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domingo, 21 de febrero de 2021

Miradores privilegiados en Europa


Todas las grandes ciudades poseen lugares elevados desde los que contemplar unas vistas impresionantes. Reclamo turístico de primer orden, los turistas se agolpan en las cimas de los montes para poder observar los tejados de la ciudad y, en ocasiones, preciosos e inolvidables atardeceres.

A lo largo de mis numerosos viajes, una de mis pasiones es subir a lo alto de alguna atalaya y divisar el conjunto de la ciudad extendida bajo mis pies. Las vistas desde lo alto de algún monte cercano suelen ser realmente evocadoras y siempre merece la pena la ascensión.

A continuación, os voy a mostrar una pequeña selección de diferentes puntos elevados en los que poder admirar maravillosas vistas y llevarnos a nuestra casa una gran fotografía como recuerdo.

Por supuesto, como viajar es algo que me encanta, este post seguirá enriqueciéndose continuamente. ¿Os animáis a descubrir estos preciosos lugares?


Piazzale Michelangelo (Florencia)

Se trata de uno de los mejores miradores que he visitado en Europa, pues puedes abarcar, de una sola mirada, toda la belleza que atesora Florencia. La Duomo, el Palazzo Vecchio y el Ponte Vecchio aparecen a tus pies en todo su esplendor.

Para acceder a él podéis ir caminando por las sendas perfectamente señaladas. El paseo no os llevará ni media hora. También podéis optar por montaros en las líneas de autobús 12 y 13.
 
El mejor mirador de Florencia
Una precaución a tener en cuenta es no subir al atardecer, pues el sol os jugará una mala pasada para la fotografía (aunque no para ver románticamente y con una preciosa luz dorada una de las ciudades más bellas de Italia.

Monte Licabeto (Atenas)

Cuenta la leyenda que Atenea pretendía elevar la Acrópolis para acercarla más al cielo con este gran bloque de piedra pero sobresaltada por una noticia dejó caer la piedra antes de tiempo, formándose este monte de casi 300 metros de altura.

Su nombre significa colina de los lobos y hace referencia a los animales que antaño poblaban el lugar. Hoy se ha convertido en una atracción turística de la ciudad y numerosos turistas acceden a la colina con el objeto de ver la ciudad a vista de pájaro, visitar la pequeña capilla ortodoxa de San Jorge o admirar un bello atardecer.
 
Mirador del Monte Licabeto. Atenas 
La manera más cómoda de subir a lo alto de la colina es por medio de un funicular que se toma desde la calle Aristippou, aunque también podéis ascender por un serpenteante camino.

Colina Filopapo (Atenas)

Un segundo y atractivo mirador en la ciudad de Atenas se encuentra en la colina Filopapo, llamada así por tener en la cumbre el monumento funerario de Julio Antíoco Filopapo.

La subida, ascendiendo entre altos árboles, suele ser relajada y muy agradable teniendo en cuenta las temperaturas que se alcanzan en la capital griega.

El premio, tras una breve ascensión de unos 20 minutos, es poder admirar la Acrópolis ateniense desde una cercanía muy fotogénica. Y, al fondo, descubriréis el anterior monte Licabeto.

Mirador de la colina Filopapo


Colina de Eyüp (Estambul)

Al fondo del Cuerno de Oro y algo alejado del centro neurálgico y turístico de Estambul se encuentra esta colina inmersa en el barrio más conservador de la capital turca. Merece la pena pasear por sus calles, visitar su preciosa mezquita y empaparse de la sociedad turca que habita el barrio.

Ascender hasta lo alto de la colina es muy sencillo gracias a la existencia de un funicular. Y, en lo alto, se ubica el famoso Café Pierre Lotti, un lugar cuyo anterior encanto ha sufrido las secuelas del turismo excesivo. No obstante, es curioso tomarse un té en una de sus mesas asomadas al mirador y que te sirva el peculiar camarero.
 
Vistas desde la Colina de Eyup
A la hora de bajar os recomiendo dar un paseo por la colina del cementerio. No penséis que se trata de un paseo tétrico, sino todo lo contrario. Además, si sois buenos observadores, descubriréis que aquí yacen personas de gran longevidad (aunque sea artificial).
 
¿Cuanto tiempo vivió esta persona?
Torre Gálata (Estambul, Turquía)

Estambul posee numerosos lugares desde el que tomar bellas perspectivas de la ciudad. Aunque no se trate de una montaña natural, no puedo dejar pasar la ocasión de comentar uno de los más famosos: La torre Gálata. Ahora bien, si deseáis ahorraros unos euros, podéis tomaros un té o un café en la terraza del hotel Anemon y admirar las mismas e impresionantes vistas.


Estambul desde la Torre Gálata.

Colina del Gianicolo (Roma, Italia)

Roma, la ciudad de las siete colinas, tiene numerosos lugares desde donde poder observarla en todo su esplendor. Ahora bien, uno de los lugares más tranquilos que podemos encontrar es la Colina del Gianicolo, situada en el barrio del Trastevere. Desde su magnífico mirador, situado a 82 metros de altura, podremos admirar el Vittoriano así como numerosas cúpulas de las múltiples iglesias que se esparcen por la ciudad eterna.

