la provincia de Toledo.

 

El caso es que yo tengo mucho ganado a través del blog. Creo que he logrado transmitir algunos aspectos esenciales que siempre intento aplicar en mi trabajo: Honestidad. Profesionalidad. Coherencia. Y la salud por delante de cualquier otra consideración.

 

Si tengo una gafa vendida y en gabinete veo que debo remitir al paciente al oftalmólogo primero, pues se hace y punto. Se enfade conmigo quien se enfade. Y si tengo que cambiar algún lente, por pequeña que sea la modificación, pues se cambia. Porque la salud visual de los pacientes es lo primero. Y si tengo que dedicar media hora en gabinete a un paciente porque necesita pruebas complementarias, pues se dedica por mucha gente que esté esperando.

 

Así he actuado siempre y creo que es la mejor forma de fidelizar a los pacientes. En unos casos he sido un gran profesional y, en otros, se me ha considerado un estorbo del que deshacerse (dependiendo de las estrategias comerciales de cada empresario).

 

Actualmente tengo la suerte de poder trabajar en un lugar donde el cuidado de la visión de los pacientes se pone por delante de todo. Y eso hace que me sienta realizado como profesional. Un lugar donde ofrecemos servicios de gabinete que muy pocos ofrecen. Un lugar donde se cuida la Optometría.

 

Jamás pensé que este blog se convirtiera en un lugar de atracción económica, salvo para promocionar alguno de mis ensayos históricos en formato electrónico. Y no está concebido para ello. Pero si alguno deseáis venir a verme estaré encantado de atenderos y ofreceros mi ayuda. Rellenáis el formulario de contacto al final de la página y estaremos en contacto. Porque, al final, esto va de ayudar a los demás. Ni más ni menos. Y si así puedo ayudar a más personas, bienvenido sea. Yo soy un trabajador asalariado. No gano nada directamente. Mi motivación no es esa.

 

Y no penséis que soy infalible. Nadie lo es. Ya lo decía Yoda: “Transmite lo que has aprendido: fuerza, maestría; pero insensatez, debilidad, fracaso también. ¡Sí, fracaso sobre todo! El mejor profesor, el fracaso es”. Y, sí, me la he pegado muchas veces. Y, tal vez, por ello aprendí a pegármela menos. Seguiré fallando. Pero serán en cosas nuevas.

 

Bueno, hasta aquí mi monólogo. Simplemente, agradecer a todas las personas que han confiado en mí su salud visual. Muchas gracias porque es la mejor manera de subirme la moral y hacerme sentirme útil para la sociedad.

 

Y como soy muy clásico, aquí os dejo la clasificación de todos los años. En total, en estos 10 años, el blog ya superó con creces el millón y medio de visitas, existiendo 3,46 mil comentarios:

 

1.     España                 863 mil

2.     EEUU                  154 mil

3.     México                 125 mil

4.     Argentina             84,4 mil

5.     Colombia             78,3 mil

6.     Chile                    42,4 mil

7.     Perú                     39,2 mil

8.     Rusia                   26,1 mil

9.     Alemania             11,2 mil

10. Suecia                  7,99 mil

 

La tabla sigue con las mismas posiciones que el año pasado, manteniéndose las visitas en el podio en la misma proporción, lo que evidencia una audiencia bastante fija al blog desde esos países. Rusia es el país que más se ha estancado en los porcentajes de aumento de visitas, sin duda influenciado por la guerra de Ucrania y las dificultades de la población de aquel país para acceder a información en el extranjero. Los posts sobre Ucrania seguro han influido para que se corte el grifo ruso de las visitas. Argentina se distancia de Colombia, mientras que Perú está recortando distancias con Chile. Y Suecia, en la cola, debería ponerse las pilas, pues Irlanda y Ecuador vienen fuertes por debajo y desean meterse en este Top10.

 

Hasta aquí el artículo de hoy.

 

Muchas gracias a todos por leerme. Y si encima adquirís alguno de mis libros electrónicos para ayudar a autofinanciarme, pues estaré eternamente agradecido.

 

Abrazos

 

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