Además del interés por las vistas, este monte tiene como atractivos añadidos la Fontana dell'Acqua Paola, la Iglesia de San Pietro in Montorio y el Faro Manfredi, además de, todos los días a las 12:00h, poder ajustar nuestros relojes con una salva de cañón.
 
Vistas desde la colina de Gianicolo
Monte Capuchino (Turín)

Este es el lugar desde el cual poder admirar por completo la ciudad de Turín, destacando entre los edificios la grandiosa Mole Antonelliana. También podréis divisar la Capella della Sinode, en la Duomo, las torres del Palazzo Madama o la torre Littoria. Y si el cielo está despejado podréis divisar los Alpes nevados.
 
El mejor mirador de Turín
Para llegar a este mirador debéis cruzar el río Po por el puente que os lleva a la característica Iglesia Gran Madre de Dio. Rodearla por su derecha y subir rectos por la Via Francesco Lanfranchi. Luego girar a la derecha por Pascuale Stanislao Mancini y, al final de la calle, girar a vuestra izquierda hasta un cruce de carreteras. Tan sólo tenéis que ascender en dirección del monasterio para llegar al mirador. Si deseáis tomar el autobús el número 53 es el que os dejará más próximos a la base del monte.

Monte Petřín (Praga)

Praga es una de las ciudades más hermosas que podemos visitar. Apodada la ciudad de las cien torres, si tenéis la valentía de ascender por estrechas escaleras de caracol podréis divisar, desde diferentes puntos, unas vistas impresionantes de Praga desde más de 60 metros de altura. Los tejados y las cúpulas de las iglesias se ven sumamente cercanos desde la Torre de la Pólvora o la Torre del Ayuntamiento.

Ahora bien, si queréis ver Praga a vista de pájaro, desde un mirador impresionante, vuestro objetivo es el Monte Petřín. Colina situada entre los barrios de Malá Strana y Hradcany, sus casi 140 metros sobre el nivel del río Moldava lo convierten en el mejor lugar para admirar Praga en toda su extensión. Recordemos que Praga se encuentra en una planicie y vamos a verla como si de una alfombra de edificios se tratara.

La manera más cómoda de ascender hasta la cima del monte es utilizando el funicular, cuya parada se encuentra en la calle Újezd. Para montar en él se necesita un billete básico de transporte público que puede ser adquirido allí mismo. El ascenso es rápido y apenas os llevará 10 minutos. Los trenes salen cada cuarto de hora y debéis bajaros en la última parada de las dos que tiene.

Junto a la parada del funicular divisaremos la torre desde la cual obtener las mejores vistas de Praga. Es la conocida como Torre Petřín, una reproducción en menor escala de la famosa Torre Eiffel parisina. En realidad ambas torres se encuentran a la misma altura respecto al nivel del mar, pero la de Praga utiliza el truco de estar construida sobre una colina. Como curiosidad indicar que esta torre hermana de la francesa fue también inaugurada para una Exposición Universal (Exposición Nacional de Praga) en 1891, dos años después de construirse su hermana mayor.

A lo alto de la Torre Petřín se puede ascender por medio de un ascensor o por unas escaleras, siendo esta última opción más económica e intensa. El viento os golpeará la cara y comprobaréis como la torre cimbrea si las rachas son moderadas. En el mirador superior obtendréis las mejores vistas de Praga, aunque durante la ascensión también tendréis momentos en los que parar a admirar la maravillosa ciudad que se alza bajo vuestros pies.
 
Vistas de Praga desde el monte Petrin
Un consejo: algunas ventanas se pueden abrir para así tomar mejores instantáneas de la ciudad. Pero cuidado con los dedos, pues es fácil que os los puedan pillar.

El monte Petřín tiene muchos otros puntos de interés que aconsejan un paseo relajado entre su frondosa vegetación. Junto a la Torre Petřín se encuentra el Laberinto de los espejos, otro edificio construido para la Exposición de 1891. Una atracción eminentemente infantil, de laberinto no tiene nada. Ahora bien, en la sala en la que los espejos deforman vuestras imágenes seguro que os echaréis unas buenas risas.

Oculta en la parte media del parque, junto a un tranquilo lago con patos, se encuentra una pequeña y sorprendente joya arquitectónica. La Iglesia del Arcángel San Miguel, es un pequeño templo construido enteramente en madera. Trasladado desde Ucrania, este templo ortodoxo data del siglo XVII.

Y en el parque junto a la parada del funicular se encuentra el Memorial a las víctimas del Comunismo. Un conjunto escultórico en bronce de unas siluetas que se encuentran incompletas, pues representa la pérdida, poco a poco, por parte de una dictadura, de todo lo que nos hace humanos. Una cinta recorre la escalinata en la cual se encuentra en monumento, en la cual descubrimos que, entre 1948 y 1989, se estima que hubo 205.486 detenidos, 170.938 exiliados forzosos, 4.500 muertos en prisión, 327 muertos por disparos por intentar escapar y 248 ejecutados.


Mirador Bastión de los Pescadores (Budapest, Hungría)

Pocos miradores urbanos pueden presumir de poseer una riqueza arquitectónica tan deslumbrante como el Bastión de los pescadores, situado en la colina del castillo real de Budapest. Situado en la colina de Buda, en la orilla oeste del Danubio, desde su cima se puede contemplar Pest en todo su esplendor. Especialmente su magnífico Parlamento a orillas del río Danubio.

El Parlamento de Budapest desde el Bastión de los Pescadores.

Este complejo fue construido entre 1895 y 1902 y sus siete torres conmemoran las siete tribus magiares fundadoras de Hungría. Además, el nombre proviene del grupo de pescadores que defendió esta parte de la ciudad en una de las múltiples batallas medievales.

Se puede llegar andando desde el puente de las Cadenas o utilizando el transporte público: los Autobuses línea 16, 116, 5 y 78 o el Funicular desde el kilómetro 0.

La Ciudadela (Budapest, Hungría)

El otro gran mirador de Budapest está en la Ciudadela, una fortaleza construida en 1854 como puesto de vigilancia de la ciudad tras la revolución de 1848. Como curiosidad indicar que nunca ha entrado en combate.
Budapest desde la Ciudadela.


Situada en lo alto del monte Gellert, sus 235 metros de altura ofrecen unas vistas impresionantes del Danubio y de todos los edificios históricos que se disponen en sus orillas.

El Mercado Central y el Puente de la Libertad desde la Ciudadela


Montaña del Príncipe Pío (Madrid, España)

No podía realizar un artículo sobre miradores europeos y no incluir alguno de la ciudad en la que resido (aunque sea en su extrarradio). En mi opinión, una de las mejores vistas que se obtienen de una parte muy bonita de Madrid es desde la montaña de Príncipe Pío, un mirador hacia el Palacio Real y la Catedral de La Almudena que os dejará boquiabiertos. Si además lo visitáis al atardecer, vuestra impresión aumentará.

Y como regalo extra podéis entrar al Templo de Debod, un magnífico templo egipcio salvado tras la construcción de la presa de Asuán que bien merece una visita detenida.
El mejor mirador de Madrid

Mirador Castillo de Neuschwanstein

Uno de los castillos más bonitos que tiene Alemania es el Castillo de Neuschwanstein, situado en los Alpes bávaros. Para poder visitarlo tendremos que ir en tren hasta el pequeño y encantador pueblo de Füssen. Si estáis visitando Múnich es una visita muy cómoda en tren (trayecto de dos horas).

En la misma estación podéis subiros a los autobuses (RVA/OVG 73 y RVA/OVG 78) que os acercarán al pequeño pueblo de Hohenschwangau, la localidad al pie del Castillo de Neuschwanstein y que se encuentra a unos 4 kilómetros de Füssen. En el ticket Center deberéis comprar las entradas para visitar tanto el Castillo de Neuschwanstein como el castillo de Hohenschwangau, inconfundible por su aspecto amarillo.

Para llegar al Castillo de Neuschwanstein desde el Ticket Center tenemos varias opciones: andando (unos 45 minutos), en coche de caballos (opción bastante cara, 8€ por persona, que te deja a 300 metros) o en autobús (parada frente al hotel Lisl). La última opción suele ser la más recomendable, pues te deja también muy cerca de la entrada al castillo y, además, la parada se encuentra próxima al Puente de María, el mejor mirador desde el que poder contemplar este bellísimo castillo. Se trata de un puente colgante que atraviesa el desfiladero de Pöllat y desde donde debéis ir bien abrigados.

El mejor lugar para fotografiar este Castillo


Hrad Karlstejn (República Checa)

Otro gran mirador desde el que contemplar uno de los castillos más bonito de la República Checa es el que se encuentra en una colina cercana a la localidad asentada a los pies del castillo.

Según vamos ascendiendo por la calle principal del coqueto pueblo de Karlstejn, situado a 45 minutos en tren de Praga, debemos tomar un pequeño camino rural que se abre a nuestra derecha justo en la última curva en donde finaliza la localidad. No tiene pérdida, pues varias señales informan sobre el comienzo de varias rutas de senderismo. Podéis guiaros por los restaurantes Pod Hradem y U Adama, que se encuentran un poco más adelante si siguiéramos hacia el castillo.

De los dos caminos existentes debemos ascender por el de la derecha. Es un empinado camino de tierra con árboles a ambos lados una vez que termina el caserío. El camino nos llevará unos diez minutos, pero será algo duro por la pendiente. El premio será llegar a una gran pradera desde el que admirar una de las más bonitas vistas del Castillo de Karlstejn.

la mejor vista del castillo de Karlstejn



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